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  El jardín secreto  (The secret garden)
  Dirigida por Marc Munden
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Película de fantasía y aventuras para toda la familia protagonizada por Colin Firth y Julie Walters y basada en la popular novela homónima.

Los productores de la saga Harry Potter y Paddington se encargan de llevar a la gran pantalla esta historia en la que una niña huérfana tiene que acostumbrarse a vivir en una sombría casa que guarda un maravilloso secreto: un jardín mágico en el que todo es posible.

La película está basada en la novela homónima de la escritora británica Frances Hodgson Burnett, autora de otras novelas de fantasía para niños como La princesita. La novela es uno de los libros más queridos por generaciones enteras de niños en Inglaterra y forma cada año parte de los libros recomendados en las escuelas.

Colin Firth (ganador del Oscar por El discurso del rey) y Julie Walters (nominada al Oscar por Billy Elliot) encabezan el reparto de esta película dirigida por Marc Munden (Utopía, Pétalo Carmesí, flor blanca).

Jack Thorne, guionista de series de fantasía de gran éxito como La materia oscura y The Fades y escritor de la secuela teatral Harry Potter y el legado maldito, adapta la novela manteniendo intactos la magia y el espíritu de cuento de hadas de la novela.


(Por la productora Rosie Alison)
El jardín secreto se ha representado varias veces como obra de teatro, se ha adaptado como musical para Broadway, se ha podido ver como serie de televisión en cuatro versiones distintas y se ha llevado a la gran pantalla en otras cuatro ocasiones. Es una historia que se ha contado una y otra vez desde hace muchos años. Según la novelista Alison Lurie, 'Frances Hodgson Burnett ha creado una de esas historias que hablan de fantasías secretas y deseos; historias que ponen de manifiesto los sueños de toda una sociedad y consiguen trascender el éxito comercial para llegar a convertirse en una pieza fundamental de la cultura popular'.

Pocas cosas son tan sencillas y a la vez tan universales como el concepto de un jardín secreto. El encanto es todavía mayor, si cabe, cuando ese jardín secreto lo descubre una chica solitaria en pleno invierno. En este caso, la historia del jardín se convierte en una fábula redentora sobre una niña que aprende el valor de la amistad y la naturaleza.

Pero, ¿qué necesidad había de adaptar de nuevo El jardín secreto? La respuesta: han pasado ya 27 años desde el estreno de la última adaptación cinematográfica y hoy en día hay toda una generación de niños que no conocen El jardín secreto, una historia misteriosa, surrealista y profunda. Ahora que vivimos en una sociedad que se olvida cada vez más de la naturaleza, no está de más recordar los beneficios del mundo vegetal.

Nuestra adaptación tiene un sello muy personal, puesto que presentamos la historia desde un punto de vista más subjetivo y envolvente a través de los ojos de Mary. Los límites entre la realidad y la imaginación se funden más que en adaptaciones anteriores.

En nuestro jardín también florece una relación más equilibrada y simbiótica entre los niños. El mundo natural refleja las experiencias de los niños y responde a sus sensaciones, dando a entender que la imaginación tiene mucho peso en su relación con la naturaleza. La ‘magia’ del jardín bebe del realismo mágico.

Por otra parte, nuestra forma de rodar también ha sido innovadora, puesto que en lugar de recrear un jardín en un plató exterior o utilizar un par de localizaciones que en realidad estaban al lado de una autopista, hemos querido evocar un jardín tan salvaje y extenso como la imaginación de Mary. Para ello nos hemos trasladado a algunos de los jardines más asombrosos del Reino Unido, donde pudimos retratar la naturaleza en estado puro.

No fue tarea fácil, sino más bien una odisea que nos llevó desde los moors (praderas) de Yorkshire, con su paisaje salpicado de abadías en ruinas, hasta el arco de árboles (Laburnum Arch) y el riachuelo de Bodnant en Gales, pasando por las impresionantes gunneráceas y los helechos de los jardines subtropicales de Trebah en Cornualles.

También visitamos Puzzlewood, en el bosque de Dean, un vergel misterioso cubierto de musgo, y las asombrosas terrazas de los jardines de Iford Manor, una mansión en Somerset, entre otras muchas maravillas vegetales. Hemos querido celebrar la naturaleza a través de la mirada de los niños. Nos hemos inspirado siempre en jardines reales, en lugar de recurrir a los efectos visuales para ‘reinventar’ la naturaleza.

Uno de los grandes cambios que hemos introducido con respecto a la obra original está relacionado con el momento histórico en el que se desarrolla la película. Aunque la novela se publicó en 1911, nos pareció que la época eduardiana le quedaba muy lejos a los espectadores. De ahí que decidiéramos avanzar un poco en el tiempo y ambientar nuestra versión de El jardín secreto al terminar la Segunda Guerra Mundial, en 1947. Así, la trágica muerte de los padres de Mary en India ocurre durante la epidemia de cólera tras la Partición de India y Misselthwaite Manor empieza a volver a la rutina tras haber funcionado como hospital para los soldados heridos en combate. Mary se encuentra rodeada por el dolor, no solo por sus circunstancias personales, sino porque todo el país está sumido en una especie de duelo como consecuencia de la guerra.

Nuestra Mary es una niña engreída, sin pelos en la lengua y muy falta de cariño, al igual que en la novela, pero hemos excluido algunos de los personajes secundarios para centrarnos más en las relaciones que apuntalan la historia. Nos hemos detenido en el personaje de Archibald para analizar cómo este hombre afligido proyecta su depresión en su enfermizo hijo Colin, un curioso caso de síndrome de Münchhausen por poder sobre el que gira la historia original. Hemos intentado profundizar más en el misterio de qué le ocurrió a su familia en Misselthwaite, incluso introduciendo algunos personajes difuntos en nuestra película.

El texto que aparece a continuación está basado en entrevistas con el guionista Jack Thorne y el director Marc Munden. Gracias a su trabajo y al del increíble reparto y el fantástico equipo de producción, hemos aspirado a crear una película pura y con gran corazón, en la que diseño, vestuario, fotografía y música comparten una misma visión.

