En No respires (2016) de Fede Álvarez vimos como todo el mundo subestimaba a Norman Nordstrom (Stephen Lang) por ser ciego, aunque acabó demostrando un afán de supervivencia inquebrantable y el lado monstruoso y malvado de su personalidad. Es un hombre que no deja que nadie ni nada se interponga en su camino. Ahora, han pasado ocho años y Nordstrom vive con una niña de 11 años llamada Phoenix. Ha conseguido reproducir la familia que una vez le robó un conductor borracho y ha encontrado por tanto la retorcida justicia que sentía que se merecía. Cuando unos intrusos irrumpen en su casa una vez más, esta vez buscando a Phoenix, Norman mostrará de formas nuevas e inesperadas qué esconde en su interior.