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  El rey del barrio  (The king of Staten Island)
  Dirigida por Judd Apatow
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EL REY DEL BARRIO está dirigida por Judd Apatow (Y de repente tú, Lío embarazoso, Virgen a los 40) a partir de un guion suyo coescrito con Pete Davidson y DAVE SIRUS, exguionista de "Saturday Night Live". Apatow Productions, de Judd Apatow, se encarga de la producción con BARRY MENDEL. Ambos comparten la producción de dos películas nominadas por la Academia de Hollywood, La gran enfermedad del amor y La boda de mi mejor amiga, así como los títulos Si fuera fácil, Y de repente tú y Hazme reír. La producción ejecutiva corre a cargo de Pete Davidson, MICHAEL BEDERMAN (Spotlight, Huérfanos de Brooklyn) y JUDAH MILLER (las series "Crashing" y "Padre Made in USA").

Acompañan a Judd Apatow varios de sus colaboradores y algún que otro nombre nuevo, como el oscarizado director de fotografía ROBERT ELSWIT (Pozos de ambición, Misión imposible: Nación secreta); los montadores JAY CASSIDY (La gran estafa americana, Ha nacido una estrella), WILLIAM KERR (Y de repente tú, La boda de mi mejor amiga) y BRIAN OLDS (La boda de mi mejor amiga, Un espía y medio); el diseñador de producción KEVIN THOMPSON (Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia), Y de repente tú); la diseñadora de vestuario SARAH MAE BURTON (La gran enfermedad del amor, #Sex Pact), y el compositor MICHAEL ANDREWS (La boda de mi mejor amiga, La gran enfermedad el amor).




La génesis de la película
Tanto en la faceta de director, como en la de guionista o productor, Judd Apatow domina el arte de manejar temas arriesgados, como la virginidad en los adultos, los embarazos inesperados, los comportamientos autodestructivos, las enfermedades mortales y el envejecimiento, con su peculiar mezcla de comedia absurda, incisivas reflexiones y auténtica empatía. Con EL REY DEL BARRIO ha decidido llevar al público por un recorrido profundamente personal plagado de humor negro basado en la vida de Pete Davidson, el protagonista de la película.

De pequeño, Pete Davidson vivía en la isla Staten. Su padre, Scott Davidson, fue uno de los bomberos que murió en 11 de septiembre de 2001 en el atentado a las Torres Gemelas, lo que tuvo un tremendo impacto en la vida de Pete Davidson. El personaje ficticio de la película basado en Pete, Scott Carlin, también perdió a su padre, que trabajaba de bombero, siendo niño. Su reacción es hacer todo lo posible para no madurar, para seguir siendo un niño, algo que no le sienta bien ni a su madre ni a su hermana.

EL REY DEL BARRIO va dirigida a una generación de jóvenes cada vez más dispuesta a hablar de sus sufrimientos, sus desafíos y sus adicciones.

Pete y Dave, guionistas y amigos
Mucho antes de conocer a Judd Apatow y de trabajar con él, Pete Davidson ya pensaba en la posibilidad de transformar su experiencia personal en un guion.

Tenía 18 años cuando conoció a su compañero guionista, cómico y escritor Dave Sirus. Les unió una pasión común por las tiendas de zapatillas deportivas de Los Ángeles, y Dave Sirus le hizo varios tours en coche para que tuviera una idea de cómo era la ciudad. Se llevaban bien y empezaron a escribir juntos para la cadena Comedy Central. Al poco tiempo, Pete Davidson recibió una oferta para ser parte del programa "Saturday Night Live", y Dave Sirus le siguió al cabo de un año como guionista.

Su amistad creció al volver a trabajar juntos. "Dave es la persona más divertida que conozco; es el ser más dulce y más inteligente del mundo, pero algunas personas le tachan de inquietante", dice Pete Davidson. "Por fin han empezado a reconocer su enorme talento, lo que me hace muy feliz. No estaría aquí sin Dave, de eso estoy seguro".

Pasó el tiempo y la idea de un guion basado a grandes rasgos en la juventud de Pete Davidson empezó a tomar cuerpo. "Nos pareció que era el momento oportuno, tanto para mí personalmente como para mi carrera profesional", sigue diciendo el actor. Pero ninguno de los dos se había enfrentado antes a un guion y decidieron buscar a un guía con experiencia.

El recorrido desde 90 páginas de chistes a un largometraje. Judd Apatow se hace con el timón
Para Dave Sirus y Pete Davidson, el humor lo es todo. Por eso necesitaban a alguien como el guionista, director y productor Judd Apatow para que el guion fuera algo más que una larga serie de chistes.

Conocido por estar detrás de algunas de las comedias dramáticas de más éxito de los últimos veinte años, Judd Apatow demostró tener un don único captando al público con una mezcla de humor y de sufrimiento a partes iguales en Virgen a los 40. Sabe introducir auténticas emociones en comedias totalmente creíbles sobre temas muy personales.

Antes de que Pete Davidson diera sus primeros pasos en "Saturday Night Live" (SNL) en otoño de 2014, ya había llamado la atención de Judd Apatow cuando le dirigió en un cameo en el largometraje Y de repente tú, con Amy Schumer. "Amy quería que me fijara en los cómicos que le gustaban", recuerda el director. "Y una noche me dijo: ‘Debes ver a un tío. Tiene 19 años y es para morirte de risa’. Me enseñó un vídeo y supe que tenía que incluirle en la película". Y añade, sin pestañear: "Me gusta colocar una bandera para poder decir años después que ya sabía que esa persona iba a llegar a algo".

Poco después, Amy Schumer animó a Judd Apatow a volver a los escenarios con un espectáculo cómico. Esa misma velada, el productor Barry Mendel, nominado a los Oscar en dos ocasiones y con el que Judd Apatow había producido cinco películas, vio las posibilidades de Pete Davidson. "La noche en que Judd iba a actuar en The Cellar, fuimos más temprano para ver a Pete", recuerda Barry Mendel. "La impresión que nos dio es que era otro tipo de animal, no tenía nada que ver con nadie. No le preocupaba si el público se reía o no. Era sorprendente porque todos los cómicos están pendientes de las risas, pero a Pete le daba igual. Era refrescante, divertido, y parecía realmente simpático".

