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  Rey de ladrones  (King of thieves)
  Dirigida por James Marsh
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Un famoso ladrón en su juventud, Brian Reader (Michael Caine), es ahora un viudo de 77 años que lidera un atraco sin precedentes en la conocida compañía de depósitos londinense Hatton Garden Safe Deposit. Para ello reúne a una banda de delincuentes inadaptados, todos entre los 60 y 70 años excepto uno, que usarán sus habilidades de ladrones de la vieja escuela para planificar el atraco durante las vacaciones de Semana Santa. Haciéndose pasar por operarios de mantenimiento, entran en el depósito, neutralizan las alarmas y proceden a perforar un agujero en la pared de la cámara acorazada.

Dos días después, logran escapar con un supuesto botín valorado en 14 millones de libras en joyas y dinero. Tras el robo, los miembros de la banda empiezan a pelearse por el reparto del botín, desconfiando cada vez más unos de otros. Mientras tanto, el atraco llega a conocimiento de la opinión pública y se desencadena una fiebre de especulaciones. Los datos del robo van saliendo a la luz y fascinan cada vez más tanto al público como a los medios.


El reparto
REY DE LADRONES reúne a un extraordinario elenco de leyendas de la pantalla, una lista de algunas de las grandes estrellas del Reino Unido: Sir Michael Caine, Sir Tom Courtenay, Sir Michael Gambon, Ray Winstone, Paul Whitehouse y, aunque no tiene la misma edad ni la trayectoria que sus compañeros de reparto, Charlie Cox, que hace gala de un talento equiparable. Los actores suman 468 años entre todos y comparados a los ladrones reales de Hatton la diferencia es de 20 años. Pero, ¿qué importancia tiene un número? Al igual que la banda que encarnan, todos tienen personalidades muy diferentes y en este caso, sus trayectorias cinematográficas son lo que nos permiten apreciar todos esos matices.

Sir Michael Caine es Brian Reader
Brian Reader era el más viejo de la banda a sus 77 años. Se decía que era 'el último de los ladrones caballeros' y una especie de estrella entre los villanos. Fue uno de los ladrones de joyas más prolíficos del país y estuvo implicado en atracos y robos con botines de más de 200 millones de libras.

Su nombre se asocia a algunos de los robos más tristemente célebres de su época.

A los 32 años, Reader formaba parte de la banda de ladrones apodada los Topos Millonario. Se les llamaba así porque en 1971 excavaron un túnel hasta la bóveda de una sucursal del banco Lloyds en Londres para saquear 268 cajas de seguridad. También estuvo asociado con el Brinks-Mat Job en 1983, la banda que robó lingotes de oro que hoy valdrían 145 millones de dólares.

Nació y creció en el sur de Londres y desde sus humildes comienzos, fue un hombre que, en el apogeo de su éxito, disfrutó de las mejores cosas de la vida: restaurantes caros, esquí en invierno, yates en verano. Era un hombre imponente que se ganó el respeto de sus compañeros.

Sir Michael Caine era el actor perfecto para el papel. A sus 84 años, Sir Michael Caine es el mandamás dentro y fuera de la pantalla. Podría decirse que es el actor más icónico de Gran Bretaña y en su momento fue la aportación británica más notable al mundo del cine.

Michael no había ocultado su deseo de encarnar a Reader.

Como todos en su momento, se sintió fascinado por el atraco, y cuando salió a la luz la edad de los perpetradores, le dijo a su esposa: "Si hacen una película sobre esto, ¡apuesto a que piensan en mí!'

"Siempre quise encarnar a uno de ellos, preferiblemente Brian Reader", dice Sir Michael. "Es el tipo que diseñó toda la operación".

"Es extraño ver a Michael interpretar a este personaje porque tienen cierto parecido, tanto en su aspecto como en su discreción", dice Duncan. "Gracioso, pero sin exagerar".

"Comprendo su carácter", dice Michael. "Conozco su ropa, sé dónde come; de hecho tiene gustos muy sofisticados para la comida. [se ríe] ¡La verdad es que se parece bastante a mí! Alguien que hizo algo de dinero y después se dedicó a vivir la vida".

