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  Día de lluvia en Nueva York  (A rainy day in New York)
  Dirigida por Woody Allen
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50ª película escrita y dirigida por Woody Allen. En el elenco artístico Timothée Chalamet ("Call me by your name"), Elle Fanning ("Mary Shelley"), Selena Gomez ("Spring Breakers"), Jude Law ("El talento de Mr. Ripley"), Diego Luna ("Rogue One: Una historia de Star Wars") y Liev Schreiber ("Spotlight").

Además Vittorio Storaro ("El último emperador", "Dick Tracy") repite como director de fotografía después de sus colaboraciones con Woody Allen en "Café Society" y en "Wonder Wheel".


Acerca de la producción
DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK resigue a una joven pareja, Gatsby (Timothée Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning), mientras su programado fin de semana romántico en Nueva York se ve cómicamente desbaratado.

El viaje de Gatsby y Ashleigh se precipita debido al encargo que ésta recibe por parte del periódico de su Universidad: entrevistar en Manhattan a su director de cine preferido, Roland Pollard (Liev Schreiber). Gatsby, neoyorquino orgulloso de su ciudad, ansía llevar a Ashleigh a sus lugares predilectos. Oriunda de Arizona, Ashleigh no ha estado en la ciudad desde niña.

Desafortunadamente, el día de la entrevista de Ashleigh con Pollard coincide con una fiesta que da la madre de Gatsby, y que éste está decidido a perderse. Gatsby no se lleva bien con sus adinerados padres, en particular con su madre (Cherry Jones), debido a las expectativas que han depositado en él a lo largo de toda su vida. Allá donde ellos entienden el dinero como un símbolo sagrado del estatus social, Gatsby juega con él despreocupadamente. "El juego no es una cuestión de dinero para Gatsby" -dice Woody Allen-. "Tiene un talento natural para eso, es algo muy seductor y adictivo. El dinero viene y se va fácilmente, para él no significa nada".

Igual que su homónimo en la novela de F. Scott Fitzgerald, Gatsby es una criatura de otro tiempo. Prefiere las películas clásicas de Hollywood, y lo habitual de Gershwin, a cualquier otra cosa contemporánea. "Es su propia persona, y sólo le interesa aquello en lo que está interesado" -comenta Allen-. "Le gusta su vieja música, sus cosas antiguas, y sus días lluviosos. Tiene sus propios y pequeños sentimientos, y nadie va a sacarlo de eso". Incluso el juego de Gatsby refleja su estar fuera del tiempo: para él hay algo nostálgico, romántico en ello" -opina Allen-. "Le embarga el sentimiento del Nueva York reflejado por Damon Runyon, con las calles de Broadway supuestamente abarrotadas de jugadores y apostadores en las carreras de caballos. Todo eso forma parte del concepto romántico que Gatsby tiene de la vida".

Ashleigh, como Gatsby, también ha nacido en un entorno rico, aunque el hacerlo en el sudoeste la ha convertido en una persona mucho menos problemática y más despreocupada. No le afectan los conflictos interiores que le embargan a Gatsby, y está empeñada en hacerse una carrera como periodista. Con todo, haberse criado en Arizona la ha hecho definitivamente menos mundana que Gatsby. "Ashleigh es una encantadora chica de pueblo" -dice Allen-. "Ha sido educada para montar a caballo, pescar y jugar a golf. Es inteligente y decente, pero no posee las habilidades de las calles de Nueva York".

Tan pronto como Gatsby y Ashleigh llegan a Nueva York, el primero deja a la segunda en un Hotel Soho para la entrevista prevista con Roland Pollard. Antes de que Ashleigh pueda siquiera formular la primera pregunta, Pollard le ofrece una primicia: ha perdido la confianza en sí mismo como artista y se dispone a abandonar su nueva película. "Pollard es un perfeccionista que se cuestiona constantemente y siempre cree que su obra no es lo suficientemente buena" -dice Allen-. "Artistas como él son su propio peor crítico y son más duros con su trabajo que el público". Ashleigh, una admiradora honesta de la obra de Pollard, le apremia a que no abandone, y le asegura que su mejor trabajo todavía está por llegar. Conmovido por la confianza que Ashleigh le tiene, Pollard la invita a una proyección de su nuevo film aún inconcluso. Honrada por el hecho de que Pollard valore su opinión y consciente de que ha dado con una gran historia, Ashleigh le comunica a Gatsby que se ve obligada a cancelar su almuerzo juntos. Al contrariado Gatsby le resulta sospechosa la proximidad que ha surgido entre Ashleigh y Pollard en tan breve espacio de tiempo.

