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  4 días  (Four good days)
  Dirigida por Rodrigo García
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Película dirigida por Rodrigo García y protagonizada por Glenn Close y Mila Kunis que narra los cuatro días decisivos en los que una madre intentará ayudar a su hija a dejar el consumo de heroína y otras sustancias.

4 DÍAS es una montaña rusa de emociones en la que la esperanza y la codependencia se dan la mano en una trama que pone de manifiesto el sufrimiento de millones de personas durante esta era de la adicción que azota Estados Unidos.

La película tuvo su premier mundial en el Festival de Sundance y está inspirada en una historia real publicada en el diario Washington Post. El guión es de Eli Saslow, el mismo periodista que publicó el artículo ‘How’s Amanda?’ y del que parte la película. Eli Saslow ganó el premio Pulitzer de 2014 en reconocimiento a su labor investigativa y ha optado al premio en otras tres ocasiones por su trabajo como articulista. Este es su debut como guionista. En marcha tiene varios proyectos más para cine y televisión.


Rodrigo García
El director mexicano Rodrigo García ha llevado a la pantalla numerosas películas independientes, entre las que destacan Nueve vidas y Albert Nobbs (nominada a 3 categorías en los Oscar), ambas protagonizadas por Glenn Close. También dirigió Madres e hijas, con Annette Bening, Naomi Watts y Samuel L. Jackson. En 2000, su debut como guionista y director, Cosas que diría con solo mirarla, se alzó con el premio Un Certain Regard en el Festival de Cine de Cannes. Su incursión más reciente en el cine ha sido Últimos días en el desierto, un filme protagonizado por Ewan McGregor que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2015.

En palabras del propio director, "la adicción es un problema global. En ‘4 Días’ hablamos de la adicción a los opiáceos en Estados Unidos, pero en todo el mundo se dan casos de adicción a las drogas, alcoholismo, etc. Más allá de retratar la adicción, la película muestra ese vínculo que nos une a nuestros seres queridos en la salud y en la enfermedad y plantea cómo los altibajos de la vida van afectando esos vínculos, los refuerzan y los hacen más complicados. Al igual que al ganar masa muscular, a veces sentimos agujetas, pero nos ponemos más fuertes".


Notas del director
Eli Saslow, ganador del premio Pulitzer, publicó un artículo excelente titulado “How’s Amanda?” en el Washington Post que me impresionó un montón. Más allá de ser una gran historia sobre una madre y una hija, me impactó la forma tan interesante de plasmar el problema de la adicción y cómo afecta a una familia. Retrataba con muchísimo tiento esa relación y contaba cómo la madre y la hija se encuentran unidas, hasta límites insospechables, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo, y como la adicción lo acentúa o exagera aún más.

Jon Avnet y Jake Avnet, mis socios y productores en esta película, compartieron mi entusiasmo. Nos pusimos en contacto con Eli Saslow, el periodista que escribió el artículo original, y le pareció buena idea. Me comentó que podríamos trabajar juntos en el guion. También hablamos con las protagonistas del artículo, Amanda Wendler y Libby Alexander, porque queríamos contar con su aprobación. Se mostraron tan abiertas al proyecto que incluso nos dejaron utilizar anécdotas que no se habían incluido en el artículo. Con esas, nos pusimos manos a la obra. Nos ha llevado unos tres años escribir el guion.

Amanda y Libby siempre han sido muy generosas a la hora de compartir las dificultades por las que han pasado. Son conscientes de que las protagonistas de la película las retratan, pero a la vez no son ellas. Es una dramatización de su historia. Nos hemos basado mucho en la realidad, y siempre desde el máximo respecto, pero sin olvidarnos de que es una adaptación. Siempre fueron nuestra referencia. Cogí un avión para viajar hasta las afueras de Detroit, donde viven y me ayudaron un montón. Nos llevaron a varios sitios en los que pasaron muchas de las cosas que contamos. Antes empezar con el rodaje, Glenn Close y Mila Kunis hicieron un par de videollamadas con ellas y me consta que les resultó muy útil la experiencia.

Queríamos tratar el tema de la adicción con gran realismo, sin suavizarlo. Mila y Glenn querían mostrar toda la crudeza del proceso, así que nos documentamos muy bien sobre el asunto. Creo que para honrar a las personas que pasan por esta situación lo que hay que hacer es contar la verdad. Por otra parte, tanto delante como detrás de la cámara contábamos con personas que conocían de cerca la adicción, ya fuera por su situación personal o por la de amigos cercanos. Algunos de los miembros del reparto y del equipo técnico han superado problemas de adicción. No hemos contado con ellos por eso; esa circunstancia solo da buena muestra de lo extendido que está el problema. De hecho, todos los que iban leyendo el guion podían comentar qué les rascaba, qué les sonaba bien e incluso podían dar su visión de cómo funcionan las cosas. Muchas personas del equipo me ayudaron a pulir bien lo que queríamos contar sobre este tema.

