Notas del director
"Me gusta pensar que Mandy puede considerarse una obra de arte naive. Es como una alusión a los recuerdos que tengo sobre arte, música y películas de cuando era niño. La idea de Mandy se me ocurrió a la vez que la de mi primera película, Beyond the Black Rainbow, justo después de la muerte de mi padre. En ese momento, el mundo que conocía desapareció por completo. Tras haber superado la pena provocada por la muerte de mi madre una década antes, esta vez el dolor era aún más intenso. Beyond the Black Rainbow trata sobre mis sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento, y sobre cómo no debemos aferrarnos a las cosas que no se pueden cambiar. Mandy gira en torno a la ira y la impotencia que se siente a continuación. En Beyond the Black Rainbow intenté contenerme a mí mismo en casi todas las decisiones para crear un universo totalmente definido y controlado. En Mandy me he dejado llevar y he incorporado mis fetiches artísticos, mis pasiones y mi personalidad para hacerla aflorar de una manera más vistosa dentro de su propio contexto. Beyond the Black Rainbow era como una inhalación, y Mandy sería su exhalación. Mi madre fomentó mi creatividad, mientras que mi padre me enseñó conceptos cinematográficos más pragmáticos. De esta manera, ambos están presentes en esta película. De hecho, hay muchísimo de mi madre y de mi padre en ambas películas. Son las dos mitades de un todo" - Panos Cosmatos.
Panos Cosmatos
Panos Cosmatos nació en Roma a mediados de los setenta. Su padre era un director de cine griego y su madre una artista experimental sueca. Cosmatos pasó los primeros años de su etapa formativa viajando por todo el mundo hasta que se asentó en el oeste de Canadá. En 1980, su familia vivió durante un año en México, donde las extrañas interpretaciones locales de la cultura popular americana le influyeron profundamente en todos sus procesos creativos.
Se crió en los aislados suburbios de la isla de Vancouver durante la década de los ochenta, una época en la que se obsesionó con todo lo relacionado con el heavy metal, el arte fantástico, la ciencia ficción y las películas de miedo, una fijación que aún no se le ha ido de la cabeza. Tras la muerte de su madre a finales de los noventa, se vio inmerso en una espiral de locura y autodestrucción de la que tardó una década en salir. Cuando por fin lo logró, decidió que haría una película o moriría en el intento. Un año más tarde, nació Beyond the Black Rainbow.
Entrevista con el director
P: "Mandy" es esencialmente la suma de dos películas. La primera mitad es una historia de amor; la segunda es una de venganza. ¿Cómo hiciste para crear esa atmósfera tanto desde el montaje como desde las interpretaciones? Es una atmósfera delicada y subyugante, como una versión del Edén.
R: Simplemente se fue formando en las primeras fases de la concepción. Lentamente construyes de forma narrativa estas cosas, y siempre quise que la película tuviera una parte importante donde pasáramos tiempo con Red y Mandy, como si estuviéramos allí con ellos y los conociéramos, como si viviéramos en el cielo junto a ellos. En el transcurso de la edición, la película se dividió en dos mitades y terminó funcionando bien.
P: ¿Trabajaste mucho tiempo la química entre Nicolas Cage y Andrea Riseborough, buscando capturar ese instante en el que sientes que están destinados a estar juntos?
R: Pienso que el modo de abordar los personajes permitió que eso ocurriera. Decidimos plantear el papel de él como un ser dañado, un hombre normal que se ha permitido ser frágil por primera vez en su vida únicamente en presencia de ella. El papel de Andrea, queríamos que fuera un personaje, cómo decirlo... cuyas decisiones que toma guían sutilmente al público a conectar con ella, de modo que se sienta como una pérdida real cuando ella ya no está en la película.
P: Como espectador, uno entra en la película buscando una propuesta de género, pero entonces descubres en su comienzo que es genuinamente sensible. Me preguntaba ¿cómo de importante era para ti que la primera parte de la película tuviera esta naturaleza?
R: Fue muy importante para mí. No quería mostrar un hombre guiado únicamente por la testosterona. Quería hacer una película con la que todo el mundo pudiera conectar a nivel personal. Desde ahí, dibuje mi propia relación con mi mujer, donde existen esos momentos en los que estamos felices, juntos y solos.
Me gusta mucho la parte en la que están viendo la televisión, porque se siente como algo que todos hacemos con nuestros seres queridos. Nadie va a montar a caballo, que yo sepa (risas). En la comida o viendo la televisión es donde me siento mas cercano a mi mujer.
P: Es interesante que digas que no querías hacer una película varonil, ya que "Mandy" parece jugar con el estereotipo machista, ya sea con los diferentes tamaños de armas, o con el derecho de posesión de Jeremiah hacia Mandy. ¿Hablaste mucho sobre esto con los actores, o con el coguionista Aaron Stewart-Ahn, cuando estabais escribiendo el libreto?
R: Sí, bueno, estábamos interesados en el ego masculino y cómo éste, en su versión más extrema, se asemeja al trauma de consumir una seta venenosa, creando una realidad cercana a una pesadilla. Lo último que deseaba era hacer una película que estuviera dirigida directamente al chico de fraternidad, ¿entiendes? Creo que si hay personas que quieren disfrutar de la película tienen que ganarse el modo de hacerlo; pasar tiempo con Red y Mandy, conectar con ellos a todos los niveles que puedan.
No me malinterpretes, se puede disfrutar con muchos elementos existentes en el metraje, simplemente no quería que ese fuera el único publico potencial de la película.