La cancelación del almuerzo marca el momento en que el día planeado en Nueva York de la pareja se viene abajo; de ahí en adelante cada uno de los dos pasa el resto del día por su cuenta. Ashleigh vivirá un viaje que le llevará de Pollard y su atormentado guionista Ted Davidoff (Jude Law) a la apuesta estrella latina de cine Francisco Vega (Diego Luna).

Mientras visita a un amigo de la escuela que realiza una película en Greenwich Village, Gatsby consiente en interpretar un pequeño papel. Se sorprende que ello implique besar a una mujer, Chan (Selena Gómez), la hermana menor de su exnovia Amy, que resulta ser tan insolente como decidida; empuja a Gatsby a que aplique en el beso pasión suplementaria, y se queja cuando él insiste en hacerlo con la boca cerrada. De hecho, Chan no deja de burlarse de Gatsby en todo. "Chan es una experta en la ofensa" -comenta Allen-. "Es aguda y buena observadora de la vida. Su sarcasmo también es su modo de flirteo".

Gatsby y Chan pasan el día juntos; primero van al apartamento de ella, y luego al Museo Metropolitano de Arte. Mientras están en casa de Chan, Gatsby se sienta ante el piano de la familia y canta un clásico de los cuarenta, "Everything Happens to Me," sobre el hombre más desafortunado del mundo. Puede que la canción no sea la elección más apropiada para Gatsby, quien ha disfrutado de tantas ventajas en su vida, aunque evidencia que no es un hombre feliz. "Es un solitario" -comenta Allen-. "Ha pasado su juventud sentado escuchando sus discos, y no ha socializado con otros chicos. No encaja en el molde que su madre quiere para él porque no le convencen sus valores. Definitivamente es un chico triste, sin duda alguna". A Chan le encanta la interpretación de la canción de Gatsby, y conversan acerca de su mutua afición por las películas románticas clásicas de Hollywood.

Mientras, Ashleigh se halla en la proyección del film inacabado de Roland Pollard y no está yendo bien. Pollard se siente tan absolutamente decepcionado que abandona la sala mientras dice necesitar estar solo y pensar. Ashleigh, a quien de momento le encanta todo cuanto ha visto de la película, decide quedarse y ver los minutos restantes con el guionista Davidoff. Luego, parte en el coche de éste al encuentro con Pollard. Durante el camino, Ted se entera de que su esposa, Connie (Rebecca Hall), tiene un affaire. Dado que Ted quiere tener una conversación con Connie en privado, mete a Ashleigh en un taxi y la envía al estudio para que se reúna con Pollard.

Puesto que Ashleigh admira sinceramente a Pollard y Davidoff y el trabajo de ambos, resulta un apoyo reconfortante en la crisis de los dos. "Ashleigh es inmune al cinismo y las mentiras de la vida y está con ellos" -dice Allen-. "En su honestidad, les resulta una inspiración. Conoce el trabajo de los dos, que respeta profundamente. No hay en ella duplicidad alguna. Su valoración positiva acerca de la película es franca, y ese tipo de sinceridad es lo que en ese momento necesitan y les hace sentirse bien".

En el museo, Chan revela a Gatsby que ella siempre ha estado enamorada de él, y le molesta que él nunca haya reparado en ella cuando aparecía para ver a su hermana Amy. Las cosas que a Amy le parecían un tanto extrañas en Gatsby a Chan le gustaban mucho, como cuando Gatsby llevó a Amy al Central Park bajo la lluvia. "A Chan estas cosas le parecen románticas porque también ella tiene esa vena" -dice Allen-. "La gente más sentimental siempre es la que más se esfuerza en disimularlo y actúa cínicamente, pero en realidad a poco que escarbes en la superficie se evidencia su sentimentalismo".

Mientras Ashleigh busca a Pollard en el estudio, se encuentra a Francisco Vega (Diego Luna), un actor mujeriego que ve en la dulzura de la chica una invitación a conquistarla. "Para Vega, Ashleigh es tan sólo una bonita chica rubia" -informa Allen-. "Es la clase de tipo que trata de flirtear con cualquiera que pueda". Halagada por la atención que le dispensa una celebridad apuesta, Ashleigh se aturde, y aleja de ella la idea de que Gatsby sea su novio. "Se ve bajo una presión social embarazosa" -continúa Allen-. "Procura no menospreciar a Gatsby mientras se dice: 'sí, es algo así como un novio, es agradable y todo eso, pero es infantil'. Sólo está bailando su momento con Vega porque se ve superada".

