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  Fortuna  Dirigida por Germinal Roaux
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BERLINALE GENERATION PLUS. OSO DE CRISTAL (MEJOR PELÍCULA). GRAN PREMIO DEL JURADO.

Elenco: Kidist Siyum, Bruno Ganz, Stéphane Bissot.


Notas del director (Germinal Roaux)
Querido mar Mediterráneo,

Tú que te extiendes desde el estrecho de Gibraltar en el oeste hacia el estrecho de los Dardanelos y el canal de Suez en el este, tú que conociste a Sócrates y Platón, tú, el generoso que ha brindado sustento al hombre desde los albores del tiempo, tú, que literalmente eres "el mar en medio de la tierra", - en latín mare medius terra -, tú, que nos envolviste en tus cálidas aguas cuando éramos niños, tú, el benevolente que compartió el primer amor de nuestra adolescencia, tú, que nos arrullaste con el encantamiento de tus olas una noche de verano cuando descubrimos la Osa Mayor y la Vía Láctea, tú, que siempre has sido el vínculo entre África y Europa, tú, "Nuestro Mar", - Mare Nostrum -, como te llamaron los Ancianos, te has convertido por algún tiempo, durante demasiado tiempo, en el lugar donde los niños mueren por haber soñado con una vida mejor.

Hoy tus aguas cristalinas están manchadas de sangre, el miedo ha contaminado tus costas, cuerpos pesados, sin nombre y sin rostro yacen dentro de ti, sus almas desorientadas erran bajo la espuma de tus olas mortales. ¿Cómo es posible? ¿Qué pasó? ¿Cómo podemos soportar ver las docenas de miles de muertos perdidos en tus brazos? ¿Cómo puede ser soportable?.

Sin embargo, me imagino que no es cosa tuya, y que somos nosotros, los hombres, los responsables de esto. ¿Qué hemos hecho? ¿Qué es este mundo? ¿Hay algo que se pueda hacer? Sin lugar a dudas haciéndome estas primeras preguntas, comencé a escribir Fortuna. Algo se tenía que hacer; yo al menos tenía que intentarlo.

Sin histeria ni demagogia busqué la forma en la que podríamos hacerlo mejor. Humildemente, con las herramientas disponibles para un artista y las del cine, traté de crear un lugar para pensar.

Reuní pacientemente los relatos de jóvenes menores no acompañados, refugiados, miembros de instituciones religiosas, educadores. Traté de entender lo que estaban soportando y los desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual en relación con la migración. No creo haber encontrado respuestas.

Pero quería que esta película nos uniera en torno a ideas en lugar de dividirnos. Con poesía, tratar de inspirar en lugar de afirmar.

"Poesía" si nos fijamos en su raíz griega, proviene de la palabra "hacer". Un día, alguien le preguntó a Paul Valéry "¿Tu poema, qué está tratando decir?" Y Paul Valéry respondió: "¡No dice, lo hace!".

Modestamente, esto es lo que trato de hacer siempre. Hacer películas que "hagan" en lugar de películas que "digan".


Fortuna o la elección de vivir (Por Jean-Louis Kuffer, periodista y crítico literario)
La historia de Fortuna, una niña etíope de 14 años que se encuentra sola y lejos de sus padres en el monasterio de Simplon, donde los monjes albergan a los refugiados antes de enviarlos a los diferentes centros de solicitantes de asilo, es un personal y conmovedor drama a la sombra de una catástrofe humanitaria.

Aún atormentada por el recuerdo de una dramática travesía marítima al cruzar a Europa, al principio Fortuna solo compartirá su secreto, del cual pronto adivinaremos su naturaleza, con la virgen María; después será en Kabir, que se ha convertido en su amante durante sus desgracias compartidas, en quien confíe.

Su confesión provocará la ira de Kabir y su rechazo por cualquier tipo de responsabilidad. Después, le exigirá que se deshaga del niño, y tras una redada policial, desaparecerá...

La historia es simple y a la vez está llena de cosas que no se dicen. Alterna la bondad cristiana (se cita claramente el Evangelio de San Juan) con la violencia, contrastando así "las razones del corazón", representadas por una comunidad religiosa fraternal y las reglas de la política migratoria, con su aplicación más o menos estricta.

