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  El glorioso caos de la vida  (Babyteeth)
  Dirigida por Shannon Murphy
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El glorioso caos de la vida (Babyteeth) es la ópera prima de la directora australiana Shannon Murphy que tuvo su premiere internacional en el Festival de Venecia, donde Toby Wallace (The Society) recibió el Premio Marcello Mastroianni al Mejor Actor Joven. En España, la película compite en Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón.


Génesis de la película
El glorioso caos de la vida se basa en una obra de la dramaturga y actriz australiana Rita Kalnejais que se estrenó en el teatro Belvoir de Sídney en 2012. La noche del estreno, asistían la productora Alex White y la productora ejecutiva Jan Chapman, y las dos sintieron de inmediato que la obra podría ser una gran película. White trabajaba para Chapman por aquel entonces y, en cuanto bajó el telón, se fueron derechas la una a la otra y coincidieron en que aquel era el proyecto que estaban buscando. Muy poco después, adquirieron los derechos y empezaron a trabajar con Kalnejais para adaptar el guion al cine.

"La primera vez que vi la obra, me quedé prendada de la irreverencia y el tono general", afirma White. "Es un tema muy serio, pero está tratado de una manera sensible y graciosa. Consigue que te rías de los aspectos menos convencionales de la vida y que abras los brazos al amor en cualquiera de sus formas".

White continúa explicando por qué este tono se presta tanto al formato cinematográfico: "Lo que nos llevó a adaptar El glorioso caos de la vida al cine fue el guion de Rita. Toda la obra en sí era muy cinematográfica. Las primeras conversaciones (con Rita) giraron en torno a cómo ampliar ese mundo para adaptarlo al guion. Era emocionante, era nuevo y original, porque ella es única. Creo que quería más para sus personajes. Estaba encantada con su obra, pero sentía que aún había más vida en ellos. Fue apasionante empezar a barajar las posibilidades".

Kalnejais reitera el sentimiento de White y explica que lo que quería con su obra era plantear una perspectiva vigorizante. "Creo que en obras así lo que haces es plantear una pregunta. Una pregunta que probablemente no puedas responder, pero que te despierte el gusanillo. Y mi pregunta todo el rato era: “¿Cómo amar cuando no tienes nada que perder?”. La obra nace de ahí, y, por suerte, al ser una pregunta tan amplia, continúa resonando durante toda la película".

La decisión de mantener a Kalnejais en la elaboración del guion fue fácil. "No es común que los dramaturgos adapten sus propias obras, pero es que ni se nos pasó por la cabeza que lo hiciera otra persona", asegura Chapman. "Rita tiene madera. Su historia va sobre la familia y sobre cómo navegamos por nuestras vidas cotidianas. Esta película te ayuda a comprender cómo nos comportamos unos con otros y las cosas absurdas que hacemos, las cosas que contradicen lo que creemos que vamos a hacer, el humor en las pequeñas situaciones y el dolor".
La capitana de la exploración de cómo interactuamos unos con otros fue la directora Shannon Murphy. White y Chapman acudieron a ella con la historia y este se convirtió en su primer largometraje.

"La película ya estaba bastante avanzada cuando pensamos en Shannon", reconoce Chapman. "Ella había hecho varios cortometrajes y hacía poco había dirigido On the ropes (para la cadena SBS) que me había parecido brillante. No le costó nada unirse al equipo, que, por aquel entonces, era solo de mujeres: yo, Alex, Rita y después Shannon. Shannon tenía muchísima energía y comprendía muy bien la película, su potencial, y encajó muy fácilmente".

De su carrera en el mundo del teatro, Murphy era una apasionada del trabajo de Kalnejais. El guion consiguió que aún lo fuera más, confiesa Murphy: "La primera vez que lo leí, la historia me conmovió mucho, pero a la vez me intrigó la dinámica entre los miembros de la familia y los personajes fuera del núcleo familiar que se filtran en sus vidas. Me pareció que el tono de la obra era único y que era un reto, y yo quería enfrentarme a ese reto".

Kalnejais explica ese tono, descrito como comedia desgarradora: "Es un drama familiar que hace gracia hasta que deja de hacer gracia. En todo momento, tienes la sensación de que todos toman las peores decisiones posibles, pero son perfectas, y son gloria bendita para esta familia".

La familia protagonista, los Finlay, se aferran con fuerza entre ellos al final de la película. "Cuando conocemos a la familia Finlay, parecen una familia de lo más normal, que intentan como pueden gestionar el reciente diagnóstico de su hija", explica Murphy. "A medida que vamos quitando capas a lo que ocurre, nos damos cuenta de que había muchas tensiones complejas que ya existían antes de eso". Para Murphy, El glorioso caos de la vida ha sido un proyecto supergratificante. "He disfrutado de cada minuto dirigiendo esta película con un reparto y un equipo entregados y maravillosos", confiesa.


Las localizaciones
La película se rodó en lugares reales de Sídney, pero los directores no querían mostrar imágenes típicas de la ciudad y, en su lugar, plasmaron la esencia de la ciudad.