El jardín secreto no es solo un cuento para niños, sino un cuento sobre la infancia. Esperamos que los adultos disfruten al revivir sus recuerdos y que una nueva generación de niños se deje seducir por esta misteriosa historia y se asombre al desentrañar los secretos de esta familia y descubrir todo un mundo de posibilidades y esperanza.



Frances Hodgson Burnett publicó El jardín secreto en 1911, tras su aparición por entregas en The American Magazine (entre noviembre de 1910 y agosto de 1911). Ambientada en Yorkshire, se convirtió en una de las novelas más populares de Burnett y se considera uno de los clásicos de la literatura infantil británica. En su formato original llegó al público adulto, dado que pocos niños ojeaban The American Magazine, y su enorme popularidad se debe a su capacidad para llegar a lectores de todas las edades.

Burnett utilizó un enfoque poco ortodoxo para construir su historia, puesto que la protagonista no era la típica niña huérfana, sino una chica consentida y desagradable que no tenía por qué suscitar la empatía de los lectores. De hecho, en la primera frase de la novela describe a Mary Lennox como, "La niña más odiosa que se haya visto". Según una de las reseñas, "Mary (…) no es una niña simpática y cariñosa como las huérfanas de Oliver Twist o la Cenicienta". No es Pip ni Jane Eyre ni Heidi. A los seis años, dice Burnett, Mary ya era una pequeña tirana egoísta.

Esa premisa tan inusual fue lo que atrajo a los lectores. Al ir interactuando con el jardín mágico, Mary aprende a rehabilitarse. No se enamora de alguien que la rescata. Esta es una historia de transformación, que trata también los temas de la discapacidad y el poder redentor de la naturaleza. Es una aventura para jóvenes lectores en la que subyace una complejidad que trasciende a la historias clásicas de la literatura infantil.

Los productores Rosie Alison y David Heyman de Heyday Films se percataron enseguida de que la historia funcionaba igual de bien entre los niños y los adultos. "La fuerza de esta historia es imperecedera, pasan los años y sigue llegando a todos los públicos", comenta Alison.

"Un jardín secreto es un concepto tan sencillo como universal. Y hay algo muy conmovedor en la historia de esa niña solitaria, en esa casa gélida, que se topa con un vergel mágico y descubre un lugar olvidado que le enseña a reconciliarse con la vida a través de la naturaleza y la amistad".

"Es una historia muy íntima", añade. "Creo que a todo el mundo le emociona la idea de un lugar secreto que se abre a un jardín soleado, radiante y floreciente. Es fácil identificarse con esa sensación de encontrar un refugio interior".

"Es una fábula muy bonita sobre la redención, y es una historia muy adulta. Por otra parte, aunque inicialmente pensamos que la historia había tenido más éxito entre mujeres y niñas, cuando estuvimos buscando localizaciones nos sorprendió la cantidad de hombres que nos comentaron que les gustaba mucho El jardín secreto". Por ejemplo, Alison comenta que Colin Firth (quien interpreta al tío de Mary, Archibald Craven) se emocionó tanto con el guion de Heyday que interrumpió su año sabático para unirse al reparto.

"Colin leyó el guion y quedó prendado", comenta. "Le conmovió mucho la pureza de la historia".

Heyman también cree que está adaptación será universal, como las películas de Harry Potter que produjo. "Hemos rodado una película para niños y niñas a partir de los siete años, pero confío en que la disfruten espectadores de más de setenta años", comenta.

De hecho, El jardín secreto es una novela tan conocida que ya se ha llevado a la gran pantalla en cuatro ocasiones, ha inspirado una obra de teatro de Broadway y se ha adaptado para televisión cuatro veces. Aun así, Alison cree que había llegado el momento de reencontrarse con esta historia, que sigue vigente en el siglo XXI, especialmente teniendo en cuenta que muchos de los niños de hoy no habrían visto las adaptaciones anteriores.

"Hace 27 años desde que se llevó al cine por última vez", comenta, "y toda una generación de niños no conoce El jardín secreto, por lo que se están perdiendo esta historia misteriosa, increíble y profunda".

"Hoy en día estamos perdiendo el contacto con la naturaleza", añade, "y necesitamos recordar sus beneficios. De ahí que la idea de encontrar un pasadizo secreto a un lugar que te abre a la vida siga siendo igual de potente".

"Espero que nuestra adaptación tenga más profundidad psicológica que las adaptaciones anteriores, ya que examina nuestra relación con la naturaleza".

Para llevar su visión a la gran pantalla, Alison y Heyman recurrieron al guionista Jack Thorne, conocido por explorar problemáticas infantiles y tratar el tema del aislamiento juvenil y la discapacidad en producciones tan diversas como Wonder, Skins, Cast Off, The Scouting Book for Boys, Déjame entrar y Harry Potter and the Cursed Child.

"A la hora de adaptar El jardín secreto, nuestra mayor preocupación fue evitar caer en los clichés de las películas anticuadas de sobremesa", explica Alison. "Por eso nos centramos en darle un aire de modernidad, para que fuera relevante y calara entre el público actual. Jack tiene un tono fresco y contemporáneo, y tiene una capacidad increíble para captar la forma de hablar de los niños y los jóvenes".

"Le interesan mucho los chavales que no encajan y son un tanto diferentes. Adaptó Déjame entrar para el Royal Court Theatre, y también ha estudiado mucho el tema de la discapacidad".

"Nos parecía que el proyecto encajaba muy bien con su trayectoria. Jack tiene un gran corazón y es muy puro. Es un tipo muy cercano y maneja muy bien lo lírico y lo espontáneo, por lo que El jardín secreto parecía estar hecho a su medida".

A Thorne le había encantado el libro de pequeño y, al volver a leerlo después de hablar con Heyday, le gustó todavía más como adulto. "Es un libro muy valiente", comenta. "Es maravillosamente retorcido y está protagonizado por una niña muy destructiva que se reencuentra consigo misma. Al volver a leerlo, me sorprendió para bien lo oscuro que es. Me interesó todavía más al darme cuenta de eso".

