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  Halloween Kills  Dirigida por David Gordon Green
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Continuación de La noche de Halloween (2018) y que suponía la vuelta de la franquicia, casi 40 años después. En esta película se retoma la historia justo donde lo dejó La noche de Halloween. Michael se ha escapado de la trampa de Laurie y volverá a desatar su habitual baño de sangre. El mismo equipo de cineastas es el responsable de HALLOWEEN KILLS. Guion de SCOTT TEEMS (la serie “Rectify”, de SundanceTV), y DANNY McBRIDE (La noche de Halloween, la serie “Los Gemstone”) y DAVID GORDON GREEN, basado en los personajes creados por JOHN CARPENTER y DEBRA HILL (2013: Rescate en L.A., La niebla). Dirige la película David Gordon Green, y los productores son MALEK AKKAD, p.g.a. (The Messenger), JASON BLUM (la franquicia The Purge/La noche de las bestias, Déjame salir) y BILL BLOCK (Malas madres, Corazones de acero). La producción ejecutiva corre a cargo de John Carpenter, Jamie Lee Curtis, Danny McBride, David Gordon Green y RYAN FREIMANN (La noche de Halloween).

Se unen al director los mismos jefes de departamento de La noche de Halloween, entre ellos el director de fotografía MICHAEL SIMMONDS (Paranormal Activity 2, Cell), el diseñador de producción RICHARD A. WRIGHT (Mud, All the Real Girls), el oscarizado diseñador de maquillaje de efectos especiales CHRISTOPHER NELSON (Escuadrón suicida, Vengadores: Infinity War), el montador TIM ALVERSON (Insidious: La última llave, La huérfana), la diseñadora de vestuario EMILY GUNSHOR (la serie “The Last Original Gangster”, Salt), y los compositores CODY CARPENTER (la serie “Masters of Horror”) y DANIEL DAVIES (Condemned), acompañados una vez más por John Carpenter.


El pasado

La ira es más fuerte. Empieza HALLOWEEN KILLS
Cuando el director David Gordon Green se despertó el lunes 22 de octubre de 2018, descubrió que su película La noche de Halloween, protagonizada por Jamie Lee Curtis en un regreso triunfal, había recaudado nada menos que 76 millones de dólares el fin de semana de su estreno, pulverizando todos los récords del género. En la versión de David Gordon Green, que transcurre 40 años después del clásico de 1978 dirigido por John Carpenter, Laurie Strode se niega a ser la víctima e intenta vengarse de Michael Myers, el monstruo que le robó la juventud y la persiguió durante toda su vida. La complicada historia de un trauma sin resolver, resistencia y empoderamiento despertó un nuevo fervor en los fans de Halloween en todo el mundo.

Malek Akkad – cuya empresa familiar, Trancas International Films, ha producido la saga Halloween desde el principio – y sus socios productores Jason Blum, de Blumhouse, y Bill Block, que tiene en su haber numerosos taquillazos -, descubrieron que la reacción del público había ido mucho más allá de sus expectativas. “La genialidad de la película se debía a que todo encajaba: reunimos a Jamie Lee Curtis y a John Carpenter”, dice Malek Akkad. “Sabíamos que David había conseguido algo asombroso y que teníamos una gran película entre manos, pero no esperábamos que fuera recibida con tantas ganas. Fue un auténtico placer ver que no solo gustaba a los fans de siempre, sino a un público mucho más amplio”.

Hacía tiempo que David Gordon Green soñaba con dirigir una trilogía que pudiera ser la pieza definitiva para acompañar a la obra maestra de John Carpenter de 1978. La idea de hacer otras dos películas adicionales – HALLOWEEN KILLS y la entrega del año próximo, Halloween Ends - empezó a tomar forma incluso antes del estreno de La noche Halloween de 2018. Las tres películas solo se basarían en la película original de 1978 sin tener en cuenta ninguna de las siguientes secuelas, y las tres transcurrirían la misma noche.

David Gordon Green estaba convencido de que la única forma de hacer justicia a la historia de Laurie era volver atrás en el tiempo. “Si hemos hecho lo que debíamos, estas cuatro películas constituirán un arco dramático incomparable”, dice. “La de John Carpenter en 1978, la nuestra de 2018, y luego HALLOWEEN KILLS y la futura Halloween Ends. Los hilos conductores son mucho más que mero entretenimiento. Ofrecen más sustancia, son más relevantes, y si un personaje se ha escapado en una entrega, su papel será un poco más grande en la próxima”.

Los productores y el director sabían que el éxito de la primera entrega les permitía crear el arco dramático de las dos siguientes. Scott Teems se unió a Danny McBride y al director para escribir HALLOWEEN KILLS. “Una película tan exitosa como La noche Halloween nos permite a los tres trabajar hacia un capítulo más grande, más malvado y más loco”, explica. “Con HALLOWEEN KILLS queremos ofrecer algo mayor para los fans y también descubrir cosas nuevas”.

David Gordon Green y su socio creativo Danny McBride han visto la película de 1978 numerosas veces y sabían perfectamente qué personajes debían incluirse en HALLOWEEN KILLS. “Debíamos abrir la historia adentrándonos en el mundo de Haddonfield”, explica Danny McBride. “Queríamos que fuera un pueblo con vida, y para eso había que incluir a personajes de la película original y encontrar la forma de hacerlos participar”.

Al empezar a escribir, los tres guionistas tenían claro que debían estudiar las consecuencias de la violencia en toda una comunidad. “En la primera entrega exploramos cómo le afectó a Laurie la matanza que realizó Michael Myers la noche de Halloween hace cuarenta años, y a su vez cómo había afectado a toda su familia”, dice Danny McBride. “En HALLOWEEN KILLS nos interesaba ver cómo había afectado esa misma noche a todo el pueblo. Por eso, David quería que la gente fuera parte de la historia”. En HALLOWEEN KILLS, Laurie ya no está sola, o no únicamente con su hija y nieta. Ahora, todo Haddonfield lucha a su lado.