"Michael aporta su imagen cinematográfica estelar al personaje. Es algo de lo que no puede desprenderse. Lo ha hecho increíblemente bien. No solo ha encarnado a un gánster, también ha hecho infinidad de papeles: médicos, terapeutas, intelectuales. Volvemos a ver al Michael Caine de THE ITALIAN JOB y de GET CARTER (ASESINO IMPLACABLE). Y lo gracioso es que ahora Michael también es un hombre mayor, ¡aunque estoy seguro de que todavía le queda mucha cuerda!"

"Para mí ha sido genial, ya que hemos rodado por todo Londres, en sitios que llevaba muchos años sin pisar", dice Sir Michael. "Volví a Windsor, donde viví cuando me casé por primera vez. Pasé por el hospital donde nací y por la casa donde vivíamos cuando tenía un año. Y he descubierto Hatton Garden, que no conocía. Hemos estado por todo Londres y ha sido una experiencia maravillosa para mí porque llevo muchos años fuera del país. Viví en Los Ángeles durante años y cuando estaba en el Reino Unido vivía en el campo, así que he disfrutado muchísimo. Crecí en Elephant and Castle, un barrio de Londres donde había mucha delincuencia y mi madre siempre me decía: 'No le quites nada a los demás. Consigue lo tuyo'. Y eso es lo que he hecho".

Jim Broadbent es Terry Perkins
Jim Broadbent fue elegido para interpretar a Terry Perkins, el personaje que en REY DE LADRONES es el miembro más peligroso de los cinco que componen la banda. Terry Perkins era un delincuente profesional que en 1983, en su 35 cumpleaños, estuvo implicado en el robo de dinero más grande del Reino Unido, el asalto al depósito del Security Express de Londres, en el que se robaron seis millones de libras. Perkins fue detenido y condenado a veintidós años. En la sentencia, el juez lo llamó malvado y despiadado, entre otras cosas porque amenazó a un empleado del banco empapándole de gasolina y mostrándole una caja de cerillas, una anécdota que Joe escribió en el guión. En un extraño golpe del destino, 32 años después del robo del Security Express, y en su 67 cumpleaños, Perkins estaba perforando una pared de la cámara acorazada de Hatton Garden.

Jim es uno de los actores de carácter más versátiles que siguen vivos. Gracias a su extraordinario talento dotado de múltiples facetas no para de hacer películas y sus personajes cautivan al público de todo el mundo: Fue el Sr. Gruber en PADDINGTON 1 Y 2, el padre de Bridget en BRIDGET JONES, el profesor Horace Slughorn en HARRY POTTER, y Harold Zidler en MOULIN ROUGE. Aunque su facilidad para adaptarse a los papeles hace imposible identificarle con un género en particular, lo cierto es que no ha trabajado en muchas películas policíacas en sus 40 años de carrera.

"Nos pareció que Jim Broadbent podía encarnar a un personaje que no fuera un arquetipo", dice James. "En esta película interpreta a un personaje muy desagradable y despiadado pero Jim es un actor extraordinario. Creo que disfrutó muchísimo encarnando a un personaje sádico pero nada atractivo".

"Bueno, intento equilibrar la balanza" dice Jim riendo. "En Hollywood nos gustan los malos británicos, así que pensé que podría basarme en ese tipo de personajes. Era un proyecto tremendamente atractivo. Tenía algo de Robin Hood, aparte del hecho de que se iban a quedar con todo. Todo el mundo decía que había que hacer una película sobre este caso y yo también lo pensaba. Lo cierto es que esperaba que me lo propusieran porque ya estaba en ese grupo de edad, ¡y así fue! No es un papel que hago habitualmente así que es un gran desafío. Suelo encarnar a personajes más suaves, más simpáticos, de clase media, así que hacer algo diferente ha sido muy interesante".