Le atrajo especialmente la posibilidad de analizar por qué Mary se había convertido en una niña tan arisca. "Quería centrarme en mostrar que esta niña había sufrido por culpa de los adultos y se había rehabilitado gracias a los niños. Colin y Mary han sido abandonados por los adultos, y me parecía muy importante explorar ese sentimiento compartido".

La personalidad de la protagonista, tanto en el libro como en la adaptación de Thorne, se formó en India. "No pasamos mucho tiempo en India, pero por lo poco que vemos, podemos percibir que estaba muy falta de cariño. Sus padres no pasaban tiempo con ella, por motivos muy complicados", comenta el guionista. "Su madre estaba sumida en mucha oscuridad y tristeza. Pero la conclusión es que después de la decepción que suponen para ella los adultos, recupera la esperanza gracias a los niños".

"El hecho de que Mary aprenda a quererse a sí misma al interactuar con otros niños y con el jardín es una de las razones por las que El jardín secreto me parece una historia tan potente", explica Thorne.

"Hay algo muy interesante en ver cómo madura Mary, ya que su personaje evoluciona de una manera muy poco habitual en la ficción actual", comenta. "Me resulta curioso que no suela haber protagonistas infantiles tan desagradables. Una de las cosas que me atrajo de esta historia fue el hecho de que esta niña no se salva de algo, sino que se salva de sí misma".

"Es muy importante ser conscientes de cómo somos y ser capaces de renovarnos y volver a florecer. Esto es algo que Mary hace al entrar al jardín. Por otra parte, también tiene mucha fuerza el mensaje del poder de la naturaleza. Ojalá la película anime a los niños a pasar más tiempo en el parque o en un jardín. Sería fantástico".

Después de fichar a Thorne para escribir el guion, Alison y Heyman le propusieron la tarea de dirigir el filme a Marc Munden, ganador de tres premios BAFTA y conocido por Utopia, Pétalo carmesí, flor blanca, National Treasure (una serie en la que trabajó con Thorne) y La marca de Caín, entre muchos otros proyectos de gran renombre.

"Pensamos en Marc desde el principio", cuenta Alison, "y aunque El jardín secreto no se parece a nada que haya hecho antes, queríamos trabajar con él por ser un director muy personal con un ojo clínico muy visionario".

"Marc consigue crear un tono muy subjetivo y se sumerge de lleno en la psicología y las emociones de los personajes para retratarlas con enorme realismo. Ha filmado proyectos televisivos muy oscuros y revolucionarios, pero es un hombre muy amable y atento con un lado muy enternecedor y reflexivo. Sabíamos que su película sería de todo menos cursi y empalagosa".

A Munden le atrajo la idea. "Al leer el guion de Jack me pareció que reflejaba muy bien el libro", comenta, "pero me llamaron mucho la atención de dos cosas. Por un lado, me gustó que estos niños tan faltos de cariño descubran cómo ser niños gracias al poder de la amistad".

"Y, por otro, me gustó que aunque el guion era fiel al libro, Jack le había dado a los niños una inteligencia emocional y una capacidad para expresar sus sentimientos muy adulta. Los adultos están escritos como adultos pero no tienen esa capacidad emocional para gestionar su dolor. Así, los niños se enfrentan a su situación de una manera muy adulta, muy del siglo XXI. Me pareció un planteamiento muy moderno".



"En cada historia reside otra historia. Una historia que se lee entre líneas, que nunca se escuchará y que solo podrán descubrir los lectores aficionados a las adivinanzas". - Frances Hodgson Burnett

David Heyman tiene mucha experiencia adaptando libros a la gran pantalla, como deja ver su gran trabajo en las películas de Harry Potter.

"Creo que la clave está en mantener el espíritu del libro", comenta, "más que en ser fiel al texto en sí. El jardín secreto es un clásico literario, por lo que había elementos claves que queríamos mantener, pero también hemos aportado algunos cambios. Por ejemplo, hemos ambientado la película en un momento histórico diferente, dado que nos ayudaba a hacerla más accesible, pero sin perder la esencia de la historia de Hodgson Burnett".

Aunque la primera entrega del libro de Burnett se publicó en 1910, los productores habían decidido no ambientar la historia en esa época incluso antes de hablar con el guionista y el director.

"Nos parecía que los niños de hoy se identificarían mejor con la historia si nos alejábamos un poco de las gorras y los botines de principios de siglo, aunque manteniéndonos firmemente en el pasado", explica Alison. "La película está ambientada después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, y cuando conocemos a Mary ha perdido a sus padres en India por la epidemia de cólera ocurrida durante la Partición".

La decisión también permitió a los realizadores darle un contexto histórico a la destartalada mansión de Misselthwaite Manor, que en la película se recupera tras haber servido como hospital militar durante la guerra.

"Mary está rodeada de una atmósfera de dolor, que va más allá del suyo propio", prosigue Alison. "Todos los personajes se enfrentan a las consecuencias de la guerra. La casa es un retiro que está alejado del mundo, y eso le da a la historia más profundidad y relevancia".

Por otra parte, aunque la película es fiel al libro en cuanto a la personalidad desagradable, egoísta, malcriada y falta de cariño y atención de la protagonista, los realizadores han descartado algunos personajes secundarios del libro para centrarse más en las relaciones que apuntalan la historia, sobre todo en el vínculo tan complicado que une a Colin y a su afligido padre Archibald.

No aparecen el doctor Craven —el malvado tío de Mary y hermano de Archibald— ni tampoco el personaje del jardinero. Jack Thorne ha creado un personaje nuevo con el que Mary desarrolla un vínculo muy especial durante sus primeros días de soledad en Misselthwaite: un perro que guía a la niña hasta el jardín.

Los realizadores decidieron valerse de dos fantasmas (metafóricos y literales) para profundizar en la tragedia que sacudió a la familia en Misselthwaite. Su presencia subraya y aclara la angustia emocional que marca a todos los residentes de la mansión. Tanto la hermana de Mary como la mujer de Archibald (y madre de Colin) se convierten en elementos corpóreos. Hermanas en vida, se han reencontrado en la muerte.