Los tres guionistas crearon una estructura inesperada para la película, que empieza segundos después del final de la entrega anterior, cuando Laurie, a pesar de sus heridas, consigue atrapar a Michael Myers y dejarle quemándose vivo en el sótano de su casa. HALLOWEEN KILLS arranca con una escena donde los habitantes de Haddonfield aún no saben que el sanguinario Michael Myers ha regresado, uniendo a la perfección las dos películas. “Siempre me ha fascinado ver una historia dramática desde diferentes perspectivas”, explica Scott Teems. “Empezar HALLOWEEN KILLS por la mitad de la película anterior – desde el punto de vista de personajes que ni sabíamos que vivían en Haddonfield – aporta una tensión y una energía inesperadas. Le recuerda al público que la historia no solo es la de Laurie Strode. Sin embargo, todos los personajes están conectados con ella, lo que acabará conduciéndoles hacia el auténtico mal”.

El trío de guionistas demostró formar el equipo ideal. “Disfruto mucho con la tensión y la energía que aporta Scott para llevar la historia hacia delante”, dice el productor Jason Blum. “David capitanea el barco y Danny tiene una visión periférica de la trilogía. Eran incansables cuando se trataba de descubrir el núcleo de esta segunda entrega. Conocimos a Laurie hace 40 años y hemos seguido su recorrido, pero ¿qué pasa con los otros habitantes de Haddonfield, a los que Michael Myers también traumatizó? ¿Cómo se sienten al volver a estar en el punto de mira? No creo que haya otros tres narradores capaces de plasmar mejor semejante arco emocional y físico”.

El productor Bill Block también apreció que los guionistas incluyeran a las almas perdidas del pueblo y crearan un guion perfectamente equilibrado entre la emoción y el terror. Pero lo que más le sorprendió fue su habilidad a la hora de introducir pequeñas viñetas cómicas. “Son muy conscientes de la necesidad de incluir momentos de alivio cómico entre imágenes tan brutales”, explica. “En otras manos habría sido una narración sencilla y directa. Pero Danny, Scott y David insertan breves momentos de levedad para que el espectador se aparte de golpe de la sangre y el caos que Michael deja a su paso. Me sorprende su capacidad de matizar y añadir capas”.


La forma

James Jude Courtney y Nick Castle. Los hombres de Michael Myers
El papel de La Forma/Michael Myers fue creado por el incomparable Nick Castle, que llevó el personaje a la gran pantalla con su gran amigo John Carpenter y con Tommy Wallace, el primer diseñador de producción de la saga Halloween. “Fueron el primer triunvirato de Halloween”, dice Jamie Lee Curtis. “Eran amigos y estudiaron cine juntos, además de estar en un grupo llamado Coup de Villes y hacer una película con Debra Hill, de la que Laurie es la encarnación en la pantalla”.

Nick Castle ha sido el guionista de clásicos modernos como 1997: Rescate en Nueva York, August Rush/El triunfo de un sueño y Hook/El capitán garfio, y ha dirigido, entre otras, Starfighter: La aventura comienza. Aceptó hacer cameos en La noche de Halloween y HALLOWEEN KILLS, pero legó formalmente el papel a su buen amigo James Jude Courtney, un famoso especialista que hace la mayoría del trabajo en esta entrega.

Nick Castle, siempre generoso, dio las indicaciones necesarias al director y a James Jude Courtney para que reprodujeran sus movimientos más conocidos; por ejemplo, Michael Myers se sienta en un ángulo de 90 grados sin apoyarse en las manos o inclina la cabeza para observar a sus víctimas, y otros matices sutiles muy apreciados por David Gordon Green.

Cuando James Jude Courtney heredó el papel en 2018 para La noche de Halloween, se esforzó en capturar la energía con la que Nick Castle interpretaba a la Forma. “Nick se limita a decir: ‘Nada, entraba y…’ Pero no es así”, recalca James Jude Courtney. “Basta con ver la filmografía de Nick para saber que es brillante y creativo. Consiguió intuitivamente hacer suyo lo que habían imaginado John Carpenter y Debra Hill, y supo moverse de tal modo que logró encarnar esa energía”.

Antes de conocer al director, James Jude Courtney decidió ver la película de 1978. “Hay una escena en la que Nick anda desde la izquierda a la derecha en el patio trasero”, dice. “Me esforcé en entender qué hacía desde el punto de vista creativo. Y de pronto, lo entendí. No tomé notas. No intenté pensar en quién es el personaje ni por qué se comporta como lo hace. Comprendí que no debía pensar en eso hasta haber rodado la película”.

El productor Malek Akkad solo tiene buenas palabras para los dos intérpretes que han encarnado a la terrible Forma en todos estos años. “Jim es el mejor”, dice. “Todos le queremos tanto como queremos a nuestro adorado Nick Castle. Aquí tenemos a dos de los mejores hombres del mundo dando vida al peor monstruo que aterra a todos. Basta con quitarles la máscara para descubrir que son dos maravillosos seres humanos. Pero vuelven a ponerse la máscara y empiezan a matar a cualquiera que se cruce en su camino”.

La creación de un monstruo. Dar vida al hijo pródigo de Haddonfield
Los fans de Halloween ya saben que Michael Myers crea cosas surrealistas con sus víctimas. Puede ser algo como llevar una lápida a un dormitorio y colocarla al lado de la persona asesinada. “A veces deja una calabaza hueca dentro de un acuario y tapa a su víctima con una sábana”, explica David Gordon Green. “En la película de Carpenter, se cubre con una sábana y se pone gafas. Tiene sentido del humor y también un sentido de la estética en cuanto a sus asesinatos, incluso podría tachársele de juguetón. Pero su comportamiento me deja perplejo, así como el tiempo que emplea en transformar una calavera en lámpara, por ejemplo. Creo que siempre hay una acción paralela que ocurre a la vez y le permite hacer esas cosas”.