Después de trabajar con Pete Davidson en Y de repente tú, Judd Apatow le sugirió que escribiera un guion. "Pete y Dave me presentaron un guion que no funcionaba", explica Judd Apatow. "Pero un buen día, Pete dejó caer que le gustaría que su madre conociera a alguien y que fuera feliz. Empezamos a darle vueltas a la idea… ¿Qué pasaría si la madre de Pete empezara a salir con un bombero? ¿Cómo afectaría al personaje de Pete? ¿Qué saldría de todo esto? Porque no hay nada más gracioso que odiar al novio de tu madre".

El guion debía ser una ficción basada en los problemas de la adolescencia de Pete Davidson, y este se dio cuenta de que no bastaba con unos cuantos chistes buenos. Por suerte, estaba Judd Apatow para realzar los momentos más flojos. "Judd aportó un arco dramático y coherencia a la historia", reconoce Pete Davidson. Los dos guionistas están de acuerdo en que Judd Apatow dio profundidad al guion. "Judd nos enseñó que una comedia debe tratarse con el mismo respeto y seriedad que cualquier historia dramática", dice Dave Sirus. Y Pete Davidson añade: "Nuestra primera versión consistía en 90 páginas de chistes; cuando Judd terminó con él, se había convertido en 120 páginas de chistes muy emotivos".

Al igual que 8 millas y La gran enfermedad del amor, EL REY DEL BARRIO es una versión dramatizada de acontecimientos reales. "Diría que Scott, mi personaje, tiene un 75% de mí mismo", dice Pete Davidson. "Puede que incluso más, la verdad, no estoy seguro". Una de las primeras charlas que tuvieron los tres guionistas fue para decidir hasta qué punto la película debía ser realista. "Al final acordamos que debía ser una ficción de principio a fin, pero utilizando emociones reales y acontecimientos puntuales de la vida de Pete", explica Judd Apatow. "Esta película no es sobre del 11S, sino la historia de un chico cuyo padre murió en un incendio". Hace una pausa antes de seguir: "En cierta forma, es como imaginamos la vida de Pete si no hubiera descubierto la comedia y siguiera en la isla Staten con veinte y pico años sin saber qué hacer".

"Cuando empezamos a escribir, Pete, Dave y yo quedábamos para hablar", sigue diciendo Judd Apatow. "Pasamos horas hablando de todo lo que le había pasado Pete y de cómo se sentía. La historia nació a partir de estas conversaciones". El cineasta estaba interesado en sacar a relucir los aspectos cómicos de la historia, pero también en el proceso sanador. "Mi idea era que el protagonista debía abrirse al amor", explica, "y a la posibilidad de tener una figura paternal en su vida".

Barry Mendel añade: "Judd siempre anima a los guionistas a utilizar lo que les ha pasado o está pasando y convertirlo en algo útil".

Dave Sirus explica que nunca les asustó cambiar cosas sobre la marcha, incluso durante el rodaje. "Judd nos enseñó cómo conseguir que el guion fuera orgánico, realista y estuviera vivo", dice. "También nos dijo que no funcionaba el corta/pega". Pete Davidson añade: "Judd saca lo mejor de todo el mundo".

A su vez, el director estaba convencido de que nadie, excepto Pete, podía interpretar el papel. "Cuando le conocí, su sentido del humor me asombró", dice. "A pesar de su edad, era un cómico y un guionista muy maduro. Me di cuenta de que era alguien muy especial. La gente se interesa por él y simpatiza con él. Tiene carisma, nos interesa su vida. Queremos saber cómo le va. Esta película es una oportunidad para expresar todo lo que le ha pasado y cómo ha conseguido salir adelante".

Judd Apatow reconoce que suele hacer comedias con mucho drama, pero con EL REY DEL BARRIO había llegado el momento de hacer un drama con mucha comedia. "Me esforcé en invertir mis prioridades", explica. "En este caso, lo más importante era la historia y los personajes. Quería que fuera divertida, pero también pensé que no hacía falta que cada escena fuera hilarante. Bastaba con contar la historia con personas divertidas, ya veríamos hacia dónde iba desde el punto de vista cómico".



Para su primera película, Pete Davidson decidió rodearse en el plató de amigos, miembros de la familia e ídolos de toda la vida. Insistió en escoger a actores y actrices que empezaran a despuntar. La autenticidad de las relaciones delante y detrás de la cámara da profundidad a una historia familiar tan dolorosa como divertida.

Scott Carlin (Pete Davidson)
Pete Davidson da vida al problemático Scott Carlin, de veinte y pico años, cuyo nombre es un homenaje al padre de Pete. Vive en la isla Staten y no consigue aceptar la muerte prematura de su padre cuando él aún era un niño.

Se pasa el día comiendo lo que prepara Margie, su madre (Marisa Tomei), eclipsado por Claire, su brillante hermana pequeña (Maude Apatow), fumando maría con sus colegas (Ricky Velez, Moises Arias, Lou Wilson) y soñando que se convierte en un tatuador de renombre.

Cuando Margie empieza a salir con otro bombero (Bill Burr), el primer hombre con el que ha estado desde la muerte del padre de Scott, este se opone frontalmente a la relación. Judd Apatow comenta que Pete Davidson ha sido brutalmente honrado encarnando a Scott. "Es muy difícil compartir algo tan difícil con otras personas", dice. "Poder hacerlo es un don. No sé si Pete reflexionó acerca de esto mientras rodábamos, pero soy consciente de que es algo maravilloso tener la capacidad de abrirse al mundo y mostrar por lo que se ha pasado. Creo que ayuda a muchos a sentirse mejor en su lucha. A través de esta historia conecta con otras personas y les dice: ‘Sigo luchando, ya voy mejor. Es duro, pero he llegado hasta aquí. También podéis hacerlo’".

El resto del reparto notó esa autenticidad de Pete Davidson en el plató. "Creo que la película servirá para que mucha gente entienda realmente a Pete", dice Ricky Velez, que da vida a Oscar, el amigo de Scott. "Vi cómo Pete aprendía cosas acerca de su padre que aún no sabía".