"Aparecen los fantasmas de las madres", explica Alison, "y Colin y su padre viven un momento muy emotivo de reconciliación al final de la película. En nuestra versión Mary también se reencuentra con el fantasma de su madre".

Los fantasmas de las madres son espectros buenos. "Es una historia sobre fantasmas familiares", añade la productora. "La historia de una familia que ha descuidado las relaciones personales y se ha olvidado del cariño. Mary necesita cerrar las heridas de su familia y las suyas propias".

Alison comenta que en la novela original de Burnett los padres de Mary son un tanto desprendidos, están siempre de fiesta e ignoran bastante a la niña. "Cuando fallecen dejan atrás a su hija, una niña muy malcriada y desagradable. Burnett no vuelve a tratar el tema de la madre; se centra en la relación entre Colin y su padre".

"En nuestra versión Mary no consigue superar el fantasma de la ausencia emocional de su madre porque le ha hecho mucho daño. Poco a poco vamos recomponiendo los fragmentos de su historia para entender que detrás de esa niña falta de cariño había una madre sumida en una profunda depresión".

Cuando Mary llega a Misselthwaite escucha llantos en mitad de la noche y cree que son los fantasmas de los soldados heridos en combate que murieron en la casa cuando se usó como hospital durante la guerra. Al descubrir una habitación secreta empieza a escuchar ecos de su madre y su tía, ambas fallecidas, y acaba dándose cuenta de que el jardín pertenece a la difunta madre de Colin. "Nuestra historia se basa en la idea de convivir con los fantasmas del pasado de la familia", comenta Alison.

A Munden le llamaba especialmente la idea de los fantasmas. "Quería recrear una sensación onírica, como de estado febril", comenta el director. "La protagonista de nuestra historia es una niña que sufre un trauma terrible al tener que apañárselas sola en India tras la muerte de sus padres. Sufre un shock postraumático al llegar a Inglaterra, en un entorno que le resulta totalmente ajeno, y lo único que le queda es la imaginación".

Hay momentos de la película en los que la cámara alterna entre el estado de ensoñación de Mary y la dura y fría realidad. "A veces no se sabe muy bien dónde empieza uno y acaba el otro", añade Munden. "Y creo que el trauma funciona un poco así, por lo que creo que hemos reflejado bien cómo se sentiría Mary".

"De hecho, seguramente los adultos también se sientan así", comenta. "Archibald Craven, el personaje al que interpreta Colin Firth, también ha pasado por un trauma similar, hasta el punto de que ha anulado a su hijo: lo tiene encarcelado y lo está castigando". Por ello, al final se enfrenta al fantasma de su difunta mujer.

Uno de los cambios más importantes con respecto a la novela está relacionado con el final del filme. Se ha criticado bastante la falta de drama con la que se cierra el original de Burnett y, en esta adaptación cinematográfica, los realizadores han incluido un incendio para subrayar esa sensación de urgencia y peligro al llegar al final de la historia. Es en estas escenas donde se manifiestan plenamente ambos fantasmas.

"El clímax de la película llega con el incendio", explica Alison. "Está claro que la novela original se inspiró en Jane Eyre, pero es que además cuando visitamos todas esas mansiones de la campiña inglesa, nos dimos cuenta de que casi todas habían sufrido incendios a lo largo de su historia".

El fuego es un elemento purificador y simboliza el renacimiento de la casa y de toda la familia.




Mary Lennox
El jardín secreto gira entorno a una niña muy desagradable y egoísta con una enorme imaginación. Los realizadores buscaban a una actriz desconocida para el papel y después de ver las pruebas de unas 800 niñas, al final el director se decantó por Dixie Egerickx, de 12 años.

Munden se deshace en elogios hacia Egerickx. "Tenía 12 años cuando la conocimos, pero es tan madura que parecía que tuviera 26", comenta. "Hablaba con ella y le hacía los mismos comentarios que a una actriz adulta, pero tiene también un lado infantil, que es justo lo que buscábamos para el jardín".

"Quería que las escenas del jardín fueran divertidas. Quería mostrar a los niños jugando, ensuciándose, persiguiendo insectos y silbando. Al describirlo igual suena un poco anticuado, pero en realidad es atemporal. Dixie ha sabido retratar muy bien esa ingenuidad infantil, que he intentado incluir todo lo posible, a pesar de que su personaje es una niña muy poco niña".

"Quería que la actriz supiera gestionar las emociones y la inteligencia del guion de Jack y supiera cómo transmitirlas, pero que también fuera lo suficientemente joven como disfrutar de cosas como disfrazarse y hacer bailecitos".

Egerickx se emocionó mucho al saber que había conseguido el papel. "Me puse supercontenta", confiesa. "Me gusta mucho cómo cambia mi personaje. Al principio Mary está muy triste porque le han hecho mucho daño y lo ha perdido todo, pero según avanza la historia, va transformándose en un personaje mucho más agradable. Acaba asimilando lo que le ha pasado y cambia mucho. También me gusta que Mary no sea la típica niña cursi y mona, sino que dice siempre lo que piensa, sin pelos en la lengua".

"La verdad es que me parece muy feminista", añade la joven actriz. "En la película el peso de la historia recae sobre Mary, mucho más que en el libro, y eso me parece genial".

Dice que también le impresionó mucho el papel que desempeñan la naturaleza y el propio jardín, algo que le resulta muy relevante a los niños del siglo XXI.

"Creo que el elemento natural es muy potente porque muchos jóvenes, yo la primera, se pasan todo el día mirando el móvil", comenta. "Me ha abierto los ojos y me ha hecho descubrir todo lo que hay ahí fuera y que me pierdo por estar enfrascada mirando el teléfono".

"Mi madre es florista, mi padre diseña jardines y mi abuelo es horticultor", añade, "por lo que he crecido en una familia que está muy en contacto con la naturaleza, pero la película me ha inspirado a salir más a la calle".

Egerickx conocía el libro, pero disfrutó especialmente de la adaptación de Thorne. "Me parece genial que hayan modernizado la historia sin perder su esencia. Demuestra que la gente puede cambiar, tanto Mary como Colin, y también los adultos".

