Sunday morning put-on
IndieFecha de publicación del disco: 24 de mayo de 2024
1.I didn't know what time it was
2.Caravan
3.I fall in love too easily
4.You'd be so nice to come home to
5.My ideal
6.Django
7.I cover the waterfront
8.Softly, as in a morning sunrise
9.I've grown accustomed to her face
10.Ballon de Peut-Être
Sunday morning put-on es un álbum de Andrew Bird Trio. Sale a través de Loma Vista Recordings / Concord. Bird reinterpreta una decena de clásicos originales de Cole Porter, Duke Ellington, Lerner & Loewe, Rodgers & Hart…, mostrando de nuevo su pasión y admiración por el cancionero norteamericano de mediados del siglo 20.
Acompañado por una sección rítmica -Ted Poor a la batería y Alan Hampton al bajo- el disco supone la culminación de una obsesión que fue creciendo en su interior durante décadas y que han influido consciente y subliminalmente en su carrera.
Producido por Bird y grabado en riguroso directo en los estudios Valentine del sur de California (Bing Crosby, Burl Ives, Beach Boys). También cuenta con la guitarra de Jeff Parker y el piano de Larry Goldings.
Este álbum no se parece a nada que haya hecho antes y representa su intransferible viaje en el tiempo- Andrew Bird lo explica: "Cuando tenía 20 años, vivía en un viejo apartahotel del barrio Edgewater de Chicago. Era barato y lo habitaban sobre todo sacerdotes jesuitas jubilados y monjas de la cercana Universidad de Loyola. El gimnasio tenía viejas bicicletas Schwinn de 10 velocidades sobre bloques de hormigón, una vieja piscina donde ponían ópera y la sala de vapor era el club de la mafia rusa local. La mayoría de los sábados por la noche me quedaba despierto escuchando un programa de radio llamado "Blues Before Sunrise" en WBEZ de 12 a 4 de la mañana. El locutor, Steve Cushing, ponía viejos discos de blues, jazz y góspel de 78 rpm. Luego dormía unas horas y me despertaba con el programa de Dick Buckley en la misma emisora que presentaba lo que él llamaba jazz de la "Era Dorada" de los años 30 y 40. Mi amor por cierta era del jazz hasta mediados del siglo XX ha sido constante a través de muchas transmutaciones en mi propio trabajo, la mayor parte del cual no es jazz en absoluto. Una vez que me distancié un poco de esa época en la que estuve bajo su hechizo, quise volver a sumergirme en ella".
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