Pero el director quería, sobre todo, honrar la mitología de Michael Myers tal como la estableció la primera película de John Carpenter. “No quiero verle comiendo”, dice. “No quiero verle ir al lavabo y no quiero ver cómo construye sus obras. Quiero ver el resultado de sus ideas, pero no quiero ver demasiado detrás del telón. Tampoco quiero saber por qué mata. Esas preguntas son para el público, para que lo pase bien planteándoselas y elucubrando”.

Christopher Nelson, el supervisor de maquillaje de efectos especiales, se tomó muy en serio su papel de “cuidador” de la máscara de Michael Myers. Encargado de supervisar cada arruga y cada hebra de pelo de la infame máscara – sin olvidar las matanzas del monstruo –, tiene un sinfín de anécdotas que contar.

Se le pidió que creara una máscara para HALLOWEEN KILLS que rivalizara con la que se ve en la película de 1978 (la adaptación de la máscara del Capitán Kirk por el genial Don Post). Christopher Nelson se enfrentó a un largo y detallado proceso para crear lo que, en un principio, era un disfraz de Halloween de lo más barato. “Tuvimos que recrear una escultura sencilla en apariencia, pero muy matizada”, dice el supervisor. “Siempre queremos la perfección en las imperfecciones. Si nos fijamos en la máscara de 1978, personalmente yo la haría aún más imperfecta. Cuando la miro, aún me parece demasiado perfecta, pero es genial”.

“Diseñamos una máscara del Capitán Kirk basándonos en las fotos de la máscara creada por Don Post”, sigue diciendo. “A partir de ahí la alteramos para llegar a la Forma. La mayoría de la gente no aprecia los pequeños matices, pero si uno de esos matices no está, no funciona. Debe tenerlo todo. Las esquinas de los ojos están ligeramente sombreadas y hay una diminuta burbuja de aire en la comisura de la boca. Podemos observar las sombras a la altura de las mejillas y que la máscara es asimétrica, sin olvidar la curvatura para adaptarse al rostro de Nick Castle”.

Además de encargarse de uno de los “rostros” más icónicos de la historia del cine, el equipo de Christopher Nelson también maquilló a cada una de las víctimas de la Forma en HALLOWEEN KILLS. “En esta película hay más muertes y son más aparatosas”, explica el supervisor. “Fue un reto porque solo teníamos siete semanas y se tarda mucho en crear efectos especiales de maquillaje. Es una ciencia muy exacta. Para que todo salga bien, se necesita tiempo. Los trucos deben rodarse de determinada manera y desde cierto ángulo. El mago que crea una ilusión en el escenario no permite que el espectador la vea desde bambalinas”.

Las dificultades no se limitaban a la apariencia y a los movimientos concretos de la Forma, también había que tener en cuenta los numerosos cuerpos sin vida que dejaba a su paso en Haddonfield. El coordinador de especialistas AIRON ARMSTRONG (la serie “Jessica Jones”, de Netflix) debía asegurarse de que todos los movimientos que hiciera James Jude Courtney como la Forma fueran seguros. “Cada asesinato de Michael Myers tiene un carácter propio y siempre intento integrarlo con el carácter de la víctima”, explica David Gordon Green. “Pero a veces, para conseguir algo más específico, chocante, absurdo y abstracto, nos vamos en otra dirección”.

El director involucró a James Jude Courtney en todas las decisiones referentes a las acciones de la Forma. “Ya ni recuerdo las veces que David me dijo: ‘A ver, Forma, se me ha ocurrido esto o lo otro, ¿a ti qué te parece?’”, dice James Jude Courtney. “David siempre buscaba ideas nuevas y creativas para el universo de HALLOWEEN KILLS. Y lo hacía a cada momento”.


El diseño de producción

Wilmington se convierte en Haddonfield. Platós y decorados naturales
El diseñador de producción Richard A. Wright ha colaborado con el director David Gordon Green desde el primer largo de este, George Washington, en 2000. Para La noche de Halloween de 2018, el diseñador y su equipo crearon Haddonfield en Charleston, Carolina del Sur. Y para HALLOWEEN KILLS volvieron a hacerlo desde cero en Wilmington, Carolina del Norte.

No solo tuvieron que construir el hogar de los Myers, sino también el hospital de Haddonfield donde han ingresado a Laurie y a Hawkins, además de diseñar un explosivo incendio para recrear los acontecimientos finales de la película de 2018. “Fue una película muy ambiciosa desde el punto de vista logístico”, dice David Gordon Green. “Requirió mucha preparación y reflexión, pero contábamos con el equipo perfecto para solventar las dificultades”.

El director está convencido de que, gracias a Richard Wright, pudo retroceder 40 años y la unión entre las dos películas quedó perfecta. “Toda la película transcurre de noche, a veces en 1978, otras en 2018”, explica David Gordon Green. “Combinar decorados naturales con otros en platós funcionó bien porque no tuvimos que enfrentarnos a las inconsistencias producidas por la luz del sol. En el momento en que todo estuvo instalado y apagamos las luces, los decorados eran asombrosos”.

Richard Wright también alaba el trabajo de sus compañeros. “David, Michael Simmonds [director de fotografía] y ATTILA YÜCER [ayudante de dirección] siempre buscaban maneras para contar mejor la historia o la forma más sencilla para conseguir el mayor susto”, dice. “Incluso si había que descartar una idea suya anterior. No había nada sagrado, todo podía cambiar. La mejor idea ganaba siempre”.