Los realizadores se centraron mucho en la imaginación de Mary para profundizar en el personaje. Este aspecto, que ya aparece en el libro, hace que la niña resulte menos odiosa al empezar la película. Para reforzar esta característica, los realizadores se inspiraron en otra de las historias de Burnett, La princesita, publicada en 1905.

"Nos hemos basado un poco en La princesita para subrayar el gran poder de su imaginación", comenta Alison. "Queríamos que toda la historia girase entorno a la imaginación infantil".

La imaginación y las emociones que suscita de forma innata son las que hacen que Mary evolucione. "En parte es la historia de unos niños que empiezan a entender las complejidades del mundo de los adultos, y Mary corrige los errores que cometieron sus padres con ella al reconciliar a Colin con su padre Archibald, un hombre muy desprendido y poco en contacto con sus sentimientos".

Archibald Craven
Archibald Craven es el tío de Mary, propietario de Misselthwaite Manor. Es un hombre misterioso y al empezar la historia es la típica figura solitaria a la que se ve paseando fugazmente por su castillo, como en La bella y la bestia o Jane Eyre. La complejidad del personaje obligó a los realizadores a recurrir a uno de los actores más reconocidos de su generación, el oscarizado Colin Firth.

Firth interrumpió un año sabático para interpretar el papel. "Creo que Colin ha sido muy valiente y no le ha importado meterse en la piel de este personaje tan desdichado", comenta Munden. "Ha bordado las emociones de un hombre que está sometido a tanto sufrimiento. Cuesta mucho hacer que Archibald caiga bien, pero Colin es un hombre muy profundo y le ha aportado al personaje mucho de sí mismo".

David Heyman coincide: "Colin es increíble. Creo que ha conseguido crear un personaje con el que el público va a empatizar. Ha sido una suerte enorme no solo por contar con una leyenda británica, sino por su un enorme talento interpretativo".

Firth comenta que el personaje que ha escrito Thorne le resultaba fascinante. "Es un hombre muy misterioso", comenta el actor, "al que no conocemos hasta bien entrada la película. De primeras, le impone mucho a Mary y a través de ella, los espectadores lo ven como una presencia bastante monstruosa. El mundo que conoce Mary en Misselthwaite por lo general es amenazador, vacío y descorazonador. Y eso es en gran parte debido a Archibald".

"Es muy interesante meterte en la piel de un personaje así porque da mucho juego como actor. Es un hombre roto por el dolor, que no supera la muerte de su mujer, y ha permitido que ese dolor se haya convertido en una fuerza negativa muy potente".

Según Firth, su personaje ha ido contagiando su sufrimiento y su dolor a todo y a todos los que le rodean. "Ha permitido que la pena y el dolor le destruyan. El estado mental de Archibald afecta a todos y a todo: el jardín, la casa, su hijo y todo el personal".

Dice que el dolor que consume a Archibald es muy narcisista. "Se ha olvidado de todo el mundo, o está reprimiendo a todo el mundo. Les está haciendo muchísimo daño al proyectar todo el odio que siente. Y el personaje que más sufre la depresión de Archibald es su propio hijo".

Colin Craven
El hijo de Archibald, y el segundo niño más importante de El jardín secreto, es Colin, el chico minusválido al que su padre ha recluido en su habitación. Él también necesita rehabilitarse y aprenderá mucho de la relación que va formándose lentamente con Mary y sigue evolucionando al descubrir el jardín. Los realizadores seleccionaron a Edan Hayhurst para dar vida a Colin.

"Cuando Edan hizo el casting, me llamó mucho la atención", comenta Munden. "Se había preparado un acento de la década 1940, con lo que me pareció sacado de una película antigua. Enseguida vi que era un chaval muy inteligente".

"Cuando hablé con él después descubrí que no hablaba así y le pregunté cómo había conseguido ese acento. Me contó que había visto películas antiguas en YouTube y había copiado la forma de hablar de los niños. ¡Vino con el trabajo hecho!".

Señora Medlock
La señora Medlock es otro de los personajes principales de El jardín secreto. En el libro de Burnett la ama de llaves de Misselthwaite es una mujer despiadada y estricta con una lengua viperina. Los realizadores querían que el suyo fuera un personaje más profundo y vulnerable. Recurrieron, por ello, a otra actriz de primera, Julie Walters, nominada en dos ocasiones a los Oscar. Walters había trabajado ya con Thorne y Munden en la serie National Treasure y era una vieja conocida de Heyman, con quien había colaborado en siete películas de Harry Potter y las dos entregas de Paddington.

Heyman se alegró mucho de poder contar con ella. "Ha sido maravilloso trabajar con Julie", comenta. "Los espectadores enseguida se preocupan por ella y entienden su postura. En esta película, Julie interpreta a un personaje algo más oscuro, que intimida un poco y no le da a la protagonista la oportunidad de hacer lo que le gustaría. Es muy autoritaria".

"Julie es una actriz tan brillante que puede dar miedo sin perder humanidad. El personaje no da la impresión de ser fría y malvada porque Julie le añade muchos matices".

Munden también habla con entusiasmo de Walters, a quien ha llegado a describir como la mejor actriz con la que ha trabajado. "Puede con todo", comenta. "No queríamos que la señora Medlock fuera como un personaje malvado de dibujos animados. Es la ama de llaves de la casa y es la cuidadora de Archibald. En el libro resulta muy antipática, pero sabía que Julie le aportaría la vulnerabilidad y el sentido del humor que se percibe debajo de esa fachada tan dura".

La señora Medlock empieza con mal pie con Mary. "Pero en lugar de enfadarse, se queda un poco descolocada", comenta Munden. "El resultado es bastante gracioso y esa comicidad la ha aportado Julie al personaje. Pocas actrices hubieran conseguido darle tanta humanidad a la señora Medlock".

Walters comenta que ha disfrutado mucho haciendo suyo el personaje que ha creado Thorne. "Tiene muchas características de las mujeres victorianas", comenta. "Es muy fiel y quizá incluso esté un poco enamorada de Archibald, aunque guardando siempre las distancias, y se muestra muy protectora hacia él y hacia la casa".

