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  Saint Maud  Dirigida por Rose Glass
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Película de terror psicológico escrita y dirigida por la británica Rose Glass, quien debuta con su primer largometraje protagonizado por Jennifer Ehle ('La noche más oscura', 'Historia de una pasión' o la miniserie 'Orgullo y Prejuicio') y por Morfydd Clarck.


Desarrollando el mundo de Saint Maud
SAINT MAUD es una película de terror psicológico diferente, que toma influencias de las películas clásicas de los años 70 para crear algo contemporáneo y fresco que atraiga a una nueva generación de cinéfilos.

La idea inicial de SAINT MAUD surgió cuando Rose estaba terminando la carrera de cine en la Escuela Nacional de Cine y Televisión de Reino Unido (NTFS). "Me interesaba la idea de que la voz dentro la cabeza de alguien se convirtiese en un personaje de película. El origen fue la historia de amor entre Maud y Dios y se desarrolla a partir de ahí. Empecé a preguntarme a ver quién era esta chica que se estaba enamorando de una voz en su cabeza y por qué nadie se da cuenta de lo que está ocurriendo" explica Rose.

La película está inspirada en el melodrama y humor negro de los años 60 y 70, como Taxi Driver y Persona, y por la intensidad visual en los primeros trabajos de Roeg y Polanski (Repulsión, La Semilla del Diablo). A Rose le atraen las historias claustrofóbicas e íntimas pero de gran escala cinemática. "Me fascina la vida privada de las personas, y la disparidad entre el mundo interior que todos tenemos en nuestras cabezas y lo que enseñamos al mundo. Esta película lleva al extremo el caso de alguien que vive en su propio mundo privado y el peligro que surge cuando empiezan a alejarse más y más de la realidad".

Es una intensa y entretenida película de terror psicológico, pero SAINT MAUD también trata con sensibilidad y empatía temas universales como la salud mental, la religión, la soledad y la alienación social. Para Rose era importante que Maud fuese una protagonista con la que el espectador se sintiese identificado. "No quería que la gente sintiese pena por la solitaria Maud. Desde su punto de vista, ella es muy importante. Tiene un gran propósito y está muy decidida" dice Rose. "Así que dentro de su historia llega muy alto, aunque también muy bajo, y queremos que el espectador le acompañe en la experiencia".

"El tono de la película se basa en el género" explica el productor Oliver Kassman. "SAINT MAUD tiene un pie puesto firmemente en su género. ¿Están ocurriendo estas cosas de verdad? ¿Está todo dentro de su cabeza? En parte será el espectador el que decida. Se está describiendo la naturaleza humana pero de forma metafórica. A medida que la historia avanza se convierte en un perturbador cuento de hadas".

El proyecto está desarrollado por la productora Escape Plan junto a Film4, que llevan trabajando con Rose desde su película de graduación de NFTS, Room 55. "Vi su proyecto de graduación en la NFTS y me impactó muchísimo" dice Oliver Kassman. "Era convincente, ambicioso y atrevido. Y se hizo sin casi presupuesto. Me reuní con ella y todavía no tenía agente, aunque llevaba haciendo películas desde los diez años, así que se podría decir que ha sido cineasta casi toda su vida. Me emocionó mucho todo su trabajo y quería formar parte de su debut". Andrea Cornwell se unió entonces al proyecto en su desarrollo, y la película se financió en su totalidad por Film4 y el Instituto de Cine Británico, con los fondos de la lotería nacional. "Había una predisposición genuina para que Rose hiciese su debut en la gran pantalla y ha sido genial poder darle la oportunidad de hacer una película con más medios" comenta Andrea Cornwell. "La película bebe del género, con efectos visuales y especiales, lo que justificó un pequeño aumento del presupuesto, ya que Rose se mueve en un mundo muy visual y cinemático".

La actriz emergente Morfydd Clark interpreta a Maud. La directora de casting Kharmel Cochrane se fijó en ella por su trabajo sobre el escenario y papeles en películas como The Falling y Amor y Amistad. SAINT MAUD ha sido su oportunidad de debutar como actriz protagonista. "En cuanto la vi sabía que había encontrado a Maud" confiesa Rose. "Morfydd fue una de las últimas actrices que vimos, y era algo diferente de cómo me había imaginado al personaje, pero funcionó a la perfección". A Andrea Cornwall le pareció fenomenal. "Nos enorgullece haberle dado esta gran oportunidad con el guion de Rose. Es una de las actrices más versátiles con las que he trabajado. Puede parecer inocente y vulnerable en algunas escenas pero luego sacar una gran vena cómica". "Esa es una de las cosas que más me gustaron de su interpretación" añade Rose. "Tiene un gran instinto cómico que saca en grandes momentos". Es el humor negro de la interpretación de Morfydd lo que le da el tono a SAINT MAUD, creando cariño y empatía hacia los personajes a medida que se desarrolla la historia.