Dejando a un lado la historia, la oportunidad de trabajar con James y otros miembros del reparto también fue un gran reclamo. "Es un reparto maravilloso. Todos son grandes tipos. Ya había trabajado con Michael en LITTLE VOICE y conocía a Ray pero aunque habíamos hecho una película juntos, nunca habíamos aparecido en las mismas escenas. Conocía a Tom y había trabajado con él. Había cierto paralelismo entre las historias de la película y las relaciones que hay entre nosotros. Ha sido muy divertido. Me encantaba ir a trabajar".

"Toda la película es impresionante, y también la vertiente técnica cuando tenemos que atravesar la pared. Todo estaba muy bien elaborado porque de lo contrario hubiera sido una tarea muy difícil. Todo estaba planificado meticulosamente y eso se lo debemos sobre todo a James. MAN ON WIRE era un documental pero tenía toda la tensión de una ficción. También le preocupa mucho lo que los actores pueden hacer y lo que pueden aportar. Comprende muy bien la narrativa, la historia que está contando y que quiere desarrollar y va atando todos los cabos. Es genial trabajar con él, tiene muy buen ojo".

Ray Winstone es Danny Jones
Danny Jones tenía 61 años en el momento del robo y un extenso historial delictivo que se remontaba a 1975, con condenas por atraco, compraventa de objetos robados y robo. Durante el juicio se le describió como un 'excéntrico Walter Mitty'. Jones afirmó que tenía poderes sobrenaturales, que podía leer las palmas de las manos y que dormía con la bata de su madre y un sombrero fez. Aparte de eso, estaba obsesionado con los crímenes y en su tiempo libre devoraba libros y estudiaba la vida de delincuentes famosos. De hecho, durante una redada en su casa se encontró un ejemplar del libro al que se hace referencia en la película, 'Forensics For Dummies'.

Sobre el papel, Jones era un personaje imponente y eso exigía una presencia también imponente en la pantalla; Alguien que se sintiera cómodo en la piel de un delincuente poco convencional. Parece que el papel se hubiera escrito para Ray Winstone.

"Ray Winstone es un mito del cine que funciona muy bien en este historia", reconoce James. "Es un gran actor al que conozco desde Escoria en la televisión, y por encima de todo es un londinense de raza. Era muy importante contar con londinenses de verdad lo mismo que tenemos gente de clase trabajadora. Así que a Ray le encantó hacer este papel".

"La fantasía de ser actor reside en poder hacer papeles de personas que nunca llegarás a ser, ¡como por ejemplo un ladrón!", dice Ray.

Joe ya había trabajado con Ray en un par de obras suyas en el Royal Court y estaba encantando de volver a colaborar con él en REY DE LADRONES.

Da la casualidad de que Ray tenía una conexión personal con la historia, al haber crecido con la familia de Danny Jones. Y, al igual que a Michael, le interesaba muchísimo participar en REY DE LADRONES, aunque todo dependía de que el guión fuera bueno. Se lo dijo a Joe: 'Si escribes un buen guión yo haré el papel'.

"Pasó con todo el mundo. Había mucha gente que quería trabajar junta y el motor de todo ha sido contar con una buena historia".

Está claro que Ray está familiarizado con historias de ladrones y delincuentes. Es famoso por los papeles de hombre duro que ha hecho. Por ejemplo encarnando a Gal en SEXY BEAST y a Colin en 44 INCH CHEST (LA MEDIDA DE LA VENGANZA). Sin embargo, no había tenido la oportunidad de encarnar a malos de verdad, ya fueran amigos o enemigos.

"SEXY BEAST es una ficción, así que encarnas a un personaje que te puedes inventar. Son historias muy interesantes, pero esta es sobre personas reales. En esta película interpreto a un personaje que es real y que está vivo y eso supone una presión adicional. Pero es maravilloso colaborar en una película como esta, o como EL ÚLTIMO ASALTO (JAWBONE). Es una gran motivación para volver a trabajar. Es como volver a empezar. A veces pienso 'ya he hecho bastante, me retiro y moriré con dignidad'. Pero luego me lanzo. Y con REY DE LADRONES he vuelto a disfrutar de mi trabajo.".

