Christian (Franz Rogoswki), un joven solitario y tímido, comienza a trabajar en un gran supermercado. Bruno (Peter Ku¨rth), "el de las bebidas del pasillo", lo acoge bajo su tutela y rápidamente se convierten en amigos. Bruno le enseña a Christian cómo desenvolverse en ese laberinto lleno de estanterías y cajas. Justo al lado trabaja Marion (Sandra Hüller), "la chica de los dulces", y Cristian se enamora inmediatamente de su misterioso encanto. La máquina de café se convierte en su lugar de encuentro y los dos comienzan a conocerse. Pero Marion está casada y los sentimientos de Christian por ella parecen que no son correspondidos, especialmente, cuando ella un día no regresa al trabajo.