"Supe desde la primera audición en la que conocí a Rose que estaba desesperada por conseguir el papel por lo mucho que me gustaba el guion" confiesa Morfydd. La película se centra en la relación entre Amanda y Maud. "Creo que cuando se conocen, Amanda le da esperanzas a Maud. Lo trágico es lo mal dirigidas que están esas esperanzas. Creo que si se hubiesen conocido en otro momento de sus vidas se habrían venido muy bien. Pero cuando se encuentran, Amanda está intentando aceptar su muerte y Maud no sabe ni si existe. Esto crea un gran agujero negro por el que se caen las dos".

"Siempre me ha fascinado la soledad y lo que le puede hacer a la gente" comenta Morfydd. "Estaba algo preocupada antes de empezar, ya que el tema me causaba malestar. Maud tiene una edad similar a la mía, es de Gales, como yo, y creo que hay gente que a veces toca fondo y no recibe ayuda de la misma forma que yo he recibido a lo largo de la vida. Me recordaba a Dreams of a Life, de Carol Morley, donde hay una mujer muerta durante 3 años y nadie se da cuenta. Esa sensación de intensa soledad en la que incluso en este mundo híper conectado alguien puede estar completamente solo".

El personaje de Amanda parece muy diferente a primera vista, ya que es extravagante y divertida. El producto de una vida creativa viajando con una compañía de baile de renombre. A diferencia de Maud, no se reprime expresando quién es y lo que le gusta. Aunque a lo largo de la película se hace evidente que Maud y Amanda se parecen en algo, presentan al mundo una persona muy distinta de su yo interior. Conocemos a Maud viviendo casi como una ermitaña, amparándose voluntariamente en su relación piadosa con Dios, aunque pronto descubrimos que no siempre fue así. Por otro lado, su paciente Amanda se centra en su lado más sociable y vivaracho como bailarina, pero le cuesta aceptar su fragilidad física y la inevitabilidad de la muerte. Las dos son muy vulnerables y están extremadamente solas.

"Creo que hay algo secreto en el interior de Amanda que mucha gente no ve pero que probablemente Maud sí: la tristeza, indignación y frustración" añade Oliver. "Aunque sean dos personas tan distintas, comparten una frustración con su entorno. Estamos viendo las dos caras de la misma moneda. Todos tenemos una vida interior que es difícil de ver y que la gente a menudo ignora".

Jennifer Ehle ha ganado el BAFTA y dos veces el Tony. Es conocida por sus papeles de época y su fuerza y versatilidad en películas contemporáneas como La Noche Más Oscura (Zero Dark Thirty), La (Des)educación de Cameron Post y Vox Lux: El Precio de la Fama. El personaje de Amanda se reescribió como americano cuando Jennifer se unió al reparto, convirtiéndose en una glamurosa bailarina de fama mundial que ahora vive recluida en una ciudad costera inglesa. "Creo que cuando Rose escribió el papel estaba pensando en alguien más mayor" dice Andrea. "Aun así optamos por alguien mucho más joven. Pasamos a tener a alguien lidiando con una pérdida de fuerza y poder reciente en vez de alguien mayor cuya carrera ha acabado hace mucho tiempo. La fragilidad es reciente, así que le da más profundidad y capas al papel. No podía interpretarlo nadie más que Jennifer". "El personaje de Amanda era al principio más melodramático y teatral, pero Jennifer tiene tanta clase que ayudó a temperarlo" añade Rose. "Amanda tenía que ser la antagonista, pero aun así necesitamos entender por qué Maud se obsesiona con ella, y eso es algo que Jennifer Ehle hace con facilidad".

"A Maud mi personaje le parece exótico" comenta Jennifer Ehle. "Es una artista extravagante y algo inconformista, y Maud no ha conocido a nadie así antes. Amanda está en un punto interesante de la vida porque se siente sola. Está asustada y aburrida. Se está preparando para morir. Me pareció una historia muy original y me gusta la mezcla de thriller gótico y psicológico y la exploración psicológica de Saint Maud. Creo que está muy bien escrita y tiene un estilo único".