Tom Courtenay es John Kenny Collins
A los 75 años, John 'Kenny' Collins tiene en su haber unalarga lista de condenas por delitos, incluidos robos, compraventa de objetos robados y fraude, que se remontan a 1961.Sus cómplices le describen como un 'wombat gordo". Durante el juicio los fiscales dijeron que 'se le fue la cabeza' en las semanas posteriores al atraco.

El venerable Sir Tom Courtenay encarna a Collins. A sus 81 años, el actor pasó seis años muy interesado en este caso.

"Me intrigaba muchísimo la historia, como a todo el mundo en aquel momento. El hecho de que fueran tan mayores y tan aventureros, de que hicieran un túnel para llegar a la cámara acorazada... Me impresionó mucho el guión de Joe Penhall y el reparto. Los conocía a todos aparte de Paul, y fue una delicia trabajar con él. Era una propuesta de trabajo muy atractiva. Todos éramos muy diferentes pero formábamos un grupo fantástico. Todos podíamos aportar algo".

En lo que se refiere a Collins afirma: "No es un delincuente de primera fila. Es el hombre encargado de la huida y de la vigilancia y no es muy competente. Creo que a ellos les gusta aunque les ponga de los nervios. 'Porque es extremadamente tramposo e intrépido. De hecho, en el guión añadí un adjetivo para definirlo: artero. Es muy artero. Y tiene dos caras, lo que me divirtió mucho. Me reí mucho cuando leí el guión".

"Los personajes son muy colegas y bromistas. Se conocen desde hace mucho tiempo. Pero la presión de contar con todo ese dinero es demasiado para ellos. Y por eso fracasan. Porque nadie se fía de nadie. Para mí lo más interesante, y también lo más divertido es que todos son unos tramposos".

Charlie Cox es Basil
Queda el enigmático Basil, el quinto miembro de la banda: una pieza clave sin rostro que se escapó aunque no se sabe lo que ocurrió. Se sigue especulando sobre su identidad y sobre lo que le sucedió. Pero todo son conjeturas, teorías y rumores. A REY DE LADRONES sólo le interesan los hechos.

"El personaje de Basil es bastante misterioso y queríamos que siguiera siendo así", dice Michelle. "Existen diferentes teorías sobre lo que sucedió, pero la película que hemos hecho se basa en lo que sabemos que es verdad. Hay muchos eslabones perdidos en la historia, pero nunca quisimos basarnos en las teorías".

A sus 35 años, Charlie Cox, que interpreta a Basil, es el actor más joven del reparto. Vivía en Londres en el momento del atraco y del circo mediático que surgió después.

"No sueles leer historias sobre una banda de ladrones pero cuando todo salió a la luz vimos que había sido una hazaña grandiosa. Después supimos que todos tenían unos 70 años así que no puedes evitar sentir cierta simpatía hacia ellos. Suena horrible porque mucha gente lo perdió todo. Pero a los británicos nos gustan los 'underdogs', esas personas de las que no se espera que triunfen y que desafían los pronósticos. Y creo que John ha escrito un gran guión en el que te cuenta quiénes son esas personas. No son pícaros simpáticos. Son bastante horribles. Por un lado, son buenos amigos, pero cuando llega la hora de la masacre, como lo llaman ellos, se apuñalan por la espalda".

Charlie fue el último actor clave al que contrataron. En ese momento vivía en Nueva York y no sabía que la película estaba en fase de preproducción. Así que cuando James lo llamó para participar en la película le extrañó muchísimo.

"Estaba en Nueva York cuando recibí un correo electrónico de James Marsh preguntándome si tenía un momento para hablar con él. Tuve que llamarlo desde un teléfono público porque estaba en el campo. Me explicó qué participación podía tener en la película y cuando me contó quienes eran los miembros del reparto, ¡no me lo podía creer!"

