Nada más llegar a París, Yoav se queda literalmente desnudo, sin posesiones ni identidad. Renace así de cero, renegando del Israel y del hebreo, y establece una intrincada y sensual relación con sus benefactores Émile (Quentin Dolmaire, A Violent Desire for Joy) y su novia Caroline (Louise Chevillotte, Amante por un día).