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  Leto  Dirigida por Kirill Serebrennikov
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El cineasta ruso Kirill Serebrennikow retrata en Leto la escena rock underground soviética a través de la historia de un trío amoroso bañado por la despreocupación, en un país ahogado por las restricciones. Serebrennikov no ha podido asistir al Festival de Cannes al encontrarse bajo arresto domiciliario por parte de las autoridades rusas desde el pasado agosto, cuando todavía se encontraba en pleno rodaje de la película.

Leto es un verdadero espectáculo formal, tanto por el tratamiento de la imagen (llama la atención el exquisito blanco y negro, pero también el uso de diversos formatos y animaciones) como por el sonoro (con numerosas versiones de clásicos de Lou Reed, Talking Heads o Iggy Pop perfectamente integradas en la narración). La historia está basada en los acontecimientos reales que vivieron Mike, Natacha y Viktor. En concreto en las memorias de Natasha (nombre real del personaje femenino).


Biografía del director (Kirill Serebrennikov)
Nacido en 1969 en Rostov del Don (Rusia), Kirill Serebrennikov es un director de teatro, cine y televisión. Es el director de arte del Gogol-Center en Moscú desde 2012.

Hizo su primera obra de teatro cuando era todavía un estudiante. En 1992 se graduó en Física en Rostov State University. En 2008 llevó a cabo clases experimentales de actor-director en la Escuela de Arte Dramático de Moscú, que después se convirtió en el Seventh Studio.

De 2011 a 2014, Serebrennikov fue director artístico del proyecto Platform en el Winzavod Centre for Contemporary Art.

En 2015, el Gogol-Center presentó la obra de teatro de Serebrennikov, Idiots, en el Festival de Avignon, inspirada en la película homónima de Lars Von Trier. En 2016, Kirill Serebrennikov vuelve a Avignon a presentar Dead Souls, basada en la novela de Nikolai Gogol. Es el primer director ruso en participar en el evento desde hace una década y el primero en hacerlo dos veces seguidas.

En 2016, El estudiante se presentó en la sección Un Certain Re-gard en el Festival de Cannes y fue galardonada con el premio François Chalais.

Leto es su primera película que compite en la Sección Oficial del Festival de Cannes.

El 23 de agosto de 2017, Kirill Serebrennikov fue arrestado durante la producción de Leto. Desde entonces permanece en Moscú bajo arresto domiciliario.


Notas del director (Kirill Serebrennikov)
Kirill Serebrennikov escribió su declaración de intenciones en 2017, antes de rodar la película. Las estipulaciones de su arresto domiciliario no le permiten hacer más declaraciones.

Leto ("verano" en ruso), es una historia de rock'n'roll ambientada en 1980 en la ciudad soviética de Leningrado. Un triángulo amoroso formado por tres individuos muy diferentes bajo el telón de fondo de la extraña, a veces exótica, Unión Soviética. Todo esto en un ambiente muy hostil con el rock'n'roll y la cultura occidental, pero que terminó siendo el nido de una nueva ola de rock ruso.

Nuestra historia trata de la fe necesaria para sobreponerse al contexto social y de la actitud despreocupada de los héroes frente a la opresión heredada. Es, por encima de todo, la historia de un simple e inalterado amor, como una oda a estos futuros iconos del rock, a su forma de vida. Es la historia del último verano antes de la Peretroiska, antes de la transformación total hacia la Rusia contemporánea.

Esto es lo que me atrajo en un primer momento de la historia. Su inocencia y su pureza. Mi generación tiene unos recuerdos muy fuertes de la energía de la Peretroiska, ese periodo de tiempo inmediatamente después de la época de nuestra película. En realidad, no sabemos nada de la generación anterior a la nuestra, de su don natural de rebelión, su fuego interno. La Peretroiska borró completamente esta generación, los convirtió en barrenderos o conserjes y pronto no quedó nada de ellos.