Al tratarse de una historia inspirada en personas reales, en la medida de lo posible es fundamental ser fiel a los hechos. Hay que mostrar respeto y contar la historia sin exagerarla y sin quitarle valor. Las historias sobre la adicción son todo un reto porque es un tema espinoso, complicado y traumático que, por desgracia, resulta muy familiar y está muy generalizado. Prácticamente todos conocemos a alguien que ha pasado por esto o está en una situación similar. Con lo que, de nuevo, sin restarle importancia a este problema, nos preguntamos: “¿Merece la pena volver a contar una historia así?”. En este caso específico, creo que sí, porque en gran parte retrata una dinámica madre e hija a la que se le suma la tensión de la adicción, pero, en el fondo, sigue siendo una historia sobre su relación. Y ese aspecto, para mí, le da un matiz inesperado a esta historia sobre adicciones. Esto lo digo sin intención de menospreciar las dificultades de superar una adicción y del impacto que tienen estas situaciones en las familias. En realidad espero que el hecho de poner el foco sobre esta epidemia nos ayude a plantarle cara.

Glenn siempre está la primera de mi lista. Me viene a la cabeza cuando leo papeles que podrían encajar con su edad o me recuerdan a algo que podría hacer. Hemos trabajado juntos un par de veces y nos llevamos bien. A veces esa amistad puede ser problemática, porque no quiero que se sienta obligada a participar en mis proyectos. Al principio tuve algún reparo por eso, pero afortunadamente Jon Avnet me hizo entrar en razón. Me dijo: “¿Pero qué te pasa? Plantéaselo a Glenn, es increíble”, y tenía razón, claro. Soy fan de Mila desde hace mucho tiempo. Todo el mundo sabe que tiene muchas dotes para la comedia, pero últimamente la he visto en un par de papeles dramáticos y su trabajo me ha impresionado mucho. Sabe transmitir la vida interior, las complicaciones, los sentimientos y demuestra tener mucha inteligencia emocional. Ambas actrices tienen mucha química. Con un proyecto así, uno espera que haya química porque este tipo de intérpretes no hacen castings, con lo que es cuestión de confiar en el instinto y esperar que todo salga bien. Como se ve en la película, tuvieron mucha más química de lo que me hubiera imaginado.

Es muy fácil trabajar con Glenn. Es una intérprete de primer nivel, muy atenta y muy inteligente. Sabe equilibrar una inteligencia consciente con su instinto y su imaginación, y es muy divertido verla trabajar. Nunca deja de sorprenderme y aporta un nivel de inteligencia y sensibilidad a sus personajes que me impresiona mucho. Recientemente la vi en La buena esposa y me di cuenta de que la película resulta tan potente por los primeros planos en los que vemos a Glenn escuchando o reaccionando, sintiendo ese dolor pero sin decir nada. ¿Cómo ha evolucionado nuestra relación laboral? Simple y llanamente, cada vez aprecio más lo que hace.

Trabajar con productores increíbles, un reparto de primera y excelentes técnicos detrás de la cámara, muchos de ellos grandes amigos, es una maravilla. Pero el mero hecho de poder rodar una película independiente en el momento actual es todo un privilegio.

Quería detenerme también en algunas preguntas que son difíciles de responder: ¿Uno puede realmente rechazar ayudar a un hijo o hija, aun sabiendo que es por su bien? ¿Dónde está el límite entre dar apoyo y hacer la vista gorda? ¿Intentar constantemente que un hijo o hija se rehabilite es en sí misma una adicción?

La adicción es un problema global. En la película hablamos de la adicción a los opiáceos en Estados Unidos, pero en todo el mundo se dan casos de adicción a las drogas, alcoholismo, etc. Más allá de retratar la adicción, la película muestra ese vínculo que nos une a nuestros seres queridos en la salud y en la enfermedad y plantea cómo los altibajos de la vida van afectando esos vínculos, los refuerzan y los hacen más complicados. Al igual que al ganar masa muscular, a veces sentimos agujetas, pero nos ponemos más fuertes.


Notas del guionista
4 DÍAS surge de una historia real basada en una investigación periodística de no ficción. Colaboro con el Washington Post y he sido ganador del premio Pulitzer, y en 2016 quise documentarme sobre el impacto emocional de la epidemia de opiáceos que azota Estados Unidos a través de la experiencia de una familia. Consulté a médicos, visité centros de desintoxicación y viajé por todo el país para hablar con docenas de adictos y exadictos antes de decidirme por contar la historia de dos mujeres, una madre y una hija que vivían en las afueras de Detroit (Michigan).

Libby Alexander llevaba diez años intentando que su hija, Amanda Wendler, dejara la heroína. La adicción de Amanda estaba acabando con ellas. Amanda tenía 31 años, vivía en casas abandonadas y, después de 13 visitas fallidas a clínicas de desintoxicación, cada vez estaba más cerca de una sobredosis. Libby se había gastado todos sus ahorros en intentar salvar a su hija, estaba desesperada, hasta el punto de que alguna vez había pensado en quitarse la vida. Cuando las conocí, a Amanda le quedaba una semana para empezar un nuevo tratamiento que, según los médicos, sería su última y mejor oportunidad para desintoxicarse. Para poder acceder al nuevo tratamiento, tenía que dejar la heroína durante cuatro días.

Viajé a Michigan y pasé esos cuatro días encerrado con Libby y Amanda en el pequeño apartamento que compartían. Pasé unas 16 horas al día hablando con ellas de su vida y también las acompañé al médico y viví intentos fallidos de comprar droga en lo que resultó ser una semana de infarto que pondría a prueba su relación de madre e hija como nunca antes. Estas mujeres me abrieron las puertas de su casa y me dejaron presenciar momentos íntimos y durísimos en tiempo real, sin ocultarme nada, incluso cuando no sabían cómo acabaría la historia. ¿Conseguiría Amanda desintoxicarse por fin? ¿O de nuevo estaba tejiendo una red de mentiras y manipulaciones solo para conseguir colocarse?

