Columbia Pictures presenta una producción de Original Film, ESCAPE ROOM. Protagonizada por Taylor Russell, Logan Miller, Deborah Ann Woll, Jay Ellis, Tyler Labine, Nik Dodani y Yorick van Wageningen. Dirigida por Adam Robitel. Producida por Neal H. Moritz y Ori Marmur. Guion de Bragi Schut y Maria Melnik. Historia de Bragi Schut. Producción ejecutiva por Rebecca Rivo. Dirección de fotografía por Marc Spicer. Diseño de producción por Edward Thomas. Editado por Steven Mirkovich, ACE. Música compuesta por Brian Tyler y John Carey.
Sobre la película
Te encuentras en una sala. No tiene ventanas, hay una sola puerta y está cerrada. El loco que te ha encerrado ha creado una serie de complicados y diabólicamente ingeniosos puzles que, resueltos en el orden correcto, te guiarán hacia la llave y a tu salvación. Y para hacerlo más difícil aún, ha puesto un cronómetro de una hora para completar los puzles y escapar... o sufrir las consecuencias.
Lo que parece una película de miedo es uno de los entretenimientos que más está creciendo en el mundo: el fenómeno de los "escape room". Armado sólo con tu ingenio, y de las destrezas de la gente que se encuentra contigo, los jugadores deben averiguar códigos, descifrar enigmas y descubrir escondites lo más rápido posible. Cada sala tiene una trama secreta, donde los jugadores van armando el puzle en una divertida experiencia de trabajo en equipo. Desde la creación del concepto allá en 2010, han surgido escape rooms por todo el mundo, satisfaciendo las necesidades de diversión y evasión de la realidad del público.
Cuando el productor Ori Marmur probó un escape room con su familia, vio el potencial para una película. Es además un concepto que se ha aceptado en todo el mundo y el tema tendría atractivo global. "Me pareció muy divertido, como un juego de mesa viviente" explica Marmur. El proyecto parecía encajar a la perfección con un misterio clásico de sala encerrada, y junto al productor Neal H. Moritz, empezó a trabajar en la idea. Rápidamente llegaron a un concepto en el que no sólo tendrían que escapar de una sala extremadamente peligrosa, sino que, cuando se acabase el tiempo, morirían.
"Tienes que usar el cerebro todo el rato cuando estás en estas habitaciones, ya que la gente que la creó quiere que muramos uno a uno" dice el actor Jay Ellis. "Estás constantemente intentando averiguar qué ocurre, dónde puedo o no pisar y cuál es la verdadera salida, con respecto a lo que sólo es una distracción".
Adam Robitel, quien anteriormente dirigió el éxito del terror Insidious: La Última Llave, se sumó a la dirección. "Los buenos escape rooms son muy cinematográficos: entras en un frío bunker de guerra y rebuscas entre carpetas de la CIA, entonces aprietas un botón y de repente se enciende un proyector escondido que te muestra un mapa" añade Robitel. "Estas habitaciones tienen una buena dirección de arte, así que vi el potencial visual de la película al instante".
Según Marmur, los cineastas vieron la oportunidad de hacer una película que jugase con los convencionalismos del género: una película que funcionase como thriller psicológico y de terror. "Era una oportunidad de hacer algo divertido. Este es un género en el que todo suele ocurrir de noche y las visuales no suelen ser muy buenas. Deja mucho a la imaginación. Nosotros escogimos otro camino. La película tiene localizaciones increíbles con visuales sobrecogedoras y una historia que tiene mucho que ver con la experiencia de un escape room de la vida real. La audiencia se siente parte de la película, como si tuviese que ayudar a los actores a averiguar todos los enigmas".
Sobre los personajes
En la película, todos los personajes han decidido formar parte de la experiencia de un escape room y acabarán descubriendo que hay algo que les conecta. "Todos deciden estar ahí. No les han secuestrado o forzado" aclara Marmur. Aunque pronto descubrirán la realidad. "Todos llegan esperando una cosa y se encuentran con algo totalmente distinto".
