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  El palacio ideal  (L'incroyable histoire du facteur Cheval)
  Dirigida por Nils Tavernier
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Basada en la increíble historia del cartero Cheval y la construcción de su Palacio Ideal a finales del Siglo XIX.

La película está dirigida por Nils Tavernier, hijo de Bertrand Tavernier y de la guionista Colo Tavernier, que trabajó como actor en títulos como Asunto de mujeres de Claude Chabrol y La Pasión de Béatrice de Bertrand Tavernier antes de comenzar su faceta como director (Aurore, Con todas nuestras fuerzas).

EL PALACIO IDEAL está protagonizada por el galardonado actor francés Jacques Gamblin (Hipócrates, El primer día del resto de tu vida, Salvoconducto) y Laetitia Casta (Un hombre fiel, La Guerra de los Botones, Gainsbourg). Completan el reparto Florence Thomassin (Largo domingo de noviazgo), Bernard Le Coq (Quien me quiera que me siga) y Natacha Lindinger (Pasión Mortal).

"Jacques Gamblin es un actor extraordinario [···] Para este papel necesitaba a un actor en el que supiera que podía apoyarme y Jacques asumió el rol más allá de mis expectativas", comenta Nils Tavernier acerca del intérprete. "Es un artista con mucha intuición y la precisión de un metrónomo".

"Alguien me comentó que se entra en la película lentamente, como cuando te deslizas en el agua de un río y luego te embarcas, como en un torrente. Lo encontré bonito y justo. En una hora y media, debes poder sentir que las emociones se intensifican", concluye.



El cartero Joseph Ferdinand Cheval, nacido en 1936, está considerado uno de los máximos exponentes del movimiento Outsider Art por la construcción de su Palacio Ideal durante 33 años de su vida. El concepto describe el arte creado fuera de los límites de la cultura, extensivo a artistas autodidactas y naïf.

Cheval comenzó la construcción en 1879, recogiendo piedras que encontraba en su ruta postal y llevándolas a su casa. El castillo, terminado 33 años más tarde, presenta una mezcla de estilos con inspiraciones bíblicas y de la mitología hindú.

Poco después de su muerte, su obra llamó la atención de artistas como André Breton, padre del surrealismo y el ilustre pintor Pablo Picasso y en 1969, el castillo fue declarado Patrimonio Cultural asegurando su preservación.




La Génesis
Cuando Alexandra Fechner, una maravillosa productora, me ofreció la película, basada en una idea original de Fanny Desmarès, la recibí como un regalo.

En ese momento, no sabía nada sobre el cartero Cheval, pero fui a visitar su palacio. Descubrí que un hombre había construido palacio para su hija, durante 30 años, con piedras... ¡un verdadero héroe del cine!.

La historia de un hombre que, a base de obstinación y tenacidad realiza su sueño, era básicamente la misma que la de Con todas nuestras fuerzas; una historia de éxito un poco como Billy Elliot.

Después de investigar a Joseph Cheval, quise contar su historia a través de una película romántica sobre su familia.

El guión
Con Laurent Bertoni, mi coguionista durante más de 15 años, rápidamente encontramos el tono y el ritmo del guión.

Investigamos mucho para imaginar el mejor perfil psicológico de nuestros personajes, especialmente el de Joseph Ferdinand Cheval, que evoluciona a lo largo de la película. Este hombre poco hablador, aparentemente más relajado en la naturaleza, más a gusto rodeado de pájaros que de humanos, termina encontrando un fabuloso modo de expresión a través de la construcción de su Palacio.

En cuanto a su esposa, Philomène, la madre de su amada hija, teníamos muy poca información. Sabíamos que había vivido con él el resto de su vida. Quería destacar su figura como una mujer que ama y apoya incondicionalmente a su marido; alguien que a veces le reprocha su terquedad, pero nunca con ira.