"Sin duda estaba muy nerviosa por trabajar con una actriz de la talla de Jennifer" admite Rose. "Siendo el primer largometraje, te da miedo que piensen que no sabes lo que estás haciendo. Fue muy paciente con una cineasta nerviosa y primeriza como yo. Soy muy consciente de cuánto más saben los actores que los directores sobre interpretación, y aun así está el hecho de que tú debes estar a cargo. Pero Jennifer fue muy generosa y ayudó a desmitificar mucho de ello". "Jennifer es una gran colaboradora" añade Oliver. "Se involucró no solo en su personaje, sino también en la película en general y con Rose como directora. Le interesó mucho la visión de Rose y se esforzaron mucho por hacerla realidad".

"He seguido a Jennifer desde hace muchísimo y me ha apoyado un montón" comenta Morfydd. "Era consciente de lo nerviosa que estaba por actuar con ella, pero fue muy amable".


Creando el mundo visual de Saint Maud
La sensible caracterización de la relación entre Maud y Amanda en SAINT MAUD tiene lugar principalmente en una casa. La combinación que hace Rose entre el diseño y efectos especiales convierten la película en una experiencia de terror psicológico. "Desde el principio tenía claro que la estética de la película iba a ser algo clave, y era importante poder meter a la audiencia dentro de la cabeza de Maud, no que existiese simplemente de forma superficial" dice Rose.

Rose tiene influencias del cine clásico de los años 70, así como de películas más modernas. "En Realidad, Nunca Estuviste Aquí de Ramsay se estrenó mientras escribía el guion, cuyo estilo sin duda me influyó". Se puede apreciar también la influencia de Taxi Driver, que a su vez se fija en Diario de un Cura Rural. Visualmente también hay influencias de películas contemporáneas del director británico Peter Strickland, en particular de The Duke of Burgundy.

La película está rodada con una estética visual de los años 70, con matices que recuerdan al Art Deco que encontramos en las telas y texturas de la casa y ropa de Amanda. Son estos elementos lo que hacen que la película te transporte a otro universo. "El estilo y la estética nos ayudaron a contar la historia de Maud" comenta la productora Andrea, "así nos damos cuenta desde el principio que estamos en un mundo donde todo es un poco raro".

Para rodar las escenas de la casa de Amanda encontraron una enorme propiedad eduardiana en Highgate, Londres, donde las paredes de madera ayudaban a crear esa sensación claustrofóbica. Los exteriores se rodaron en las playas y trasnochadas salas recreativas de Scarborough.

"Siempre preparo un collage de ideas cuando voy a preparar un proyecto, y la verdad es que esta vez no cambió mucho desde la primera lectura de guion al rodaje" explica la diseñadora de producción Paulina Rzeszowska. "Buscaba alguna forma de crear un estilo atemporal, pero al mismo tiempo es una historia contemporánea, así que eso es lo que más nos costó resolver". La elección de la casa de Highgate fue un elemento clave en el proceso de diseño. "Todo estaba relacionado con la localización. La habitación de Amanda era muy particular, con las paredes cubiertas de madera, así que tuvimos que aceptar lo que había y acostumbrarnos. Eso dictó cómo sería la gama de colores del resto de la casa. Me quedo con el papel de las paredes de esta habitación. Es un diseño moderno, pero tiene elementos Art Deco y colores fuertes. Para la sala de estar escogimos colores bastante oscuros, así los personajes pueden salir de las sombras".

Ben Fordesman es el director de fotografía y trabajó estrechamente con el equipo de diseño. "Las sombras son muy importantes, en parte gracias al equipo de producción". Creó esa atmósfera y estética usando lentes Canon K35 de los años 70, las mismas que usaron en Alien y Barry Lyndon. "Era muy importante crear un lenguaje visual intenso y estilizado, pero nunca efectista o que distrajese. Todo se va acentuando a medida que avanza la película y el estado mental de Maud empeora, aunque espero que no sea algo de lo que el espectador se de mucha cuenta. Conocía el trabajo de Ben en promos y anuncios, sabía que su mezcla de luz pictórica y sus destellos estilísticos era justo lo que la película necesitaba".

"Repulsión y Persona influyeron mucho a nivel de tonalidad. Rose tenía muchas referencias pegadas en las paredes de la oficina. Yo me fijé mucho en películas de 16mm como Carol, aunque creo que lo que hemos creado se ha convertido en algo completamente distinto, en el buen sentido de la palabra" añade Ben.

