Celia, una niña de 11 años, estudia en un colegio de monjas en Zaragoza y vive con su madre. Brisa, una nueva compañera recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del año 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras.
Celia (11): Es una niña inocente que vive con su madre, una viuda de 30 años. Es una buena hija y una buena estudiante. Cuando una nueva compañera, Brisa, llega de Barcelona hace que Celia cuestione el mundo en el que siempre ha vivido.
Adela (30): Es la madre de Celia y quiere que sea todo lo que se le negó: que tenga un título universitario, que sea cultivada, formal y atenta. Como suele suceder, Adela proyecta en Celia sus errores y deseos, convencida de que está haciendo lo mejor para ella, sin darse cuenta de que está haciendo todo lo contrario.
Brisa (12): Es la nueva niña en la escuela de Celia. Viene de Barcelona, y es más madura y sensata que la mayoría de las chicas. Sus creencias y su forma de pensar, consecuencia de una educación liberal, empujan a Celia a su despertar moral.
Las monjas: La historia tiene muchas monjas, y cada una tiene su personalidad, virtudes y defectos. Su intención de educar a las niñas de acuerdo con sus propias creencias y guiarlas a lo que laman "el camino correcto". Siempre las vemos a través del punto de vista de las niñas.