Nobuhiro Suwa vuelve a Japón con esta road movie que reflexiona sobre las secuelas de la tragedia de Fukushima. Con una emotividad contenida, Suwa centra el relato en el periplo de una joven de 17 años, Haru, que lo perdió todo y que ahora busca respuestas. Un film catártico sobre el luto colectivo.