A medida que resuelven los puzles y las tramas de cada sala, empiezan a ver que hay un enigma aún más grande que resolver. Resulta que todos tienen algo en común. "La idea de juntar a desconocidos por una razón misteriosa, meterles en este entorno y hacerles trabajar en equipo era algo que nos atraía mucho" dice Robitel.
Puesto que cada personaje tiene una historia distinta e independiente, el objetivo de los cineastas era encontrar un reparto ecléctico. "Queríamos juntar personalidades diversas y enérgicas con distinta apariencia, historia y perspectivas" dice la productora ejecutiva Rebecca Rivo.
Primero nos encontramos con Zoey, interpretada por Taylor Russell. Zoey es una tímida e introspectiva estudiante de ciencias que ha sobrevivido a un accidente de avión en el que murió su madre. Russell, más conocida por su trabajo en Perdidos en el Espacio para Netflix y las series de televisión Strange Empire y Falling Skies, estaba emocionada por formar parte del proyecto. "Zoey es extremadamente lista y tiene mucha ansiedad, aunque está sola en la vida" dice Russell. "Adam es un peso pesado del terror y este es un género en el que brilla. Aportó mucha pasión que obviamente viene del amor por el género, algo maravilloso de ver".
"Era importante que Zoey pareciese muy vulnerable, pero que también pudiese darle la vuelta a todo" dice Robitel. "Taylor Russell lo borda. Tiene todo lo que queríamos. Puede parecer desvalida, aunque también muestra como su personaje es increíblemente inteligente".
Ben (Logan Miller) es un joven que vive la vida en modo de auto destrucción para bloquear el trauma que le causó ser el único superviviente de un horroroso accidente de coche.
"Ben es un personaje muy sólido" dice Miller. "Le ha pasado algo trágico en la vida y le cuesta mucho aceptarlo. Sus amigos han muerto, no le queda nada, así que tiene una actitud muy pasota que le lleva a convertirse en un extraño antihéroe mientras lidia con sus traumas".
Para prepararse para el esfuerzo físico del papel, Miller estuvo entrenando durante seis meses, aunque dice que se podría haber ahorrado parte del trabajo. "Mi entrenador y yo estuvimos saltando desde tejados, corriendo, persiguiendo coches, atravesando depósitos, pegándonos, haciendo kung fu... acabé estando en una forma increíble, tanto que los cineastas me pidieron que perdiera algo de masa para el papel, así que dejé de ejercitarme y a disfrutar de Ciudad del Cabo".
Amanda (Deborah Ann Woll) es una soldado que fue herida en acción durante una explosión y ahora vive traumatizada.
Para interpretar a una veterana de guerra, Woll tuvo que visitar grupos de apoyo y hablar sobre el estrés postraumático y la culpabilidad del superviviente. "Fue una fuente de información muy útil para mí" dice Woll.
Robitel explica que los daños colaterales de la experiencia de Amanda es algo que comparten todos los personajes. "Por lo que he investigado, muchos de los superviviente con estrés postraumático no son capaces de superar el incidente" dice el director. "Lo reviven constantemente y afecta a su vida. Pero nuestros personajes, al exponerles a tanto estrés, acaban haciéndose más fuertes".
Woll, quien es una amante de los puzles y crucigramas y una habitual jugadora de Dragones y Mazmorras, dice que también le intrigó la relación entre las dos mujeres del grupo. "Creo que muchas películas del género muestran a mujeres enfrentadas entre sí, con mucha competitividad especialmente hacia otros chicos. Me encanta que esta historia muestre a mujeres que son aliadas, que encuentran fortaleza la una en la otra y que son personas distintas".
Jason (Jay Ellis) es un ejecutivo financiero carismático, competitivo y egocéntrico. Utiliza el lujo para no pensar en su pasado.
Ellis dice que su personaje es tanto un exitoso ejecutivo viviendo a tope como un frío asesino. "Puedes ver a este personaje como el de Christian Bale en American Psycho, el de Al Pacino en Glengarry Glen Ross (Éxito a Cualquier Precio) o el de Ben Affleck en El Informador".
