Protagonizada por Charlotte Gainsbourg (Jane Eyre, Samba, 21 gramos) y Pierre Niney (Yves Saint Laurent, Frantz), ambos ganadores de los premios César de cine francés. Nominada a 4 premios César entre ellos mejor actriz protagonista y mejor guión adaptado.
Han dicho
"Un reparto excepcional" | Le Parisien
"Exitosa y conmovedora adaptación" | Femme Actuelle
"Gran film épico" | Le Croix
"Hermosa película que no te dejará indiferente" | Elle
"Elegante película: impresionante fotografía, diseño de producción y vestuario" | Hollywood Reporter
Entrevista al director: Eric Barbier
P: ¿De dónde salió el proyecto de adaptar Promesa al amanecer al cine?
R: Promesa al amanecer es un libro que el productor Eric Jehelmann quería adaptar al cine desde hacía tiempo, pues sabía que se iban a liberar los derechos. Yo había leído las obras más importantes de Romain Gary, me parecía un personaje fascinante. Una persona como de ficción, enigmático, marido de Jean Seberg y escritor de una magnífica mistificación literaria sobre él mismo: múltiple embajador, cineasta, novelista, con un montón de pseudónimos, polaco, ruso, francés... Leí Promesa al amanecer por primera vez en el colegio y quedé impresionado por la descripción del personaje Romain Gary. Por tanto me interesó el proyecto de inmediato.
P: ¿Cuáles son las principales inquietudes de un cineasta al adaptar un clásico como este?
R: Promesa al amanecer es un cuento picaresco, una novela de aventuras iniciática que cuenta 20 años de la vida de Romain Gary y su madre, Nina. Van pasando de peripecia en peripecia, de país en país. Su vida es una secuencia de oportunidades perdidas, aprovechadas, encuentros, tristezas, alegrías... situaciones de lo más variado. Teníamos que encontrar una estructura narrativa que conservara la esencia de la novela a la vez que la redujera a menos de la mitad. Separé todas las unidades de acción que tenía la novela y me salieron 876, teníamos que cortar, concentrar el relato. Yo mismo me decía cuándo el corte era aceptable y cuándo no. Quería ser completamente fiel al espíritu de la novela.
P: Francia es como un personaje más.
R: Exactamente. Promesa al amanecer es la historia de esta madre que sueña con el ideal de Francia y transmite a su hijo esa pasión y el deseo de ser francés. Ella es como una turista con todo lo francés: la comida, la elegancia, lo chic, la seducción, etc. En la novela Romain Gary recuerda lo que le decía su madre: "Francia es lo más bello del mundo, dice ella con su vieja e inocente sonrisa. Por eso quiero que seas francés." En el libro son muy importantes las secuencias en las que el hijo intenta bajar a la realidad el ideal francés que su madre tiene en la cabeza, esto es lo que más secuencias emblemáticas produce.
Entrevista a Charlotte Gainsbourg
P: ¿Conocías la novela Promesa al amanecer?
R: No, lo único que conocía de Romain Gary era su historia con Jean Seberg. Cuando leí el guion me conmovió la magnitud de la historia, la fuerza de los personajes y el tono de la película. Me dejé llevar por completo por la lectura. Pasado un tiempo, cuando por fin leí la novela, fue cuando me di cuenta del trabajo de adaptación, de que era muy fiel al texto original. Creo que el no conocer a Romain Gary me permitió ser lo más espontánea posible sin miedo. No tenía el peso de la referencia.
P: ¿Cómo te hiciste con el personaje?
R: Eric me enseñó todos los documentos que tenía sobre Nina y fotos. Recorrimos la huella que el personaje real había dejado, aunque no era muy extensa. Por ello me apropié del personaje pensando en mi propia abuela. Muy rápido, hice un amalgama mental entre Nina, lo que percibía de cómo fue ella, y la madre de mi padre. Por ejemplo, el acento que imaginaba que Nina tenía, lo oía en mi cabeza como el acento ruso que conocía de mi abuela. Esas dos mujeres, de casi la misma generación, tenían la misma cultura. Para mí eran parecidas.
