Virginie, Erik y Aristide trabajan como policías en una brigada local, tratando de mantener unidas sus vidas personales y emocionales mientras lidian con los sucesos diarios de violencia en los hogares y en las calles. Una noche, se les asigna una misión inusual y deben llevar a un inmigrante de vuelta a la frontera por razones no especificadas. De camino al aeropuerto, Virginie descubre que el preso será condenado a muerte si regresa a su país. Enfrentada a un dilema insoportable, empieza a cuestionar su misión... Tienen la noche para decidir el destino de un hombre.
Entrevista con Payman Maadi
P: ¿Le sorprendió que Anne Fontaine le ofreciera el papel?
R: Conocía el trabajo de Anne y ella había visto el mío. No éramos totalmente desconocidos el uno para el otro. Desde nuestro primer encuentro, mantuvimos largas conversaciones sobre el cine y el arte, y por supuesto sobre los problemas relacionados con los inmigrantes, y nos dimos cuenta de que teníamos mucho que compartir.
P: ¿Qué sintió cuando leyó el guión?
R: En aquella época, los medios de comunicación empezaban a cubrir regularmente las tragedias vividas por los migrantes y la crisis de los migrantes se había convertido en la mayor preocupación para mí. Cuando terminé de leer el guión, sentí casi una sensación de alivio: el mundo necesitaba este tipo de visión del tema y Police, sentí que sería una película importante. El problema que plantea la llegada masiva de inmigrantes no es sólo de carácter económico, político y social, sino que también tiene implicaciones éticas. Ningún ciudadano de cualquier parte del mundo puede ser indiferente a esta crisis, con la cantidad de preguntas y dudas que plantea.
P: Tohirov, su personaje, es casi totalmente silencioso. Cómo abordó su interpretación?
R: Se dice que los ojos son las ventanas del alma. Esto es aún más cierto y aplicable con Tohirov, que no habla y apenas se mueve. Él todo lo trasmite con los ojos. Pasé horas y horas frente a un espejo, tratando de hacer un inventario de la mayor variedad posible de expresiones. Los ojos son una herramienta maravillosa para un actor. Pueden reemplazar palabras. Y, como siempre, vi documentales sobre el tema. Siempre necesito sumergirme completamente en mis papeles.
P: ¿Trabajó mucho con Anne Fontaine antes de comenzar el rodaje?
R: Hablamos largo y tendido sobre la película, Tohirov, los otros personajes y sus trayectorias. Cuanto más sabía de todo, más fácil me resultaba imaginar cómo se relacionaría Tohirov con los tres oficiales. Le hice sugerencias a Anne, las discutimos y llegué al plató con una idea detallada de cómo iba a interpretar cada escena. Me sentí totalmente seguro. Cuando me comprometo con una película, necesito entender a la persona que me va a dirigir. Tengo que estar en su cabeza.
P: ¿Cómo se relacionó con los demás actores en el plató?
R: Hablaba bastante poco con ellos, lo cual era una manera de sentir la soledad de mi personaje. Todos eran muy cariñosos y atentos conmigo.
P: En Police, todo se transmite a través de las miradas que se intercambian los cuatro ocupantes del coche. Pero mientras los espectadores pueden seguir la evolución de la mentalidad de los tres agentes, Tohirov sigue siendo enigmático. ¿Es peligroso? ¿Desesperado? ¿Cómo ha conseguido mantener esa ambigüedad?
R: Todo dependía de mis interacciones con los otros actores. "Cada acción es una reacción", te dicen en las escuelas de teatro. Mi actuación tenía que estar en sintonía con los más pequeños movimientos que hacían Virginie, Ornar y Grégory, y con los más mínimos cambios que se producían en el entorno. La presencia de Anne era esencial. Estaba allí con nosotros. No todos los directores están presentes así. Su trabajo de postproducción hizo todo lo demás.
P: Estamos literalmente a bordo del coche junto con los cuatro protagonistas.