Mike (Tyler Labine) es un camionero de West Virginia y el mayor del grupo. Siendo un antiguo minero dirías que está acostumbrado a estar en espacios reducidos, aunque resulta que es todo lo contrario.
Para prepararse para el papel y los distintos traumas que su personaje se enfrenta en cada una de las habitaciones, Labine buscó en internet testimonios reales de gente que pasó por lo mismo que su personaje. "Qué pasa cuando tienes hipotermia, qué pasa cuando te electrocutas y qué pasa cuando sufres altas temperaturas" comenta Labine.
Danny (Nik Dodani) es un joven adicto a los ordenadores y un entusiasta de los escape rooms. El equipo necesitará todas sus habilidades y experiencia para sobrevivir.
Dodani confiesa que se parece bastante al personaje. "Tenía muchas experiencias en las que basarme. Suelo llevar a mis amigos a escape rooms, y durante el último proyecto que hice, me llevé a todo el reparto a uno. Desde el momento en el que leí el guion, supe exactamente quién era este personaje: yo. No puedo contar en cuantos escape rooms he estado. Tristemente nunca he conseguido salir de ninguno, pero algún día lo haré".
El veterano actor Yorick van Wageningen se une al reparto como WooTan Yu, el Maestro de Juegos, quien trabaja para la siniestra Maze Corporation. "Él es el Maestro de Juegos que controla todo" dice van Wageningen. "Controla lo que está pasando en todas las habitaciones, él es el intermediario y acaba involucrándose cuando todo va mal".
"No quería que este personaje fuese el típico villano con bigote" dice Robitel. "Yorick tiene mucha elegancia, y dice sus texto sin esfuerzo. Es espeluznante, pero no demasiado".
Sobre las habitaciones
Para la creación de las invenciones del Maestro de Juegos, Robitel formó equipo con el diseñador de producción Edward Thomas y el resto de sus jefes de departamento. El supervisor de efectos especiales confiesa que todos tuvieron la misma reacción al leer el guion. "¿Cómo diablos vamos a hacer esto?" Como cualquier buen reto, las soluciones empezaron a salir poco a poco.
"Cada una de las habitaciones requería la colaboración de todo el mundo desde el principio, e hicimos algo único en la preparación de la película" dice la productora ejecutiva Rebecca Rivo. "En una serie de reuniones antes de diseñar los decorados, juntamos al director, al director de fotografía, al diseñador de producción y a los supervisores de efectos visuales y especiales para analizar el guion y diseñar la producción en equipo".
"Cada departamento tenía su propia pieza del puzle que tenía que encajar a la perfección, así que antes de empezar a construir los decorados empezamos a trabajar con el modelaje en 3D con Adam, el diseño de producción con Ed, la fotografía con Marc Spicer y las escenas de riesgo con Grant Hulley" dice Poolman.
Las escenas en sí se convierten en personajes en la película. "Todas las habitaciones nacen a partir de los personajes" dice Thomas. "Cada una tiene una historia de fondo y sus propias amenazas. Por ejemplo, la sala del billar es la sala de Amanda, la de Danny es la de hielo y la de Mike la del mosaico. Eso es lo que me atrajo del proyecto, la oportunidad de diseñar una película en la que los decorados tienen su propia personalidad y son prácticamente el némesis de la historia".
"Los decorados estaban tan bien hechos que cuando los vimos nos quedamos todos alucinados" dice Taylor Russell. "Los actores pasamos mucho tiempo en estas habitaciones, así que acabas familiarizándote mucho con el espacio y los elementos que hay. Parece que cobran vida de verdad".
"No conozco otra película en los que los decorados sean tan importantes" añade Robitel. "La idea es que cada sala se convierta en su propia película".
"Algunas de las películas anteriores de Adam son terroríficas, y es muy bueno creando esa sensación amenazante y claustrofóbica en las habitaciones" dice Thomas. "La película tiene muchas capas y empezamos investigando como serían los decorados: la sala de billar está basada en una de los años 50, y la del Maestro de Juegos en una biblioteca victoriana. Una sala intenta aplastarte, una intenta quemarte, otra intenta ahogarte. Diseñamos los decorados pensando en cómo la sala intentaría matar a los jugadores, y hicimos tan buen trabajo que realmente cobraron vida".