Por lo tanto, Fortuna nos brinda la oportunidad, alejándose de un discurso político o religioso definido, de tener una mirada profunda a una de las mayores tragedias del comienzo del siglo XXI, cuyos ecos espirituales reúnen las voces del mundo a través de la pureza de las imágenes.

A través del destino emblemático de nuestra joven protagonista, la película también plantea la cuestión de la elección personal, llevándonos a todos y cada uno de nosotros, más allá de las simplificaciones administrativas y las decisiones impuestas en las altas esferas, a enfrentarnos a nuestras responsabilidades según nuestra propia percepción de la vida.


Entrevista con Germinal Roaux (Realizada por Jean-Louis Kuffer)
Con sus primeras tres películas, Germinal Roaux, un poeta del cine, ha impuesto una nueva forma de ver la realidad contemporánea junto con un estilo de escritura muy personal, anclado en blanco y negro. Desde su primer cortometraje, Des tas de choses (2003), centrado en la situación de una persona con discapacidad intelectual en nuestra sociedad, surge una gran emoción. Pierre Assouline dijo en Le Monde: "28 minutos de gracia absoluta; un suplemento de la humanidad".

En 2007, Icebergs, que abordaba eltema de la dura vida cotidiana de los adolescentes en los suburbios, obtuvo el premio de Meilleur Espoir en el Festival de Locarno y ganó un premio en las Journées de Soleure. En cuanto a su primer largometraje, Left Foot Right Foot (2013), donde retrata esa parte intensa de la vida juvenil que oscila entre el amor inquietante y la divergencia autista, ganó un premio tras otro en Suiza, y en el extranjero.

2018 marca otro hito importante para el director de 42 años con Fortuna, invitada a la Berlinale en la sección Genera tion, en febrero y programada en el Festival Internacional de Cine y Foro de Derechos Humanos en Ginebra en marzo. En proceso de edición, sobre la base de un "corte preliminar", Germinal Roaux ya recibió una subvención de 75 000 francos suizos para la finalización de su película en el marco del Filmmaker Award 2016, en el Festival Internacional de Cine de Zurich.


P: ¿Puedes explicar el origen de Fortuna?

R: Mis proyectos de cine siempre comienzan con un encuentro de la vida real. Para Left Foot Right Foot, descubrí a estas jóvenes que practican la prostitución de vez en cuando para comprarse ropa cara. Esto me llevó a pensar en nuestra sociedad moderna y en el mundo de las apariencias.

Para Fortuna, surgió a través de mi novia, la actriz Claudia Gallo, que fue contratada en Lausanne por el CREAL (Resource Centre for Allophone Students*) para cuidar a los niños romaníes que andan por las calles y ayudan con su orientación. Una cosa llevó a la otra y le pidieron que cuidara a menores no acompañados a quienes fui conociendo y cuyas historias me afectaron profundamente, en particular la historia de una joven adolescente que se quedó embarazada durante su exilio, lo que supondrá el exilio de Fortuna. La situación en la que se encontraban estos jóvenes refugiados era tan desgarradora y sus historias tan poderosas y valientes que tuve que hablar sobre ellos, para hacer algo.

Todos nos sentimos impotentes frente a lo que está sucediendo en Europa y en el Mediterráneo con las travesías de migrantes. Es terrible sentir que no podemos hacer nada frente a tanto sufrimiento. Todas estas reflexiones que surgieron de mis encuentros con estos jóvenes me obligaron a escribir la historia de Fortuna. Durante los primeros meses de escritura, investigué la recepción de refugiados en Suiza y fue entonces cuando descubrí que para compensar la falta de espacio en los centros para solicitantes de asilo, los monjes del Monasterio Einsiedeln habían acogido a algunos de ellos. Esto me toco la fibra, pero quise basar la película en el Hospicio de Simplon, que era un lugar que realmente me gustaba porque ya lo conocía al haber estado tomando fotos allí. Mi encuentro con los monjes en Simplon tuvo una influencia determinante en la redacción del proyecto Fortuna. Mes tras mes, llenaba mis cuadernos, como un herbario, construyendo una colección de ideas e interconexiones que finalmente resultaron en un proyecto de largometraje.

* Inmigrantes cuya primera lengua no es ni el inglés ni el francés.


P: ¿Cómo pasaste de esa etapa a la implementación del proyecto?