Mientras contempla una tumba egipcia en el museo, Gatsby es visto por su tío y tía y se da cuenta de que después de todo tendrá que ir a la fiesta de sus padres. Tras ver a Ashleigh con Vega por televisión, se convence de que lo ha dejado, y tendrá que inventarse una excusa para asistir a la fiesta sin ella. Su solución no funciona, lo que lo lleva a una conversación franca con su madre.

Todos los personajes de Día de lluvia en Nueva York tienen problemas que giran en torno a su identidad. Gatsby padece el complejo más obvio: todavía no ha descubierto quién es. Finalmente, su madre (Cherry Jones) se revela como una persona completamente distinta a aquella que su hijo pensaba que era. Una y otra vez se nos recuerda la identidad no formada de Ashleigh: cuando se encuentra con Vega, está tan nerviosa por la fama de éste que no puede recordar su propio nombre, y en dos ocasiones a lo largo del film sostiene su permiso de conducir para identificarse. El guionista Davidoff vive a la sombra del director Pollard, siempre lejos del aplauso al autor. Pollard, a su vez, ha perdido contacto con el artista que fue una vez. Por último, Vega lucha como actor para que no se le encasille.

Estrechamente ligado a este motivo recurrente de la identidad está el anhelo de los personajes por ser vistos. Gatsby quiere que su madre lo vea de verdad y lo acepte tal y como es; Chan está dolida por el hecho de que Gatsby nunca la veía cuando estaba cerca de su hermana; la primera vez que se ve a Vega, éste lleva una máscara, y Ashleigh no lo reconoce hasta que se la quita; y la madre de Gatsby decide que ha llegado el momento de que su hijo la vea tal y como es. "Los personajes necesitan que la gente vea a través de su exterior físico quiénes son por dentro" -dice Allen-. "Esto es algo común en la vida. Te enamoras de alguien y éste no te ve. Por supuesto que te ve físicamente, pero no percibes que lo afecte en su vida".

De acuerdo con los personajes que luchan por ser reconocidos por lo que son realmente, el estilo visual de la película oscurece a menudo los rostros de los mismos, que quedan con frecuencia en la sombra. Un ejemplo está cuando la ventana del coche en la localización de la película muestra un reflejo de lo que está fuera del auto en lugar de Gatsby y Chan en el interior del mismo. "El cine no se basa en mostrar todo con suma claridad todo el tiempo" -opina el director de fotografía Vittorio Storaro, quien ya colaboró previamente con Allen en Café Society y Wonder Wheel-. "En la mayoría de las ocasiones, puede resultar más apropiado para los personajes estar detrás de algo o ser visibles sólo parcialmente. Se hace preciso crear algunos momentos diferentes como medida para mantener el interés del público".

Storaro empleó distintas clases de luz y movimientos de cámara para enfatizar las diferencias entre las personalidades de Gatsby y Ashleigh. "A Gatsby le encanta Nueva York con nubes en el cielo, o incluso más si llueve un poco" -informa Storaro-. "Ashleigh es brillante y apasionada, por lo que empleé colores más cálidos con ella"-Storaro dio con variaciones incluso para cuando Gatsby y Ashleigh están juntos-. "No llueve el día entero y de la misma manera" -sigue Storaro-. "En ocasiones el viento mueve las nubes y sale el sol, y más tarde el sol se va otra vez. Saco partido de este tipo de acontecimientos fortuitos. Cuando Gatsby, bajo las nubes que adora, telefonea a Ashleigh, dispongo un rayo de luz cálida que sale de donde está ella" -Storaro también usó la Steadicam para planos de seguimiento con Ashleigh, y una cámara fija para Gatsby. "Usamos la Steadicam para subrayar el tipo de libertad que Ashleigh necesita tener en movimiento" -añade-. "Es más abierta de mente y esta más receptiva a todo, pero Gatsby trata de mantener las cosas mucho más simples a su alrededor".

Como Nueva York, la lluvia es un personaje esencial de la película. "Queríamos que la lluvia fuera un símbolo romántico en la cinta" -dice Allen-. "Nueva York es muy bello en esos días grises, neblinosos o lluviosos. Hay algo en esa iluminación tenue y en que las calles se limpien" -la lluvia también sugiere los distintos modos en que Gatsby y Ashleigh ven la vida. "Ashleigh ve en la lluvia tristeza, en tanto Gatsby la entiende romántica" -informa Allen.