Margie Carlin (Marisa Tomei)
Cuando conocemos a Margie, es una viuda sin ataduras que cuida de un hijo porrero de 24 años que sigue viviendo en casa. Desde la muerte de su marido, Margie se ha dedicado a criar a sus dos hijos. Claire, la pequeña, acaba de irse a la universidad cuando Margie conoce a Ray en unas circunstancias llenas de humor. Ray es el padre de Harold (LUKE DAVID BLUMM, la serie "The Sinner"), de nueve años, que ha tenido un encontronazo con Scott y sus colegas.

El personaje está inspirado en la madre de Pete, Amy, que nació y creció en la isla Staten. La oscarizada actriz Marisa Tomei supo depurar la autenticidad emocional del personaje. "No intenté encarnar a Amy, sino el enorme cariño que siente por su hijo", explica Marisa Tomei. "Me esforcé en darle a mi personaje el espacio que siempre le dejó para que pudiera ser él mismo y expresarse".

Marisa Tomei ya había trabajado con Judd Apatow en Y de repente tú. "Buscaban a alguien para interpretar a una chica paseando a perros en el parque en una parodia dentro de la película titulada ‘La paseante de perros’", recuerda la actriz. "Soy una gran admiradora de Judd y probó suerte conmigo para el cameo".

Aunque tenemos nuestras dudas acerca de que trabajar con la magnífica actriz pueda describirse como "probar suerte". Pete Davidson estaba en el séptimo cielo cuando se enteró de que había aceptado el papel y reconoce que fue maravilloso trabajar con ella. "Seguía a Marisa en mi culebrón favorito [As the World Turn] cuando estudiaba bachillerato y me encantaba", dice. "La verdad es que se parece un poco a mi madre, y es muy fácil hablar con ella. Siempre fue nuestra primera elección y le estamos muy agradecidos de que se uniera a nosotros. Lo ha hecho estupendamente". Marisa Tomei no tardó en descubrir que sus escenas con Pete eran totalmente naturales. "Pete es como un libro abierto, es fácil quererle y hablarle", dice. "Encontramos muy pronto el ritmo perfecto".

Aunque Margie es un personaje que ha sufrido mucho, Marisa Tomei decidió alejarse de la solemnidad y de la tragedia. "Me impresionó la facilidad con que Marisa hacía suyos pequeños detalles típicos de Amy, la verdadera madre de Pete", comenda Dave Sirus. "Por ejemplo, la alegría que brota de Amy. Marisa da vida a Margie con una felicidad innata".

Lo anterior no significa que Margie no tenga carácter cuando es necesario. En una escena, Margie regresa a casa para encontrarse con Scott y Ray intercambiando puñetazos; la pelea acaba con Scott en una piscina desmontable. Margie, harta de los dos, los echa de casa sin miramientos. "¡Estaba esperando a que llegara ese día!", dice la actriz. "Me moría de ganas de armarla, como hacían todos. Recuerdo que el calor era sofocante. Pete estaba colgado de un arnés y le metían en el agua una y otra vez. No lo pasó muy bien y, la verdad, me sentí un poco mal gritándole como hice, pero tampoco muy mal".

En opinión de Judd Apatow, Marisa Tomei sobrepasó todas sus expectativas. En la sala de montaje siguió descubriendo matices, detalles que no había notado mientras rodaban. "Casi no nos creíamos lo que hacía Marisa, hasta dónde podía llegar, lo divertida e inventiva que llegaba a ser", dice. "Toma direcciones inesperadas. Seguimos descubriendo cosas en la primera proyección en una gran pantalla. Su mirada cambia en décimas de segundo, hay gestos diminutos que refuerzan su interpretación. Marisa no vino a divertirse, se tomó su papel muy en serio".

Marisa Tomei no duda en devolver el cumplido: "El proceso de dirección de Judd me ha liberado y le debo mucho. Trabajar ‘sin red’ es más divertido. Judd lleva toda la película en la cabeza y me ayudó a encontrar el equilibrio entre jugar con los colegas y ser desternillante e interpretar una relación madre-hijo con seriedad".

Judd Apatow cree que el personaje es una auténtica carta de amor para la madre de Pete, por cómo le cuidó y por lo que ha sufrido. "Pero también es un homenaje a su padre", dice. "Es una forma de hablar de su familia, a la que quiere, y reconocer la importancia que tienen todos para él".

Ray (Bill Burr)
El cómico Bill Burr da vida a Ray, el novio de Margie. El director y los guionistas le escogieron mucho antes de que él supiera que tenía el papel. Es el primer novio de Margie en mucho tiempo. En realidad, es el reflejo de su marido, incluso está en el Departamento de Bomberos de Nueva York, como él. Escogieron a Bill Burr no solo por su enorme talento cómico, sino también por su curiosa relación con Pete Davidson.

Pete Davidson empezó a interesarse por los espectáculos de comedia adolescente en detrimento de sus notas en el colegio y de casi todo lo demás. Así que su madre Amy llegó a un acuerdo con él: Pete seguiría estudiando y, a cambio, le dejaría ir a locales donde el público puede subirse al escenario, siempre y cuando estuviese en casa a medianoche. Entretanto, Pete se había convertido en el fan número uno de Bill Burr.

El adolescente se dio cuenta de que los chistes de Bill Burr transformaban el dolor en catarsis y que conquistaba al público. Solo tenía 16 años cuando Amy le llevó a ver a Bill Burr en directo a Atlantic City. Y el día siguiente, cuando vieron a Burr salir del ascensor, le obligó a presentarse. Han pasado casi diez años desde este primer encuentro, pero Pete Davidson sigue describiendo a Burr como "el mejor cómico de todos los tiempos y un auténtico héroe".

Puede parecer increíble, pero Ray Burr recuerda el encuentro. "No sé por qué me acordé de él", dice. "El espectáculo fue de maravilla, y al día siguiente, saliendo del ascensor, una mujer se acercó a mí, seguida por un chico alto y desgarbado. El chico no hablaba, hablaba ella: ‘Mi hijo quiere ser cómico’. Miré a Pete, que estaba hablando con las cejas, y en ese momento pensé: ‘Este tío tiene pinta de cómico. Se siente mal en su piel. No parece que esté conectado con nadie. Está exactamente donde debe estar a su edad". Y recuerdo que me vino a la cabeza una frase: "Va a ser genial".