El reportaje, que fue portada del Washington Post, y el guion basado en la historia, plasman un retrato íntimo del problema de la adicción en Estados Unidos y muestran la vulnerabilidad, el valor y la honestidad de Libby y Amanda. Volví a Detroit con el director Rodrigo García y pasamos otros dos días con Libby y Amanda antes de sentarnos a escribir el guion. Glenn Close y Mila Kunis hablaron con ellas para preparar sus papeles.

Luego ya entró en juego la magia de Hollywood: las localizaciones, el maquillaje y el talento de estas actrices que han dado vida a los personajes. Construimos todo su mundo y lo habitamos durante tres meses. Cuando volví a Detroit para mostrarle la película a Amanda y Libby en el mismo apartamento donde nos conocimos, lo que más les llamó la atención fue lo familiar que les resultaba. “Es cruda y honesta”, dijo Amanda. “Es real”.


Sobre la producción de “4 días” (por Jon Avnet, productor)
Saber que el guion corría a cuenta de Eli Saslow (autor del artículo original publicado en el Washington Post y ganador del premio Pulitzer) y Rodrigo nos hacía mucha ilusión a Jake y a mí en Indigenous Media. Teníamos grandes esperanzas en el proyecto que habíamos financiado y el guion final estuvo a la altura de nuestras expectativas.

Rodrigo es uno de los fundadores de Indigenous Media, junto con Jake Avnet y conmigo. Llevamos unos diez años trabajando juntos, como guionistas, directores y productores de historias para todos los medios. Nuestra primera iniciativa fue el canal de YouTube, Wigs. Creamos más de 150 episodios con una duración de diez minutos con un marcado componente femenino. Rodrigo y yo dirigimos algunas de las historias y fuimos nominados a los WGA y DGA, entre otros premios. La mitad del equipo eran mujeres o personas afroamericanas. “Blue”, una serie escita y dirigida por Rodrigo y protagonizada por Julia Stiles, fue una de las primeras web series en pasar a una emisión tradicional.

Rodrigo y yo nos conocimos en el Sundance Lab en 1999: yo participaba como mentor y él era un aspirante a guionista/director. Había escrito un guion titulado “Cosas que diría con solo mirarte”. Cuando lo leí me sorprendió por su cercanía y me pareció muy diferente. Después de pasar un par de días de Rodrigo en Sundance, me ofrecí a financiar la película.

Cuando aceptó mi propuesta, nuestra primera tarea fue buscar a los actores. Rodrigo quería que Glenn Close fuera una de las protagonistas. Como yo la conocía, llamé a su agente Kevin Huvane y le mandamos el guion. Quiso reunirse con Rodrigo y conmigo en Cowtown (Kansas), donde estaba rodando. Tuvimos que hacer una escala para llegar. A Rodrigo no le gusta volar, pero mantuvo la calma para llegar, reunirnos con Glenn y venderle la película. Fue el inicio de una gran amistad, puesto que han colaborado en muchos otros proyectos, siendo “4 días” el más reciente.

El reparto de “Cosas que diría con solo mirarla” es impresionante. Holly Hunter, Cameron Diaz, Kathy Baker, Calista Flockhart y Gregory Hines, entre otros actores de renombre. Se estrenó en Sundance y entró a competición en el Festival de Cine de Cannes, donde se hizo con el premio “Un Certain Regard”, antes de llegar a las salas a través de United Artists.

Y así empezó la aclamada carrera del director Rodrigo García. Viajamos ahora hasta 2019, cuando buscábamos a las intérpretes para “4 días”. Mila Kunis nos parecía una gran elección. Había participado en “Cisne negro” de Darren Aronofsky, que desarrollé hace unos años y en la que participé como productor ejecutivo. Al agente de Mila, Jeremy Plager de CAA, le encantó el guion y organizó la primera reunión con Mila en una cafetería. Fue muy bien, y a continuación contactamos con Glenn.

Rodrigo ya ha mencionado en sus notas que al principio le dio reparo hablar con Glenn, ¡pero a mí no me frenaba nada! Todo salió a pedir de boca cuando nos reunimos para hablar de la película. Habíamos encontrado a nuestras protagonistas.

En ese momento se unieron Marina Grasic y Jai Khanna. Tardaron muy poco en encontrar la financiación necesaria y les gustó tanto el proyecto que decidieron participar como productores. Y con esas, Rodrigo se preparó para dirigir a Glenn y Mila en 4 DÍAS.


Entrevista con Glenn Close

Pregunta: En primer lugar me gustaría que nos contaras cómo acabaste formando parte de “4 días”.

Glenn Close: Creo recordar que me llamó Rodrigo. Es nuestra cuarta colaboración, así que somos muy amigos. Me pareció un guion muy potente. Creo que Mila ya había aceptado el papel cuando hablaron conmigo.

