Comentario personal
Siendo la tercera parte de la inconsciente trilogía de Juan José Campanella, "Luna de Avellaneda" nos presenta los arraigos y las esperanzas de una Comunidad, después de "El Mismo Amor, la Misma Lluvia" (los del Individuo), y "El Hijo de la Novia" (los de la Familia).
Repiten en la cinta, su actor fetiche, Ricardo Darín (Rafael Belvedere en "El Hijo de la Novia" y Jorge Pellegrini en "El Mismo Amor, la Misma Lluvia"), y un magnífico Eduardo Blanco, en el papel de Amadeo en esta ocasión.
Película inmensa, en la que de nuevo las ilusiones, las utopías, los fracasos, la forma de sobrevivir de un grupo de personas, se hace eco de la realidad social argentina.
Todo este cúmulo de sentimientos y sensaciones se sustenta en un panorama de resquebrajamiento tanto del club social y deportivo "Luna de Avellaneda" (que conoció su esplendor en los últimos años 50), como de la unidad familiar de Román Maldonado (Ricardo Darín), cuyo matrimonio esta punto del fracaso por la perdida de las ilusiones, el arranque y la capacidad de lucha de cuando se es joven.
Román Maldonado es un tipo al que se le pasó el momento para algunas cosas, que está aferrado al club; porque el club necesita de él pero no tanto como él del primero. El club es una parte de su identidad (él nació allí), de su historia. Y cómo puede, Román conduce ese barco a la deriva, dónde encuentra la admiración y el confort de sus amigos y compañeros, que tanto precisa para vivir. ¿Podrá más no ya la ambición, sino la supervivencia económica, que los sentimientos y los sueños? Campanella plantea un final inconcluso que favorece la participación del espectador en este cometido.
Excelente tratamiento de una luz y un color explosivos (impactantes en las escenas de los años gloriosos del club) en un film en el que para nada se endulza la realidad, ni se inventan finales felices para confortar al público.
Una vez más, Darín se mueve como pez en el agua en ese tipo de personajes derrotados, pero aún acarreadores de esperanzas; acompañado por las fantásticas actuaciones de Mercedes Morán (Graciela), Valeria Bertuccelli (Cristina) y de la televisiva Silvia Kutica (Verónica).
Dirigida por Juan José Campanella que tuvo un gran éxito con "El hijo de la novia", nominada al Oscar como Mejor película de habla no inglesa. Ha dirigido otras películas como "El mismo amor, la misma lluvia", "Y llegó el amor", "El niño que gritó puta".
Protagoniza la película Ricardo Darín (Perdido por perdido, Nueve reinas, EL hijo de la novia, Kamchatka, "El mismo amor, la misma lluvia"), Eduardo Blanco ("El mismo amor, la misma lluvia", El hijo de la novia).