Atrás y adelante en el tiempo. La recreación del hogar de los Myers
Los decorados de La noche de Halloween de 2018 no incluían la casa original de los Myers, ya que no se rodó ni dentro ni fuera de esta. Sin embargo, HALLOWEEN KILLS gira en torno al famoso edificio. Crear la casa en el plató 10 de Wilmington permitía al equipo del diseñador Richard Wright controlar mejor el lugar, sobre todo para su viaje en el tiempo. “Podíamos controlar las inclemencias meteorológicas y lograr una noche eterna”, dice. “Era un mundo privado que nos permitía corregir cualquier error”.

Cada mañana, al llegar al plató, una mezcla de nostalgia y de terror se apoderaba del reparto y del equipo técnico cuando pisaban el hogar de Michael Myers. “Hay dos versiones de la casa, una de 2018 y otra de 1978”, explica el director. Tardamos mucho en decidir qué hacer. Al principio pensamos en recrear la casa en un barrio verdadero, pero luego nos dimos cuenta de que rodar de noche escenas violentas en las que se grita mucho durante semanas no sentaría muy bien a los vecinos. Además, necesitábamos que lloviese, debía ser un ambiente seguro, etcétera. Por eso nos pareció genial la idea del plató en Wilmington. No solo había sitio para construir la casa, sino también todo un barrio. A un lado de la calle teníamos el típico barrio de Wilmington, y al otro lado, un recreación exacta de las casas de Pasadena donde Carpenter rodó la primera película”.

Para disponer de más espacio, se amplió algo la casa original de Michael Myers. “Tiraron unas paredes”, dice David Gordon Green. “En la película original, el dormitorio de Judith tenía una pequeña antesala a un lado, pero queríamos que la habitación fuera algo más amplia. También cambiamos otra habitación para ampliar el comedor”. Los nuevos propietarios de la casa, Big John y Little John, dan mucha importancia a la estética exterior. En otras palabras, la fachada es lo que cuenta. El espectador atento descubrirá pequeños e insólitos detalles. “Si se fijan en los anuncios repartidos por el pueblo, verán que Big John y Little John son competidores directos de la Inmobiliaria Strode”, añade el director. “Nos hemos explayado en la decoración de lo que puede llamarse una casa con fantasmas”.

Según Richard Wright, en la casa de los Myers no podía faltar ningún detalle, por muy insignificante que fuera. “En la primera película, la cámara hace un travelling en un par de ocasiones dejando atrás un árbol delante de la casa de los Myers”, dice el diseñador. “Creo que Carpenter lo puso allí para esconder una palmera que apenas se entrevé en un par de fotogramas. El árbol parece falso, pero yo estaba convencido de que era real. Trabajamos con un escultor genial que identificó el tipo de árbol e incluso encontró una foto del árbol hecha en los ochenta por un fan del género de terror. El árbol ya no existe, pero pudo recrearlo usando esa foto”.

A pesar de la enormidad del plató 10, no había espacio suficiente para algunas escenas. “La casa de los Myers es muy alta y fue simplemente imposible hacer algunas cosas en el plató”, explica Richard Wright. “Por suerte, encontramos una calle en Wilmington que se parece mucho a las calles de la película original – mismo tipo de aceras, jardines y tamaño de las casas. Escogimos tres casas en esa calle para ser las que están enfrente de la casa de los Myers. Construimos réplicas exactas en el plató con el fin de rodar ambos mundos de forma completamente uniforme”.

El bar de Mick. Una reunión familiar
En HALLOWEEN KILLS volvemos a ver por primera vez a los personajes de La noche de Halloween de 1978 – Tommy, Lindsey y Marion, entre otros – en el bar de Mick. Se buscó un decorado natural en Wilmington con cierto ambiente de garito, pero que fuera lo bastante grande para acomodar al equipo de rodaje. “En el guion aparecía como ‘El bar de Mick’”, dice Richard Wright. “Da la casualidad de que nuestro atrecista de siempre se llama Mick [MICK FLOWERS, El renacido/The Revenant]. El bar estaba decorado con carteles de músicos de jazz y de blues. Lo recreamos todo con ‘nuestro’ Mick para realizar una sesión de fotos que nos permitió jugar un poco más con el decorado. Luego se convirtió en ‘¿Qué es Haddonfield? ¿Qué hace un bar como este en el pueblo y por qué se reúnen todos allí?’ Más tarde aparecen las trillizas, los ventrílocuos y el resto ya es historia”.

Rodar a figuras clave dentro del bar tiene un doble propósito: presentar los personajes a los espectadores que no los conocen y recordar quiénes eran a los fans. “Todo debe encajar en la historia, y pasan muchas cosas en ese bar”, dice el diseñador. “Aunque me preocupaba cómo iba a funcionar, David nunca dudó, siempre estaba seguro y la idea le entusiasmaba”.

Vueltas y revueltas. El hospital de Haddonfield
Richard Wright y su equipo tuvieron suerte porque al llegar a los estudios de Wilmington descubrieron que ya había varias habitaciones y un par de pasillos diseñados para una película anterior. “Nos gustó el decorado”, reconoce el diseñador de producción. “En vez de demolerlo, cambiamos el color de las paredes, reconfiguramos unas cuantas puertas y empezamos a construir hasta llegar a la máxima capacidad del plató. Luego añadimos un segundo piso. Debía dar una sensación laberíntica y ser lo suficientemente grande como para perderse. Podías pasar tres veces por el mismo pasillo sin darte cuenta”.

Debido a la caótica llegada de residentes de Haddonfield a las Urgencias del hospital, el diseñador y el cineasta eran conscientes de que necesitaban varios pasillos donde uno podía perderse al dar la vuelta a la esquina. “Escogimos unas cuantas zonas para dotarlas de una geografía muy específica”, sigue diciendo. “Una de ellas era la habitación de Laurie, y otra, la entrada donde Tommy exalta a la muchedumbre. Entre estos dos elementos concretos, rellenamos los blancos con vueltas y revueltas para que fuera más divertido”.