Me pareció un buen proyecto. Acababa de terminar una película y no tuve muchísimo tiempo entre una y otra, lo cual me hizo dudar un poco. Pero cuando me reuní con Rodrigo y conocí a Mila, que me pareció maravillosa, lo vi claro. Nos lo hemos pasado muy bien juntas.

Pregunta: Cuando leíste el guion, ¿qué fue lo que te atrajo inicialmente? ¿La historia, los personajes, todo este mundo?

Glenn Close: La verdad es que me cautivó desde la primera página porque esa primera escena, en la que una hija llega a casa de su madre después de llevar tanto tiempo viviendo en la calle y la madre le cierra la puerta y echa la llave. Como madre, me impresionó mucho. ¿Cómo se llega al punto de cerrarle la puerta en la cara a una hija?

Pregunta: Qué interesante. Respondiste al guion desde tu experiencia como madre, centrándote en esta relación de madre e hija. ¿Ha supuesto un proceso complicado? ¿Te has basado en tus circunstancias personales? ¿Cómo ha sido?

Glenn Close: Desde luego que me he basado en mi experiencia como madre, porque una madre moriría por su hijo o hija. Para mí, lo más difícil ha sido entender cómo empatizar con esta mujer y cómo marcar límites para no ser permisiva con la adicción de mi hija, aun sabiendo que quizá era la única forma de que se quedase. Creo que todas las madres sentimos una especie de angustia que nos hace pensar que nuestros hijos solo estarán a salvo con nosotras. Y no siempre es así, por supuesto. Desde luego no lo es en esta historia. Pero ha sido muy complicado. ¿Cuándo debería intentar apartar sus sentimientos maternos, su dolor y su desesperación para ayudar a su hija? ¿Y cuándo debería actuar como madre? Es un equilibrio difícil de encontrar. Creo que todas las madres que se enfrentan a la terrible experiencia de tratar con la adicción habrán pasado por esto. Es muy fácil tolerar la situación y convertirte en cómplice sin darte cuenta. Nadie quiere hacer eso, pero a veces es tan cruel darles la espalda. Así que ha sido muy fuerte. Millones de madres, millones de personas en general, están viviendo esta situación. Sé que si yo percibo esa lucha, ellos también. No he intentado buscar todas las respuestas porque creo que eso es imposible.

Pregunta: ¿Te documentaste o hablaste con alguna madre para preparar el papel de madre de una drogadicta? ¿Cómo sueles preparar los papeles?

Glenn Close: Tuvimos la suerte de conocer a las verdaderas protagonistas de esta historia, en las que se basan nuestros personajes. Mila conoció a Amanda y yo a Libby. Libby fue un encanto. Yo quería captar su personalidad, todo lo que se puede por Skype, porque yo estaba en Los Ángeles y ella en Detroit. Pero más allá de eso, para mí suele ser un ejercicio emocional, un ejercicio de imaginación. Intento pensar en todos los elementos que me provocarían un sentimiento específico en un momento concreto y los vuelco en el personaje.

Pregunta: Has tenido que crear una relación de madre e hija con Mila Kunis. ¿Cómo ha sido ese proceso de trabajo? ¿Os ha resultado fácil?

Glenn Close: Sí, nos llevamos muy bien desde el primero minuto.

Pregunta: Ella ha comentado que es muy intenso trabajar contigo, pero que en cuanto se acaba la escena, el ambiente se relaja y todo son bromas. ¿Compartes su opinión?

Glenn Close: Sí, eso me gusta porque no soy de la escuela de interpretación de Daniel Day Lewis. Creo que acabaría conmigo. Respeto mucho su forma de trabajar, pero mantener ese estado mental es muy duro. Por mi parte, intento imaginar los perímetros de mis emociones y luego intento imaginarme en ese momento. Nunca sabemos cómo vamos a reaccionar ante determinadas situaciones. Es importante ver cómo ha reaccionado alguien ante una situación determinada, eso es muy positivo. Pero esa es la reacción de esta mujer en estas circunstancias. Durante todo el rodaje tuvimos muy presente el dolor de lo que supone esta experiencia para las familias y las personas, para las madres que ven que sus hijos se van consumiendo sin que ellas puedan hacer nada. Creo que no hay mayor dolor que ese. Y es algo muy común. Madres que no pueden salvar a sus hijos.

Pregunta: Estados Unidos está viviendo una crisis de opiáceos y esta película va a abrir un debate sobre el tema. No obstante, no es una película con moraleja, es una película sobre estos personajes y sobre la experiencia de esta madre y esta hija. Aun así, ¿te gustaría que tuviera un impacto en lo que está pasando en el país?

Glenn Close: Desde luego. Creo que una de las cosas que hacemos como artistas es elegir proyectos que pueden dar que pensar a los espectadores y contribuir a que se replanteen circunstancias que pueden afectar a sus vidas e incluso concienciar a la gente para sentir más empatía. Eso es muy potente. Y por eso quise participar en esta película, porque me parecía importante ponerle cara a esta situación. El hecho de que esté basado en un artículo buenísimo de Eli Saslow lo hace todavía más increíble, porque sabes que es real.

Pregunta: Me da la sensación de que todos conocemos a alguien a quien le toca de cerca. En tu caso, ¿has conocido a gente que estuviera pasando por algo similar?