Al haber trabajado mucho con temas de discapacidad, he conocido a mujeres como ella, completamente “dedicadas” a sus hombres (para usar la expresión de Françoise Dolto). No se trata de un amor incondicional, como puede ser hacia un niño, sino de un amor sólido, resistente a todo, al duelo y a la dureza de la vida.

Los Actores

Jacques Gamblin
Jacques es un actor extraordinario.
Me empeñé con todas mis fuerzas en que fuera él el que interpretara al padre.

Necesitaba un actor en el que, pasase lo que pasase, supiera que podía apoyarme en él. Jacques asumió ese papel más allá de mis expectativas.

Es un artista con mucha intuición y precisión de metrónomo. Puede hacer varias sugerencias de rols para una sola escena, y siempre lo hace al mismo tiempo, al segundo más cercano. Aparte de Isabelle Huppert, no conozco a ningún otro actor que tenga esta habilidad. Cuando llega al set, su concentración y determinación exigen silencio y respeto.

Escribí el guión de El Palacio Ideal para Jacques.

Al perder un poco de peso y con una hora y media de maquillaje diario (cara y manos incluidas), logró parecerse tanto a Joseph Ferdinand Cheval que, al ver la película, algunos tardaron en reconocerlo. Asumió el papel de una manera increíble. Antes del rodaje, trabajó mucho. Se aprendió las texturas de las piedras y el manejo de los instrumentos de los albañiles repitiendo sus gestos durante horas. Fue más allá de la precisión requerida por la película. ¡Nos sorprendió muchísimo!.

Si Jacques hubiera rechazado el papel, no habría renunciado a la película, pero, francamente, no veo quién lo hubiera podido interpretar tan bien.

Laetitia Casta
Laetitia es también una actriz muy emocionante. Su rango interpretativo es muy extenso.

La descubrí en un telefilme donde interpretaba a Arletty y la encontré, de principio a fin, magnífica.

La volví a ver en la película de Joann Sfar sobre Gainsbourg y su actuación como Brigitte Bardot me sorprendió.

Cuando pensaba quién podría ser Philomène, rápidamente me vino ella a la cabeza. Una mujer de campo, madre solícita y esposa amorosa... Este era un trabajo nuevo para ella.

Laetitia trabajó con precisión, fuerza, gentileza y humildad, lo que impresionó a todos en el set.

En la pantalla, ella forma, junto a Jacques, una pareja muy sincronizada. Es sorprendente porque, aparte de la meticulosidad con la que cada uno aborda su papel, tienen un manera muy diferente de trabajar. Jacques, que también es bailarín, usa mucho su cuerpo para transmitir emociones. Laetitia, se basa principalmente en la psicología de su personaje. Y a diferencia de Jacques, a ella no le gustan las marcas. Tienes que darle mucha libertad de movimiento.

Los otros actores
Dirigir bien a los actores me llevó veinte años. Llegué a comprender que esta tarea tan delicada requería respeto, admiración y también empatía por los artistas. Para trabajar bien con ellos, debes elegirlos con un cuidado meticuloso.

Por lo tanto, para El Palacio Ideal, busqué actores a los que les tengo afecto y confianza: Natacha Lindinger, a quien conozco desde hace años y que irradia la pantalla, Florence Thomassin, con una fantasía un poco fuera de lo común, Eric Savin, y su forma de ser, tan arraigada y tan elegante, siempre al servicio de su personaje y luego, Bernard Lecoq, que sabe aportar a sus personajes, gentileza, ternura, humanidad y un ligero humor. Todos han aportado mucho a esta increíble historia.

El rodaje
Quizás debido a mi experiencia como documentalista, preparo muchas de mis escenas con mucha antelación. Evita una serie de decepciones en el set y, sobre todo, ahorra tiempo. Al no ser un director estrella como ayer lo fue Chabrol o hoy pueden serlo, mi padre o Jacques Audiard, tengo unos tiempos de rodaje limitados, ¡y tengo que cumplirlos!.