Todo es humo. La propiedad de Laurie en llamas
Para el espectáculo pirotécnico en la propiedad de Laurie con el que empieza HALLOWEEN KILLS y el caos producido por la Forma matando a los bomberos, el equipo de diseño se inspiró en el arranque de Drácula de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola. “El prólogo de la película, basado en un juego de sombras, es muy interesante”, dice David Gordon Green. “Fue una de nuestras inspiraciones. Decidimos aportar una calidad impresionista a la narración, sin apoyarnos tanto en efectos precisos y en especialistas como es mi costumbre. Lo vemos todo como en un retrato bidimensional”.

La escena requería una cuidada coordinación entre David Gordon Green, Richard Wright, el director de fotografía Michael Simmonds, el equipo de efectos visuales encabezado por el productor ejecutivo de Cutting Edge MARCUS BOLTON y el equipo de efectos especiales encabezado por el coordinador HEATH HOOD. “Todos nos coordinamos para conseguir un incendio que pudiera crearse con rapidez a pesar de los complicados elementos y una casa que debía arder por completo”, explica Richard Wright. “El calor era extremo, había mucho humo y vapor. Trabajar en esas condiciones siempre es difícil, sobre todo teniendo en cuenta que debe hacerse con total seguridad y eficiencia. Pero se les ocurrió un plan casi surrealista. Y a la mitad, se volvió mágico”.

Para HALLOWEEN KILLS, el equipo de diseño volvió a construir el sótano de Laurie por cuarta vez desde la preproducción de La noche de Halloween. Pero en esta ocasión añadieron un segundo piso y el resto de la casa. Para asegurarse de que encajaba con la anterior, el equipo regresó a Charleston. “Dejamos un montón de cosas allí cuando acabamos el rodaje de La noche de Halloween”, explica el diseñador. “Decidimos volver y recuperar todo lo que podíamos para usarlo en el plató de Wilmington. El interior del decorado del incendio era una mezcla caótica de tablas de madera y contrachapados. Pero también necesitábamos una fachada, así que buscamos una casa vieja en Wilmington con las mismas dimensiones y forma que la de Laurie. Tiramos las chimeneas, añadimos el porche corrido y volvimos a quemar su casa”.

Gracias a la ayuda del departamento local de bomberos, sobre todo del equipo del supervisor CHRIS WALKER (jefe de bomberos de la ciudad de Wilmington), el incendio estaba en manos de expertos. “Preparamos la casa con propano, pacas de heno y gasóleo”, explica David Gordon Green. “Hubo mucha preparación y no quedó nada de la casa. Cuando Michael Myers sale de allí, los bomberos no solo deben enfrentarse a las llamas”.

Es asombroso pensar que la matanza de los bomberos se rodó esa noche, mientras ardía la casa en segundo plano. “Toda la escena transcurre delante de la casa en llamas”, sigue diciendo el director. “Fue un momento intenso. Hay un tipo con un hacha, un tipo con una barra Halligan, un tipo con una motosierra de salvamento. Es la guerra. Nos giramos y tenemos puntos de vista con la casa de Laurie ardiendo en segundo término”.

No fue fácil decidir a qué distancia podían acercarse las cámaras al incendio. “Calcularon una distancia segura y rodamos detrás de esa línea”, continúa diciendo. “Primero ensayamos la escena un par de veces. Prendimos la casa y lo filmamos todo. Y la casa había desaparecido. Estábamos muy cerca y rodamos muchas siluetas. No era necesario entrar en detalles porque la violencia era impresionante, nunca había hecho algo así. Fueron unas cuatro horas de puro infierno para conseguir todas las tomas”.

James Jude Courtney, en el papel de la Forma, tuvo que soportar un calor intenso en sus ojos. “Es lo único que la máscara no protege”, explica el actor. “Me di cuenta enseguida de que casi tendría que cerrar los ojos para llegar al otro lado, pero marqué el sitio exacto. Habíamos ensayado la escena muchas veces. Un exbombero de la ciudad de Nueva York me puso un traje protector y trabajamos con gente que sabe lo que hace. En esos momentos hay que confiar en los compañeros”.


La fotografía

Luz dura, estilo sutil. La ambientación del miedo
El director de fotografía Michael Simmonds, que ha colaborado con David Gordon Green y el equipo de la productora Rough House Pictures en proyectos como “Los Gemstone” y “Vice Principals”, se involucró en HALLOWEEN KILLS desde el primer momento. “Cuando salimos de las oficinas de Rough House, unos cuantos nos fuimos a cenar y empezamos a lanzar ideas”, recuerda Simmonds.

La noción de histeria colectiva, de caos y de cómo actúa una muchedumbre descontrolada alimentaron las ideas del equipo en cuanto al concepto visual de esta entrega. “Mucho de lo que se ve en la película nació esa noche”, dice el director de fotografía. “Empezamos a trabajar en la concepción después de ver el último montaje de La noche de Halloween. Éramos conscientes de que tampoco puede haber mucha historia con Michael Myers. Se nos ocurrió contar historias paralelas en momentos diferentes y aventuras que, combinadas, tendieran a confundir. Pero como siempre, debía girar en torno al efecto que produce Michael Myers en la gente, y en este caso todavía más gente que hasta ahora”.

El enfoque de Michael Simmonds no es habitual: prefiere centrarse en la sustancia más que en el estilo y siempre dice que la función de un director de fotografía es conseguir que la historia vaya hacia delante. “Intento colocar la cámara en un sitio desde el que captar la información de la manera más eficiente”, explica. “Cuando se dice que una película es aburrida, normalmente se debe a que las tomas o el montaje no comunican la suficiente información. Y esto es lo que intento evitar como director de fotografía. Claro que hay detalles y estilos, pero la elección de tomas, la progresión y el ajuste de dichas tomas en la escena depende de mí. La cámara es una mera herramienta, como lo es un micro”.