Glenn Close: Sí. Perdí a un amigo por sobredosis. Creo que no lo hizo a propósito, porque tenía una hija pequeña a la que quería muchísimo. Creo que calculó mal. Fundé una organización llamada Bring Change To Mind, que se esfuerza por acabar con el estigma que rodea la enfermedad mental, y la adicción está muy presente ahí. Creo que muchas de las conversaciones deberían centrarse en cómo sacar adelante leyes, y concienciar a la gente, para que los adictos no lleguen al punto en el que mueren por sobredosis. Las circunstancias que nos han llevado hasta aquí son muy complejas. Necesitamos que los gobernantes presten atención al problema. No es un problema menor.

Pregunta: Hablemos un poco más sobre el proceso de meterte en el papel. ¿Haces muchos ensayos? ¿Repasaste mucho este personaje?

Glenn Close: No muchos, no. A Rodrigo le ponen nervioso los ensayos y eso me hace mucha gracia porque he trabajado en teatro y a mí me encanta ensayar. Ahí es donde yo soy insegura y él es seguro. Soy insegura porque sé que solo contamos con un par de horas para hacer una escena y pasado ese tiempo, no podemos repetirla. Es horrible volver a casa y pensar “Ay, madre. Lo he hecho todo mal y no voy a poder repetirlo”. Para mí ese es uno de los problemas del cine. Pero con Rodrigo, cuando leíamos alguna escena para prepararla, en modo ensayo, él decía “¡Qué rabia! Tendríamos que haberla grabado. ¡Parad, parad! ¡No lo repitáis!”.

Pregunta: Le gusta que las tomas queden frescas.

Glenn Close: Sí, bueno, pero hay que mimar el trabajo porque es un arte. O debería serlo.

Pregunta: ¿Te has identificado con el personaje de Deb?

Glenn Close: Me identifiqué con ella porque es una madre que está intentando proteger a su hija y evitar que muera. Está luchado contra unas estadísticas terribles. Por lo que he visto al informarme, el 97 % de adictos vuelven a engancharse a la heroína.

Pregunta: Has comentado que es la cuarta película de Rodrigo en la que participas y acabas de comentar cómo es el proceso de trabajar con él. A ti te gusta ensayar y a él le gusta que todo esté fresco. Imagino que después de cuatro películas, ya os entendéis a la perfección.

Glenn Close: Confío ciegamente en Rodrigo. Si cree que tiene la toma buena, la toma será buena. Me encanta cuando se acerca para susurrarme algo al oído. Como intérpretes es muy importante darle al director muchas opciones válidas, para que cuando estén en la sala de montaje tengan todo el material que necesitan. Eso lo tengo muy presente durante el rodaje. También tengo muy claro que él ya está haciendo el montaje en su cabeza. Está viendo cómo va a contar la historia. Y confío plenamente en él. No siempre quiere que quede bonito. Esa es la cuestión. Creo que lo bueno es que instintivamente ambos sentimos lo mismo. Eso es genial y es muy liberador. Por otra parte, el equipo técnico es increíble. Él ya había trabajado con Igor, nuestro director de fotografía. Había coincidido con John McKeown, el asistente de dirección, en “Albert Nobbs”. Cuando el equipo ya se conoce y se entiende se aprovecha el tiempo al máximo. Una cosa muy curiosa es que Rodrigo empezó en este mundo como cámara y director de fotografía. El otro día le pregunté por qué a veces se ponía a operar la cámara. Me contestó que era porque quería estar en la misma habitación. “Estamos rodando en interiores muy pequeños y no quiero estar viéndote desde otra habitación. Quiero estar ahí con vosotras”, me dijo. Así que se pone detrás de la cámara y es maravilloso. Con Igor es así, se cambian a veces. Además de ser director de fotografía y contar con un equipo excelente, también es guionista y director. Así que este hombre lo hace todo, es una fuente inagotable de talento. Rodrigo es un artista increíble. Y todo esto de la interpretación es muy divertido. Es como un juego, ya lo decía Shakespeare. En esta película nos lo hemos pasado bien, aunque tratamos un tema muy serio.

Pregunta: Suena que en esa relación hay mucha libertad. Es un proceso que lleva mucha imaginación y mucho esfuerzo emocional para ofrecer diferentes tomas y parece que Rodrigo transmite mucha seguridad para trabajar así.

Glenn Close: Sí, el calendario era muy ajustado porque es una película independiente. Cada día de trabajo requería un gran presupuesto, así que las horas eran cortas, pero nunca sentí que fuéramos agobiados o con prisas. Alguna vez me ha venido una idea para una escena que ya habíamos rodado y se la comentaba y le explicaba mi razonamiento, y creo que en dos ocasiones me dijo que volviéramos a rodarlas. No lo hubiera hecho si no le hubiera convencido la idea. Tampoco se planta y dice, “Esa escena está ya cerrada. Olvídalo. Lo has hecho bien. Has estado genial”. Me dan ganas de pegarme un tiro cuando me repiten eso constantemente.

Pregunta: Siempre hay que intentar dar la mejor versión, la versión más auténtica.

Glenn Close: Eso es.

Pregunta: ¿Cómo conociste a Rodrigo y a Jon Avnet? ¿Los conociste a la vez?

Glenn Close: Fue para la primera película de Rodrigo, “Cosas que diría con solo mirarla”. No recuerdo cómo conocí a Rodrigo, eso mejor que lo cuente él. No sabía que fuera su primera película. Había leído muchos de los libros de su padre. Tenía un aura muy especial, por venir de una familia tan creativa. De eso hace ya muchos años. Mi cara era otra entonces, ahora la vida la ha cambiado mucho.