Dado que gran parte de la película transcurre en la casa de los Finlay, era importante encontrar la vivienda adecuada. El proceso de búsqueda de la casa situada en St. Ives; tal y como dice White, fue sorprendentemente rápido: "Básicamente vimos una casa, nos enamoramos de ella y allí trabajamos durante la mayor parte del rodaje. Tenía que dar la sensación de que la familia llevaba mucho tiempo viviendo en su nido de amor. La propietaria había construido la casa y había criado allí a sus hijos, así que muchos de esos sentimientos ya estaban presentes".

Este sitio encajaba perfectamente con el carácter de Milla y con los sentimientos que tenía por entonces. La directora Shannon Murphy explica: "Lo que me fascinó de la casa fue su patio de cristal, que destacaba en todas las tomas de la casa. Es imposible alejarse del cristal. Hablamos mucho de cómo Milla se siente como un pájaro atrapado en este patio interior. Aunque por dentro es un lugar cálido y acogedor, un sitio en el que cualquiera querría estar, ella se moría por salir de allí, y eso es lo que nos ofrecía aquella casa".

Al igual que la casa de los Finlay, la casa de Gidon, situada en un bloque residencial de La Perouse, ayuda a dar forma a los personajes. "Gidon imparte allí clases de música y Milla es una de sus alumnas. Pero sus clases van más allá de las lecciones de violín: da lecciones de vida", cuenta Murphy. "Milla y Anne acuden a menudo a Gidon, su oráculo particular, capaz de arrojar luz sobre sus problemas y sus necesidades incluso antes de que puedan advertirlo por sí mismas".

"La casa de Gidon tiene un diseño extraordinariamente acogedor; cada detalle, cada recuerdo, es una alusión a su pasado. Le muestra a Milla un mundo con una demografía mucho más amplia que la seguridad que aporta la mera existencia bajo un techo de cristal", añade Murphy. Para la gran noche de Milla y Moses, los cineastas eligieron escenarios que adoraban y reflejaban sus propias experiencias a partes iguales.

"Son como aquellas largas noches de desenfreno, en las que ibas de un sitio a otro sin saber dónde ibas a acabar", confiesa Murphy. "Hablé largo y tendido con nuestra diseñadora Sherree Philips sobre hacer una fiesta que recordara a las de la facultad de arte, en las que no sabías qué te ibas a encontrar al abrir una puerta. Creamos un espacio para la interacción de esa noche entre Milla y el artista, quien supone una transformación para ella".


Reparto
Los prometedores Eliza Scanlen (Heridas abiertas, Mujercitas) y Toby Wallace (Romper Stomper, Acute Misfortune) se unen a los aclamados Essie Davis (Juego de tronos, Babadook) y Ben Mendelshon (Rogue One: Una historia de Star Wars, Animal Kingdom) como protagonistas en El glorioso caos de la vida .

La productora Alex White habla de su experiencia con los actores: "Ha sido una auténtica gozada ver a nuestro increíble reparto dar vida a esta historia. Eliza Scanlen y Toby Wallace se dejan la piel en unas interpretaciones memorables junto al impresionante dúo compuesto por Essie Davis y Ben Mendelsohn, que han vuelto a su país natal para hacer esta película".


Producción y el diseño de vestuario
La producción y el diseño de vestuario fueron de la mano, especialmente cuando se trataban asuntos temporales con la directora Shannon Murphy, la diseñadora de producción Sherree Philips y la diseñadora de vestuario Amelia Gebler, que hablaron detenidamente sobre cómo querían hacer que la película fuera moderna, pero sin que estuviera sujeta a un año en particular. Evitaron abusar de los teléfonos móviles para no dejar ningún tipo de marca temporal, como lo es la tecnología, a la hora de ubicar la historia. También pusieron todo su empeño en elegir lugares y elementos de diseño que fueran accesibles para todas las generaciones.

"Queríamos ser fieles a la realidad actual, en la que los más jóvenes llevan ropa vintage o estilos de otras épocas", aclara Murphy. "Le prestamos mucha atención a eso y seleccionamos lugares a los que pudiera acceder cualquier generación que viera la película, ya que trata de los recuerdos de una joven y, en muchos sentidos, es una historia que Milla podría estar narrando desde el pasado o desde el futuro".


Estilismo y maquillaje
El estilismo y el maquillaje juegan un papel crucial en la enfermedad de Milla. "Ya he trabajado antes con Angela Conte (estilista y maquilladora) y siempre buscamos looks atrevidos. Me gusta mucho ver hasta dónde podemos llegar desde el punto de vista de la exploración visual del personaje".

Para Conte y Murphy era esencial que la actriz Eliza Scanlen se afeitara la cabeza para interpretar a Milla, un requisito que quedó claro para todas las jóvenes actrices que se presentaron a la audición.