De vuelta a 2019, Pete Davidson le sugirió a Judd Apatow que Bill Burr diera vida a Ray, y el director estuvo de acuerdo. Entendió que el personaje debía ser interpretado por alguien con quien Pete tuviera química y por quien sintiera cariño. Bill Burr encajaba a la perfección. "Me gustó la idea porque no hay nadie más divertido que Bill", dice Judd Apatow. "A pesar de ser un actor con mucha fuerza, no había tenido un papel tan importante hasta ahora. Significa que no ha rodado cincuenta películas y ya se sabe todo lo que va a hacer. Hemos tenido la suerte de poder trabajar con él y de darle rienda suelta para que fuera todo lo inventivo que quisiera y se metiera realmente en el personaje. Nos entregó algo fresco e inesperado. El mundo necesita ver mucho más a Bill Burr como actor".

Bill Burr se sintió muy halagado de que Pete Davidson le escogiera, pero la idea de interpretar a lo mejor de Nueva York [así llaman a los bomberos] le ponía algo nervioso. "Lo primero fue visitar el parque de bomberos del padre de Pete", recuerda. "Fue muy emotivo. Visitamos la parte inferior con todos los recuerdos del 11S y pensé en los muchos compañeros que habían muerto. Recuerdo a JOHN SORRENTINO [asesor en la película] decir: ‘Muy bien, ha pasado suficiente tiempo, ya puedo hablar de eso’. Y en aquel momento pensé: ‘Es imposible que haga justicia al papel. ¿Se dan cuenta de a quién han contratado?’ Me sentía muy pequeño y estaba muy nervioso".

Pero no necesitaba preocuparse. "Bill siempre fue nuestro sueño", dice Dave Sirus. Un sueño que nació delante de un ascensor en Atlantic City.

Claire Carlin (Maude Apatow)
Maude Apatow da vida a Claire, la hermana pequeña de Scott, basada en Casey, la hermana de Pete Davidson en la vida real. En la película, cuando Claire se va a estudiar a la universidad, por fin siente que se ha liberado del drama de su hermano. Quería una infancia normal, pero no fue así. Ahora tiene la posibilidad de vivir una vida normal de estudiante. Pero el problema es que no deja de preocuparse por Scott.

"A Claire le gustaría estar más unida a Scott", explica Maude Apatow. "Siente mucho cariño por su hermano y está deseando tener una buena relación con él, pero le cuesta encontrar puntos en común entre ambos porque ella va por otro camino totalmente diferente".

Claire era muy pequeña cuando murió su padre y no encajó la pérdida del mismo modo que su hermano. "Claire, a pesar del caos de esos años, se fue en la dirección opuesta", dice la joven actriz. "Se convirtió en una superestudiante. Tiene grandes sueños. Ante todo quiere salir de la isla Staten e ir a la universidad. Scott no se marca metas. Sigue buscando. Claire se enfrenta a él porque Scott carece de ambición y de energía".

No es la primera vez que Maude trabaja en una película dirigida por su padre, pero la última fue hace unos cuantos años. Desde su primer papel en Virgen a los 40 se ha convertido en una actriz con experiencia. Su padre reconoce que fue un placer verla trabajar. "Me divirtió que Maude encarnara al personaje que le canta las cuarenta a Scott", dice. "Es la única que se atreve a decirle la verdad, a decirle qué le pasa y a describirle lo que hace. Maude tiene los pies en la tierra, es realista, pero también muy graciosa. Todas sus escenas juntos están llenas de tensión y, al mismo tiempo, son honestas. Creo que cualquier hermana en esta situación estaría de acuerdo en que Scott no tiene derecho a decir que sufre más que ella. Este es uno de los temas que los enfrenta".

Kelsey (Bel Powley)
Cuando Scott no está colgado con sus amigos, queda con Kelsey, su amiga de la infancia. Encarnada por la actriz Bel Powley, Kelsey representa a la juventud de la isla Staten que desea algo más.

Kelsey adora la isla y estudia para presentarse al examen municipal y poder trabajar en el Ayuntamiento. Empieza a cansarse de que Scott no quiera reconocer que son más que amigos y está a punto de dejarle atrás.

Bel Powley aceptó el papel, entre otras cosas, porque era la oportunidad de colaborar con su amigo Pete Davidson. "Mi novio hizo una película con Pete hace dos años, y yo estaba en Nueva York con una obra de teatro", explica. "Pasamos el verano juntos y nos hicimos muy amigos. Cuando empezó el casting de EL REY DEL BARRIO mi agente llamó y me dijo que Pete hacía una película con Judd. Me presenté a una prueba improvisada. Estaba aterrada porque nunca había hecho nada parecido antes. Cuando acabé, pensé: ‘Dios mío, he estado fatal’. Al poco, Pete me mandó un mensaje diciendo que lo había bordado".

Desde el principio, el equilibrio entre comedia y drama intrigó a la actriz, así como la vena cómica de Pete Davidson cruzándose con la sensibilidad de Judd Apatow. "La comedia de Pete puede ser muy negra y supuse que tendría un tono algo más oscuro que las anteriores comedias de Judd", sigue diciendo. "Pero también sabía que sería hilarante porque Judd convierte cualquier cosa en una comedia, y en esta película todo el mundo es gracioso. Pero los temas principales, la depresión, la droga y el dolor son oscuros. No sé cómo lo consigue Judd, pero presenta estos temas sin que una sienta que le acaban de dar con un martillo".

Para Judd Apatow era importante que el público estuviera convencido de que los personajes se conocían desde la primaria. "Scott y Kelsey salen juntos, pero no saben realmente hasta dónde quieren llegar", explica Judd Apatow. "Cada vez que acabábamos de rodar una escena con Bel, nos mirábamos y todos teníamos la misma sensación: Algún día la gente dirá que es muy raro que hicieran esta película. Como Adam Driver con la serie ‘Girls’. Todos pensábamos lo mismo: ‘No sabe que no debería estar aquí".

