Tres presos están a punto de ser liberados bajo fianza: Dale, Mal y Shane Twentyman. Este trío de hermanos se han convertido con el paso de los años en unos auténticos expertos en el arte del robo. Es su trabajo y lo hacen porque se les da bien, pero sólo ponen una condición para hacerlo: que nadie salga herido. Su asistente legal es el abogado criminalista Frank Malone, quien ha terminado convirtiéndose en todo un pez gordo cuyo éxito se le ha subido demasiado a la cabeza. Tras unos días de libertad, los hermanos Twentyman hacen un trabajo sencillo que les devuelve directos a la cárcel. Frank promete sacarles de ahí, pero a cambio de que hagan un importante trabajo en Melbourne. Dale se huele algo extraño en todo el asunto, y más aún cuando Frank les avisa que ha contratado a unos tipos para que les "ayuden". Todo parece apuntar que Frank quiere montarles una encerrona para quitarles de enmedio.