El papel de Charlie era muy diferente a los demás. Se conoce a todos los integrantes de esta historia, sus actos y lo que dijeron porque todo se grabó. Pero nadie sabe quién es Basil y su verdadera identidad es un misterio. Es la pieza sin rostro del rompecabezas, alguien sin pasado ni futuro. La única prueba de su existencia es la grabación de las cámaras de seguridad de Hatton Garden pero se desconoce su identidad. Con tan pocas pistas, nos preguntamos cómo hizo Charlie para dar vida a alguien como Basil.

"Ha sido un descubrimiento muy interesante", reconoce Charlie. "Basil es interesante porque él es el único hombre del que no sabemos nada, así que podíamos inventarlo un poco. Antes de mi papel en la película, hubo gente que pensó que él era el autor intelectual de todo el atraco. Pero esa idea era bastante descabellada y no despertaba mucho interés. Recibí la llamada el viernes y el domingo me subí a un avión, aterricé y me fui directo a los ensayos. Todo fue muy precipitado así que cuando llegué tuve que decidir, basándome en la historia del guión, cuáles eran los puntos clave que arrojaban algo de luz sobre Basil y que eran hechos. Después tuvimos que ponernos de acuerdo sobre lo que se podía inventar para que resultase una buena historia. Así que decidimos evitar la idea de que fuera el cerebro de la operación y hacer de él un tipo normal".

"Este personaje es totalmente inventado", dice James. "Lo hemos convertido en alguien algo diferente a los demás, de otra generación. Es un personaje bastante rarito. Es obsesivo, casi compulsivo. Charlie ha dado en el clavo con su interpretación. En nuestra versión de la historia, este personaje tiene bastantes cosas en común con Michael Caine".

"He intentado añadirle un toque original, alguien con pocas habilidades sociales, una especie de outsider. Creo que es necesario explicar por qué razón Basil no utiliza a compañeros de su edad que hubieran podido realizar el trabajo de forma más realista. Y creo que es porque no tiene ningún compañero", dice Charlie. "Se dirige a Brian porque Brian tiene una red de amigos. Si hubiera formado parte de un grupo de delincuentes, hubiera recurrido a ellos para entrar y salir mucho más rápidamente. Eran como delincuentes analógicos en un mundo digital, un mundo que Basil entendería, así que era necesario explicar ese aspecto, por qué razón tuvo que recurrir a ellos".

Debió ser bastante abrumador ser el más joven del grupo y trabajar con estas grandes leyendas del cine.

"Todos son veteranos, llevan toda la vida en este oficio así que he aprendido muchísimo de ellos", dice Charlie. Cuenta que en una escena tiene que despertar al personaje de Tom Courtenay, quien se ha quedado dormido mientras hacía guardia. Después de decirle que le despertara, James le sugirió que dijera algo antes de salir de la sala, ya que la escena no encaja bien si no dice nada.

"James me dijo que debería decirle algo para recordarle que debía mantenerse despierto porque le parecía extraño que me fuera sin decir nada. Así que vi una taza de café en el alféizar de la ventana, y le dije '¡Vamos, Kenny, tienes que estar despierto! Bébete el café'. Y mientras me alejaba, lo oí decir [e imita la voz soñolienta de Tom], 'es cacao'. Él no sabía que yo iba a decir eso. ¡Pero encaja a la perfección! Ahí es donde se ve que son auténticos profesionales".

"De lo que me siento muy orgulloso, y muy afortunado de estar aquí, es que no creo que haya muchos actores de mi generación que hayan tenido la oportunidad de trabajar con algunos de estos tipos. Es un privilegio enorme. Y además son divertidísimos. Michael es muy gracioso y Paul está para troncharse de risa.".

Paul Whitehouse es Carl Wood
Paul Whitehouse encarna a Carl Wood, un socio de confianza de los cabecillas, al que recurrieron para que les echara una mano en el atraco.

Aunque Carl no llevó a cabo el atraco ya que se marchó en la mitad del trabajo cuando la perforada se rompió, fue sentenciado a seis años por su participación en el robo.

"Carl Wood se va enseguida", dice Paul. "Se dio cuenta de que habría problemas y se larga, lo mismo que hace Brian Reader. Si estás a medio camino de un trabajo como ese y las fases iniciales salen mal, la gente sensata lo dejaría, así que mi personaje se va pronto".