"Me chiflan las actuaciones puras y auténticas. Y lo mismo con la iluminación y el trabajo de cámara. Habría sido imposible hacerlo de otra manera y, por suerte, Eliza pensaba igual que yo. Para ella era fundamental sentir lo que Milla sentía y ser capaz de perder el cabello, despojarse de esa parte de su cuerpo a la que tantos de nosotros nos aferramos y entender lo que supone: verse cambiada por completo por culpa de lo que le está sucediendo", comenta Murphy.

Scanlen muestra su compromiso con la causa: "Sabía que era una película muy especial y, si conseguía el papel, tendría que hacerlo. Dudo que hubiera estado en disposición de contar esta historia si no me hubiera afeitado la cabeza. Me parece una parte emocional muy intensa en la quimioterapia". Scanlen descubrió que estar en público era algo que debía afrontar y, al fin y al cabo, era necesario para empatizar con su personaje.


Dirección de fotografía
Para El glorioso caos de la vida, la directora Shannon Murphy expresó lo afortunada que era de trabajar con Andy Commis, un director de fotografía al que admiraba desde hacía mucho. "Andrew y yo hablamos largo y tendido sobre cómo quería rodar esto, y sabíamos que no queríamos ponernos límites en las actuaciones para poder captar la energía de Milla y Moses", cuenta Murphy.
Decidieron utilizar la cámara de mano para que fuera partícipe de la dinámica familiar, no solo una observadora. Murphy lo desarrolla: "A veces nos inspiramos en algunas de nuestras películas favoritas, como Una mujer bajo la influencia y Rompiendo las olas, dos películas en las que el trabajo de la cámara es increíblemente auténtico y dinámico, y sientes que estás en esos escenarios con esos personajes".


Biografía de la directora
Shannon Murphy, que creció entre Hong Kong, Singapur, África y Australia, ha ganado premios por su trabajo como creadora y directora de teatro. En 2007, asistió al NIDA, el Instituto Nacional de Arte Dramático de Australia (National Institute of Dramatic Art) y, desde entonces, la revista Sydney Magazine la ha catalogado como la egresada más influyente de la década. En su trabajo se refleja su determinación por sentar los cimientos de territorios aún inexplorados, lejos de seguir con el camino prestablecido.

Ha dirigido producciones australianas para las compañías de teatro de Sídney, Belvoir, Griffin, Darlinghurst, Ensemble, Seymour Centre y The Old Fitz. En el ámbito internacional, dirigió The one-eyed man is king en el teatro Schaubühne de Berlín. Su envolvente interpretación de la ópera de cámara de Gluck Orfeo y Eurídice, representada en la Galería de Arte de Nueva Gales del Sur, encabezó el Spectrum Now Festival de 2016. Shannon recibió un Premio del Teatro de Sídney por el estreno en Australia de My name is Rachel Corrie. Fue beneficiaria de la beca Mike Walsh y de la beca Instyle and Audi Women of Style. Se graduó en la Escuela Australiana de Cine, Televisión y Radio (AFTRS) en 2013 especializada en dirección. Su corto de final de carrera, Kharisma, se ha proyectado en festivales como el de Cannes, el Festival Internacional de Toronto, el Festival de Palm Springs, el Flickerfest y el Interfilm de Berlín, y estuvo nominado a los premios de la Academia Australiana de Cine y Televisión (AACTA) en la categoría de Cortometrajes de Comedia Social.

Su último corto, Eaglehawk, fue seleccionado para los Premios Dendy del Festival de Cine de Sídney de 2016 y en el Festival Internacional de Cine de Melbourne de 2016. Más recientemente, Shannon ha dirigido populares series como Rake, Love Child, Offspring y Sisters. Fue nominada por el Sindicato de Directores de Australia por su trabajo dirigiendo en solitario la miniserie de cuatro episodios On the ropes para Lingo/SBS.


Notas de la directora
Con El glorioso caos de la vida quería encontrar un lenguaje cinematográfico que lograse plasmar el peculiar tono irreverente y emotivo del guion que tan ingeniosamente escribió Rita Kalnejais. El reto de equilibrar esa dualidad de humor y dolor en cada fotograma me motivó muchísimo. No podía dejar nada al azar para representar genuinamente a nuestra protagonista, Milla, quien, con 15 años, está a punto de sentirse más viva que nunca y, a la vez, se enfrenta súbitamente con su propia mortalidad. El lenguaje de la película cuenta con modernas interrupciones en forma de texto, música y roturas de la cuarta pared que nos permitirán adaptarnos y movernos al ritmo acelerado de Milla. Ella se enamora de Moses, al cual ve como una oportunidad para llevar el límite al extremo. A medida que profundizamos en la vida de los padres de Milla, descubrimos la disfuncionalidad y las complejas tensiones que surgen cuando esta familia se enfrenta a su peor pesadilla: quedan reducidos a la versión más cruda de ellos mismos. Espero que el público tenga una experiencia visceral viendo El glorioso caos de la vida que la sientan en lo más profundo de sus huesos y les haga sentir dolor y alegría por sus propias relaciones.