Tras un acuerdo con las productoras Talka Records & Films y Setmagic, llega a los cines esta película, que se incluye en un amplio proyecto transmedia, y que cuenta el viaje de su protagonista, Manex, en la década de los 60, en el que se cruzan el asesinato de Malcom X, los panteras negras, la revolución cubana...
Cuenta con un amplio reparto de reconocidos actores y actrices que son los encargados de poner voz, en euskera, castellano, inglés, francés y árabe, a los protagonistas de la película: Unax Ugalde, Isaach de Bankole, Iseo, Sergi López, Ramon Agirre, Rossy de Palma, Ramón Barea, Willy Toledo, Angelo Moore, Maria de Medeiros, Jorge Perugorria, Hamid Krim y Emma Suárez.
Raul Fernandez Refree y Fermin Muguruza construyen la banda sonora de la película, creando piezas incidentales y canciones en las que distintos artistas como Maika Makovski, Anari, Iseo, Yacine, Amel Zen, The Sey Sisters, Ceci Bastida de Tijuana No!, Ana Tijoux o Manu Chao no dudan en participar.
Notas del editor
Muguruza, nos lleva a un viaje iniciático, temporal y heroico, todo a la vez. Iniciático por la inmersión en las costumbres de la sociedad americana, la locura psicodélica de la incipiente cultura hippie y la banda sonora que las acompaña. Temporal porque consigue hacernos revivir algunos de los hechos más importantes de esa década: la Guerra Fría, la muerte del Che, la dictadura franquista… Y, finalmente, heroica, porque consiguen contagiarnos de las emociones de Manex, su revolución, sus aventuras, y, seamos sinceros, su apasionado amor por Amanda.
Notas del director
Desde que observé la foto tomada en New York en el año 1965 en la que aparece la comparsa de los gigantes de Pamplona, imagen típica de las fiestas de San Fermín, desfilando por la 5ª Avenida de New York, y el pie de foto en el que se podía leer que, debido a la situación de discriminación racial, se prohibió la participación en el desfile a los dos gigantes negros, supe que aquí había una historia.
Después durante una de mis visitas a Cuba, saboreé el relato de una misión secreta, una de tantas, contada por uno de sus protagonistas, sobre cómo tuvieron que llevar a cabo los servicios secretos de la División de Inteligencia cubanos al final de los años 60, en plena guerra fría, un operativo encubierto para ayudar a uno de los movimientos con los que la revolución cubana simpatizaba y apoyaba: los Black Panthers de Estado Unidos. Me contó cómo, para salvar a un militante afro-americano que según sus informes de contrainteligencia iba a ser “eliminado” por la CIA, tuvieron que entrar por México, contactarlo en Estados Unidos, y cómo tuvieron que realizar un rocambolesco viaje para llevarlo a Cuba donde recibiría el status de refugiado político. Una maniobra de confusión y desorientación típica de la época, para que los diferentes servicios secretos que operaban internacionalmente no confirmaran sus sospechas sobre la implicación de los cubanos con los distintos grupos beligerantes que emergían en países foráneos.
El desfile en New York, la operación secreta dirigida por Cuba y las ciudades que toca la historia ambientadas en el año 1967, comenzarán a girar y bailar alrededor de nuestra narración como los gigantes de la comparsa de Pamplona en las fiestas de San Fermín; New York y The Factory, Harlem y los disturbios raciales derivados de la muerte de Malcolm X; la sala Apollo y el sou, con Muhammad Ali flotando como una mariposa, picando como una abeja; Cuba y sus ritmos yorubas; México y el infinito Juan Rulfo; Los Angeles y Tin Tan; el festival de Monterey y la final de bertsolaris de Xalbador; San Francisco y el Black Power; la Expo de Montreal y Charles de Gaulle, Argelia y Cheikha Rimitti; Madrid bajo la decrépita dictadura franquista y la presencia del Che, siempre el Che.
Una intrigante historia que compagina la ficción con la realidad; que habla de espionaje, de revolución y de amor, y sobrevolando todo; Vietnam, la guerra de los 6 días de Israel, la KGB, la CIA y el MOSAD, la guerrilla en Bolivia, los movimientos de liberación en todo el mundo, las drogas psicodélicas, la liberación sexual y la revolución del orgasmo, y sobre todo ello, la música de Otis Redding: Respect.