Danza total

Danza Total es un doble CD + DVD + libro de Danza Invisible. Grandes éxitos para celebrar los 30 años del grupo. Se incluye un tema inédito, una versión no publicada de Frío en mi corazón con los coros de las Hijas del Sol. Muestras del "Treinta Tacos", disco inédito en tiendas. Cosas del "Tía Lucía", del "Efectos personales", del "Pura Danza", alguna remezcla.

"Es un doble CD en el que hemos buscado, ante todo, cubrir un espectro lo más completo de nuestra trayectoria global. Hablando con el resto de la banda acordamos dividir el producto en un CD de singles de composición propia y otro que fuese una mezcolanza de directos, versiones y algunos apuntes de los trabajos individuales de Antonio (La Carmen) y míos, de ahí lo de 'Danza Total'. Lo primero que tuve en cuenta es que había que ofrecer algo distinto al poseedor de 'Un trabajo muy duro / Grandes éxitos', nuestro anterior recopilatorio, y por eso he cuidado muchísimo de no repetirnos; poniendo algunos ejemplos prácticos: el 'Sabor de amor' es el de estudio y no el directo de la anterior compilación, donde antes tenías 'Sin aliento' de 'Música de contrabando' ahora está el de 'Directo', el 'A sudar' remezclado es ahora el del single, etc. Solo se han repetido la inevitables, vamos. Hay muestras de cada uno de nuestros trabajos con un detalle importante que sería la llamativa presencia de muestras del 'Directo' debido a lo que mencionaba antes de la no repetición unido a que en este disco hay varias piezas de nuestra primera etapa en Ariola (ahora Sony) que es preferible mostrar en su versión 'Warner', es decir, no hay que andar con tantas zarandajas de permisos y tal. Bueno, y la razón primordial es que es casi casi vuestro disco favorito, ¿no?" - Javier Ojeda.


Nota promocional (por Manolo Bellido)
El rock es energía, máquina humana que respira, garganta y acción. El rock no puede acomodarse, es inquieto por naturaleza. El rock es Danza Invisible.

Es también el pop. El murmullo africano. La curvatura latina. Es la cadera del bolero. Hay The Kinks y Héctor Lavoe en las moléculas de Danza Invisible. Se remueve la agitación, el deseo de encontrar en su código genético. Es búho, radar de sonidos, maquina maquina humana que suda. Es puente entre dos siglos: en uno nace en el ojo de Talking Heads, en el estertor del punk. En el otro, en éste, disfruta de lo hallado, multiplica sus espejos y así, engañándolo, ignora el réquiem. La losa que aplasta a los cantantes de vuelo corto. A quienes autocomplacidos no arriesgan.

No es su caso. Por fortuna, es verdad, pero también por innegociables determinación. Hacen lo que quieren hacer. Y orientan su rumbo con la brújula de su intuición. La libertad es lo que queda fuera de los contratos y ahora no hay nada que los someta. Ni dios, ni amo, no modas. Ellos son su moda. Dueños de todo lo visible y lo invisible. Para moverse sin ataduras. Con su propia voz.

Danza Invisible escogió otro camino hace tiempo. Eligió el lado luminoso de la carretera. Por ahí se mueve. Por ahí se va. Como sus canciones. Una pila de sensaciones. Un resumen de emociones. Una necesaria e inaplazable alianza con la sensibilidad. Un beso de vida. Una licencia para seguir. Y para recordar. Y eso, justamente, fue su concierto de los 30 tacos. Tacos biensonantes. Ni un cabrón más alto que otro. Ni un mal rollo culebreando entre la muchedumbre que reventó la sala París 15, de placer. De danzar juntos, apretados, como una maquina humana que transpira. Y qué importa eso. Lo pasamos bien. Yo que estuve allí, no puedo decir lo contrario. Danza señor juez, nos tocó el cuerpo, atravesó nuestro corazón.

Lo puedo expresar con otras palabras, con las que en este instante le tomo prestadas a Rafael Álvarez Merlo, porta malagueño de Córdoba, que en lugar de hacer las américas, habitó en Londres en los años dorados del swinginŽlondon.

Y que sabe lo que es la muerte y su reverso, la vida.


Al hacer un balance de mis días,
resumen de emociones.
Desde el balcón de mi experiencia,
cómo me gusta con fruición la vida,
Qué gusto respirar de un sorbo el mundo.