Tres amigas en la cincuentena recrean un viaje en tren a través de Europa, pero esta vez Maddie, de 17 años, ocupa el lugar de su madre, cumpliendo su último deseo. Con pasaportes perdidos, huelgas de trenes y enredos románticos en su camino, deben dejar a un lado las viejas disputas para completar el viaje en cinco días y recordarse a sí mismas que todavía están en la flor de la vida.
Sinopsis larga
Después de terminar la universidad, un grupo de cuatro amigas íntimas, Kate, Liz, Cassie y Anna, sin ninguna preocupación en la vida y con todo el futuro por delante, deciden hacer las maletas y salir a hacer un interrail por Europa durante un mes. Su destino final es la catedral de Santa María en Palma en Mallorca, pero una vez allí se pierden el deslumbrante Festival de la Luz. Cuando el viaje termina, prometen que algún día repetirán el viaje. Pero la vida tiene otros planes.
Años después, tras la muerte de Anna, el cuarteto se ha convertido en trío. Como regalo de despedida, Anna deja a sus amigas unos billetes para repetir el viaje, pero con una condición: Kate (Jenny Seagrove), Liz (Sally Phillips) y Cassie (Kelly Preston) deben llevarse a la hija de 17 años de Anna, Maddie (Elizabeth Dormer-Phillips). Las amigas aceptan sin problema que Maddie las acompañe, pero se dan cuenta de que solo tienen cincodías para llegar a su destino en Mallorca si no quieren perderse la "bola de discoteca de Dios" -la fiesta de la Candelaria-, que solo tiene lugar una vez al año.
Esta vez les resulta mucho más difícil viajar por Europa, ya que la pérdida de pasaportes,las huelgas de trenes y algunos enredos románticos inesperados pondrán a prueba su amistad. La pregunta es: ¿llegarán a tiempo para honrar la memoria de su amiga?
Argumento
A su mediana edad, Kate, Cassie, Liz y Anna llevan una vida que es cualquier cosa menos despreocupada.
Kate es una periodista que lucha por hacer frente a las presiones de la vida. Su médico le receta antidepresivos, pero no la ayudan mucho a aliviar el estrés que le suponen una hipoteca aparentemente interminable y el gasto de mantener a su padre en una residencia de ancianos que parece costar más por semana que la suite presidencial del Ritz.
La actriz Cassie está cansada de interpretar a un personaje insustancial en el serial matutino, Malibu Medical, cuya única razón de existir parece ser permitir el lucimiento de sus condescendientes compañeros de reparto No solo eso, su contrato la va a tener atada a la serie durante la próxima media década. Además está su exmarido, Steve, con quien está librando una batalla por la custodia por su hijo. Y, por si fuera poco, Steve y Kate tuvieron un lío no mucho después de que su matrimonio se desmoronara. Cassie no se ha hablado con Kate desde entonces.
Liz, que trabaja como médico, puede simpatizar con la difícil situación de Cassie ya que su esposo John también tuvo una aventura. Sin embargo, a diferencia de Cassie, Liz se culpa a sí misma, y cree que debería haber hecho más para mantener con vida su matrimonio.
Cuando su amiga Anna muere inesperadamente, las viejas amigas se vuelven a encontrarse, pero las cosas ya no son lo que eran. Cuando en el funeral suena la canción favorita de Anna, Dreaming de Blondie, las tres amigas se sorprenden rememorando la época que pasaron juntas hace treinta años. Más tarde conocen a la hija adolescente de Anna, Maddie, quien les entrega un sobre que contiene cuatro billetes de interrail, uno para cada una de ellas, y otro para la propia Maddie. Es una última oportunidad para volver a España y bailar en la "bola de discoteca de Dios", honrar la memoria de su amiga y, tal vez, incluso resolver algunas viejas rencillas.
Tras encontrarse en la estación de King's Cross, se embarcan en su segundo viaje, que tiene su primera parada en París. Maddie quiere seguir los pasos de su madre, visitando los lugares donde había estado e incluso llevando consigo algunas sus cenizas en un relicario, para gran sorpresa de los funcionarios de aduanas. Las tres amigas le muestran su apoyo, a pesar de que en realidad están algo preocupadas por ella.