Gestionar la mansión supone una carga muy grande para ella. "La señora Medlock quiere que la casa vuelva a ser la que era", comenta Walters, "pero también intenta sobrellevar la depresión de Archibald, que está hundido. Se nota que está muy agobiada".

A Walters le gusta mucho la relación de su personaje con Mary, y se ha llevado muy bien con la joven actriz. "Mi personaje interactúa principalmente con Dixie y he de decir que es fantástica", comenta Walters. "Además de ser muy lista, es una actriz maravillosa. No ha sido como trabajar con una niña. Hemos tenido conversaciones de verdad, nada de temas infantiles".

"Por otra parte, la relación entre la señora Medlock y Mary me resulta muy interesante", añade Walters. "Mary la deja totalmente desconcertada, tanto por su forma de hablar como por su manera de entender las cosas. Por eso están siempre a la gresca, porque ella está intentando entender a esta personita tan salvaje".

Dickon y Martha
Mary despliega su lado más salvaje al conocer a Dickon, un chaval algo más mayor que ella, que es hermano de la sirvienta. Está muy en contacto con el mundo natural y ayuda a Mary a entender mejor la naturaleza al interactuar con el jardín. Los realizadores eligieron para el papel de Dickon a Amir Wilson, conocido por La materia oscura (BBC/HBO). Isis Davis interpreta a su hermana, Martha.

"Muchos chavales hicieron el casting, pero Amir Wilson tiene mucha experiencia en teatro y es una bellísima persona. Además, nos parecía que le pegaba llevar un hurón en el bolsillo", se ríe Munden. "Ya había trabajado con Isis Davis, que interpreta a su hermana Martha, y me pareció una actriz maravillosa. Se han llevado fenomenal".



El concepto del jardín secreto se le ha pasado por la cabeza a todos los amantes de la naturaleza, e incluso sin haber leído el libro de Burnett ni conocer las adaptaciones, los espectadores entenderán su atractivo. Este es un jardín secreto que rehabilita el alma. La idea de un jardín fantástico, secreto, lleno de posibilidades, atraía muchísimo a Thorne.

Al escribir su versión del jardín de Burnett, Thorne quería centrarse en la idea de la simbiosis. "La naturaleza es muy compleja", explica, "y me gusta que nuestro jardín sea totalmente salvaje, porque al encontrar la verdadera naturaleza de algo, permitimos que ese algo florezca".

"Creo que la metáfora es que el jardín libera el espíritu de los niños y ellos, al sentirse libres, empiezan a llevarse mejor. Los adultos no les ayudan, con ellos los que consiguen sentirse mejor y rehabilitarse gracias al jardín".

Munden le pareció muy bien a la idea de Thorne. "Jack ha creado un jardín fantástico", comenta, "y quería que fuera inagotable pero no infinito. Quiero decir, que quería que Mary sintiera que caía por una madriguera, como Alicia. Al saltar el muro llega a un lugar que es completamente diferente. Pensé que los espectadores entenderían que el jardín se perdía en el horizonte".

Para hacer realidad la visión que Thorne había plasmado en su guion, Munden recurrió al diseñador de producción Grant Montgomery, que ha desempeñado un papel clave en el diseño del jardín. "Marc decía que el jardín tenía que envolver a Mary, pero también al público", comenta Montgomery.

"También queríamos reflejar la escala de este jardín tan inmenso en el que cuesta saber si todo es real o producto de la imaginación de Mary. Esa fue nuestra inspiración a la hora de crear un jardín que se transforma una y otra vez en diferentes entornos según va avanzando la historia".

La naturaleza fantástica del jardín no se compone de flora exótica, sino de plantas originarias de Gran Bretaña. La ‘magia’ del jardín procede de su interior. Cuando Mary y Colin reaccionan al descubrir el jardín, el jardín reacciona a su presencia.

"Mary cambia después de descubrir el jardín y empieza a abrirse a gente como Colin", apunta Munden. "Pero según avanza la trama, el jardín también reacciona a su presencia. Existe una relación simbiótica entre los niños y el jardín. El jardín cobra vida y florece, al igual que los niños. Todos se ayudan".

A la hora de crear el jardín en sí mismo, los realizadores quisieron utilizar vegetación real y recurrir únicamente a los efectos por ordenador cuando fuera estrictamente necesario.

"Hemos buscado jardines muy especiales porque en ningún caso hemos querido reinventar la naturaleza. Por otra parte, los avances técnicos actuales nos han permitido utilizar efectos visuales para hacer cosas que eran impensables en las adaptaciones anteriores. Teníamos muy claro que no queríamos crear el jardín secreto por ordenador, pero sí hemos aprovechado la posibilidad de mejorar sutilmente el mundo natural", explica Alison.

Los efectos eran necesarios para plasmar la reacción del jardín al sentir a Mary y Colin. "Vemos cómo la llegada de los niños afecta al jardín", añade Alison. "Es una relación recíproca con la naturaleza, y hemos utilizado los efectos visuales para hacer hincapié en la sensación de que el jardín refleja los sentimientos de los niños. Cuantos más jardines visitamos y más investigamos sobre la materia, más nos dimos cuenta de que es imposible replicar la naturaleza. Era muy importante que no quedara falso".

Los realizadores se embarcaron en una búsqueda interminable por Yorkshire, Gales, el Bosque de Dean, Wiltshire, Dorset y Cornualles para dar con las localizaciones que formarían su jardín secreto. "Visitamos unos 50 o 60 jardines por todo el país", comenta Montgomery. "Luego hicimos una criba y nos quedamos con los que hemos utilizado en la película. Ha sido muy interesante porque hemos creado entornos diferentes con cada uno de los jardines".

Cuando Mary entra en el jardín por primera vez se encuentra con una vegetación salvaje, que se filmó en Puzzlewood en el Bosque de Dean, con las piedras llenas de musgo, los árboles extraños y los pasillos de roca, vestigios de una antigua mina de hierro. Después descubre una pradera espectacular, con flores y un arroyo, que se rodó en Bodnant Gardens, cerca de Conwy (Gales). Allí también se rodaron las escenas del asombroso Laburnum Arch.

