Película de Julia Ducournau ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes (2021).
Con su novedosa, misteriosa y perturbadora primera película 'CRUDO' (GRAVE), Ducournau se convirtió en la sensación del cine fantástico internacional. La película se estrenó en la Semana de la Crítica de Cannes en 2016 donde se hizo con el premio FIPRESCI y participó en los principales festivales de cine fantástico donde recibió numerosos galardones: dirección revelación, Méliès de Plata a la mejor película europea y premio del jurado joven en Sitges; Mejor dirección en el Austin Fantastic Fest y mejor Ópera Prima en el London Film Festival entre otros.
La película llegó a las salas rodeada de polémica tras su proyección en Toronto debido a la dureza de algunas de sus imágenes y fue aclamada por la crítica, que comparaba este 'horror body' con el primer Cronenberg.
Para su segundo largometraje, el inquietante thriller 'TITANE', Julia Ducournau cuenta como protagonistas con Vincent Lindon y la debutante Agathe Rousselle.
Declaraciones de la directora
P: ¿Cómo tomó forma ‘Titane’ al escribir el guion?
R: Tuve la impresión de que tenía ante mí un rompecabezas muy complejo, con una materia densa que pedía a gritos una simplificación. Pero debía tener cuidado o me arriesgaba a perder el significado existencial que quería darle. Fue un verdadero ejercicio de equilibrista. Para darle a ‘Titane’ su forma definitiva, me centré en el personaje de Vincent [Vincent Lindon] y en su fantasía: la idea de que puedes servirte de una mentira para dar vida al amor y a la humanidad. Quería hacer una película que inicialmente pudiera parecer "desagradable" por su violencia, pero después nos sentimos profundamente apegados a los personajes y, por último, percibimos la película como una historia de amor. O mejor dicho, una historia sobre el "nacimiento del amor" porque aquí todo es cuestión de elección.
P: ¿Puedes hablarnos sobre la secuencia que sigue al título y en la que conocemos a Alexia adulta [Agathe Rousselle]?
R: Esa secuencia sirve para imponer cierta visión de Alexia, no la mía, o más exactamente, lo que otros quieren que sea ella. Esa visión la idealiza, la iconiza y sexualiza de forma contundente, la obliga a asumir una serie de tópicos. Lo veo como un señuelo: estamos explorando una capa superficial que insinúa el "mar" en el que estamos a punto de zambullirnos, donde descubriremos una feminidad con contornos muy borrosos. Quería que esa secuencia fuera extremadamente orgánica y totalmente desconectada de la realidad. La Alexia que conocemos en ese momento no se ajusta con la verdad del personaje.
P: Cuéntanos cómo fue el casting en el que elegiste a la actriz que interpreta Alexia.
R: Supe desde el principio que tenía que ser un rostro desconocido. A medida que pasa por sus "mutaciones", no quería que la gente pensara que estaba asistiendo a la transformación de una actriz que les fuera físicamente familiar. He hablado antes de una "feminidad con contornos borrosos". Necesitaba una desconocida para encarnar esa figura. Alguien sobre la que el público no pudiera proyectar ninguna expectativa. Alguien a quien vieran transformarse a medida que avanza la historia sin ser conscientes del artificio. Así que entrevisté mujeres jóvenes no profesionales. Tenía en mente cierto físico andrógino, un físico que pudiese soportar los diferentes estados de transformación que toman cuerpo delante de la cámara. Quería una cara que cambiara con el ángulo de la toma. Un rostro que podría hacernos creer cualquier cosa. Así que el proceso del reparto fue amplio y preciso a la vez. Sabía que la persona que eligiera tendría mucho trabajo por delante. No por los ensayos de los diálogos (Alexia es prácticamente muda) sino por la interpretación en sí. Tendría que escarbar para buscar algo dentro de ella, para empujarla a lugares a los que no estaba acostumbrada, y está claro que eso lleva tiempo. Cuando vi por primera vez a Agathe [Rousselle] en una sesión de casting, me impactó. Tenía el físico perfecto y un rostro fascinante, pero también tenía presencia. Se apoderaba de la pantalla, y eso es exactamente lo que yo quería.
P: ¿Y en el caso del personaje de Vincent [Vincent Lindon]?
R: El personaje de Vincent fue mucho más fácil. Escribí el papel para Vincent Lindon. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Quería filmarlo y mostrarle a todo el mundo cómo lo veo. Su personaje exigía un abanico de emociones que, en mi opinión, solo él es capaz de ofrecer: aterrador y vulnerable a la vez, infantil y oscuro, profundamente humano pero monstruoso... sobre todo con ese cuerpo tan impresionante. Para prepararse para el papel, hizo muchas pesas durante todo un año. Quería que fuera fuerte como un buey, que nos recordara lo musculado que estaba Harvey Keitel en 'Teniente corrupto', la película de Abel Ferrara. Nos llevamos muy bien durante el rodaje y me siento muy satisfecha. Aceptó la idea de meterse en la piel del personaje sin tener todas las claves de mi cine. Fue excepcionalmente generoso con lo que aportó al papel y a mí. Creo que me dio algo que él mismo estaba buscando en esta etapa de su carrera. Se puede decir que llegué en el momento adecuado.
