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  Pájaros de verano  Dirigida por Cristina Gallego, Ciro Guerra
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La cinta cuenta la historia de una familia indígena wayúu, encabezada por Rapayet Abuchaibe y su suegra Úrsula Pushaina, y su evolución a lo largo de una década que transformó al país. Se trata de un relato coral que se enmarca en los años del contrabando y la bonanza marimbera, época que marca el final de toda una época en Colombia.

El casting de la película, codirigida por Cristina y Ciro, cuenta con una mezcla de reconocidas estrellas de la televisión como Natalia Reyes y del teatro como Carmiña Martínez con nuevas figuras como José Acosta, y actores naturales como el palabrero wayúu José Vicente Cotes, en los papeles protagónicos.

Hablar de Pájaros de verano es hablar de una ambiciosa película de acción que se convirtió en una contralada bola de nieve en el desierto y en los territorios de la comunidad Wayúu, el pueblo indígena más grande de Colombia.

Aunque lo primero que aclara el codirector Ciro Guerra es que "la idea nunca fue tratar de representar un cuadro global de la cultura Wayúu, eso es imposible. Es muy rica, muy diversa y sobre todo tiene un universo que es expansivo, que es imposible describir en una sola película, pero que nos provee un mundo muy interesante para narrar una historia y unas claves que nunca se han visto, que hacen que sea una historia nueva para el espectador. A pesar de que tiene ecos de otras historias de otras épocas se renueva completamente".

Por su parte, la codirectora Cristina Gallego llama la atención de ese otro aspecto principal que se desarrolla en la película: la época de la marimba. "La bonanza marimbera es una metáfora de lo que pasa con nuestro país, que ha entrado en la historia con todos esos cultivos ilícitos, provocando que seamos marcados con motes de narcotraficantes. Quería investigar qué pasaba detrás de eso, cómo podía afectar a una familia y eso es lo que veremos en Pájaros de verano, la tragedia de una familia que metafóricamente es como una nación".

Ambos coinciden en afirmar que la mejor manera de describir esta cinta es como una película de gánster, en las que romper los códigos puede llevar a la venganza, en la que las ofensas se pagan con sangre o con dinero y en la que es muy fácil romper la línea que permite vivir en armonía o en una constante guerra por disputas no resueltas.

"Me llamaba mucho la atención que cuando hicimos las películas anteriores la gente nos felicitaba por no tocar temas de lo que fue el narcotráfico y la violencia que ha vivido el país. Eso me ha sorprendido siempre porque me parece que nosotros tenemos derecho de contar esas historias porque son parte de lo que hemos vivido, son historias fascinantes y no podemos volverlas tabú", afirma Ciro.

"Pájaros de verano es una historia completamente diferente a las que se han contado sobre el crimen y sobre el narcotráfico en el país. Es la historia original, el inicio de todo, es como la base de lo que todavía estamos viviendo. Una historia local pero que al mismo tiempo es una historia universal de cómo el capitalismo, en su estado más salvaje, trabaja sobre una sociedad que no está lista para eso".

Cristina por su lado, destaca que Colombia ya tiene suficiente distancia de los hechos de la época, que ya no es una herida abierta como lo puede ser la violencia más reciente y que en cambio hoy se recuerda como una época muy loca, pero al mismo tiempo con muy buenos recuerdos.

"La gente pasó del contrabando de café al de marihuana. Fue un paso natural de un producto que no pensaban que fuera a generar todo lo que generó, fue algo en lo que todo el mundo estuvo metido y hay muchas historias, gratas y malas. Lo que dicen es que los ‘bobos’ fueron los que sobrevivieron porque los bravos están muertos. Es una historia que todo el mundo quería contar y nosotros la estamos contando".

Pájaros de verano es producido por Cristina Gallego y Katrin Pors y tiene como casas productoras a Ciudad Lunar y Blond Indian Films, en coproducción con Films Boutique de Francia y Pimienta Films de México, en asocio con Caracol Televisión, Dago García, Cinecolombia y Labodigital. En el equipo técnico repiten varias de las cabezas creativas de El Abrazo de la Serpiente como el fotógrafo David Gallego y la directora de arte Angélica Perea.