Para las escenas de 1978, Simmonds se inclinó por una luz más dura y directa, con menos iluminación desde la parte trasera. “Dean Cundey es el director de fotografía de la película original, y en los créditos finales solo aparece un eléctrico”, sigue diciendo. “Su estilo es directo y sencillo: se ilumina lo que debe verse y se intenta añadir un poco de luz ambiental al resto. No tiene nada que ver con lo que se hace hoy en día, con fuentes de luz amplias y suaves. Una de las cosas que me dijo Dean cuando hablé con él fue: ‘Que sea sencillo y simple. Cuenta la historia. Haz las tomas que necesites y no te preocupes mucho por el estilo”.

Sin embargo, todos los jefes de departamento debían estar coordinados, sobre todo a la hora de encajar tomas interiores y exteriores. “David, Michael y yo pasamos bastante tiempo en el verdadero barrio de Wilmington y también en el mundo digital para conseguir una réplica que correspondería con la realidad del plató, y calcular cuánto saldría en la película”, dice el diseñador de producción Richard Wright. “Debíamos tener muy claro cómo utilizar el enorme plató – que acabó siendo pequeño para lo que necesitábamos algunos días – a fin de contar la historia tal como queríamos sin tener que superar las dificultades de rodar en decorados exteriores”.

Lo más importante para el director era tener opciones en la sala de montaje. “Con La noche de Halloween aprendí que cuantas más opciones, mejor”, reconoce David Gordon Green. “Hay momentos en que la película necesita un gore puro para que el espectador chille, y en otros se requiere más sutilidad, enfocarlo de un modo más impresionista. No siempre sé si quiero que la escena sea chocante o tensa y llena de suspense. Por eso me gusta explorar ambas posibilidades en las secuencias de asesinato”.

Nada de días tranquilos. Ansiedad, apuñalamientos y objetos rotos
Ya que la película involucra a los habitantes de Haddonfield, era mucho más complicada desde un punto de vista técnico y logístico que la anterior. “Se llama HALLOWEEN KILLS y debe hacer honor a su nombre”, dice David Gordon Green. “Algo pasa en casi todas las escenas; nada de dos personas en una habitación. No hay escenas tranquilas o fáciles. Es una película llena de ansiedad, de apuñalamientos, de objetos rotos y de cosas ardiendo. La logística fue tremenda. Miré el plan de rodaje al principio y vi que no había un solo día tranquilo”.

En ninguna película del director hay tanta acción como en esta. “En serio, pensé que iba a ser fácil”, dice. “Se trataba de un guion de 84 páginas con secuencias de acción muy específicas, pero crecieron. Todos nuestros maravillosos colaboradores aportaron ideas geniales para mejorar estas escenas y convertirlas en extraordinarias. Fuimos muy ambiciosos. Cada día empezábamos con: ‘¿No sería genial conseguir esto y aquello?’ Luego se convertía en: ‘Venga, venga, hay que obtener una buena escena, amanece dentro de 20 minutos, ¡vamos!’”


El vestuario

Un solo traje para cada uno. Las pruebas de vestuario de HALLOWEEN KILLS
La película empieza donde acabó La noche de Halloween, con numerosos personajes vestidos exactamente igual que en el estreno de 2018. La diseñadora de vestuario Emily Gunshor, que se ocupó de la película anterior, se enfrentó a un reto poco habitual. En la mayoría de películas, la historia dura un periodo de tiempo más o menos largo y los personajes se cambian de ropa. Sin embargo, la acción de HALLOWEEN KILLS transcurre en una sola noche y casi todos los intérpretes llevan lo mismo durante toda la película.

El problema no eran los cambios, sino disponer de numerosos artículos de ropa idénticos y acoplarlos al estado del personaje de una secuencia a otra. La diseñadora y su equipo se dedicaron a crear múltiples versiones de cada prenda y a estudiar con suma atención el plan de rodaje para asegurarse de que la continuidad fuera perfecta, además de adaptarlas a las heridas, golpes y otras acciones. En algunos casos debían tener hasta ocho versiones del mismo traje. Para dificultar aún más su trabajo, algunas de las prendas correspondientes a 1978 se compraron en tiendas de segunda mano y hubo que hacer copias exactas.

“Al haber tan pocos cambios, cada traje debe adecuarse a las diferentes escenas, y no me refiero solo al personaje en sí, sino a la coreografía, a la sangre”, explica Emily Gunshor. “El decorado más complicado fue el hospital porque había poco espacio y mucha gente. Las escenas requerían batas de hospital, ropa quirúrgica para los pacientes, médicos y enfermeras. Al ser paredes muy neutras, sin color, quería crear una textura realista y cierto dinamismo. Jugamos con batas de diferentes colores y añadimos unos cuantos disfraces de Halloween para vestir a las visitas que llegan al hospital. También añadimos enfermeras con uniformes blancos muy actuales en un guiño a la película de 1978”.

Batas de hospital y suéteres de Navidad. La ropa de Laurie, Karen y Allyson
La última vez que vimos a Laurie Strode, su hija Karen y su nieta Allyson, las tres estaban en una camioneta huyendo a toda velocidad del infierno en llamas que momentos antes era la casa de Laurie. Esta última aún lleva una camisa de franela desgarrada; Karen, un suéter navideño, y Allyson, el disfraz de Clyde de la famosa pareja Bonnie y Clyde escogido para el baile del instituto. Ninguna está vestida adecuadamente para lo que les espera. Una vez en el hospital, a Laurie le ponen la típica bata que llevará la mayor parte de la película.