P: ¿Nos puedes contar algo sobre los numerosos efectos especiales que hay en 'Titane'?
R: Lo más complejo fueron las prótesis que Agathe [Rousselle] tenía que utilizar. Pasaba muchas horas todos los días para ponerse el maquillaje. Fue agotador para ella y estresante para nosotros, ya que está claro que cada pequeño retoque lleva su tiempo. Las prótesis eran una parte central de nuestra agenda diaria. Es curioso, porque he estado usando prótesis desde mi cortometraje 'Junior' y cada vez me digo a mí misma: "¡Nunca más! ¡Es demasiado trabajo!". ¡Pero vuelvo a hacerlo en mi siguiente película! (risas) Pero para los actores, las prótesis son eternas compañeras en el proceso de actuar. Y resultan muy orgánicos en la pantalla.
P: ¿Qué indicaciones le diste a Ruben Impens, tu director de fotografía en Titane?
R: Utilicé a menudo la palabra "disfunción" para evocar las transformaciones que se ven en la película. "Descarrilamiento" también, porque la historia está salpicada de máquinas y metal. Rubén y yo trabajamos muy estrechamente. Hicimos juntos la lista de tomas, la tabla de iluminaciones... en el set éramos inseparables... Empezamos averiguando qué maquinaria necesitaríamos para la película. Ambos nos sentíamos frustrados por no haber jugado más con eso en mi película 'Crudo'. Y hablamos de hacer algo gráfico pero sin perder de vista a los personajes. Cuando se trata de iluminación, trabajo mucho en la dicotomía frío/calor. ‘Titane’ tiene que ver con el metal y el fuego, así que la relación frío/calor debía estar siempre presente. Rubén y yo queríamos profundizar en ese contraste. Estábamos rozando constantemente, coqueteando el límite y el límite era la caricatura. Si dábamos un paso más, podíamos caer en la caricatura. Teníamos que mantener la realidad de la película. Llevar al límite la dualidad sombra/luz pero perdernos en una ultra-estilización que succionaría la sangre de los personajes y la acción. Nos centramos más en referencias pictóricas que en referencias cinematográficas, en particular en los cuadros de Caravaggio. También le enseñé a Ruben el cuadro 'Summer Night' de Winslow Homer y la serie de pinturas 'El imperio de las luces' de René Magritte para darle una idea de lo que buscaba en los contrastes. Quería que la luz brotara de las sombras de la misma manera que la emoción brota después de un shock inicial. También quería muchos colores, para romper con la oscuridad de la historia y evitar una impresión de sordidez ineludible. Para las numerosas escenas de desnudos, que quería lo menos sexualizadas que fuera posible, intenté usar la iluminación para reinventar la piel en cada ocasión. Nuestro trabajo con el color permitió aportar a la piel nuevas texturas, significados y emociones.
P: En lo que se refiere a la música, has vuelto a trabajar con Jim Williams. ¿Qué instrucciones le diste?
R: Le pedí que usara percusiones y campanas. E insistí en las campanas. ¿Por qué? Porque tenía muchas ganas de incorporar metal en la música. Quería música que sonara metálica sin dejar de ser melódica. Al igual que con 'Crudo', quería un tema recurrente que resultara memorable y que variara al compás de las trayectorias de mis personajes. ‘Titane’ pasa de animal a impulsivo y a sagrado. Para ayudarnos a sentir esa progresión, la música también debe fluctuar, hibridar, transformarse. Pasamos de la percusión a las campanas y a la guitarra eléctrica y a veces todo combinado. Después entran las voces, que aportan una dimensión litúrgica a la película. Le pedí a Jim [Williams] que trabajara para generar un impulso hacia lo sagrado. Su música también debía ser como ráfagas de luz en las sombras.
Biografía de la directora
Julia Ducournau se graduó en escritura de guiones por la escuela Fémis. Se dio a conocer en 2011 cuando su cortometraje 'Junior' fue seleccionado en la Semana de la Crítica de Cannes y ganó el Premio del Público en los premios del Festival Premiers Plans de Angers. 'Crudo', su primera película generó un auténtico terremoto cuando se presentó en competición en la Semana de la Crítica de 2016 y ganó el premio FIPRESCI. La película se proyectó y ganó premios en varios festivales internacionales (Toronto, Sundance, Gerardmer, Sitges) y se distribuyó en todo el mundo. En 2019, recibió el premio Gan Fondation por 'Titane', su segundo largometraje, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2021.