Madrid 1980. Enrique Goded, un joven director de 27 años, que a pesar de su juventud ya ha dirigido tres películas de éxito, busca una historia para su cuarta película entre las páginas de sucesos de los periódicos (un suceso le llama poderosamente la atención y lo recorta: "En un zoológico de Taiwan, a la hora de máxima afluencia, una mujer se lanza a un estanque lleno de cocodrilos. Mientras los cocodrilos la devoran, la mujer se abraza a uno de ellos sin emitir un solo gemido.")
Llaman al timbre de la puerta, el visitante es un atractivo chico con barba que dice ser su compañero de colegio Ignacio Rodríguez. Enrique recuerda perfectamente a su amigo del colegio, pero no reconoce ninguno de sus rasgos en el joven visitante. También es cierto que hace dieciséis años que no se ven.
Aunque Enrique todavía no lo sabe, la búsqueda de la historia para su próxima película la tiene delante de sí, sonriéndole y tendiéndole la mano.
En la época del colegio Ignacio tenía vocación literaria, poco a poco la fue abandonando por la de actor. De todos modos trae consigo un relato titulado "La visita". Se lo entrega a Enrique por si le interesa, el relato se inspira en la infancia de ambos en el colegio, sus problemas con los curas, en especial con el P. Director, la represión, el fútbol, la hipocresía, la deformación del espíritu, los acosos, las misas en latín cantadas por Ignacio, solista del coro, etc. Paralelamente también narra un descubrimiento esencial para los dos niños, el cine: Sara Montiel, Hércules, Desayuno con diamantes, Moon river, Johnny Guitar, etc.
La imaginación de Ignacio-autor hace que los tres personajes se encuentren (en el relato) años después, cuando son adultos. Enrique se ha convertido en un frustrado y precoz padre de familia provinciano e Ignacio se ha convertido en Zahara, un travesti drogadicto que imita a Sara Montiel y es miembro de una compañía de revistas, de quinta categoría.
El relato está contado desde el punto de vista de Zahara, la noche que actúa en el casino de la ciudad donde está el colegio en el que hicieron el bachillerato Enrique y él.
El encuentro de los tres personajes, en la ficción, termina trágicamente.
Enrique Goded lee el relato con sumo interés. Le emociona la primera parte, la relativa a su infancia, su historia de amor con Ignacio, interrumpida por el P. Manolo que, enamorado de Ignacio, expulsa a Enrique del colegio para no competir con él. La segunda parte, la visita de Ignacio al colegio, convertido en Zahara, le intriga y le desconcierta, pero también le interesa.
Decide adaptar el relato "La visita" y convertirlo en película. Cuando se lo comunica a Ignacio Rodríguez, cuyo nombre artístico actual es Ángel Andrade (así le pide a su amigo que le llame siempre) éste explota de alegría. Sólo impone una condición, trabajar en la película como actor. A Enrique no le importa, pero cuando Ignacio (Ángel) le pide interpretar al protagonista, o sea, al travesti Zahara, Enrique le dice que no le va el personaje (por otra parte no entiende la petición). Es demasiado masculino, está demasiado fuerte, es lo opuesto físicamente a un personaje como Zahara. Ignacio (Ángel) insiste, le pide que confíe en él, Enrique le responde que le resulta muy difícil confiar en él... y acaban discutiendo violentamente.
Ignacio (Ángel) se despide diciendo que si él no interpreta a Zahara no hay película.
Durante los días que siguen a la discusión, Enrique no consigue quitarse de la cabeza al misterioso visitante. Investiga, al fin y al cabo ésa es una de las tareas del narrador, indagar a fondo en sus personajes para entenderlos mejor y narrarles mejor. Enrique descubre que el atractivo chico que vino a pedirle trabajo no es Ignacio Rodríguez, sino un impostor que tuvo acceso al auténtico Ignacio. También descubre que el auténtico Ignacio murió tres años antes, poco después de escribir "La visita".
El shock de semejante descubrimiento aumenta cuando a los pocos días Ángel Andrade (el falso Ignacio) vuelve a visitarle. Se ha afeitado la barba y ha adelgazado un poco. Enrique cree que ha venido a pedirle disculpas y a explicárselo todo, pero no es así. El falso Ignacio le pide excusas por la violenta discusión de la última vez que se vieron, y le ofrece los derechos de "La visita" para llevarla al cine, sin imponerle ninguna condición. No dice una palabra de Ignacio, ni alude a su impostura en ningún momento. Sólo le ruega que le haga una prueba para el papel de Zahara (Enrique le escucha atónito). Como puede comprobar ya se ha reducido físicamente y ha empezado a trabajar en un local de locas, para aprender "pluma y mariconeo", además recibe clases particulares de Sandra, un travesti especializado en Sara Montiel.
Enrique le prueba, le da el papel y le convierte en su amante. Quiere conocer las razones del impostor y hasta dónde le llevará su impostura, y quiere saber cómo murió Ignacio, su compañero del colegio. No le importa el precio que tenga que pagar por la aventura.
Pasan largos meses de preparación, llega el primer día del rodaje de "La visita", y también llega el último. Enrique penetra con frecuencia a Ángel Andrade, pero sólo físicamente, no consigue descubrir nada sobre la muerte de Ignacio y el misterio de Ángel continúa intacto.
Pero el último día alguien visita el set, y se oculta detrás del equipo para ver sin ser visto.
Cuando Enrique vuelve a su camerino, para recoger sus cosas, sorprende dentro al misterioso desconocido hurgando entre las fotos del rodaje. El visitante se hace llamar por su primer apellido, Sr. Berenguer, pero Enrique reconoce al P. Manolo, vestido de paisano y diecisiete años más viejo que la última vez que le vio, el día que le expulsó del colegio. Ahora es Enrique quien le expulsa de su camerino. Pero el Sr. Berenguer permanece inmóvil y le pregunta: "¿No quieres saber cómo murió Ignacio y quién le mató?". No te gustaría conocer la identidad de Ángel Andrade, el actor de tu película?
Y Enrique "quiere saber".
Impulsado por la misma suicida curiosidad por la que accedió a trabajar con Ángel Andrade, sabiéndole un impostor, Enrique permite que el P. Manolo le cuente la verdadera historia de Ignacio-adulto y mientras le escucha se siente como la mujer que se lanzó al estanque de los cocodrilos y se abrazaba a ellos, mientras se la comían.