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  Calamity  (Calamity, une enfance de Martha Jane Cannary)
  Dirigida por Rémi Chayé
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Premiada como Mejor Película en el Festival de Annecy 2020, esta historia animada de Rémi Chayé nos narra una aventura llena de peligros y rica en encuentros que, paso a paso, revelará a la mítica Calamity Jane.


Críticas
"Llena de colores suntuosos y de paisajes impresionantes, la nueva animación de Chayé describe la infancia fantaseada de una de las figuras más famosas de Estados Unidos" - LIBÉRATION.

"Calamity es una pequeña joya animada en la tradición gráfica de Chayé, en la que destaca un uso sublime de los colores planos" - PARIS MATCH.


Una gran “A”
Calamity es una Aventura, un viaje en el gran Oeste americano.

Un auténtico western infantil que cuenta una historia de hombres, mujeres, niños y sus costumbres en la época de la conquista del Oeste. Su joven heroína, Martha Jane, vivirá aventuras agitadas, entre peripecias humanas y galopes, primero en busca de un villano, luego de su destino.

La película imagina la juventud de Calamity Jane, un tiempo en el que son escasas las huellas de la vida de este personaje histórico. Sandra Tosello, Fabrice de Costil y Rémi Chayé, autores del guion original, han trazado un hilo conductor de la adolescencia de Martha Jane Cannary, la de su primer viaje iniciático; el de su paso de la niñez en comunidad, a la adultez libre.

La película inventa esta primera aventura formativa de la futura Calamity Jane, y la imagen, la animación, el sonido y la música están al servicio de las emociones y cambios que la joven Martha Jane experimenta.


El nacimiento de un espíritu libre: sobre la realización (por Rémy Chayé)
En primer lugar, en esta película, hay un espacio enorme, el de las llanuras del Oeste con sus cielos monumentales, y el de las Montañas Rocosas, que van apareciendo y crecen día a día. Y todo ello habrá que cruzarlo.

Es un viaje por el paisaje de este "pueblo sobre ruedas", una pequeña comunidad que funciona como una pequeña ciudad. Y este pueblo está en movimiento constantemente, avanzando con la esperanza de encontrar un futuro mejor, más lejos.

Y en esta comunidad hay una niña de diez años. Al principio, ella no es una disidente, no se rebela a su estado, a su condición. Ella es una niña y las niñas, en las caravanas de pioneros, cocinan, lavan los platos, lavan la ropa, cuidan a sus hermanos y hermanas. Están alrededor de los carros y se quedan allí. Martha Jane lo da por sentado. Sin embargo, una vez que ha saboreado la libertad, como tiene carácter, se niega a dar marcha atrás. Es esta la oportunidad, a través de los encuentros y las vivencias que acumula, de crear su propia forma de existir, con gran libertad y con cien años de antelación.

"¿Sigo siendo un niño si me visto con un vestido rosa?” ¿Puede Martha Jane ponerse pantalones, cortarse el pelo, vivir libremente? De esto es de lo que queremos hablarles a los niños. Simplemente. Con una aventura, situaciones divertidas y muchos chistes.

¿La verdadera Calamity Jane vivió a veces vendiendo su biografía, que ella había escrito, embelleciéndola, otras veces interpretando su propio personaje en espectáculos sin demasiado respeto por la verdad. La percibimos un pelín mentirosa, a la manera de un Tom Sawyer que miente para sobrevivir, para salir de la miseria o para escapar de situaciones adversas.

Nuestro deseo con esta película era plantear una ficción construida en torno a sus personajes, unos retratos que nos hablan tanto de la conquista del Oeste como de hoy en día. Unos personajes que construimos con sus complejidades, con villanos que también tienen su parte luminosa.

Hemos buscado la simplicidad gráfica, con personajes tallados con contornos nítidos, con colores fuertes y dentro de espacios enormes, en cinemascope, apoyados por la potente e inspirada música de Florencia Di Concilio, que mezcla instrumentos de bluegrass con una orquesta sinfónica.


¿Quién fue Calamity Jane?

Algunas ideas falsas
No hay ningún fundamento que apoye el rumor de que Martha Jane sirvió bajo las órdenes del general Custer durante las Guerras Indias. Nunca tuvo una aventura romántica con Wild Bill Hickok, Billy el Niño. Tampoco presenció su asesinato ni capturó a su asesino. Y tampoco participó nunca en en el show de Buffalo Bill.

Estas historias, que perduran, y muchas más, mantienen viva su leyenda.

La "verdadera vida" de Calamity
Su autobiografía, escrita bajo su dictado en 1896, y las cartas que se dice que envió a su hija, constituyen una fuente de información más o menos fiable sobre Martha Jane Cannary. Como nunca se sentó en los bancos de una escuela, tuvo que pedir a otros que pusieran su vida por escrito. Tras su fallecimiento, historiadores como Richard W. Etulain han examinado su vida para contrastar la información de que disponemos sobre ella, a menudo contradictoria.