El viaje de los personajes empieza en la Sala de Espera. El grupo de desconocidos, que en un principio piensan que participan en un inocente juego, se conocen ahí, sin saber que una vez dentro ya habían empezado a jugar.
Robitel trabajó estrechamente no sólo con Edward Thomas, sino también con el director de fotografía Marc Spicer para subir la temperatura en el set. "Empieza estando poco iluminado. Entonces se encienden los paneles del techo y las columnas y los ventiladores se abren, así que durante siete minutos todo se transforma ante los ojos de los espectadores. Metemos a los personajes y a la audiencia directamente en una olla a presión".
Después de que la Sala de Espera acabe en llamas, el grupo gatea por un conducto del aire y a través de una chimenea y llegan a una cabaña. "Es la forma que tiene el Maestro de Juegos de darles un falso sentimiento de seguridad antes de que salgan a la Sala de Hielo, que es, por supuesto, una sala de hielo mortífera" dice Thomas.
La Sala de Hielo, que está diseñada para parecer una caja refrigeradora, acabó siendo el mayor reto de la producción, tanto para los actores como para el equipo de rodaje.
"El grupo pasa de estar en una cálida cabaña a estar en el polo norte y están rodeados de hielo. Hay mucha neblina y no se puede ver lo que tienes delante. Entonces empieza a romperse el hielo" dice Thomas.
La escena requería construir un decorado inmenso, de casi diez metros de altura y hecho con paneles refrigeradores. "Quería que pareciese que Maze Corporation había creado un frigorífico para enfriar la sala" dice Thomas. "Marc Spicer tuvo la genial idea de iluminar el set desde arriba, igual que estaría iluminada una nevera. De esa forma se iluminaba la niebla y parecía muy muy densa. Fue algo muy ingenioso".
Por supuesto, los actores no corrían riesgo de hipotermia mientras rodaban, aunque tenía que parecer que sí. Antes de empezar la película, Robitel estuvo nadando con tiburones blancos en agua helada para hacerse una idea de cómo reacciona el cuerpo en esas temperaturas. "Cuando tienes hipotermia tu cuerpo empieza a irradiar, convulsionas y empiezas a contraerte. Los actores tuvieron que mostrar todas estas reacciones físicas".
Pero tuvieron algo de ayuda. "Estábamos en un congelador gigante durante mínimo dos horas. La temperatura baja rápidamente y nos apuntaban con aire frío" recuerda Ellis.
Cuando les toco crear el suelo de hielo, los cineastas de nuevo apostaron por la magia del cine. "El equipo de de rodaje entero tenía que caminar sobre el decorado, así que no podía ser resbaladizo. Sólo tenía que parecerlo, así que tuvimos que entrenar a los actores para que se moviesen como si estuviesen sobre hielo" dice el coordinador de escenas de riesgo Grant Hulley.
"El suelo estaba hecho de madera, así que en realidad era muy fácil caminar sobre él" dice Dodani. "Para facilitarnos la interpretación, nos empaparon el calzado en aceite para que resbalásemos. Ir resbalándose por el suelo rodeados de niebla fue un reto, pero quedó muy real. Sentí que estaba en un entorno alpino. Incluso podíamos oler los pinos del decorado". Para darle más realismo, Thomas y su equipo trajeron pinos reales de unas bodegas cercanas a Ciudad del Cabo.
Pero llega un momento en el que el suelo de hielo empieza a romperse. Ese fue el trabajo del supervisor de efectos especiales Max Poolman. "El trabajo fue mucho más fácil por tener a Jonathon Barrass en mi equipo. Él ha trabajado durante años en Harry Potter y Juego de Tronos, y eso le convertía en un experto en hielo" dice Poolman. Poolman y su equipo construyeron un suelo de resina que más tarde se cubrió de nieve por el departamento de arte.