R: ¿Cómo reaccionaríamos si estuviéramos en el lugar de Virginie, Aristide o Erik? Cualquiera que sea la respuesta de los espectadores a esta pregunta, una pregunta existencial, inevitablemente los obliga a comprender por qué los oficiales hacen lo que hacen. Algunos sentirán que ellos mismos no tendrían el valor de desobedecer órdenes, mientras que otros aprobarán sus acciones. En un caso tienes simpatía y en el otro, empatía, que son emociones muy similares
P: Tuviste que aprender algo de tayiko para esta película.
R: Aprender un nuevo idioma no es un problema para mí. Para Police, fue fácil, ya que tenía muy pocas líneas. Fue mucho más difícil trabajar en mi inglés para Los últimos caballeros de Kazuaki Kiriya, ¡o hablar kurdo en mi película más reciente en Irán! Siempre utilizo el mismo método: busco un buen instructor y trabajo obsesivamente hasta que me sé mis líneas de memoria.
P: Usted mismo es director de cine. ¿Cómo describiría a Anne Fontaine en el plató?
R: Anne es una cineasta experimentada y una persona elegante que sabe exactamente lo que busca y, más concretamente, lo que no quiere. Después de Rakhshan Bani-Etemad, una de las mejores cineastas de Irán, esta es la segunda vez que participo en una película hecha por una mujer. Y aunque nunca he juzgado a los directores por su género, me he dado cuenta de que las mujeres tienen un enfoque más sutil que los hombres. Su mundo me interesa más. The Snow on the Pines, la primera película que dirigí, describe el dilema interno de una profesora de piano e intenté aplicar el enfoque de una directora. Si dejamos que las mujeres gestionen las cosas, el mundo podría funcionar mejor.
P: Le gusta abordar géneros muy diferentes -películas independientes, superproducciones, series de televisión...- ¿Por qué este enfoque tan ecléctico?
R: Me encantan los retos y buscar (y encontrar) nuevos. Siempre estoy dispuesto a vivir una nueva aventura. Leo todo y veo todo lo que llega al cine: películas de todos los géneros, de todos los países. Esta naturaleza curiosa me ha aportado mucho como actor y también como guionista y director. Cuando escribo, y ruedo, una película, los libros y las películas que he descubierto me proporcionan el material que necesito y me permiten abordar formas de expresión muy diferentes. Desde hace algo más de un año, trabajo simultáneamente en una comedia y una película de terror.
P: ¿Es esta curiosidad la que le lleva a filmar en diferentes países?
R: Es el estilo, la autenticidad y la profundidad de un proyecto lo que me atrae, no importa si tiene lugar en Irán, Hollywood o Francia. Y siempre he intentado no tener limitaciones geográficas, porque hay buenas historias y buenos directores en todo el mundo. Abbas Kiarostami dijo una vez: "A diferencia de los políticos, que se aprovechan de nuestras debilidades y diferencias, es esencial que los cineastas encuentren puntos comunes entre nuestras diferentes culturas". Con Police, Anne Fontaine aplica este principio al pie de la letra. Su película reúne a personas de todo el mundo sin tener en cuenta las fronteras creadas por los políticos.
Anne Fontaine
Anne Fontaine comenzó su carrera como bailarina y actriz. Debutó en la dirección en 1993 con Les Histoires d'Amour finissent mal en général (Las historias de amor suelen acabar mal), que obtuvo el Premio Jean Vigo.
Sus películas incluyen Augustin, Nettoyage a Sec (Limpieza en seco), Augustin Roí du Kung-Fu, Comment i' ai tué mon Pere (Cómo maté a mi padre), Nathalie...Entre ses mains (En sus manos), Nouvelle Chance (Oh la la), La Filie de Monaco (La chica de Mónaco), Coco avant Chane/ (Coco antes de Chane/), Mon pire cauchemar (Mi peor pesadilla), Perfect Mothers (Adoración), Gemma Bovery, The lnnocents (Las inocentes), Marvin, Blanche comme Neige (Pura como la nieve), y la próxima Police.