Las escenas del valle con sus impresionantes abetos y gunneráceas se rodaron en el entorno subtropical de Trebah Gardens en Cornualles. En el centro del jardín se encuentra un templo medio derruido, que se filmó en Fountains Abbey en Yorkshire.

Por último, el jardín Harold Peto de Iford Manor en Wiltshire se convirtió en lo que Alison define como "la imagen que tiene todo el mundo del jardín secreto, con la columnata y las glicinas".

La única construcción creada por el departamento de arte fue el claro donde se encuentra el árbol con el columpio. "El director de producción Grant Montgomery cogió ese árbol tan increíble y lo rodeó de un anfiteatro de flores para convertirlo en una pradera impresionante. Lo rodamos en Hertfordshire, cerca de Pinewood", comenta Alison.

La vida de Mary en India se rodó en el jardín subtropical de Abbotsbury en Dorset.

A la hora de fusionar realidad y ficción, los realizadores recurrieron a Lucinda Mclean de Filmscapes, una empresa que lleva trabajando en el cine desde Greystoke: la leyenda de Tarzán (1984), y que había trabajado en la adaptación cinematográfica de El jardín secreto (1993).

"Hemos usado siempre jardines maduros", explica Mclean. "Y dentro de todos ellos había zonas salvajes, que es lo que buscaba Marc. Por otra parte, todos los jardines son enormes, puesto que queríamos dar la sensación de que eran inabarcables, pero en todos había zonas muy íntimas".

Mclean recalca la importancia de las gunneráceas en el rodaje, puesto que sirven de nexo de unión entre todos los jardines en los que se filmaron las escenas del jardín secreto.

"Necesitábamos un punto de transición al pasar de un jardín a otro, y ahí han desempeñado un papel muy importante las gunneráceas", explica. "Aunque ha sido todo un reto porque no es una planta que lleve bien los traslados".

Dice que los realizadores han introducido otras plantas en los jardines para crear una sensación de unidad, pero siempre manteniendo la coherencia con la vegetación existente. "Hemos ido siguiendo las instrucciones de Grant Montgomery y creo que donde más plantas hemos añadido ha sido en Iford Manor, porque era un jardín bastante sutil", comenta. "Predominaban los morados y los blancos, pero queríamos añadir una paleta de color un poco más viva".

Los colores son una parte fundamental del filme, por eso los realizadores quisieron crear su propia versión del famoso Laburnum Arch, un arco floral de 55 metros que es una de las atracciones primaverales de Bodnant Garden.

"Construimos la entrada del arco, al lado de la verja del jardín secreto, en Hertfordshire, porque tenía que acoplarse al muro y a la verja de nuestro jardín", comenta. "Por otra parte, el arco de Bodnant no estaba en flor cuando estuvimos rodando allí, por lo que rodamos planos del arco florido a principios de primavera y luego se añadieron a la escena en la que los niños llevan a Colin al jardín secreto por primera vez".

"Las flores que se ven en la entrada del arco son artificiales. Utilizamos glicina blanca artificial, porque cuelga de una manera muy similar, y teñimos las flores de amarillo. Fue una tarea complicada, pero el resultado es espectacular y se fusiona perfectamente con el famoso arco de Bodnant".

Se han usado efectos visuales para realzar el esplendor natural del jardín. Heyday tenía muy buena relación con Framestore gracias a las películas de Harry Potter y Paddington, y los supervisores de efectos especiales Glen Pratt y Andy Kind fueron los encargados de conseguir que el jardín cobrase vida.

Los efectos visuales se han utilizado para crear una sensación de realismo mágico que surge de la forma de interpretar el mundo que tienen los niños, como cuando las ramas aparecen para ayudar a Mary a salir del jardín o cuando las gunneráceas parecen marchitarse, imitando los sentimientos de tristeza de los niños.

La alegría inunda la escena cuando los niños viven la llegada de la primavera y las flores parecen cobrar vida al tocarlas. Este momento se rodó en el Helmsley Walled Garden en los North York Moors. Las escenas de los niños corriendo se filmaron en primavera, cuando el campo empezaba a florecer, y volvieron al jardín en verano, cuando las flores ya habían crecido.

Así, Framestore pudo crear la ilusión de que las flores iban creciendo cuando los niños pasaban corriendo por su lado. En algunas escenas, además de los efectos visuales se han utilizado marionetas (manejadas por Robin Guiver y Tom Wilton), como cuando Colin se baña en el arroyo y los arbustos tiritan como él al sentir el frío. Cuando se relaja, las hojas también se calman.

Framestore también creó el petirrojo, un personaje muy importante en la historia original. El perro Fozzie (que interpreta a Jemima/Héctor) se lo pasó muy bien correteando por todos los jardines con los niños en verano.



Misselthwaite Manor y sus terrenos también comparten el protagonismo de la película con el reparto y el jardín. Para los exteriores, el rodaje se trasladó a una finca en Yorkshire llamada Duncombe Park.

"Duncombe Park tiene lo que Marc describe como un espacio negativo asombroso", comenta Alison. "Tiene una llanura enorme en la parte de delante y avenidas frondosas y espacios verdes muy amplios en la parte de atrás. Está muy cerca de las praderas (moors) e incluso una zona donde creamos un páramo". Aquí es donde Mary conoce a Dickon, rodeado de niebla.

Los planos de la fachada de la casa se rodaron en Harlaxton Manor en Lincolnshire. La construcción de 1837 combina elementos de la arquitectura jacobea e isabelina con una estructura barroca simétrica. Es una de las pocas mansiones que sobreviven de la época del renacimiento jacobeo.

A excepción del despacho de Archibald y un 'trastero', que se filmaron en Knebworth House en Hertfordshire, además de la cocina de Osterley Park, todos los interiores se construyeron en los platós de Pinewood Studios.

"A la hora de plantear el interior de Misselthwaite Manor, queríamos crear un gran espacio vacío, latente y turbio", cuenta Munden. "Queríamos que Mary llegase a un sitio que le impresionara, un lugar que recordase a Jane Eyre y Rebecca. Creo que Jack ya lo escribió con esa idea en mente y me pareció que daría mucho juego en la película".