Ya desde el inicio de su tour relámpago por Europa, las amigas descubren que el viaje no será tan fácil como la primera vez. Durante el trayecto de París a Barcelona deciden bajarse una parada antes en Girona, donde Kate ha oído que se celebra un festival de música folk. Los placeres del buen comer y el buen beber les tienden una trampa diabólica, ya que la mezcla de viejos rencores con un montón de alcohol resulta en una acusación de daños a la propiedad.
Tras evitar por poco tener que pasar la noche en la cárcel, se detienen a tomar una copa en un café al aire libre donde Dan, un músico, está tocando la guitarra. Dan termina su actuación y se sienta junto a Kate, presentándose inesperadamente como si ya la conociera de antes. Pronto se descubre que Maddie había estado jugando a ser cupido y había utilizado una aplicación de citas para buscarle un plan a Kate. Confundida y avergonzada, Kate se va, pero Cassie tiene otros planes. Después de una noche de baile, karaoke y demasiados tequilas, las cuatro mujeres se tambalean borrachas hacia la estación para coger el tren a Barcelona.
Aturdidas y con una terrible resaca, se despiertan para descubrir que han terminado en Collegno, Italia. Peor aún, su dinero y sus pasaportes han desaparecido. Para llegar a Palma a tiempo no les va a quedar otra que hacer un arduo viaje a través de la red de trenes de cercanías.
En un desvencijado tren rural, Maddie conoce a un joven italiano, Angelo, que viaja con su prima María, muy embarazada. Cuando ella se pone de parto justo al detenerse el tren en medio de la nada por avería, las mujeres entran en acción y ayudan con el parto. Angelo, agradecido por la ayuda de las mujeres, las invita a su casa familiar para poder celebrar el nacimiento del niño.
Una vez llegadas a la hermosa y gran mansión italiana conocen al padre de Angelo, que se convierte en su anfitrión, Giovanni. Como hacer una parada más no va a afectar ya a su errático itinerario, las cuatro amigas deciden quedarse y se pasan la noche bailando, mientras Giovanni brinda por el nacimiento de su nieto, y le lanza a Cassie más de una mirada de admiración. Para acabar de redondear la noche, María y su marido aceptan la sugerencia de las mujeres de ponerle Anna a su hija recién nacida.
Con tanta celebración nocturna, el cuarteto acaba perdiendo el tren otra vez. Enfadada, Maddie decide irse a Palma por su cuenta, aunque por el camino recibe la ayuda de un alto, moreno y guapo desconocido. Por su parte, Giovanni ingenia un plan para conseguir que las mujeres lleguen a tiempo a Barcelona engatusando a un piloto, Federico, para que lleve a Kate, Liz y Cassie en su biplano. Al aterrizar en Barcelona las mujeres se reencuentran con Dan, que ha ido hasta el aeropuerto en moto para recibirlas.
En medio del caos del viaje, el trío se da cuenta de que Anna podría tener alguna sorpresa más reservada para ellas que irá más allá de simplemente revivir unas viejas vacaciones, y que tal vez aprendan que nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo ysubirse de nuevo al tren de la vida.
Cuando llegan por fin al puerto, el ferry que va a Mallorca justo acaba de salir, así que Kate, Cassie y Liz "toman prestado" un barco de pesca ya que, para sorpresa de todos, resulta que Cassie tenía experiencia conduciendo barcos. Pero tienen que darse prisa, ya que deben encontrar a Maddie y llegar a ver el fenómeno de la Luz de Dios a las 9 de la mañana si quieren cumplir el deseo de Anna. Cuando llegan a la iglesia, ven la figura solitaria de la hija de Anna en un banco en primera fila.
De repente, el sol brilla intensamente, y miran hacia la gran vidriera: ¡es la Luz de Dios! ¡está pasando! Liz exclama: "¡La bola de discoteca de Dios!" y todas quedan asombradas.
Después, las cuatro caminan por la playa favorita de Anna. Cogen juntas las cenizas y las arrojan al mar. Se miran entre ellas y después al horizonte. "Hay tanto por descubrir", dice Cassie. "Pues a por ello", responde Kate. Todas corren juntas, gritando, salpicándose, riendo.