De la Sala de Hielo, el grupo pasa a la Sala de Billar, un espacio de los años 50 en Palm Springs. El Maestro de Juegos ha dado la vuelta a la sala y ha puesto al grupo en el techo. Uno a uno, los paneles empiezan a desplomarse y revelan una caída de 15 plantas. Su única forma de salir es escalando y agarrándose a lo que puedan.
Esta sala es la que requirió más días de rodaje. "Es impresionante el nivel de detalle al que nuestro equipo de construcción y el departamento de arte llegaron para que la sala pareciese estar dada la vuelta" dice Ellis. "Todo estaba al revés, vasos, la máquina de música, las guitarras y todo lo que había en las paredes".
"No sólo era un reto de logística, sino también el tener a un actor colgado a tres metros del suelo, lo que conlleva un trabajo importante que hay que hacer en posproducción para borrar los cables que le sujetan" explica Robitel.
Para la Sala del Mosaico el objetivo fue diseñar un decorado que funcionase en un pequeño espacio. "Adaptamos una sala Ames, una sala sin forma donde la escala cambia a medida que la recorres" comenta Poolman. "Luego la modificamos con motores eléctricos y controles de velocidad debajo del decorado. Fue curiosa desde el principio. Los muebles, paredes y suelo están decorados con huellas dactilares en blanco y negro. Está principalmente iluminada por una bombilla en el techo que da vueltas en un sentido, mientras que el suelo gira en el contrario".
En la Sala de Hospital descubrimos cuánto ha investigado Maze Corporation sobre los jugadores. "Esta sala tiene un factor más psicológico" dice Robitel. "Cada personaje tiene una sección especialmente diseñada para él. Vemos el uniforme quemado de Amanda, el extraño cuadro abstracto de Jason sobre su barco, el informe de Danny sobre el dióxido de carbono y los objetos vietnamitas de Zoey. Cada sala estaba adaptada a sus historias. Entonces se dan cuenta de que están ahí por una razón".
Sobre las escenas de riesgo
Para prepararse para las escenas de riesgo, los actores trabajaron con el coordinador Grant Hulley durante la preproducción. Como los decorados todavía no se habían construido, el departamento de arte hizo copias de los espacios con formas básicas que los actores podían escalar y entrenar. Estos se encontraban en los almacenes Pyranha Stunts.
"Mientras los actores entrenaban escalando estanterías, tuvimos que construir el decorado y calcular las trayectorias y puntos de escalada para que el día de rodaje supiesen exactamente donde tenían que poner cada mano y cada pie y que pareciese espontáneo" dice Robitel. "Eso también tenía su truco. ¿Cómo haces algo que has practicado treinta veces y que parezca que lo estás haciendo por primera vez?"
La claustrofobia, el limitado espacio y el estilo en el que las escenas de la Sala de Billar se rodaron implicaban que los actores mismos, y no dobles, tenían que estar colgados de cables y hacer casi todas las escenas de riesgo. "Cuando ves a Deborah a cinco metros de altura colgada y saltando de una estantería a una mesa de billar, es la propia actriz la que estás viendo" dice Hulley.
Para Woll esa fue su escena más importante. "Me ves a mí, saltando más de dos metros y agarrándome a algo con las manos" recuerda. "Por supuesto, estaba asegurada con cables, y si no llegaba me cogían. Aun así, me sudaban las manos y se me secaba la boca. Al final tienes que respirar e ir a por todas. También acabó siendo un gran momento de actuación".
Milles también tuvo sus propias escenas de riesgo. "Me meten en un compactador de basura en la biblioteca del Maestro de Juegos, en la Sala de Hielo me caigo en un agujero en el hielo y en la Sala de Billar tuve que agarrarme a las paredes".
Dodani se preparó para su gran escena de riesgo con el equipo acuático Frog Squad en una piscina de una base militar. "Aprendí a bucear con bombona y practiqué cómo ahogarme y respirar bajo el agua". La escena se rodo prácticamente entera en un depósito que había en el estudio.