Jamie Lee Curtis, todo hay que decirlo, no estaba de acuerdo con llevar una bata de hospital todo el tiempo y no se cortó haciéndoselo saber al director. “Mandé varios mensajes a David diciéndole claramente lo siguiente: ‘Las batas de hospital no son sexy. Las batas de hospital no son cómodas. Las batas de hospital no son bonitas. Las batas de hospital son un rollo’”, dice la actriz. “Era como vestir a Arnold Schwarzenegger con una bata”.

Pero no había más remedio. Emily Gunshor aún se siente fatal. “Intenté encontrar una solución para que Jamie no tuviera que llevar la bata, pero nada encajaba en la historia”, explica. “Ni siquiera hicimos una prueba de vestuario antes de que Jamie llegara a Carolina del Norte porque debía volver a ponerse la misma ropa que en la película anterior y luego estaba la bata. Realizamos algunos cambios en la bata para que cayera mejor, pero fueron mínimos. Nos preocupamos más por la sangre, las heridas y por ensuciar la ropa que le quitan cuando ingresa en el hospital”.

Judy Greer, que interpreta a Karen, está condenada a llevar un horrible suéter navideño. “Lo que empezó como un chiste por parte de Karen, a quien no le gusta Halloween y pasa directamente a la Navidad, se convierte en una condena”, dice la diseñadora. “¡Tiene que llevarlo eternamente! Pero funciona de maravilla porque es una prenda inocente, tierna, y ahora está cubierta de sangre y empieza a deteriorarse”.

A la actriz no le hizo ninguna gracia. “Odio este suéter, pero más que el suéter, odio esos vaqueros anchos nada favorecedores”, reconoce Judy Greer. Pero a pesar de eso, admira la precisión de la diseñadora: “Emily había guardado un par de suéteres y dos pares de vaqueros de la última película. Cuando leyó el guion y vio que era la continuación inmediata, decidió que necesitaba al menos cien suéteres y vaqueros más. Llamó a la tienda de Charleston donde había comprado el suéter. Por suerte, el dueño rebuscó en el almacén y encontró otros ocho, pero solo tenía dos vaqueros. Un buen día, Emily vio que una figurante llevaba los mismos y se los compró en el acto”.

Allyson, que empieza la fatídica noche vestida de Clyde, va perdiendo piezas del disfraz a medida que pasan las horas. “Allyson acaba en la parte trasera de la camioneta tiritando de frío con pantalones, tirantes y una camisa de color azul que me recuerda a la blusa azul que llevaba Laurie en la película original”, dice Emily Gunshor. “Nos preocupamos para que pudiera encontrar una chaqueta en un momento dado. La chaqueta de pana marrón que se pone en la entrada del hospital le da fuerza y oscuridad, y la prepara para la lucha que se avecina”.

Astronautas y rebecas. Vestir hoy a los personajes del pasado
En cuanto a los personajes que regresan de la película de 1978, la diseñadora y el director se basaron en lo poco que se sabe de ellos. “Me inventé historias y hablé con David sobre Tommy de niño, que ahora es Tommy de adulto”, explica Emily Gunshor. “Sabemos que se disfrazó de astronauta cuando tenía siete años. También sabemos que sus padres tendían a ser conservadores y un poco pijos, y que era un hogar muy americano. Al contrario, la familia de Lonnie era muy diferente, no se mezclaban con los demás y coqueteaba con las drogas. Por la última película también sabemos que vende drogas, lo que nos permitió incluir ese tipo de dinámica en su vestuario”.

Aunque Kyle Richards es muy glamurosa en la vida real, la diseñadora quiso que Lindsey no tuviera nada que ver con la mujer que la encarna. “Lindsey llevaba coletas monísimas y una falda a cuadros. Quería que su ropa actual reflejara esto para que el espectador se acordara de la niña”, sigue diciendo la diseñadora. “Lo importante era que Kyle no se pareciera en nada a como es en la vida real. Al principio se nos ocurrió vestirla de gótica, pero luego comprendimos que podía parecer un disfraz. Forma parte del grupo que no celebra Halloween debido al trauma que vivió de niña. Nos echamos atrás y la convertimos en un personaje inquieto, oscuro, algo distante, que no ha conseguido superar del todo lo que le pasó”.

Ahora, Marion es una enfermera jubilada. “Marion debía seguir siendo la mujer sofisticada y clásica que siempre intenta mantener las apariencias, pero que pasó por un auténtico calvario”, añade Emily Gunshor. “Se enfrentó a Michael Myers, sobrevivió y siguió trabajando en un psiquiátrico. Era una mujer culta, educada, empática y reservada. Ahora lleva un rebeca muy clásica y una blusa de seda que le dan un look algo conservador”.

Los clientes del bar de Mick, cuyo lema es “borracho y feliz”, van vestidos para ir a ese bar y no a una fiesta. “David y yo hablamos de que era el único sitio de Haddonfield donde no hay una fiesta de Halloween”, dice. “Es la típica noche en que se invita a los clientes a subir al escenario a cantar, y da la casualidad de que es Halloween. El bar tiene un grupo de clientes que viene cada año y otros que se visten de forma estrafalaria para pasarlo bien. Son disfraces caseros o comprados hace años que nada tienen que ver con los que lleva la gente más joven”.

Antes de las tortugas Ninja. La resurrección de la noche Halloween de 1978
La película incluye flashbacks de la mismísima noche en que Michael Myers intentó matar a Laurie Strode, por lo que el equipo de vestuario debía comprobar que la ropa fuera idéntica a la de la película de 1978. “Recreamos la ropa de Lonnie tal como era en 1978”, dice Emily Gunshor. “Hicimos y serigrafiamos su camisa a mano, y encontramos una chaqueta roja de la época que ajustamos para que fuera perfecta. En HALLOWEEN KILLS hay una escena de 1978 en la que unos chicos algo mayores se meten con Lonnie; fue una de mis favoritas a la hora de reelaborar la ropa. También hicimos todos los disfraces de 1978. El objetivo era que esos chicos mayores parecieran estar en una de las calles de la película de Carpenter. Pasé mucho tiempo observando con una lupa fotogramas de la película de 1978”.