Su infancia
Parece claro que Martha Jane nació el 1 de mayo de 1856 en Princeton, Missouri, siendo la mayor de una familia de tres niños y dos niñas. Sus padres, Robert y Charlotte, abandonaron su granja para evitar una demanda por la herencia de un abuelo.

Probablemente emigraron hacia el oeste y dos años después, Martha queda huérfana. Tenía entonces once años, y dejó a sus hermanos y hermanas en orfanatos en Salt Lake City.

Su leyenda
“Esto es el Oeste, señor. Cuando la leyenda se convierte en realidad, hay que publicar la leyenda”. Calamity probablemente no habría hecho ascos a esta frase de El hombre que mató a Liberty Valance, el clásico de John Ford. La gesta de Calamity Jane ha atravesado décadas, con una energía digna de esta maldita buena mujer. Y aunque no hubo de esperarse hasta su muerte para que la imaginación volase (empezando por la suya propia), ha inspirado novelas, biografías más o menos excéntricas, películas, telefilmes, series, cómics y canciones. ¡Y esto probablemente no ha terminado! Uno se pregunta qué pensaría Martha Jane de todas las obras que su breve vida ha generado…

El apodo de Martha Jane
En sus memorias, Martha Jane afirma que le dieron su apodo porque salvó a un capitán durante las Guerras Indias. Sin embargo, parece que la "Calamidad" proviene más bien de su afición por la botella… Su forma de aullar a la luna, después de empinar bien el codo bien, helaba la sangre de quienes se la cruzaban.

Género y condición femenina
En la sociedad del siglo XIX, las mujeres tenían que permanecer sumisas, obedecer a sus maridos y ceñirse al orden patriarcal, así como a las tareas que se les asignaban. Martha Jane arrasa con las convenciones con la inocencia de la infancia, lo que produce conflictos en una sociedad reglada, donde la mínima quiebra de las normas es vista como un insulto contra el orden establecido.

Una chica contra viento y marea
"Hemos desarrollado un código estricto para la vestimenta de los personajes, de tal manera que cuando Martha se pone los pantalones se produce una verdadera revolución", dice Rémi Chayé. Martha descubre la libertad de su persona al mismo tiempo que la de sus movimientos cuando se pone esta prenda, abandonando el vestido, un uniforme de mujer. Sin embargo, ¡ella no quiere convertirse en un niño! Sigue orgullosa de ser una niña y sigue siendo identificable como tal por el ojo agudo de Madame Moustache. "El hecho de que me ponga un vestido rosa no me convierte en mujer", ríe Rémi Chayé. Pero el disfraz implica el cambio, porque, muy a menudo, la gente no ve más allá de las apariencias. Jonas no cuestiona el género de Martha. ¡Se queda pasmado cuando se da cuenta de que es una niña!.

En la piel del padre
Martha coge los pantalones de su padre, lo que la distingue de los hombres y niños de la caravana vestidos de blanco y negro. Los colores que adopta son los de su familia, de la que también se distancia al romper el código de vestimenta de la época. Mientras que su padre desea integrarse con la comunidad, Martha continúa su emancipación cortándose el pelo, un nuevo paso en su metamorfosis. "Martha ve el lado práctico de su atuendo", explican Sandra Tosello y Fabrice de Costil. Para ella no es una reivindicación, pero en cambio quienes la rodean toman su actitud como una amenaza, injustos con ella al negarse a reconocer la practicidad de sus decisiones.

Disfrazada de niña
A la verdadera Calamidad le encantaba cambiar su apariencia cuando le apeteciera. “Durante mucho tiempo pensé que solo vestía ropa masculina, pero a Martha Jane le gustaba mucho cambiarse de ropa. No era el tipo de persona que se dejase ser categorizada. Al igual que reinventaba constantemente su vida, también le gustaba cambiar de apariencia”, explica Rémi Chayé. La Martha de la película adapta su ropa a las circunstancias. Es cuando se viste de niña con un sombrerito y zapatos finos, para engañar al coronel, cuando se siente disfrazada. Pero su verdadera naturaleza acaba por imponerse cuando le espeta "cabeza de estiércol" al militar.

El viaje inmóvil
Las mujeres de la época debían quedarse encerradas en casa, un modelo que se reproduce en la caravana. “Las mujeres y las niñas se veían obligadas a permanecer inmóviles, al tener que permanecer cerca de los carros, incluso cuando estaban en movimiento”, dice Rémi Chayé. Martha Jane desafía estas prohibiciones. Incluso se convertirá en la guía de la comunidad al imponerse como exploradora al final de la película. Ella muestra el camino a Oregón, pero también a otra forma de considerar la condición femenina.