Sina viaja a la costa para acompañar a su amiga Greta en la venta de su casa de veraneo. Hace menos de un año Greta perdió a su único hijo en ese mar y necesita su ayuda. Mientras embalan todo y se preparan para entregar la llave, Bruno, el esposo de Greta, dice haber visto algo que confirma los rumores de los lugareños sobre la aparición de una extraña criatura.