Pete Davidson está de acuerdo: "Bel acabará ganando un Oscar en los próximos dos años. Judd y yo tenemos la impresión de que la hemos robado para esta película. Hemos tenido mucha suerte".

Oscar, Igor y Richie (Ricky Velez, Moises Arias y Lou Wilson)
Scott queda cada día con sus amigos Oscar, Igor y Richie. Juegan con la consola, fuman porros y pasan pastillas a los chicos del barrio. Para encarnar al trío de desencaminados, Pete Davidson recurrió a sus amigos y compañeros, los cómicos Ricky Velez, Moises Arias y Lou Wilson. "Creo que no tiene sentido hacer algo que has creado tú si no es con tus amigos", dice el actor y guionista.

Según Ricky Velez "demostramos que esos tíos malgastan sus vidas. Siempre están metidos en sótanos, no ven la luz del día". Lou Wilson añade: "Son demasiado vagos para buscarse otros amigos. Son buenos amigos por costumbre. Seguro que un día se fumaron un porro juntos y se conformaron con eso. Es un círculo vicioso".

Ricky Velez da vida a Oscar, el fortachón del grupo. Sus compañeros de reparto creen que no se hubiera podido escoger a alguien más idóneo para el papel. "Ricky encarna a la perfección el típico tío enfadado de la isla Staten", comenta Lou Wilson, que da vida a Richie. "Nunca dudé de que jamás se saldría del personaje y sería capaz de agredir a alguien".

Ricky Velez tenía un doble papel en la película, como actor y coproductor. "Ricky interpreta de maravilla a un personaje carismático a primera vista, aunque sea un perdedor nato que te va a llevar a lo peor", dice Judd Apatow. "Nos moríamos de risa, pero a la vez era muy real y aterrador. Cada fin de semana, en casa, retocaba el guion y Ricky venía a echarme una mano. Pete y Dave también estaban para levantar las escenas más flojas. Ricky fue de gran ayuda porque entiende muy bien a Pete y su sentido de la narración es fantástico. Se convirtió en una parte imprescindible del equipo de producción".

Ricky Velez se asombró ante la profundidad que Judd Apatow aportaba al guion y la honradez que demostraba Pete Davidson al interpretar a Scott. "Ojalá Pete tuviera algunas de las conversaciones de esta película con su familia", dice. "Por eso Judd es genial. No hay ningún cineasta que haga lo que él hace".

Moises Arias interpreta a Igor. "Igor es la cobaya del grupo", explica, "el lienzo que Scott necesita para practicar sus tatuajes. Igor hace lo que los otros le piden. Mientras las cosas van bien, se limita a seguir, pero cuando empiezan a ir mal, todo cambia en él".

Lou Wilson interpreta a Richie, pero el actor nunca había pisado la isla Staten. Para estar a la altura del papel, decidió vivir en la isla durante el rodaje. "Si alguien que viaja a Nueva York conoce la isla Staten antes que Manhattan, no se lo creerá", dice el actor. "Los dos distritos no tienen nada que ver. Todo es diferente, la forma de vivir, la topografía. La isla Staten es genial para contar una historia porque es diferente, única". Y añade, después de una pausa: "Estoy encantado de compartir la isla Staten con el mundo".

Papa (Steve Buscemi)
En el papel de Papa, el bombero más veterano del parque y que conoció al padre de Scott, Steve Buscemi es la voz del equipo de bomberos. Además, el legendario intérprete tenía una conexión especial con el papel.

En los años ochenta, además de ser actor, Steve Buscemi fue bombero en Nueva York. Siendo ya un intérprete conocido, regresó como voluntario después del 11S, uniéndose a sus compañeros para la tarea más importante que ha realizado hasta la fecha. "Entiende el sacrificio que hicieron estos hombres porque lo vivió", explica Dave Sirus. Su experiencia fue muy valiosa durante la escena de un incendio en la película. "Se nota cuando uno es un profesional", dice Bill Burr. "Viendo a Steve, te dabas cuenta de que era instintivo".

En una de las escenas más emotivas de EL REY DEL BARRIO, Scott conoce a Papa y a otros bomberos en un partido de béisbol y acaba contándole a Papa por qué cree que el personal de emergencias, como los bomberos, no debería tener hijos. Durante el rodaje de la escena en el estadio, el silencio era total mientras Pete Davidson se sinceraba. "Me dio la impresión de que se olvidó de que estábamos filmando", dice el asesor John Sorrentino. "No interpretaba, se liberaba".

El productor Barry Mendel añade: "Desde la perspectiva de un niño, es comprensible. Es el hilo conductor de la película, el recorrido emocional. Scott dejará por fin de tener un punto de vista infantil para empezar a evolucionar".

Antes de que Steve Buscemi aceptara el papel, Judd Apatow y Barry Mendel le habían pedido que participara en una lectura conjunta del guion. "Se lo pedimos con la esperanza de que participara en la película", dice el director. "Y cuando aceptó, daba saltos de alegría. Su personaje, en muchos aspectos, es el alma de la película".

Judd Apatow considera a Steve Buscemi uno de los grandes intérpretes de su generación. "Es uno de mis seres humanos favoritos, como persona y como actor", sigue diciendo. "Me dirigió en el episodio ‘Pine Barren’ de ‘Los Soprano’. ¿Qué más puede pedirse?"

Pero Pete Davidson ve un lado más travieso en Steve Buscemi, y es algo que hace que todos nos encariñemos aún más con el veterano actor. "Steve bordó el papel", dice, "y fue aún más especial porque había sido bombero. Es tan tierno que me pongo a llorar con solo mirarle a la cara".




La verdadera isla Staten. Captar la autenticidad
Muchas películas actuales transcurren en lugares hiperglamurosos, como Las Vegas, Los Ángeles o Manhattan, pero esta película se centra en la vida de unos habitantes de lo que suele llamarse "el distrito olvidado" de Nueva York. La isla Staten es una comunidad muy unida que no suele verse retratada en la pantalla grande o pequeña, por lo que los productores consideraron prioritario captar su esencia.