R: Empecé a escribir un tratamiento de unas treinta páginas, después fui a ver a la productora, Ruth Waldburger. Se interesó de inmediato y dijo: hagámoslo. Ycuando Ruth dice: vamos, hay que ir rápido. Tenía tres meses para enviar un archivo a Berna, para obtener fondos de ayuda para la escritura de guiones. Así que comencé a lidiar con el escenario en estrecha colaboración con mi novia, cuyo conocimiento en el campo del tema realmente me ayudó, y con la valiosa ayuda de mi amigo, Claude Muret. Entonces, todo fue muy rápido ...


P: ¿Cómo hiciste el casting?

R: El casting nos llevó mucho tiempo. Para empezar, quería involucrar a algunos menores no acompañados en mi proyecto, pero luego me di cuenta de que no sería posible por las obvias razones emocionales.

El primer casting suizo no me trajo a LA Fortuna perfecta. Quería una niña que acabara de llegar a Europa, cuyos orígenes africanos aún brillasen través de su voz y sus gestos. Las jóvenes que conocimos aquí se habían adaptado rápidamente a nuestro estilo de vida occidental y muy a menudo perdieron sus raíces. Luego, con la ayuda de un director de casting, buscamos en París y en África occidental y, una vez más, nos fuimos de vacío.

Por recomendación de Ama Ampadu, amiga productora, le sugerí a Ruth Waldburger que fuésemos a realizar el casting a Addis-Ababa, donde, durante diez días, probamos a un centenar de niños y niñas frente a la cámara y ahí es donde me topé con Kidist, LA Fortuna que estaba buscando, una huérfana que hablaba un poco de inglés y que había hecho un pequeño papel en la película etíope Lamb de Yared Zeleke, que ganó un premio en Cannes en 2015. Inmediatamente me prendado de la presencia de Kidist Siyum Beza y la fuerza que irradiaba a través de un exterior aparentemente frágil, que provenía en particular de su profunda fe. Ella esta brillante. A pesar de su tristeza, se nota que está del lado de la vida. En cuanto al chico, Assefa Zerihun Gudeta, a quien no había planteado en el casting, lo conocí entre la gente se había acercado a ver lo que estaba sucediendo. Había hecho un poco de teatro y su increíble presencia me cautivó de inmediato. Realmente trabajó duro para entrar en el papel.


P: ¿Y cómo se involucró Bruno Ganz en el proyecto?

R: Ya había pensado en él durante el proceso de escritura, porque necesitaba un actor de su calibre para llevar a cabo el papel del monje "superior". Y, de hecho, desde Les ailes du désir de Wim Wenders, película que hizo que me quisiera convertir en cineasta, había admirado a Bruno Ganz por su combinación de fuerza y gentileza. Así que hablé con Ruth Waldburger al respecto y le enviamos el guion, en el cual estaba interesado, y nuestro primer encuentro estuvo marcado por una maravillosa discusión.

Hizo muchas preguntas, ya que estaba particularmente atento al tema porque Angela Merkel acababa de recibir aproximadamente un millón de refugiados. Me sorprendió la idea de trabajar con él y no sabía muy bien cómo funcionaría trabajar con este increíble actor y una joven debutante. Sobre todo, por la joven Kidist, quería evitar estropear lo que ella podía aportaralpersonaje de Fortuna yporeso decidí no darle el guion nunca.

Trabajamos en parte sobre la base de la improvisación, o más concretamente sobre la adaptación del diálogo a la forma de hablar de los dos actores etíopes, con la valiosa ayuda de un intérprete amárico.

Con respecto a Bruno Ganz, exigió la interpretación estricta de un texto del cual garantizó que ni siquiera cambiaría una coma. Dos formas muy diferentes de ver el trabajo en mano y de construir los personajes de la película.


P: ¿Cómo fue rodar con los solicitantes de asilo que actuaron como extras?

R: El rodaje lo llevamos a cabo durante 37 días entre abril y mayo de 2016. Fue una experiencia única que alcanzó su punto álgido durante una cena, la noche en que filmamos la redada policial en el hospicio de Simplon, donde reunimos a los actores y extras aficionados de diversos orígenes (solicitantes de asilo que vinieron de varios centros de refugiados y familias romaníes), el equipo técnico y los monjes, así como todos los que nos ayudaron de una forma u otra, es decir, alrededor de ochenta personas que hablaron mucho esa noche sobre religión y temas relativos al asilo.