Pero en ese relato estamos en los incipientes años ochenta. En un glorioso blanco y negro, la única manera de contar la historia de esta generación, ya que la noción del color apareció más tarde en la conciencia colectiva rusa. Es una época

brutal y alternativa donde todo el mundo está muy vivo: Mike Naumenko y Viktor Tsoï (al que la prensa soviética, después de su trágica muerte en 1990, apodó el "último héroe del rock"). Todo lo que sabemos de ellos ocurrió después del contexto de nuestra película, es el futuro de nuestros personajes. En la película, están todavía intactos, inocentes. Hemos tomado prestada una máquina del tiempo y solo hace una breve parada. En ese pequeño periodo de tiempo, nuestros héroes hacen lo que más les gusta hacer: crear música.

Tuve que ignorar el tercer acto en la vida de nuestros personajes, la manera en la que todo termina. Mi objetivo es hacer una película sobre gente que es feliz, que están disfrutando una total libertad artística a pesar de la opresión del gobierno. Estaban haciendo música y no podían imaginarse otra forma de crear. Cualquier otra cosa hubiera ido en contra de su naturaleza.

Me puedo identificar fácilmente con ellos, entender sus motivaciones, los obstáculos en su camino. Aquí, en el Gogol-Center, del cual soy director, estamos familiarizados con sus métodos. A pesar de estos tiempos tan politizados, estamos creando un teatro que es moderno, antiestablishment, que puede ser visto como un movimiento. Y lo más importante, este movimiento está vivo. Estamos insuflando vida a una cultura que es inaceptable para los poderes, para las directrices culturales de nuestro gobierno, exactamente de la misma manera cuando Le-ningrado en 1983 no era ni el tiempo ni el lugar para la cultura rock en la Unión Soviética.

Haré esta película para una generación que ve la libertad como una decisión personal, y como la única posible. Mi objetivo es capturar y destacar el verdadero valor de esta libertad.


Notas de los productores
Charles-Evrard Tchekhoff
Kinovista - Francia

Fue en julio de 2007 cuando conocí de verdad San Petesburgo.

Mis amigos me habían dado varias direcciones y una noche me invitaron a la casa de un artista. Fue cuando conocí a Georgi Gurianov. Antes de hacerse pintor, había sido batería en una banda de la que no había oído hablar pero que tenía un nombre muy oportuno: Kino ("cine" en ruso) Nos pasamos la noche en su casa hablando de pintura, bebiendo y escuchando sus discos. Me enseñó la música de Viktor Tsoï, me contó sobre su amistad y el espíritu de esa era, esos años antes de 1989. Los amigos, los clubs, el encuentro de la banda con Warhol. Los recuerdos de Georgi me dieron una idea de un periodo que he encontrado fascinante y profundamente romántico, como el último gesto antes del punto de inflexión histórico por el que pasó el país.

Desde ese encuentro fortuito, he estado soñando con una película que captara la esencia de esos años. Cuando Ilya Stewart me presentó el proyecto, no lo dudé. Unos meses después, leí el guion de Michael Idov, un primer borrador que inmediatamente me trasladó a los recuerdos de la noche con Georgi.

Redescubrí esa energía y el estilo de esa generación, un joven cuya creación musical fue su única guía, el pilar de su vida.

Pero esta película no pudo ser realizada hasta el surgimiento de una nueva ola de talentos artísticos entre los que se encuentra Kirill Serebrennikov. Habiendo sido seleccionado en festivales como Cannes, Locarno y Vececia, Serebrennikov es el director de Arte del Gogol-Center, conocido por sus posturas innovadoras, a menudo en oposición con los poderes fácticos. Alimentado por este enfoque de independencia y por sus experiencias fuera de Rusia, es la persona ideal para llevar la identidad del proyecto a un público internacional y comunicar su increíble energía.

La trama de Leto trata sobre la vida de un verdadero héroe del rock ruso a través de un simple triángulo de amor y su cruce con la edad adulta. Alejada del elemento histórico, vi inmediatamente el uso de Idov de una clásica estructura dramática que nos ayudaría a llegar a una gran audiencia no rusa. A pesar de que este enfoque diverge de los hechos puramente históricos, la película retrata también el aspecto trágico y cómico de un sistema en su tramo final, esas primeras facturas de las que surge el deseo insaciable de una nueva realidad. En un momento en que Rusia está una vez más mostrando la presión de las directivas culturales e ideológicas, imponiéndose a la comunidad creativa del país, este sentimiento de libertad, sello tan distintivo de esa generación, se siente como un eco contemporáneo particularmente necesario.