"Los habitantes de la isla Staten son especiales, están orgullosos de su isla, son personas llanas, abiertas, con un gran corazón", dice el productor Barry Mendel. "Es un lugar diferente, al que no parece haber afectado la actualidad. Las personas que viven allí no están estresadas ni se lanzan a una carrera para evitar el vacío que acecha. Son felices con sus vidas, en general unas vidas sencillas sin muchas complicaciones".

El diseñador de producción Kevin Thompson buscó los mejores decorados para el rodaje y se centró en los rasgos esenciales de la isla, algo que describe diciendo: "La actitud es totalmente diferente de la de otras zonas de la ciudad de Nueva York. Aquí viven personas de tercera y cuarta generación. Los hijos crecen y compran casas en la isla, no se van. En la isla Staten incluso hay un equipo de béisbol en la liga no profesional".

Dave Sirus cree que al ser un distrito poblado sobre todo por trabajadores, tiene mala prensa: "Si la isla Staten estuviera entre Delaware y Maryland, seguro que sería un sitio de moda".

Además, los cineastas querían captar la realidad de la vida de los bomberos de Nueva York. Kevin Thompson visitó numerosos parques de bomberos para encontrar el más idóneo. "Visitamos unos veinte parques solo en la isla Staten", explica. "Nos enseñaron cómo funcionan, qué pasa con los camiones, dónde cargan agua, cuántos bomberos hay siempre en el parque".

También fue con su equipo a ver el parque donde trabajaba Scott, el padre de Pete y Casey Davidson, en Brooklyn Heights. Visitaron estos parques y se documentaron acerca del trabajo de los bomberos para entender exactamente la precisión con que funcionan estos equipos y plasmarla con total veracidad en la pantalla.

Decorados
La mayoría del rodaje transcurrió en la isla Staten, sobre todo el mítico ferry que une la isla con el resto de la ciudad y el parque Saint George, sede del equipo de béisbol Staten Island Yankees.

La pizzería más querida de toda la isla, Denino’s, es donde Scott consigue su primer trabajo. El dueño, Michael Denino, y sus cocineros prepararon más pizzas que nunca para todo el equipo y el reparto mientras rodaron en el restaurante.

El hogar de la familia Carlin, donde siempre han residido Margie, Scott y Claire, es una casa situada en Lake Avenue. También se filmó en Ron & Dave’s Tattooing (Tatuajes Ron y Dave) de Manor Road; en el parque Von Briessen de Bay Street y North Road, y en el fuerte Wadsworth en The Narrows, el estrecho que separa la isla de Brooklyn.

El parque de bomberos de Ray y de Papa, donde acaba Scott cuando su madre le echa de casa, es Engine 163/Ladder 83 (Máquina 163/Escalera 83) de Jewett Avenue.




Camisetas de toda la vida y vaqueros desgastados. Lo que se lleva en la isla Staten
La diseñadora de vestuario Sarah Mae Burton, que colaboró con Judd Apatow y Barry Mendel en La gran enfermedad del amor, indagó en lo qué se lleva en la isla Staten cuando tienes veinte y pocos años. "Me gusta sumergirme en diferentes lugares y descubrir sus realidades, lo que me permite crear un mundo único para la película", explica.

No tardó en darse cuenta de que la mayoría de los habitantes del distrito llevaba una especie de "uniforme" muy particular. "Durante mi estancia allí, descubrí que mucha gente llevaba camisetas con publicidad de pequeños negocios locales", dice. "Nos hicimos con unas cuantas y las incorporamos al vestuario para dar un toque más real".

Pete Davidson suele vestir ropa casual de lujo, pero su personaje Scott necesitaba una ropa totalmente diferente. El vestuario de Scott incluía un par de prendas más caras, pero en su gran mayoría estaba compuesto por pantalones cortos y camisetas que probablemente tenían unos cuantos años. Toda la ropa que llevan Scott y sus amigos cuando se juntan en el sótano son vaqueros desgastados y ropa envejecida para que nada parezca recién comprado.

En cuanto a los trajes de los bomberos, Sarah Mae Burton se lanzó a la busca y captura de los más auténticos. Al igual que el director, guionistas y productores, su prioridad era honrar al cuerpo de bomberos y respetar su autenticidad. Encontrar los trajes no fue tan fácil como puede parecer. Su equipo tardó dos días en localizar en Queens al distribuidor que se encarga de suministrar los trajes, pero valió la pena. "Representamos a personas que trabajan duro y a menudo arriesgan la vida", dice la diseñadora. "Queríamos mostrarles tal como son".

Durante todo el proceso, la autenticidad y exactitud fueron su piedra angular. "Espero sinceramente que los habitantes de la isla Staten disfruten de la película", añade. "Nos hemos esforzado en representarles tal como son. Vimos muchas de las cosas geniales que la isla ofrece. Me siento como si hubiéramos escrito una carta de amor a la isla Staten tal como es ahora. Ojalá ellos también lo sientan".




El auténtico departamento de bomberos de Nueva York. Hermanos y hermanas de por vida
Debido al empeño del director, de los productores y de los guionistas en crear una imagen auténtica de los hombres y mujeres pertenecientes al departamento de bomberos de Nueva York, contrataron al bombero TERRY QUINN para asesorarles durante el rodaje.

Terry Quinn se encargó sobre todo de las escenas de incendios. Había trabajado con John Sorrentino, que estaba destinado en el mismo parque de bomberos de Brooklyn Heights que el padre de Pete Davidson, y también era uno de sus mejores amigos. El destino quiso que el 11S librara y no corriera la suerte de muchos de sus compañeros.

Para que realmente se dieran cuenta de lo que significa ser un bombero, John Sorrentino se llevó a Pete Davidson, Bill Burr y Judd Apatow al recorrido diario de los bomberos, en el que comprueban casas para ver si son seguras, ofreciéndoles una muestra de lo que es luchar contra los incendios. Quinn y Sorrentino, con muchos años de profesión a sus espaldas, fueron esenciales a la hora de filmar escenas claves, como sacar al equipo de Ray de un edificio en llamas o encargarse del diálogo del servicio de emergencia. Además, John Sorrentino también actúa en la película, interpretando a un bombero, claro, haciendo realidad uno de sus sueños más antiguos.

