Nada Lógico

Nada Lógico es el título del primer álbum de El Pescao, nombre artístico del proyecto musical de David Otero (El canto del loco). "Es un disco que camina por muchos mundos musicales".

Castillo de arena (con la colaboración de Ana Cañas), es el primer single. Con un vídeo rodado en Santander. Una canción que narra una historia de amor diferente, entre el hombre y la naturaleza. "Es un magnífico ejercicio de pop puro, original, con un balance rítmico personalísimo con aromas caribeños y marítimos, sonidos de acordeón, predominio de la electrónica y los loops sobre las guitarras y con gran riqueza de sonidos". Con la voz de la cantante y compositora brasileña Ana Cañas dando la réplica a la de David Otero.

El vídeo de "Castillo de arena" se rodó en Loredo, en una playa en Cantabria. Con David vestido de lobo de mar atemporal y sumergido en las aguas hasta el cuello. Una producción de Watergun, realizada por Ricardo Uhagon y Rafa Pavón, con el objetivo de mostrar una historia de amor diferente, entre el hombre y la naturaleza.

"El título del álbum es un juego de palabras", explica David Otero. "El disco tiene muchas corrientes diferentes, algo que en un mundo normal podría resultar extraño o atípico, pero que en El Pescao tiene sentido porque es el mundo de la imaginación".


Se lanza en tres ediciones diferentes, todas con Opendisc:

1.Edición digital

2.Softpack (cuidada edición no fabricada en cristal estándar)

3.Edición Privilege (Edición deluxe exclusiva de tirada limitada con caja metálica litografiada que contiene: CD; pendrive con contenidos inéditos como fotos, entrevista, fondos de pantalla, etc.; púa para guitarra; foto LOMO exclusiva, autografiada y diferente para cada caja; agenda de 80 páginas con las letras del álbum, arte gráfico y dibujos realizados por los seguidores de El Pescao, y seis pegatinas.


"Todo el que se sumerga en Nada-Lógico se va a encontrar con el mundo de la imaginación y de la ilusión", continúa David Otero. "Tiene mucha interpretación de dibujo, de magia, de mundos imaginarios. Siempre me ha gustado todo este universo y quería enseñarlo, compartirlo". Un disco que se anuncia que se sale de lo habitual por su manera de buscar la inspiración en lugares diferentes, por su manera de entender la música como aventura, como descubrimiento. "Es también una reflexión sobre lo que es la vida, la naturaleza, el amor, la comunicación…", sigue David Otero. "Pasa por muchos estados, cuenta historias que unas veces son imaginadas y otras reales, pero siempre he intentado dar ese toque de magia. No quería un disco de un solo estilo y hay pop-rock, electrónica, experimental, toques folk… Camina por muchos mundos musicales".

Nada-Lógico comienza con Buscando el sol, un tema con ritmo trepidante, pop-rock con guitarras que se entrelazan con teclados. Sigue La luna va y viene, que alterna el balance rítmico latino con cierto aire reggae con dureza guitarrera y acercamientos al rap, en una canción que refleja algunos de esos mundos heterogéneos que recorre El Pescao en su primer disco.

Después llega Castillo de arena, el primer single del álbum, ya comentado.

Me da lo mismo es una balada que deriva en un medio tiempo delicado, suave, original y diferente. Una canción de gran elegancia que da paso a Cada día para llevar el disco a un terreno más pop con ciertos aires folk-rock en las guitarras y en la instrumentación del estribillo. Historia de terror vuelve a cambiar de tercio y comienza con un ambiente más electrónico y un beat lindando con la música disco. Canción de club, voces tratadas y arreglos para dejar el ecuador del álbum en un punto de gran energía.

Para suavizar y relajar el ambiente llega La luz oscura del mar, una canción con un balance de gran sensualidad, con arreglo de voces y carácter acústico. Precede a la tremenda energía de Ramón, con guitarras potentísimas power-pop y temática urbana, que contrasta con el lirismo acústico de Como me ves voy, con trabajo de las sonoridades y aire pop-folk.

En la recta final del álbum vuelve la alta intensidad con Máscara de pena, de ritmo vivo, guitarrero a tope, con sorpresas en los arreglos, dinámico y de gran voltaje. Y Nada-Lógico se cierra con No soy nadie, una canción emocional, una balada envuelta por guitarras acústicas y teclados clásicos, con un estribillo melancólico y abandonado.

Producido por David Otero y grabado en los estudios Underwater de Madrid, en el álbum colaboran músicos como Carlos Gamón (batería), Manolo Mejía (bajo) o Carlos Vera (teclados), con la ayuda de Carlos Jean (ritmos, ideas), el DJ Wally López, Fon Román (guitarra en Como me ves me voy), Ana Cañas (voz en Castillo de arena) o Lara Pizzolato (violines).