Pregunta: Vuestra relación ha sido muy intensa a lo largo de estas cuatro películas. Es increíble.

Glenn Close: Sí, y le considero un gran amigo fuera de los rodajes. Le pido consejo porque me gusta conocer su opinión sobre determinados temas. Además es muy divertido. Es un hombre maravilloso.

Pregunta: Como resumen, entonces, esta película es un filme muy sensible y muy personal que existe en el marco de esta crisis tan extendida. ¿Qué esperas que saquen los espectadores de la experiencia?

Glenn Close: Creo que depende de la naturaleza de esta epidemia y de las consecuencias de heroína o de cualquier adicción. La tentación siempre está ahí. nunca se olvida del todo. No hay una respuesta honesta porque creo que no existe. Creo que puede superarse, pero no desaparece nunca. Uno de los intérpretes había sido adicto a la heroína y nos pudo contar cómo fue su experiencia, eso fue muy valioso. Los supervivientes están ahí. Pero también los nuevos adictos. Depende de la situación personal de cada uno, de la composición química. Creo que la clave de todo es que el amor es lo más importante. El amor incondicional. Esa es una conclusión positiva, porque significa que hay esperanza. ¿Verdad?

Pregunta: Creo que eso es algo que todos los padres deben demostrarle a sus hijos. En un sentido más amplio, creo que necesitamos mostrar más compasión a la gente que está atrapada en una adicción porque es una enfermedad.

Glenn Close: Sí, eso es. También me da mucha rabia que la gente piense que basta con ponerse las pilas. Con querer ir por el buen camino. Pero es que se llega a un punto en el que no es posible, y por eso este país necesita dedicar recursos a este problema. Para que se pueda acudir a un centro a pedir ayuda durante el tiempo que sea necesario para superarlo. Es terrible que existan tan pocos centros así.

Pregunta: Y también se necesita amor.

Glenn Close: Mucho amor, sí.


Entrevista con Mila Kunis

Pregunta: ¿Podrías contar cómo acabaste formando parte de 4 DÍAS? ¿Podrías darnos un poco de contexto sobre cómo llegó a ti el proyecto?

Mila Kunis: Ojalá pudiera contar una historia muy elaborada y creativa, pero más bien fue cosa de recibir un guion que me habían dicho que leyera porque era muy bueno. Lo leí y me gustó un montón. Me reuní con Jon y Rodrigo en un restaurante en Los Ángeles y charlamos sobre la drogadicción y la salud mental y cómo es un tema que, de una manera u otra, nos afecta a todos. Jon logró la financiación y pudimos ponernos manos a la obra. Todo simplemente encajó, pero la pieza fundamental fue el guion. Después de la reunión, cuando nos despedimos nos deseamos buena suerte. Pasase lo que pasase quería que les fuera bien porque, por un lado, no pensaba que fueran a ofrecerme el papel y, por otro, no creía que pudieran conseguir financiación para una película sobre la drogadicción. Lógicamente fue una sorpresa muy grata.

Pregunta: ¿Qué fue lo que te atrajo, la propia historia o el hecho de participar en un proyecto que se alejaba de lo que sueles hacer habitualmente?

Mila Kunis: No sé. Creo que, de cierta manera, me parecía una historia muy pequeña. Y eso lo digo como cumplido. Hay tantas historias sobre drogadicción que resultan exageradas y torpes. Lo interesante es acompañar a una persona y ver cómo es su vida para entender lo que está pasando. Esta película, al estar basada en un artículo tan fascinante, al plasmar la experiencia de dos mujeres reales, al desarrollarse durante solo cuatro días, presenta la historia de una manera muy orgánica, sin lecciones ni discursos. Me pareció una forma muy bonita de explicar un tema que le interesa a todo el mundo, un tema que afecta muchísimo a la sociedad. Eso es lo que me atrajo de ella. Durante mucho tiempo pensé que no quería hacer nada demasiado oscuro ni deprimente. Tengo hijos y una familia y quiero ser optimista. Pero me parecía que sería interesante trabajar en este proyecto porque el calendario era corto. También pensé que Rodrigo es una director increíble y el guion me parecía estupendo. Así que fue una combinación de todas esas cosas y también de agendas.

Pregunta: ¿Eras consciente de la epidemia de opiáceos que azota Estados Unidos? ¿Conoces a alguien que haya vivido algo similar? ¿Tenías algún vinculo personal con el tema?

Mila Kunis: Por desgracia sí tengo amigos que se han visto afectados personalmente, así que podríamos decir que conocía la epidemia por asociación. Yo soy bastante mojigata, la verdad. Estoy aprendiendo mucho con esta película, sobre drogas, sobre la crisis de opiáceos, sobre heroína, sobre metanfetaminas y la diferencia entre ambas drogas. Pero he tenido muchos amigos que se han visto envueltos en este terrible asunto.

Pregunta: ¿Has podido hablar con Amanda, la mujer en la que se basa tu personaje?

Mila Kunis: Sí, hablé con ella durante una hora o así. Conocí también a su pareja y a sus hijos. Fue una conversación muy agradable.