P: Es decir, que la emoción que has sentido en la lectura del guion y del libro después, ¿te trae recuerdos íntimos de la historia de tu familia paterna?
R: Sí, ¡claro! Es exactamente como la que ellos vivieron. Utilicé los recuerdos de mi abuela y los fantasmas de mi propia historia para el papel. Obviamente hay diferencias, pero hay un fondo común muy importante. Mi padre nació en Francia pero, sin haber puesto nunca un pie en Europa del Este, tenía un gran sentimiento de nostalgia que me transmitió desde que era niña. El hecho de estar arraigado en una tradición judía. La familia de mi padre dejó Rusia en 1917. Mi padre me habló de una manera muy novelesca de cuando sus padres huyeron de la Revolución para refugiarse en Francia con documentos falsos. Con mi padre y mi abuela, a la que conocí hasta mis 13 años, siempre había discusiones sobre la guerra, que eran como historias de aventuras.
P: ¿Cuáles fueron las escenas más difíciles de rodar?
R: Las más difíciles fueron las polacas. Estábamos obligados a comenzar el rodaje en Polonia, todas las escenas en polaco requerían un gran esfuerzo. Creo que fueron primordiales para realmente ser Nina, pero fueron muy difíciles. En particular hay una larga escena al principio de la película en la que los policías me tenían que acosar en el apartamento y luego en el patio, yo tenía que chillar en polaco, y todo tenía que pasar muy rápido, fue muy complicado.
Entrevista a Pierre Niney
P: ¿Conocías Promesa al amanecer antes de que te ofrecieran hacer la película?
R: Sí, había leído este y algún otro libro de Romain Gary. Lo que me encanta de Gary es su humor, su faceta de no estar jamás "totalmente desesperado", como él dice. Es el drama de su vida y a la vez, el origen de muchos de sus escritos. He redescubierto a través de Promesa al amanecer el amor incondicional y magnífico que Gary y su madre tenían por Francia, el país de la libertad y los derechos humanos. El libro también es moderno y actual, contando cómo un judío polaco que huyó de su país sueña con todas sus fuerzas con ser francés. Luchará literalmente en la II Guerra Mundial para realizar su sueño y se convertirá en uno de los mejores autores franceses del SXX.
P: ¿Qué pensaste cuando te ofrecieron participar en la película? ¿Cómo representaste a este hombre que se construyó a sí mismo en su novela?
R: Recordaba imágenes potentes de Promesa al amanecer, ya había pensado que el libro era muy cinematográfico cuando lo leí por primera vez de adolescente. Pero sobre todo me convenció la pasión que Eric Barbier tenía en el proyecto. Es un fanático de Gary, conoce centenares de historias sobre él, su vida, la escritura de su libro. Llevaba queriendo hacer esta película muchos años.
Yo no tenía una idea preconcebida del personaje. Sobre la novela de Romain Gary, amé inmediatamente el desdoblamiento de identidad entre la obra y su vida. Para mí había un paralelismo evidente con el oficio de actor y con la condición de artista en general. Por otro lado sabía que tenía que hacer una versión ficcionada y novelada del personaje de Gary. Promesa al amanecer es evidentemente autobiográfica pero con una importante parte de invención y de transformación de la realidad.
P: ¿Cuál fue tu reacción cuando viste la película?
R: Me gustó cómo Eric ha reorientado la historia al vínculo madre-hijo, que es la esencia de la obra. También me parece importante la luz de la película, aporta una emoción muy fuerte a cada escena. Eso es algo en lo que un actor no se fija durante el rodaje, pues está pendiente de su trabajo, no del plano general de la película. Por lo que se percibe cuando se ve por primera vez la película acabada, es una sensación de descubrimiento muy bonita.