Nueva York, 1971. Tras sus celebrados días como uno de los fotoperiodistas más venerados de la Segunda Guerra Mundial, W. Eugene Smith se siente desconectado de la sociedad y de su carrera. La revista Life lo envía a la ciudad costera japonesa de Minamata, cuya población ha sido devastada por el envenenamiento por mercurio, resultado de décadas de negligencia industrial. Allí, Smith se sumerge en la comunidad y recupera la ilusión por su profesión y con su cámara capta las imágenes que darán la vuelta al mundo.