En la sombra del 11S. Fuerza, resistencia y recuerdo
Crecer huérfano de padre porque murió luchando contra el fuego en el 11S es algo que Pete Davidson y su hermana Casey comparten con muchos otros en la isla Staten. Criar a una familia siendo viuda es la vida de Amy, su madre, lo que comparte con muchas otras viudas y viudos. "Todos los que entraron en esos edificios merecen un homenaje", dice Dave Sirus.

Añadiremos que en cualquier momento, los bomberos como Scott Davidson. Steve Buscemi, Terry Quinn y John Sorrentino son personas valientes dedicadas a salvar vidas y a proteger a los neoyorquinos.

Todas las escenas del parque de bomberos se rodaron en Engine 163/Ladder 83, mientras los bomberos destacados allí entraban y salían respondiendo a llamadas de emergencia. El reparto y el equipo de EL REY DEL BARRIO vivieron de primera mano lo que significa ser un bombero de verdad.

"Uno de los bomberos dijo algo que se me quedó grabado", recuerda Barry Mendel. "Dijo: ‘La gente no se da cuenta de lo mucho que nos importa, de lo que entregamos a nuestro trabajo’. Puede que sea demasiado sentimental para incluirlo en una película, pero no creo que este sentimiento se haya captado antes tan profundamente. Se convirtió en nuestra misión. Queríamos hacer entender a todos que a los bomberos les importa y mucho. No dudo que sus vidas personales son tan complicadas como las de cualquiera, pero también estoy seguro de que se llevan la sutil y buena sensación de haber cumplido. Es maravilloso".

Efectivamente, siempre que se reunían los viejos compañeros de Scott Davidson, se palpaba el cariño. "Todos querían mucho al padre de Pete", dice Judd Apatow. "Incluimos a muchos en la escena del bar de los bomberos. Hablan de él como si le hubieran perdido hace solo un mes. Les impactó profundamente y todos compartieron una experiencia muy dolorosa. Se nota que hay un vínculo muy fuerte, mucho más fuerte de lo habitual".

Judd Apatow espera que EL REY DEL BARRIO sea un homenaje a los bomberos y a los sacrificios que ellos y sus familias hacen para protegernos. "Lo teníamos siempre en mente", dice. "Sabíamos que debíamos ser de lo más respetuosos con ellos. Debía ser una película en la que se sintieran respetados, comprendidos, pero con la que también pudieran disfrutar. Ese era nuestro objetivo".




Tatuando en Chevron. El arte de London Reese
Además de los diseños creados por Dave Sirus, los tatuajes que se ven en la película son obra de LONDON REESE, un tatuador del sur de California que conoce a Pete Davidson desde hace algún tiempo y que colaboró en calidad de asesor en la película. Desde que compartieron tatuajes contra la enfermedad de Crohn, los dos amigos sienten respeto mutuo por la profesión de cada uno. "London es quien hace la mayoría de los tatuajes que debe realizar mi personaje en esta película", explica Pete Davidson. "Pero no ha sido nada fácil porque es muy bueno en lo que hace y debimos convencerle de que hiciera unos tatuajes malísimos a propósito".

Judd Apatow comenta que Pete Davidson es un gran amante del arte del tatuaje. "Pete tiene una profunda conexión física con los tatuajes", dice. "Siempre explica que hacerse un tatuaje le tranquiliza. He aprendido mucho acerca de los tatuajes y de por qué se los hacen. No llevo ninguno. Pete quiere convencerme, pero de momento no tengo ninguno". Hace una pausa antes de seguir: "Me costó resistir, había muchos artistas en el plató…" Uno de los aspectos más complejos de la película fue escoger el estilo de los tatuajes de Ben. Además, ¿llegaría a ser un buen tatuador o haría pésimos tatuajes?

"Nos documentamos mucho sobre tatuajes", explica Judd Apatow. "Encontramos algunos artistas cuyo estilo hubiera podido ser el de Scott. Pero también queríamos que hubiera una historia detrás de los dibujos. Basta con mirar a sus amigos para darse cuenta de que lleva practicando con ellos desde el instituto. Todos llevan tatuajes, algunos mucho peores que otros, dependiendo de la práctica adquirida por Scott en ese momento. Pero ahora todos se han hartado y no le queda nadie en quien ensayar".

Todos estaban de acuerdo en que el personaje de Scott no habría pasado por una enseñanza "clásica". "Algunos artistas pasan por un aprendizaje con un maestro, trabajando en un estudio y aprendiendo bajo la tutela de otro tatuador", explica Barry Mendel. "También están los artistas punky que trabajan en el garaje de casa. London Reese fue uno de esos cuando empezó siendo casi un niño, y Scott también lo es. Dibuja, experimenta. No le va el fotorrealismo. Le va la naturalidad, tiene un estilo propio, es ‘low-fi’. Vimos miles de tatuajes, hablamos con más de una decena de artistas mientras le buscábamos un estilo. Acabamos inspirándonos en un artista del norte de California, DISCOUNT STAB SHACK, y en el artista francés FUZI. Ambos trabajan en lo que se conoce como ‘estilo ignorante’. Y los dos nos entregaron diseños para la película".

London Reese, al igual que Scott en la película, empezó trabajando en la piel de cualquier amigo que se prestara a ello. "Empecé a tatuar logotipos de gasolineras en todos los amigos dentro de las tiendas Chevron", recuerda. "La gente entraba para comprar el periódico, un café o unos plátanos. Nos miraban boquiabiertos y pagaban. No nos quitaban ojo, preguntándose dónde se habían metido. Muchos de los tatuadores que empezamos temprano tenemos alguna historia de este tipo. Desde luego, muy listos no éramos".

Aprender el arte de tatuar es en realidad una metáfora del recorrido de Scott. "La iluminación no llega de golpe", sigue diciendo London Reese. "Se avanza poco a poco, pasito a pasito. Se empieza con cosas pequeñas y hay un mínimo progreso, suficiente para animarte a intentarlo de nuevo mañana con la esperanza de que te saldrá mejor que el día anterior".