Pregunta: En una situación así, ¿haces preguntas específicas sobre el personaje o simplemente estudias su personalidad?

Mila Kunis: Ninguna de las dos cosas, la verdad. Quería hablar con ella porque me parecía que por respeto debía conocer a la mujer a la que iba a interpretar. Pero también tenemos muy presente que es una película, con lo que se toman licencias creativas. No es un biopic y no teníamos que ceñirnos a todos los detalles de su vida. Por otra parte, no quería que pareciese que la estaba imitando, solo quería mostrar respeto por esta mujer y su historia. Desde luego que al hablar con ella me fijé en algunos de sus gestos y expresiones. Pero quería hablar con ella por cortesía y también por saber si ella quería hacerme alguna pregunta. Estoy intentando recordar la conversación. Desde luego que no se me pasó por la cabeza preguntarle cómo se convierte una en drogadicta ni nada de eso. Además, eso ya lo cuentan en el guion. En el artículo. Así que simplemente estuvimos charlando, vi cómo era su vida ahora y también quería asegurarme de que se sentía cómoda con el hecho de que fuéramos a retratarla a ella y a su madre en una película.

Pregunta: ¿Cómo ha sido preparar la película?

Mila Kunis: YouTube me ha ayudado muchísimo. Al principio acudí a algunas reuniones de exadictos, pero resulta que se pueden encontrar online, que es más sencillo. También charlé por teléfono con algunos amigos que van a reuniones de exadictos o son terapeutas, y me fueron guiando por todo el proceso. Y después acudí a YouTube, que fue como un regalo del cielo. Hace años hubiera tenido que reunirme con gente para conocer su experiencia de primera mano. Hoy en día, acostaba a los niños y me metía en YouTube. Busqué sobre adicciones y apareció una cantidad ingente de resultados. Hay recursos de todo tipo, desde cómo es un proceso de abstinencia rápido hasta qué es la heroína y cómo se pincha. La gente se viene muy arriba cuando está colocada y les gusta subir vídeos tomando medicación, droga y demás. Así que fue fácil documentarme, menos mal. Pasé muchas horas viendo vídeos de YouTube. Mi historial de búsquedas ahora es bastante curioso, la verdad. Están esas búsquedas y luego dibujos para los niños.

Pregunta: ¿Cómo ha sido trabajar con Glenn Close? ¿Habíais trabajado juntas antes?

Mila Kunis: Me encanta Glenn Close. Nunca había trabajado con ella, ni siquiera nos conocíamos. Cuando acepté el papel me preguntaron a quién veía en el papel de la madre. ¿Qué iba a decir? Les di una lista de deseos y parece que funcionó porque ella era mi primera opción. A ver, tampoco creo que fuera cosa mía. Glenn ha trabajado mucho con Rodrigo, son amigos. Ya contará ella la historia. Me parece una actriz increíble, lo tiene todo. Además de ser una intérprete de primera es una mujer maravillosa. Me ha gustado muchísimo trabajar con ella. Pasamos el día juntas ayer. Me cae fenomenal. Me encanta también su perro y su familia. Viva Glenn.

Pregunta: Habéis tenido que construir esta relación de madre e hija. ¿Cómo ha sido ese proceso?

Mila Kunis: No hicimos nada. Creo que nunca he tenido que preparar una relación entre dos personajes. No lo he hecho en ninguna película. Igual otra gente sí lo hace. Será que no soy tan profesional. Por mi parte, simplemente espero que surja la chispa entre el reparto. A veces hay química y otras veces no. No se puede falsear ni forzar. Creo que si no surge en los primeros diez minutos, olvídate. He tenido mucha suerte en todos mis proyectos porque la mayoría de las veces he hecho muy buenas migas con el equipo y me he llevado muy bien con los otros protagonistas. Glenn es excepcional y es difícil llevarse mal con ella. Volviendo a tu pregunta, no preparamos la relación de los personajes. Quizá ella dé otra respuesta y os diga que preparó muchísimo el personaje. Fue todo muy natural. Es una gran intérprete. Sabe lo que se hace.

Pregunta: ¿Hubo muchos ensayos?

Mila Kunis: Qué va, no ensayamos. Leímos una vez el guion Glenn y yo. También lo leí con Rodrigo en la fase inicial para asegurarnos de que todo fluía y que la historia encajaba. Creo que Glenn por entonces estaba trabajando en otro proyecto. Cuando la terminó vino a Los Ángeles y quedamos en su casa para leer juntas el guion. No hicimos más que eso y nos pusimos a trabajar, con la esperanza de que todo saldría bien.

Pregunta: Y entonces surgió la magia, claro.

Mila Kunis: Sí. Bueno, no sé si hubo magia o no, pero desde luego nos lo pasamos genial. Nos hemos llevado estupendamente. Compartimos la forma de trabajar y nos caemos bien. Eso ayuda mucho para interpretar papeles de madre e hija. También nos respetamos mucho y nos hemos divertido. A Glenn Close le gusta divertirse. Es genial porque nunca sabes por dónde va a salir. Ha sido una pasada compartir el rodaje con ella. Es maravillosa.

Pregunta: Esa iba a ser mi siguiente pregunta porque el material es muy intenso. ¿Cómo ha sido el ambiente en el rodaje?