P: ¿Cómo equilibras eso? Quieres poder disfrutar del espectáculo de alguien que le clava una espada en la boca de otro, pero...
R: No se cómo equilibrar eso, todo lo que hay en una película es el resultado de seguir tu instinto creativo sobre la marcha. En cuanto a las armas, quería que el arma que se forja a sí mismo cristalizara como una manifestación de la pérdida y la locura, no como un objeto real, más bien como un artefacto mítico que en cierto modo saca de su alma (risas).
P: Tengo curiosidad: ¿alguna vez debatisteis sobre un destino diferente para Mandy? Me pregunto si alguna vez estuvo la idea de que ella no encontrase el destino que finalmente halló.
R: No, desde mi perspectiva siempre quise que ella tuviera esa naturaleza operística, trágica y un poco mitológica. Y creo que, para que eso suceda, su destino debe ser el que fue.
P: Hay algo muy específico... tú explicas más que otros realizadores el contexto de esos villanos, por decirlo de una manera, bizarros. ¿Hubo muchas conversaciones sobre cuánto protagonismo se les daba a los miembros de la secta? Has hecho creíble de una forma muy extraña que esas personas puedan existir, que sean humanas, pero a la vez estén lejos de serlo.
R: Me gusta la idea de haber creado un entorno mitológico y luego poblarlo con personas neuróticas. Mi objetivo siempre es evocar lo que estos personajes son con unas cuantas pinceladas. Persistentes, sí, pero pequeños detalles. Por ejemplo, creo que Mandy, en el núcleo de su personaje, acude a los recuerdos para intentar encontrar alivio a su dolor. Intento suscitar estas cosas brevemente en vez de alargarlas en el trascurso de muchas escenas. En lo que respecta a Red, es un poco mas misterioso, pero pienso que realmente no hay tanto desarrollo. Él es un individuo simple. En cierto modo, está muy definido por su relación con ella.
P: Después de todo lo terrible que ocurre con Mandy, Red protagoniza una escena increíble en la que está llorando y bebiéndose una botella entera de vodka en el baño, narrada en una sola toma. ¿Eso fue muy indicativo de la sinergia en el set? ¿Era la evidencia del compromiso de Nicolas contigo? ¿De dónde coño salió esa escena?
R: Decidí muy rápido que esa escena debería ser como una obra absurda de un solo acto, ¿sabes? Es un derrumbamiento muy estereotipado, él está desbordado por su dolor y por la situación. Sólo pensé que sería interesante ver a un actor tan valiente y capaz como él aprovecharse de eso e ir con todo. Hicimos dos tomas, una fue de ensayo y solo le di unas anotaciones sobre el fotograma clave; dónde y cuándo dar el golpe. Lo hicimos una vez mas y eso fue todo.
P: ¿Es el actor perfecto cuando se trata de retratar momentos desquiciados?
R: Creo que es extremadamente preciso. Creo que los espectadores tienen esta percepción de que él solo está exagerando, o que simplemente se está volviendo loco o algo por el estilo. Pero él es extremadamente reflexivo sobre cómo se expresa su personaje. Nuestra primera conversación fue sobre crear una especie de camino para que el personaje, ese hombre mundano, poseyera, con la situación adecuada, el nervio de un animal herido. Transformándose en un divertido Jason Voorhees ("Viernes 13").
P: En la segunda mitad de "Mandy" hay menos diálogo, y las secuencias de acción verdaderamente despegan. ¿Pasaste mucho tiempo soñando con las peleas, los disfraces?
R: En cuanto a los disfraces, todo surgió en la fase de concepción, que para mí es muy importante visual y musicalmente. Intento reformular artefactos de la cultura pop y no solo pensar directamente en la historia y querer contarla de una manera efectiva. La historia se desarrolla de manera simple. Y me gusta la idea de que una historia muy simple pueda construir un universo tan rico alrededor de ella.
En cuanto a las escenas de lucha, tuvimos la suerte de contar con un sorprendente coreógrafo, Ben Cooke, que había trabajado en las sagas de James Bond y Jason Bourne. Conversamos largo y tendido con él sobre el estilo de la pelea.
P: La música de Jóhann Jóhannsson es increíble, es un gran trabajo que forma ya parte de su legado. ¿Lo tenías en mente cuando estabas escribiendo? ¿Cuándo comenzó a influirte en el proceso? ¿Cómo encontraste ese lugar donde sus sensibilidades coincidían con las tuyas? Él, desde la música, es un narrador sensible también.
R: No lo tenía en mente, no pensé inmediatamente en él como una opción. Pero resultó que había visto "Beyond the Black Rainbow" y quería trabajar conmigo, lo que fue una sorpresa. Poco después de hablar con él, fui consciente de su sensibilidad y del tipo de persona y artista que era. Su trabajo tiene todo para emocionarme, y vaya si lo consigue.
P: "Mandy" tiene lugar concretamente en 1983, pero ¿estabas buscando la manera de que no pareciera algo retro? ¿Tenías cuidado con eso? ¿Cómo encuentras ese término medio?
R: Para mí, el 1983 de la película es la forma en la que pienso, no tiene ningún componente real o histórico. 1983 es el nombre que le doy al paisaje de mis recuerdos y emociones surgido en la infancia. Este tipo de historia, ese ambiente mitológico, está inspirado en eso. No es realmente 1983 per se.
La crítica ha dicho
"Impactante" - INDIEWIRE
"Nicolas Cage en la mejor interpretación de su vida" - THE PLAYLIST
"Una película que existe en su propia e inquietante dimensión" - THE TELEGRAPH
"Un éxito extraordinario" - HOLLYWOOD REPORTER