Aunque Carl era el segundo miembro más joven de la banda a sus 59 años, también tenía achaques. En su caso, la enfermedad de Chrohn. La lista de enfermedades que sufren otros miembros de la banda como diabetes, artritis, etc., refuerza la idea de que el atraco era el último cartucho que les quedaba.

"Eso da un toque de romanticismo a la película y justifica por qué la gente se sintió fascinada por el atraco en un primer momento", dice Paul. "Estos tipos toman pastillas y todo tipo de medicamentos y eso les otorga cierto aire de vulnerabilidad que resulta atractivo. No son jóvenes psicópatas".

"Es un delito con el que puedes llegar a simpatizar", continúa diciendo. "A todo el mundo le gusta un atraco, y obviamente, el hecho de que tuvieran cierta edad resulta atractivo. Nos da esperanzas a los jubiletas [se ríe]. Pero el hecho de que fuera un crimen sin víctimas, en el que nadie resultó herido, y que lo que encontraron fuera seguramente dinero ganado ilegalmente, le da un aire a lo Robin Hood. Aunque no me imagino que se dedicarán a redistribuirlo entre los que no tienen nada. Pero es una peli policíaca con toques de humor. Es una auténtica maravilla".

Con actores de esta categoría compartiendo el mismo espacio en la pantalla, hubiera sido lógico que la tensión se disparase tanto en el plató como detrás de la cámara. ¿Cómo hizo James para hacer frente a esta realidad?

"El primer día estaba muy nervioso", reconoce James. "La primera escena que rodé con los actores es la escena en la prisión de Belmarsh, donde se están preparando para ir al tribunal. Es el final de la historia y están todos: Paul Whitehouse, Ray Winstone, Michael Caine, Tom Courtenay y Jim Broadbent. En esa primera escena tienen que desnudarse y quedarse en ropa interior. [Se ríe al recordar la escena]. ¡Y yo tenía que dirigir esa escena! En mi primer día tuve que trabajar con unos actores extraordinarios, pero afortunadamente todo salió a pedir de boca. A los actores les encantó trabajar juntos. Te das cuenta de que están en la misma onda y que va a funcionar. Así que tu trabajo es proporcionarles las circunstancias adecuadas para que hagan su trabajo, y no interponerte en su camino, no controlar sus actuaciones. Quieres darles libertad para que se metan en la piel de esos personajes y que se relacionen entre ellos como lo hacen fuera del plató. Son magníficos actores que disfrutan al máximo de los diálogos que tienen entre ellos".

Aunque James hace que parezca fácil, lo cierto es que hizo mucho hincapié en la preparación, ensayando durante semanas con los actores delante de cámaras que lo filmaban todo.

"Ensayamos bastante antes del rodaje. Todo se convertía en música cuando estaban juntos, como una pequeña banda de jazz. Una vez que comenzamos a rodar, mi idea era no interponerme en su camino, no impedirles hacer lo que quisieran", dice James. "Improvisamos bastante fuera del guión. Los actores aportaron diálogos y entonaciones de voz. Algunos eran tremendamente divertidos y llegaron a formar parte de la película".

"Hubo bastante improvisación. James nos animó a que improvisáramos", recuerda Tom. "A menudo, empezábamos una escena en serio cuando la escena había terminado y creo que gran parte de ese material se utilizará en la película. Es inteligente y simpático y nos animó a ser nosotros mismos y a expresarnos".

"James Marsh es una joya", dice Ray. "Su historial habla por sí mismo. Me encantó LA TEORIA DEL TODO. Fue un trabajo de verdad. Se puede apreciar lo bueno que es. Cuando entra el ambiente se relaja en el plató y eso es genial. Es como ir a tomar café en casa de tus colegas [se ríe]. Pero también es muy serio. Sabe lo que hace, y hace sus deberes como deberían hacer todos los directores".

"James aporta tranquilidad, te da opciones y además te escucha. Es uno de los directores más maravillosos con los que he trabajado", afirma Michael.