En mi plató, prohíbo que hablemos en voz alta y que cortemos la conversación de quienes hablan. Al principio, se puede percibir como una tiranía, pero muy rápidamente, la gente se da cuenta de que estas reglas tan simples imponen calma y respeto. En mis sesiones, quiero que todos puedan expresarse y ser escuchados.

Con este modo de hacer las cosas, cuando tengo algo que decirle a un actor, siempre le hablo a un lado, para no culparlo frente a todos.

Una de las mayores inquietudes que tenía con esta película era el hecho de que estábamos filmando en un lugar clasificado como Monumento Histórico. Pero todo salió maravillosamente bien. Leyeron el guión y lo aprobaron, dándonos la bienvenida como reyes. Trabajamos de la mano. Los dueños del restaurante incluso ayudaron a Jacques a prepararse.

¡También he aprendido tanto sobre el tema que tengo suficiente para hacer un documental sobre la preservación y restauración de monumentos!.

Las dificultades de la filmación fueron principalmente técnicas. Reconstruir el inicio de la construcción del Palacio requirió efectos especiales que parecían rompecabezas chinos. Tuvimos que cortar el monumento, trabajar con chromas y jugar mucho con la paleta gráfica.

La fotografía
El Palacio Ideal, pinta un retrato de un hombre misterioso cuya vida a veces es dura pero que tiene lugar en medio de la majestuosa naturaleza, los magníficos paisajes de Drôme.

Quería que la fotografía reflejara este contraste, espléndida y ultra sostenida, enfatizada, pero no demostrativa, en línea con la actuación de los actores.

Con el director de fotografía, nos inspiramos mucho en los lienzos de Fantin-Latour, que tienen unos bonitos ocres y gradaciones de gris y negro, siempre realzados, en algún lugar, con un toque de rojo o burdeos. La luz en estos lienzos es suntuosa. Aunque también nos hizo pasar un mal rato, porque Fantin-Latour constantemente engaña, inventa direcciones de luz poco realistas y, por lo tanto, a priori impracticables.

Trabajamos mucho, mucho, para volver a pintar los fondos de los interiores de acuerdo con la colorimetría de los ojos de los actores, hasta introducir cada vez más ocre en los planos a medida que avanza la película y la existencia del cartero se vuelve un poco más suave y brillante.

La música
El problema de la música era el mismo que el de la fotografía. Tenía que ser ordenada, presente, sin ser demostrativa ni ostentosa, como la puesta en escena en general.

Ritmos de vals trotaron en mi cabeza...

Tenía dos referencias: Marc Perrone, que había escrito la música para La Trace de Bernard Fabre, y especialmente Philippe Sarde, que bañó mi infancia porque era el compositor de las películas de mi padre y también el del Tren de Pierre Granier-Deferre, del cual soy un fan absoluto.

Hablé con Baptiste y Pierre Colleu, dos hermanos. Los contacté mucho antes del rodaje. Elegimos los instrumentos y jugamos con melodías, mientras escuchábamos valses. Baptiste y Pierre trabajaron durante 8 meses. Su música no es ilustrativa, es una con la imagen. Creo que es genial.

El ritmo de la pelicula
Alguien me dijo que entras en la película lentamente, como cuando te deslizas en el agua de un río, y luego te embarcas, como en un torrente. Lo encontré bonito y justo.

En una hora y media, debes poder sentir que las emociones se intensifican.

Primeras reacciones de la película
Comenzamos a enseñar la película cerca de la región y en muchos festivales. Los primeros espectadores admitieron que estaban conmocionados pero felices. Algunos me dijeron que era una gran película sobre la familia, otros sobre una historia de amor ejemplar.

Para mí, esta es una película romántica basada en la realidad, probablemente la mejor de mi carrera hasta la fecha.



"Nils Tavernier evoca al artista ingenuo, interpretado por un inspirado Jacques Gamblin" - LE FIGARO

"Gamblin ofrece una interpretación abrumadora" - LE PARISIEN

"Emocionante" - VOICI

"Chapeau a Gamblin" - LE NOUVEL OBSERVATEUR