Juan trabaja para los servicios secretos; con el fin de tener acceso al chalet de una pareja implicada en el tráfico de armas se acerca a Wendy, la asistenta filipina que vive en la casa y establece con ella una relación que se irá volviendo cada vez mas compleja. En paralelo, Juan realiza otros trabajos “no oficiales” para proteger los intereses de las élites más poderosas del país, que ahora han puesto sus ojos en Ángel Gonzalez, un político aparentemente anodino cuyos trapos sucios deberá buscar o “inventar” con la ayuda de Marta, la hija de un reconocido actor.
CÓDIGO EMPERADOR revela a través de la ficción una reconocible realidad de la España reciente. Se trata de un thriller, que nos introduce en el mundo de los poderosos y de los que mueven los hilos. La información y la desinformación, la verdad y el engaño, el bien y el mal… términos que, en ocasiones, se tocan, se cruzan y conviven hasta confundir sus límites.
Los personajes
Juan (Luis Tosar)
Juan es un agente secreto de la inteligencia española. Eficiente, eficaz y poco amigo de hacer preguntas, se ha ganado la confianza de los de arriba. Su trabajo es proteger al país y mantener el statu quo socio político, hacer que todo siga igual. Cueste lo que cueste. Juan lucha para evitar atentados terroristas que puedan romper la paz y la seguridad del país y está dispuesto a todo para conseguirlo, incluso a engañar a una pobre y solitaria Wendy empezando un romance del que él solo quiere las llaves de la casa de sus jefes. El fin justifica los medios.
Pero el fin no siempre es tan noble y mantener el statu quo significa también tener al gran poder bajo control. Por eso Juan también ayuda a salir de líos a empresarios y a famosos, así como tiende trampas a importantes jueces.
Juan se ha convertido en un hombre sin escrúpulos, que vive en medio del fango y que ha decidido aislarse del mundo. No empatizar. Esta filosofía de vida comienza a resquebrajarse cuando por interés comienza una relación con Wendy. Juan empieza a replantearse si el fin justifica los medios y, sobre todo, empieza a cuestionarse los propios fines.
Su próximo objetivo, encontrar el punto débil de Ángel González, un político que parece un donnadie pero por el que Galán, su jefe, tiene un gran interés. La misión obligará a Juan a utilizar todo su talento, aunque, por primera vez, su conciencia entrará también en juego.
Wendy (Alexandra Masangkay)
Dejó Filipinas en busca de una mejor vida y ahora trabaja en España como asistenta del hogar en una casa de La Moraleja. Sabe que sus jefes no son trigo limpio, pero en eso no se mete. Su principal norma es la de cero implicación personal. No empatizar. Solo así puede protegerse de futuros disgustos. Cuando reúna dinero suficiente, regresará a Filipinas y volverá a vivir.
Pero todo cambia cuando Juan se cruza en su vida. Algo en él la atrae hasta hacerla romper su primera norma. Se enamora, y por primera vez en mucho tiempo, vuelve a sentir ganas de vivir. Aunque Wendy nunca despega los pies del suelo: todas sus pertenencias caben en una maleta y está dispuesta a marcharse en cualquier momento.
Galán (Miguel Rellán)
Galán se ve así mismo como un patriota. A sus 70 años sigue considerándose el guardián del statu quo, el que mueve los hilos sin que parezca que mueve un dedo. Para eso ya tiene a hombres como Juan que se ocupan de todo.
Su nueva obsesión es Ángel, un político Don Nadie que centra todo su interés. Necesita que Juan encuentre algo sucio que esconda Ángel y lo necesita pronto. Tiene un plan que Juan desconoce. Cuando las piezas encajen, y Juan sea totalmente conocedor de la situación será ya demasiado tarde. Galán siempre va dos pasos por delante.
Marta (Georgina Amorós)
A sus 18 años a Marta ya le ha dado tiempo a cometer muchos errores. Y de los grandes. Alcohol, drogas, prostitución… Juan ya la ha sacado de varios líos y ha evitado así, que la hija de un famoso actor acaparase portadas. Marta está en deuda con Juan, o mejor dicho, Marta está chantajeada por Juan y ha llegado la hora de pagar.
Debe seducir a Ángel, un político del que nunca ha oído hablar. Pero para Marta lo más duro del encargo será hacerle a otro lo que Juan le está haciendo a ella.
Ángel (Denís Gómez)
Un político del montón, sin especial carisma ni proyección. No ha sabido (o no ha podido) arrimarse a la mejor sombra dentro de su partido y por ello, después de haber logrado ser diputado, su carrera ha tocado techo.
Jamás imaginaría que alguien va detrás de él. Y lo peor es que ni él ni nadie sabe qué es lo que ha hecho para estar en peligro.