"En la adaptación que se rodó en los años 1940 la ambientación es parecida, como era habitual en las películas de la época, y quería reflejar ese estilo en nuestra casa. Pero, por otra parte, no quería dejarme llevar por el cliché de las típicas casa góticas oscuras y amenazadoras. Quería introducir algo de color en la casa, para que fuera descubriéndose poco a poco".

La casa había sido un lugar feliz antes de que Archibald se quedara viudo y se sumiera en un pozo de dolor y desesperación. "Esa alegría ha desaparecido", explica Munden. "Se ha consumido, al igual que Archibald se ha dejado consumir por el dolor. Pero los murales seguían decorando las paredes, listos para revivir, y me parecía muy importante reflejarlo".

El encargado de retratar este aspecto de la casa fue el diseñador de producción, Montgomery. "Trabajé con Marc, y nos hemos inspirado en la versión de Orson Welles de Jane Eyre y en Rebecca de Hitchcock, además de en la versión de 1940 de El jardín secreto, que se basaba ligeramente en los elementos visuales de Jane Eyre", comenta.

"Hemos metido un pequeño homenaje a aquella adaptación de El jardín secreto y la escalera es un claro tributo a la de Rebecca, pero no queríamos pasarnos rememorando los clásicos del pasado".

Montgomery quería reflejar el mundo del jardín secreto a través de la propia mansión, una idea inspirada en parte en el artista Rex Whistler. "La casa se hubiera quedado un poco coja si solamente hubiéramos utilizado mobiliario de los años cuarenta", explica. "De ahí que nos hayamos fijado en la obra de Rex Whistler, un pintor de murales en el que se inspira el personaje de Charles Ryder en Retorno a Brideshead".

"Pensé, '¿Y si la madre de Colin hubiera contratado a Rex Whistler para que pintase Misselthwaite con el jardín?'. Si te fijas bien, se ve que las paredes están decoradas con ilustraciones del jardín original. Al entrar en las habitaciones, sobre todo las que están cerradas, las paredes están decoradas con murales que le dan un aspecto muy distinguido".

"Al final de la película la finca de Misselthwaite ha vuelto a su estado natural. Es como un paraíso lleno de vegetación. La regeneración de los personajes se refleja también en la realidad a través de la naturaleza".

La habitación más importante de la casa es la habitación de Mary, ya que va evolucionando y cambiando según avanza la película.

"A la hora de crear la habitación de Mary quería que el jardín fuera rodeándola sin que ella se diera cuenta, porque al principio no lo ve", comenta Montgomery. "El jardín le enseña lo que es el amor. Al descubrirlo empieza a quererse a sí misma y aprende a cuidar de las cosas, y es entonces cuando el jardín que decora las paredes cobra vida. Todo el decorado es una metáfora. Todo tiene un sentido". Dentro del despacho de Archibald y en los largos pasillos se ven animales disecados, una clara referencia a que la vida se ha detenido en Misselthwaite.

Esta metáfora se extiende también al vestuario, especialmente en cuanto a la ropa de Mary. La diseñadora de vestuario Michele Clapton, que ha trabajado en The Crown y Juego de tronos, comenta que ha disfrutado mucho al poder contar la historia a través de la evolución de los vestidos de Mary. Su diseño bebe mucho del realismo mágico.

"Me encanta el papel del jardín en la historia", apunta. "Me pareció muy buena decisión hacer que la ropa fuera cambiando, en lugar de tirar de efectos especiales. A menudo fue complicado decidir qué queríamos que creciera, pero el resultado es fascinante porque, tres escenas más tarde, se ve que algo ha cambiado en la ropa que lleva Mary".

Poco a poco, el abrigo de Mary va cubriéndose de musgo, su vestido empieza a florecer y en un momento incluso se llena de mariposas que echan a volar. "Me ha encantado diseñar creaciones en las que los estampados cobran vida y se convierten en mariposas. La hiedra del abrigo también es impresionante", dice Clapton. "El equipo ha creado un bordado que parece musgo. Son unos verdaderos artistas y el resultado es espectacular".

Clapton también conocía las versiones anteriores de El jardín secreto y recuerda los diseños de Marit Allen para la película de 1993.

"Es curioso, pero por eso me interesaba que nuestra película estuviera ambientada en otra época", comenta. "No hemos recreado algo que ya era fascinante, sino que nos metemos en otra época y podemos jugar con todos sus elementos y estilos gracias a las posibilidades que nos abren las nuevas técnicas. Hemos podido mirarlo todo con ojos nuevos".

A la hora de crear el vestuario de Mary, Clapton quería que su ropa fuera funcional y un tanto masculina. "Por eso lleva bombachos debajo de las faldas", comenta. "Si va a estar subiéndose a muros y tirándose por el suelo, quería que estuviera cómoda. Quería que pudiera vestirse sola, para que fuera independiente, pero que eso también la aislara más de la casa. Me encanta aportar a la narración a través del vestuario".



EL JARDÍN SECRETO ha hecho las delicias de muchas generaciones, tanto en la versión de 1949 en blanco en negro protagonizada por Margaret O'Brien como en la versión de Agnieszka Holland de 1993 con Kate Maberly.

"Es una historia profunda, emocionante y sensible", comenta Alison. "Me encantan las otras versiones, pero queríamos darle una vuelta a la historia en nuestro filme. Hemos querido crear una versión más imaginativa, en la que los límites entre la realidad y el mundo interior de Mary son más fluidos, y donde sus sueños y recuerdos se mezclan con la historia".

"Marc ha sabido entrelazar la fotografía, el diseño y el vestuario para crear un hilo conductor que recorre toda la película. La guinda del pastel ha sido la banda sonora compuesta por Dario Marianello. Al ver la película, el músico compuso una música lírica y evocadora que acerca todos los elementos de la película".

EL JARDÍN SECRETO es una película para niños, pero también es una película sobre la infancia de la que disfrutarán espectadores de todas las edades.