Emily Gunshor y su equipo descubrieron disfraces y descifraron lo que llevaban los figurantes en aquella película. “Hay un hombre vestido con una chaqueta y una especie de turbante verde”, recuerda. “En 1978 aún no habían aparecido las tortugas Ninja. Decidí que era un disfraz casero de un Greedo de La guerra de las galaxias. Diseñamos máscaras que corresponden a la época. Incluso atamos globos a un figurante. Lo pasamos muy bien entrando de lleno en los detalles de una celebración de Halloween en 1978”.

El vestuario que había creado la diseñadora dos años antes para La noche de Halloween fue de gran ayuda. “Habíamos recreado uniformes de policía de 1978, pero nunca se rodaron”, explica. “Nos habíamos documentado, y el uniforme era idéntico al que se usaba en 1978. La policía de Haddonfield lleva pantalones de color tabaco con una raya vertical marrón, camisas a juego con los pantalones y chaquetas de piloto verdes con cuello de piel sintética. El joven Hawkins y los otros policías estaban geniales con sus uniformes de 1978”.

Por suerte, Hawkins era el único sheriff en La noche de Halloween de 2018 y llevaba la brillante chaqueta verde olivo. “No creo que mucha gente se fijara en eso porque la chaqueta de la policía cambia cada equis años”, dice la diseñadora. “Se parecen mucho, el color suele ser el mismo, pero la tela y el corte cambian ligeramente. Ya que teníamos un precedente, buscamos chaquetas idénticas y las alteramos para cada actor. Lo mismo pasó con los pantalones, que se abrían ligeramente en la parte inferior”.


La música

El otro trío de HALLOWEEN KILLS. Temas de la familia Carpenter y de Davies Drive
John Carpenter no solo dirigió la original La noche de Halloween, también compuso los inolvidables temas que acompañaban a la película. En el clan Carpenter, la música es un asunto de familia. El padre de John Carpenter le enseñó a tocar el bongo cuando aún era un niño. La música de la trilogía Halloween, de David Gordon Green, es obra de John Carpenter, de su ahijado Daniel Davies y de su hijo Cody Carpenter. El trío siempre dice lo mismo cuando se les pregunta: “Se pasa muy bien componiendo para el mal en estado puro”.

John Carpenter completó la banda sonora de la entrega de 2018 e imaginó nuevos temas para HALLOWEEN KILLS. Los tres músicos se inspiraron directamente en las escenas rodadas. “Hay un momento en la primera escena del hospital en que Allyson habla con su madre Karen, y compusimos una música muy melódica y suave como acompañamiento”, explica John Carpenter. “Queríamos comunicar la emoción entre madre e hija y su temor de perder a Laurie”.

Para La noche de Halloween de 2018, el trío había creado unos sonidos electrónicos muy especiales y David Gordon Green les pidió que volvieran a hacer lo mismo en HALLOWEEN KILLS. “Nos gustó mucho trabajar en la nueva entrega de Halloween por varias razones; una de ellas era volver a los temas que compuso John en 1978 y, además, la posibilidad de crear nuevos”, dice Daniel Davies. “Aprendí mucho experimentando y procesando sonidos para crear nuevas ideas y texturas”.

La película anterior exploraba el trauma de Laurie, pero esta nueva entrega se centra en lo que puede hacer un terror compartido a una pequeña ciudad. El trío trabajó junto al director con la intención de que la película fuera una mezcla de género de terror, thriller y película de acción. “En algunos momentos, la música es minimalista, sobre todo en escenas violentas y traumáticas, para que los espectadores presten más atención a la imagen y subrayar la ambientación”, añade Daniel Davies.

El trío ha colaborado en numerosos álbumes y siempre intentan reinventarse. HALLOWEEN KILLS era el terreno ideal para esto. “Estoy muy satisfecho con los cambios que hemos hecho a temas viejos”, dice Cody Carpenter. “Me gusta escuchar toda la banda sonora y la forma en que hemos reimaginado las ideas de la primera película”.

En opinión de David Gordon Green, la música de HALLOWEEN KILLS debía aportar lo necesario, absolutamente nada más. “Nadie necesita un sinfonía para saber lo que debe sentir”, dice el cineasta. Los tres compositores están de acuerdo. “Como grupo utilizamos instrumentos y técnicas de producción muy diversas que no requieren una orquesta sinfónica”, acaba diciendo Cody Carpenter. “Nos limitamos a seguir la visión de David para componer la música”.


Universal Pictures, Miramax y Blumhouse presentan una producción Malek Akkad – en asociación con Rough House Pictures – HALLOWEEN KILLS, protagonizada por Jamie Lee Curtis, Judy Greer, Andi Matichak, Will Patton, Thomas Mann y Anthony Michael Hall. Casting, Terri Taylor, CSA y Sarah Domeier Lindo, CSA. Música, John Carpenter, Cody Carpenter y Daniel Davies. Diseño de vestuario, Emily Gunshor. Montaje, Tim Alverson, ACE. Diseño de poducción, Richard A. Wright. Fotografía, Michael Simmonds. Productores ejecutivos, John Carpenter, Jamie Lee Curtis, Danny McBride, David Gordon Green, Ryan Freimann. Productores, Malek Akkad, p.g.a., Jason Blum, p.g.a. y Bill Block. Basada en los personajes creados por John Carpenter y Debra Hill. Guion, Scott Teems y Danny McBride y David Gordon Green. Director, David Gordon Green.

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