Mila Kunis: Muy relajado. Me atrevería a decir que me lo he pasado mejor en esta película que en muchas comedias. Cuando estábamos rodando estábamos a tope, pero al terminar la escena era muy importante relajar, para que no fuera todo tan intenso. Nos hemos reído mucho y Rodrigo es un director increíble y su humor es contagioso. Ahora todo el equipo se pone a hacer flexiones por la mañana y también abdominales. Se han convertido en una especie de familia. Es muy guay.

Pregunta: ¿Rodrigo ha hecho algo específico para ayudarte con el papel?

Mila Kunis: No sé, eso tendrías que preguntárselo a él. Sabe dirigir muy bien a los actores. No le da demasiadas vueltas a las cosas. Quiero decir que no repite las tomas una y otra vez. Es muy buen director. Confía en los actores y da indicaciones muy útiles. Cuando le gusta cómo queda la escena pasa a la siguiente, no se pasa cinco horas intentándolo una y otra vez hasta que se pierde toda la gracia. Sabe cómo va a quedar la película en su cabeza. Cuando consigue lo que está buscando, sabe que es hora de pasar a la siguiente escena.

Pregunta: Supongo que eso os da muchísima seguridad a los actores.

Mila Kunis: Y tanto. Rodrigo e Igor, el director de fotografía, tienen una relación increíble, van intercambiando sus puestos. A veces Rodrigo se pone detrás de la cámara. Se conocen desde hace más de veinte años. Todo va como la seda en el rodaje. Se entienden de maravilla y eso es superútil para el resto del equipo. No se lo digas, pero me encantaría volver a trabajar con él. No me lo pensaría dos veces. Igual que con Glenn.

Pregunta: ¿No quieres que se lo diga?

Mila Kunis: Todavía no, porque no hemos terminado de rodar. No le hagas demasiados cumplidos porque todavía nos quedan un par de días.

Pregunta: ¿Te has identificado con alguna característica específica de este personaje o has tenido que tirar mucho de tu imaginación para meterte en la vida y en la cabeza de esta mujer?

Mila Kunis: Creo que todo es un ejercicio de imaginación. Nunca he interpretado a un personaje que me hiciera pensar, ‘Es igual que yo’. Me encanta crear un personaje, me gusta plantear la interpretación como un juego. En serio. Soy la persona menos indicada para hablar de esto porque no tengo una técnica. Será que no soy una actriz de verdad, solo me lo paso muy bien con mi trabajo y me encanta. Supongo que lo único que puedo decir es que me pareció una mujer muy interesante que ha pasado por mucho en la vida. Me ha gustado habitar ese personaje durante treinta días. Pero creo que nunca he pensado, ‘Me identifico totalmente con esto. He trabajado en un hotel, así que entiendo a este personaje. O antes era bailarina, así que entiendo a este otro’. Nunca he hecho nada de lo que hacen los personajes que he interpretado. No tengo ninguna habilidad especial. No he tenido ningún otro trabajo. ¿Por qué iba a sentirme identificada con ellos? Me encantan como personas y me resultan muy interesantes y divertidos.

Pregunta: Eso es lo increíble de la profesión de intérprete, que puedes transformarte y vivir las vidas de otras personas.

Mila Kunis: Sí. Creo que todo el mundo puede hacerlo si se deja llevar. No es cuestión de imitar a alguien que hayas conocido. Creo que todo eso se puede lograr en el rodaje.

Pregunta: Hay una escena increíble en el guion en la que Amanda va a un colegio para hablar con los chavales.

Mila Kunis: ¡Estamos rodándola hoy!

Pregunta: Me impactó mucho cuando la leí. Por encima de todo, me parece una escena muy intensa. ¿Cómo ha sido rodarla? ¿Cómo te preparas mentalmente?

Mila Kunis: Como decía antes, soy la persona menos indicada para hablar de eso. Podría contarte una milonga sobre lo mucho que tardo en meterme en el personaje, pero no es así. Soy una persona muy sentimental y trabajo mucho con las emociones. Para mí la interpretación es como ir a terapia. Todo me parece bien. Estuve un rato jugando con Pippie, el perro de Glenn, y después nos pusimos a rodar, interpretamos las escenas y luego volví a hacerle monerías al perro. Glenn es igual. Hay que darlo todo en el momento, pero también hay que dejarlo ir.

Pregunta: Está ahí sobre el papel.

Mila Kunis: Sí, como te digo, hay otros intérpretes que lo preparan todo mucho mejor que yo. Para mí es un trabajo muy divertido para el que quiero estar muy centrada. Tengo muy claro lo que estoy haciendo. Estoy creando algo para entretener a los espectadores.

Pregunta: Esta película habla sobre un tema que afecta a todo el país y el contexto puede acabar creando un debate a nivel nacional.

Mila Kunis: Espero que así sea. Vivimos en una sociedad en la que podemos hablar de salud mental sin tapujos. Esta película es tan especial porque no trata el tema con torpeza, no intenta educar ni dar una ponencia sobre la drogadicción. Me gusta que plasme una relación de dependencia entre la madre y la hija, en la que ambas son adictas a su manera. Creo que todo el mundo podrá sentirse identificado con una cosa y es que todos tenemos una faceta de codependencia, ya sea narcisista o cualquier otra cosa. Hay dos características en la vida y creo que en la película se ven ambas y están retratadas con gran habilidad.