No es Tom Cruise. Atracos, huesos de pájaro y altercados
A pesar de no ser una película de acción, en EL REY DEL BARRIO hay unas cuantas escenas que parecen desmentir esta afirmación, como el atraco a una farmacia en el que se ven envueltos Scott, sus amigos y unas cuantas armas, y una pelea entre Scott y Ray en el jardín de Margie. Decidido a que su madre Margie rompa con Ray, Scott se fuma unos porros con Gina, la ex de Ray, para que le dé una valiosa información sobre el pasado de este. Como es de esperar, Ray no aprecia el truco.

"Uno de los grandes momentos de la película es cuando Ray se enfrenta a Scott y acaban peleándose", dice Judd Apatow. "Ray tira a Scott a una piscina desmontable. Me gusta rodar peleas malas, como las de la vida real. Hicimos lo mismo con Eric Bana y Adam Sandler en Hazme reír".

El equipo diseñó la coreografía perfecta para una pelea pésima en la que Ray le da una auténtica paliza a Scott sabiendo que no puede tocarle la cara. "Lo mejor de todo es que estaba trabajando con Bob Elswit, uno de los grandes directores de fotografía de la actualidad", sigue diciendo Judd Apatow. "Bob rodó Boogie Nights y Pozos de ambición. Nunca volveré a estar tan cerca de rodar una película Bourne, algo que también ha hecho Bob". Reflexiona un momento antes de seguir: "¿Quién sabe si después de esta película no me ofrecen dirigir una de superhéroes? Podría pasar".

Ray Burr dice, riendo: "Tenía que decir: 'Joder, qué poco pesas'. Y era verdad, Pete es muy ligero. Pero en ese momento pensé: ‘¿Cómo voy a levantarle sin más? Mide casi dos metros. Soy mayor y me duele el hombro’. Me dijeron que usara el movimiento que me habían enseñado los bomberos, lo que tenía sentido. Así que le di un puñetazo, me incliné y le alcé. Es verdad, Pete no pesa nada, tiene huesos de pájaro. Podría posarse en un cable y no se rompería".

Después de varios días de preparación, ensayos y rodaje, Pete Davidson se quejó de que se sentía agotado. "Estaba exhausto", reconoce. Curiosamente, cambió de opinión acerca de una conocida estrella: "Tom Cruise debe de ser el tío que más curra en todo el mundo. Pilota helicópteros y hace un montón de cosas más, y yo no puedo ni con una escena. Alguien que haga todo esto se merece el dinero que se lleva".




Fresca e inesperada. La percepción y la inspiración modelan la partitura de EL REY
Michael Andrews, ganador de dos premios BMI a la Música de Cine, ha trabajado con Judd Apatow desde que este se hizo un renombre en televisión con las series "Freaks & Geeks" y "Undeclared", y con Barry Mendel desde Hazme reír y La boda de mi mejor amiga. "Las colaboraciones han sido auténticos catalizadores para mi evolución musical", dice Michael Andrews. "Trabajando para cine o componiendo música en general, he tenido la suerte de colaborar con personas maravillosas. Los músicos, montadores, directores, todos me empujan fuera de las rutas conocidas y me obligan a crecer y aprender".

"Judd y Barry comprenden que no tengo una forma habitual de trabajar", sigue diciendo el músico. "Me gustan los retos, me gusta estudiar una y otra vez el enfoque hacia una película. Los proyectos de Judd se mueven, el equilibrio tonal siempre evoluciona, y la disposición a reestudiar una escena en múltiples ocasiones es la clave del proceso. La metodología o un estilo concreto no encaja bien con este tipo de proyectos".

Michael Andrews cree que parte de su trabajo consiste en filtrar los deseos de los directores con los que trabaja y presentar su visión a través de la suya. "Parte del trabajo es limitarse a ser un artesano de la música", explica. "Y en parte depende de mi interpretación personal de lo que comunica la película y de la forma en que lo expreso. Algunos directores me piden que ponga más visión personal, y otros quieren mis conocimientos musicales al pedirme un estilo en particular que encaje con un género". Hace una pausa antes de seguir: "Algunos quieren saltarse las reglas; otros, para nada".

Hablando de los elementos musicales más memorables que se tomaron en consideración para contar la evolución de Scott, Michael Andrews dice: "Nuestras conversaciones se centraron en cómo conseguir que la película fuera naturalista. Queríamos borrar el máximo posible de ‘momentos cinematográficos’. Intentamos alejarnos de las trampas habituales. Al final, después de reflexionar mucho sobre el recorrido de Scott, decidimos que en la película apenas habría música hasta el tercer acto".

El compositor escogió una instrumentación muy especial inspirada en dos artistas a los que admira desde hace tiempo. "Nos pusimos en contacto con dos grandes productores, JASON CHUNG (alias NOSAJ THING) y EMILE HAYNIE", explica el músico. "Son dos artistas increíbles. Queríamos un sonido moderno para el mundo de Scott".

Al trabajar con Jason Hung y Emile Haynie, Michael Andrews amplió aún más el abanico de su estilo y se replanteó el proceso. "En cuanto a la instrumentación, puedo escoger dentro de una gama muy amplia de sonidos", dice. "Además, con el procesamiento y la producción que aportaron Emile y NT, sacamos cosas muy novedosas".

Los músicos suelen inclinarse por componer temas para cada personaje, pero Michael Andrews no quería identificar a los personajes con un sonido concreto. Tanto Judd Apatow como él se inclinaron por un enfoque más general. Al alejarse del tradicional "un tema para cada personaje", pudieron adoptar la premisa de "¿cómo debería sonar este mundo?"

El compositor de Donnie Darko reconoce que fue una auténtica inspiración ver la disposición del director y productor de EL REY DEL BARRIO para enfocar esta película de forma completamente diferente de las anteriores. "Disfruté entrando en el mundo musical de Jason y Emile; tengo la intención de seguir trabajando con ellos en el futuro", concluye Michael Andrews. "Es genial empezar un proyecto y estar abierto a todo lo que puede pasar… en vez de empeñarse en procesar el resultado. Me encantan las sorpresas".