Ilya Sewart
Hype Film - RUSIA
En una época caracterizada por la falta de esperanza y la abundancia de cinismo, Leto es un proyecto inusual por su objetivo de contar la simple historia del primer y honesto amor.

Desde el principio, y desde el primer borrador del guion de Mi-chael Idov, estaba claro que Leto era, en el fondo, un relato clásico coming-of-age. Pero el principal personaje era Viktor Tsoï, uno de los iconos del rock más importantes de Rusia. De hecho, se convertiría en un símbolo del cambio en un país que estaba desesperado anhelando ese cambio. Sus revolucionarias letras y el simbolismo de sus canciones se convertirían en los lemas del cambio hacia la democracia. Nuestra imaginación estaba constantemente impulsada por la oportunidad de contar esta romántica historia de una personalidad creativa a punto de florecer justo antes de un período históricamente famoso. Michael Idov, un experimentado guionista con raíces en la cultura rusa pero criado en el occidente, cogió esta original idea y recreó la atmósfera única de esa época. Kirill Serebrennikov es una parte esencial de la nueva generación de directores rusos. Durante los últimos diez años, este visionario se ha convertido en una figura importante del cine europeo. Al igual que con El estudiante, que ya estuvo en Festival de Cannes de 2016, estamos orgullosos de apoyar su visión por segunda vez con Leto. Estamos convencidos de que esta incursión en el nacimiento de la cultura del rock en Rusia en los ochenta despertará interés y entusiasmo en el público.

Leto os musicales, dos universos distintivos, y cómo la cultura de Occidente y Oriente se entremezclaron. Con esta película, Kirill Serebrennikov ofrece un potente y elocuente ensayo cinematográfico que con suerte capturará la imaginación del público.


Inspiración de los personajes
Viktor Tsoï
Actor: Teo Yoo
INTÉRPRETE CANCIONES: P. Pogodaev
Viktor Tsoï era un cantante y compositor que cofundó Kino, una de las bandas más populares e influyentes de la historia de la música rusa. Es considerado uno de los pioneros del rock ruso y a él se le atribuye la popularización de este género en la Unión Soviética.

Nació y se crió en Leningrado. Cuando era solo un adolescente comenzó a escribir canciones. A lo largo de su carrera, Tsoï lazó diez álbumes. Después de que Kino apareciera en la película soviética de 1987 Assa, la popularidad de la banda estalló, desencadenando un periodo denominado "Kinomania" y llevando a Tsoï a protagonizar en 1988 la película de arte y ensayo, The Needle.

En 1990, Tsoï se trasladó a Letonia con su compañero de banda Yuti Kasparyan para trabajar en el próximo álbum de la banda. Dos meses después, Tsoï murió en un accidente de coche. La muerte de Viktor Tsoï fue un shock para muchos fanáticos, algunos incluso se llegaron a suicidar. El 17 de agosto de 1990 Komsomolskaya Pravda, uno de los principales periódicos soviéticos, publicó lo siguiente: "Tsoï significa más para los jóvenes de nuestra nación que cualquier político, celebridad o escritor. Esto es así porque Viktor nunca mintió y no estaba interesado en el dinero. Él fue y sigue siendo él mismo. Es imposible no creer en él... Tsoï es el único rockero que era la misma persona en el escenario y en su vida real, vivía de la misma forma en que cantaba...Tsoï es el último héroe del rock".