Los lugares que visitan Gatsby y Ashleigh indican asimismo los contrastes en sus personalidades así como en las experiencias que viven durante su tiempo en Nueva York. "Gatsby está enamorado del Nueva York de los viejos tiempos" -comenta el diseñador de producción Santo Loquasto-. "Así que lo vemos en el Village y en los viejos hoteles, y en lugares que son vestigios de tiempos pasados, como el Bar Bemelman del Hotel Carlyle. Pero Ashleigh se está enamorando de un Nueva York más contemporáneo que ofrece el glamour de un hotel Soho a la última y un loft en el centro de la ciudad. Su mundo es mucho más intenso y habla de espacio y de hermoso mobiliario contemporáneo". El ficticio Hotel Wooster, donde Ashleigh acude a entrevistar al director Roland Pollard, se rodó en el Hotel The Bowery del East Village. Dado que los realizadores no podían interrumpir las idas y venidas de los clientes del hotel, Loquasto y su equipo construyeron la fachada del hotel en otra calle, y crearon su propio vestíbulo en el piso directamente sobre el auténtico. "Usé su mobiliario, y lo hice más parecido a su vestíbulo" -comenta-."También empleamos muchas alfombras orientales y pinturas falsas orientalistas que colgamos por todas partes. Queríamos obtener un look a la moda del siglo XIX. La oficina/suite en el hotel de Pollard se rodó en un ático privado. Era impactante entrar en él" -informa Loquasto-. "Hacía las veces de una suite de hotel sensacional, ligeramente fantasiosa, que un realizador podría alquilar". La típica casa del Upper East Side de Chan se rodó en un apartamento del Oeste de Central Park. "La familia que la posee tiene un hijo y una hija" -informa Loquasto-. "La hija que allí vive tiene una sensibilidad que encajaba perfectamente con Chan. Tuvimos que traer algunas cosas específicas, como bocetos, acuarelas y algunos libros, pero por lo demás tan sólo se trataba de captar lo que ya estaba ahí".

A la diseñadora de vestuario Suzy Benzinger no le fue difícil dar con el vestuario para Gatsby. "Era como Ralph Lauren prêt-à-porter" -comenta-. "Algo así como un uniforme para cierto tipo de chico pijo al que no le preocupa tanto la ropa. Gatsby no es un joven que va a la moda. Es un espíritu antiguo y se viste con ropa que podría haber comprado hace mucho. La chaqueta de tela espigada que lleva es algo que Ralph Lauren ha confeccionado durante años". Sin embargo, Ashleigh aparece en la oficina de Pollard con un suéter de cachemira rosa pastel, viste para impresionar. "Ashleigh dice estar allí de misión" -informa Benzinger-. "Quiere presentarse como toda una chica que quiere hacerse una carrera para que Pollard se la tome en serio, así que aparenta más de lo que es para la entrevista". Chan, por otro lado, es un personaje mucho más seguro de sí mismo y viste de un modo más atrevido. "Es una de esas chicas de Nueva York que viste ropa ridículamente cara despreocupadamente" -comenta Benzinger-. "Puede parecer la ropa de una adolescente de cualquier sitio, pero lleva zapatillas de seiscientos dólares y un suéter de mil. El impermeable Stutterheim color borgoña que lleva era el que estaba de moda en el momento de rodar. Era casi imposible conseguirlo, y por añadidura necesitábamos varias copias para el rodaje".

DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK es la interpretación de Woody Allen de las antiguas películas románticas de Hollywood. "Siempre me han encantado esas películas" -comenta-. "Me parecen maravillosas. ésta es una historia de amor, y me estimulaba la idea de enmarcarla en una estampa romántica de Nueva York bajo la lluvia" -Día de lluvia en Nueva York resulta mucha más optimista que la mayoría de las películas que ha realizado Allen-. "Creo que es positiva" -dice el director-. "Creo que Gatsby se encuentra a sí mismo durante ese fin de semana. Logra una mejor relación con su madre, y llega a una conclusión sobre la mujer de su vida".

Gatsby y Ashley llegan a Nueva York el sábado por la mañana con la idea de partir al día siguiente. Dado que Gatsby ha planeado todo al minuto, sabemos en todo momento la hora que es y cómo está perdiendo el control de la situación. El tiempo es uno de los temas principales de la película, y no es casualidad que un reloj aparezca de modo prominente en la historia. "Gatsby lo tiene todo planeado, así que va a ser un delicioso fin de semana con Ashleigh, pero no sale como estaba previsto" -comenta Allen-. "Como dice Gatsby, 'la ciudad tiene su agenda particular'. El tiempo siempre está contra ti. Puedes intentar manejarlo, o manipularlo un poco, pero al final pierdes. Desde el momento en que los personajes se besan bajo el reloj al final, el tiempo comienza a hacer avanzar la relación de ambos, y ésta puede durar un año, dos, diez, veinte, o la vida entera, pero evolucionará a través del tiempo como todas las cosas".