El equipo disfrutó mucho colaborando con el departamento de efectos especiales. Sorprendentemente, casi todos los momentos clave de SAINT MAUD están rodados de verdad, en vez de recurrir a los efectos visuales de post producción. La película cuenta también con varias escenas de riesgo, todas bajo la supervisión del experto Andy Bennett. "Eso creó una atmósfera creativa durante los rodajes, ya que estábamos rodeados de cables y actores secundarios en trampolines volando por toda la habitación" explica Andrea. "Todo esto contribuyen a crear un efecto de mundo real donde estás viendo objetos reales. Eso también significa que con suerte los espectadores no verán venir los sustos". Todo esto hizo que el valor de producción de SAINT MAUD subiese, usando efectos visuales de forma muy selectiva y ninguna escena peligrosa compleja.

Los remolinos son un tema central a lo largo de la película y se le aparecen a Maud en diferentes momentos a medida que sus visiones se hacen más intensas. Algunas de estas escenas están hechas por ordenador, como las nubes creadas por Technicolor VFX, pero otras como la del bar las creó el especialista de decorados Baris Kareli. Crearon remolinos en los vasos trucando las mesas. Hicieron agujeros debajo para poner un motor y metieron hélices de avión de juguete dentro de los vasos para crear un remolino.

Uno de los momentos más intensos para los espectadores probablemente sea cuando un cuerpo cae en un momento inesperado. "En realidad lo añadimos al guion más tarde" comenta Andrea. "Rose lo escribió, y después de ver la reacción del equipo pensamos que era perfecto". El renombrado artista de efectos especiales Kristyan Mallet creó una prótesis de torso entera, lleno de sangre y órganos, y hace una aparición estelar en un momento clave de la película.

Tina Kalivas es la diseñadora responsable de crear el vestuario que marca el contraste entre la forma de ser de Maud y de Amanda, como el decorado caftán y turbante que lleva la glamurosa bailarina aunque vaya en silla de ruedas. Su experiencia en moda, trabajando para diseñadores de la talla de Alexander McQueen, se hace destacar en las prendas cosidas a mano, como el uniforme de enfermera de Maud o el extravagante atuendo de fiesta de Amanda. "El diseño es contemporáneo, aunque también tiene toques sobrenaturales" comenta Tina. "El vestuario va desde elementos estructurados y conservadores a otros sueltos y fabulosos. Ha sido fascinante trabajar con personajes tan distintos".

El trascendente final de Maud es uno de los momentos favoritos de Tina durante el rodaje. "El traje más bonito para mí es el del final de la película, cuando Maud adopta el rol de santa. Rose y yo cogimos una sábana y la enrollamos alrededor del maniquí, y Rose tuvo una revelación. Dijo que usaríamos eso y entonces yo lo cosí. Entonces nos inventamos una historia sobre cómo Maud lo confeccionó con imperdibles. Es uno de mis momentos favoritos, cuando estás en sintonía con un director y la historia y el diseño encajan a la perfección".

La diseñadora de maquillaje y peluquería aportó otras referencias sobre su trabajo en la película. "Sin duda me inspiré en William Blake, y en Lucian Freud para Amanda en particular, ya que su tono de piel se ve perfecto en una luz sin color y tonos de grises. Me pareció precioso. William Blake está referenciado bastante en la película. Morfydd es como un William Blake más cálido, y su pelo es como las llamas. También me he fijado en imágenes religiosas de María, algunas bastante extremas. Algunos de los altares y estatuas representan mujeres muy historiadas, así que he cogido también un poco de eso".

Jennifer Ehle disfrutó el ambiente colaborativo que se respiraba cuando Rose y el equipo de diseño definían su personaje. "Siempre es divertido crear a alguien, especialmente a alguien con tanto color como Amanda" dice Jennifer. "Me ha encantado trabajar con Tina y Jacquetta Levon. No creo haber trabajado con un director que se implique tanto en la forma en la que un personaje se presenta físicamente. Lo he disfrutado mucho. A los directores a veces les da miedo aventurarse en ese mundo, así que ha sido genial poder hacer un trabajo tan colaborativo".

"Este trabajo ha sido como un regalo" confiesa Jacquetta. "Por un lado es gracias a que Rose es una fantástica directora y sabe lo que quiere. Pero también está abierta a propuestas, así que he podido ser más creativa que en otros trabajos en los que hay mucha gente pero con una visión diferente cada uno. Aquí todos sabíamos que Rose era la directora de orquesta y eso es genial. Creo que siempre ha tenido una respuesta porque es su primera película y ha pasado mucho tiempo pensando en ella. Sabía lo que ocurría en todo momento. Le tengo un gran respeto y he disfrutado mucho el proceso".

Esta sensación de trabajo colaborativo la comparten otros jefes de departamento como Ben Fordesman. "Rose es una de las personas más trabajadoras que conozco. Es una visionaria con mucho talento, y una fuente constante de inspiración para todos. Me siento privilegiado de haber trabajado en su debut".