Mike Naumenko
Actor E INTÉRPRETE CANCIONES: Roma Zver
Mike Naumenko fue un músico de rock y blues, cantante y compositor y líder de la banda de rock Zoopark. Nació en Leningrado y en 1970 fue miembro de la banda de rock rusa Akvarium. En 1981 fundó Zoopar, que se convirtió en una de las bandas de rock-blues más destacadas de la Unión Soviética. Es considerado uno de los mejores letristas del rock ruso, aunque recurriendo en gran medida a Bob Dylan y a otros compositores británicos y estadounidenses y ocasionalmente manteniendo también la melodía original. Algunas de las canciones de Naimenko son traducciones o remakes más o menos fieles de material ya existente en lengua inglesa (las nociones de copyright y plagio apenas estaban establecidas en la Unión Soviética) Aunque partiendo en gran parte de imitaciones, la aportación de Naumenko fue muy significativa ya que adaptó la tradición del rock occidental a la cultura rusa y a las realidades urbanas de Leningrado. Debido al abuso de alcohol, Mike empezó a sufrir problemas de salud a finales de los ochenta y las causas de su muerte no están claras. Se dice que murió de un infarto en su casa en 1991, a la edad de 36 años. Roma Zver, además de interpretar a Mike Naumenko en la película, es uno de los fundadores de la banda de pop rock The Beasts, que ha ganado el premio ruso MuzTV como la mejor banda de rock hasta en 9 ocasiones. Además de actuar, Roma y su banda también grabaron varias canciones de la banda sonora. Roma y su socio German Osipov se convirtieron en los productores musicales de la película.

Natalya Naumenko (Natasha)
Actriz: Irina Starshenbaum
Mujer de Mike Naumenko, con quien tiene un hijo, Ievgeny. El personaje de Natasha es la protagonista femenina en Leto.

Tiene una amistad con Tsoï y juega un papel muy significante en la vida y en la carrera de su marido.


El papel de la música
Un relato de rock, amor y amistad, Leto tiene lugar en Lenin-grado cuando la escena del rock underground empieza a florecer, influenciada por estrellas del rock de Occidente como Led Zeppelin y David Bowie. La película ofrece una instantánea de esta vibrante época y del ascenso a la fama de los jóvenes cantantes de rock, incluido Viktor Tsoï, quien resultó ser un pionero del rock ruso, y Mike Naimenko, fundador del grupo Zoopark.


Productores musicales (El sonido de Leto)
Las canciones originales de Zoopark y Viktor Tsoï conviven en la película. Necesitábamos realizarlas de manera auténtica y prestar atención a la forma en la que sonaban en los años 80, a las condiciones que tenían los músicos con sus equipos y a las habilidades que tenían. Tuvimos que hacerlo con el mismo espíritu que lo hicieron entonces.

German Osipov
Una de nuestras tareas fue hacer que el sonido de las bandas rusas fuera coherente con el de las bandas extranjeras de las que se estuvieron influenciadas. Combinamos las canciones preexistentes con las grabaciones para la película. Teníamos que trasladar las vibraciones de Leningrado de los 80 sin que fuera retrógrado. Entonces la idea era unir el material bajo un estilo de sonido común y se hicieron muchos esfuerzos en hacer que las distintas fuentes de materiales sonaran coherentes juntos. Creo que cumplimos con nuestra tarea.

Roman Zver
Para que pudiéramos obtener el sonido de entonces buscamos viejos instrumentos, los restauramos y afinamos otros viejos instrumentos para obtener el mismo sonido. No podríamos haber obtenido ese sonido con guitarras actuales. ¡También experimentamos lo que denominé el "síndrome de las grabaciones demo"! Hice varias demos de las canciones para hacer entender al director cómo esta o aquella canción sonaría en esa época. Esas demos se grabaron en nuestras mentes por lo que cuando hicimos la versión final de las canciones con un sonido más claro, pensamos que no eran tan buenas, nos gustaba más el sonido del principio. De esta forma, recuperamos algunas de las demos iniciales que habíamos hecho y las usamos en la película. Algunos de los fragmentos musicales todavía se tenían que grabar cuando se estaba editando la película. Es importante mencionar que cuando no puedes tener contacto con el director es muy difícil. Esto nos pasó con la canción "Moyo nastroiene (My mood)", que empieza con una simple guitarra en un apartamento y evoluciona hasta sonar una banda completa en la azotea. Hicimos alrededor de siete u ocho arreglos. Hubo versiones con una orquesta de cuerdas, con instrumentos de viento y otros varios intentos. No conseguíamos encontrar el sonido correcto. Todo sonada mal y no podíamos comunicarnos directamente con el director, era extremadamente difícil trabajar cuando no tienes contacto con el director. Finalmente fuimos al estudio con una actitud relajada y grabamos una última versión que consiguió encajar.


"Llena de ingenio visual, de aportaciones manuales al fresco, de buenísima música" - (Oti Rodríguez Marchante, ABC)