En mayo de 1940 Francia afronta el desastre militar de la invasión alemana. Mientras que Pétain está dispuesto a rendirse y negociar con Hitler, el general De Gaulle apuesta por continuar la lucha. Este objetivo pondrá en peligro la vida de muchas familias francesas, incluida la del propio De Gaulle. Su mujer y sus tres hijos se ven obligados a huir del avance alemán.