Rómulo es un detective privado. Cuando una clienta le encarga investigar la residencia de ancianos donde vive su madre, Rómulo decide entrenar a Sergio (83 años), que jamás ha trabajado como detective, para vivir una temporada como agente encubierto en el hogar. Ya infiltrado, con serias dificultades para asumir su rol de "topo" y ocultar su adorable y cariñosa personalidad, se acaba convirtiendo, más que en un espía, en un aliado de sus entrañables compañeras.