En general, el rodaje de la película, que podría haber sido una catástrofe teniendo en cuenta las duras condiciones ya que estábamos a más de 2000 metros sobre el nivel del mar en un clima helado, resultó ser un gran éxito y una importante aventura colectiva para todos.


P: ¿Cómo fue trabajar con los monjes "reales"?

R: Al principio, me di cuenta de que eran reticentes a dar la bienvenida a un equipo de rodaje, o al menos algunos de ellos. Pero luego, leyeron el guion, lo discutieron extensamente entre ellos y después nos abrieron las puertas, nos acomodaron y nos ayudaron con buena voluntad y mucha calidez.


P: Con respecto a la espiritualidad, que está muy presente en la película, ¿qué significa para ti?

R: Sobre todo, quería retratar una atmósfera aunque el contexto hace que salga a la luz, obviamente. Para la escena principal, que reescribí varias veces y se centra en un debate contradictorio entre cinco monjes que discuten cómo tratar con los refugiados que ingresan, refiriéndose tanto a su vocación como a sus reservas con respecto a la sociedad y sus leyes, tuve varias reuniones con miembros de instituciones religiosas para tratar de comprenderlos mejor e identificarme con ellos.

En ese sentido, a pesar de haber mostrado cierta aprensión por asumir este papel, Bruno Ganz, que es extraordinariamente realista en la película, realmente se llevó el personaje de este monje convencido por el papel evangélico fundamental de dar la bienvenida al otro, en contraste con sus hermanos que estaban más atrapados en las historias de su iglesia. De hecho, es más una cuestión de humanidad que de religión ...


P: Todo es en blanco y negro. ¿Era realmente necesario? ¿No hizo esto que Ruth Waldburger frunciera el ceño?

R: Desde un punto de vista artístico, Ruth Waldburger me dio mucha libertad. En cuanto al blanco y negro, ese es mi idioma y cada vez es más, de hecho. Para mí, es el medio ideal para contar historias tal y como las veo.

Podríamos hablar mucho de ello, incluso desde un punto de vista filosófico con el juego de luces y sombras. Creo que el espectador se involucra de una manera muy diferente cuando una película está en blanco y negro. El cine puede llevarnos a experimentar algo en el momento presente y eso es lo que estoy buscando.

Mi preocupación es hacer del espectador un actor, darle un papel y hacerle pensar acerca de las preguntas esenciales de nuestra condición humana. La verdadera dificultad de la escritura cinematográfica es tener éxito en escribir la historia no desde el exterior como si uno la estuviera observando, sino desde el interior como si lo viviéramos y permitamos que cada espectador vea su propia película en relación con su propia experiencia. Experiencia personal propia. Una película debe escribirse dentro del ojo del espectador.


P: Para concluir, Fortuna tiene un final abierto ...

R: El final no es el final, sino el comienzo de una nueva vida para Fortuna, que se ha convertido en una mujer. Es una conclusión abierta que ofrece una variedad de interpretaciones y, sobre todo, nos da la oportunidad de reflexionar sobre el extenso discurso final de Bruno Ganz sobre eltema de la elección. También he notado que la forma en que hombres y mujeres entienden el final de la película era diferente, cada uno interpreta las diferentes señales de una manera distinta. Pero no te contaré más sobre eso.


La crítica ha dicho
"Fortuna tiene la profundidad espiritual de la película De hombres y dioses" - LE FIGARO

"La película trasciende al dogma religioso y político en una historia bellamente dirigida sobre la pureza y supervivencia vista a través de los ojos de una niña" - JURADO INTERNACIONAL BERLINALE

"Bruno Ganz brilla en la pantalla" - LA CROIX

"El gusto de la eternidad" - TÉLÉRAMA

"Nuestra película ganadora utiliza imágenes fuertes para contar una historia que es actual y atemporal al mismo tiempo. (...) La sensibilidad en la actuación de los personajes principales sirve para confrontar al espectador con problemas de dependencia, altruismo y estructuras sociales" - JURADO JOVEN BERLINALE

"Germinal Roaux inunda su último film con una luz misteriosa a caballo entre el alba y el ocaso, la esperanza y la desesperación, la empatía y el cinismo. (...) Roaux se pone como objetivo devolver color a nuestras mejillas congeladas y a nuestros corazones petrificados, convencido de que tras el muro de cinismo que nos protege se esconde la respuesta a nuestros males, la llamada 'empatía'" - CINEUROPA