Presentación por los directores (Cristina Gallego / Ciro Guerra)
Una película de gángsters y espíritus.

Una película coral, familiar, de mujeres fuertes, intuitivas y poderosas; que esperan en casa a hombres inconscientes, impulsivos, temerosos, que negocian, hablan y actúan.

Intuición o razón; inocencia o venganza; palabra u honor.

Todo en medio de la gran tragedia que nos marcaría para siempre.

El gran tabú del que ya no podemos hablar.

Dicho, por una vez, de manera propia, íntima y personal.

Aquella brizna suave que llegó para refrescar, y que se convirtió en la tormenta que arrasó, y que nos dejó ver por primera vez lo que significaba el capitalismo en su forma más pura.

Nuestro Jayeechi, el canto de los Pájaros de Verano.


Notas de la productora y directora (Cristina Gallego)
Pocas películas alrededor del tema del narcotráfico se han hecho en Colombia (Sumas y Restas, Perro come Perro, El Cartel de los Sapos, Sin tetas no hay paraíso, El rey, Rosario Tijeras, El Arriero) y aunque éstas no son la mayoría, hay frases recurrentes entre diferentes audiencias nacionales e internacionales acerca del cine colombiano como: “¿otra película de narcos?” “¿otra vez hablando de lo mismo?”. De unos años para acá, me daba vueltas en la cabeza, por qué ha pasado esto con el Cine colombiano cuando por otro lado grandes clásicos de cine, y por lo menos mis películas preferidas, se han enmarcado dentro del cine del gánsters. Películas como la saga de “El Padrino”, “Goodfellas”, “Mean Streets”, “Los Intocables”, “Érase una vez en América”, entre muchas otras, abordan estos temas y nunca había escuchado ningún tipo de censura hacia ellas.

Después de recorrer la región norte de Colombia en el 2007 y 2008, mientras hacíamos nuestra película Los Viajes del Viento, escuchamos muchas historias sobre la “bonanza marimbera” y conocimos los códigos de comportamiento de los guajiros, los wayuus, culturas en las que se comercia con todo: con la ofensa, la vida, el honor, las lágrimas y las mujeres, al mejor estilo de “La Famiglia italiana”. Me sorprendió que esta historia no hubiera sido contada todavía.

También me pregunté; ¿si el narcotráfico es el flagelo más grande que nos ha consumido como nación por qué nosotros, los protagonistas, no podemos abordarlo?, ¿Tendrán que ver estos cuestionamientos entre sí?, ¿Somos incapaces de vernos y hablar de nosotros mismos? Es posible, por eso pájaros tiene dobles retos, porque tiene que enfrentar tabús, tiene que ser tan fiel a la historia y a la tradición como al género, tiene que ser tan entrañable, íntima y personal como entretenida.


Han dicho
"Entre el sueño, la fábula y la más cruda de las realidades, el resultado es una película admirable y, de nuevo, muy dolorosa" - EL MUNDO

"****Es la profundización en las tradiciones de los Wayuus lo que hace que la película sea tan cautivadora" - THE GUARDIAN

"Estupenda" - THE HOLLYWOOD REPORTER

"Una historia real, sorprendente, y visualmente asombrosa. Quizás las historias duras sobre drogas no sean nada nuevo, pero ésta tiene algo profundo que compartir" - VARIETY

"Narco-thriller que equilibra con habilidad la tradición de los wayuus con las convenciones del cine negro y el western" - SCREENDAILY


Ficha artística
Carmiña Martínez (Úrsula - La madre)
Jose Acosta (Raphayet - El yerno)
Jhon Narvaez (Moisés - El amigo)
Natalia Reyes (Zaida - La hija)
Jose Vicente Cotes (Peregrino - El tío)
Juan Martínez (Aníbal - El primo)
Greider Meza (Leonidas - El hijo)