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Come and get it

Pop-Rock - Soul

Fecha de publicación del disco: 13 de abril de 2010

1.Young Girl
2.Name Callign
3.Help Me
4.Just Like Me
5.Come And Get it
6.Pick A Number
7.I Found You Out
8.Tell Me What I Wanna Hear
9.Time Will Tell
10.You Can Run On
11.Pick Your Battles
12.Explosion

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Come and Get It es el estreno de Eli Paperboy Reed en un gran sello discográfico. Reed demuestra ser ser algo así como la vida y el alma de una sudorosa alegre fiesta bailonga en la que todo el mundo se ve atraído hacia la pista de baile. Como intérprete, aborda cada canción con nada menos que convicción absoluta; resulta tan auténticamente valiente como insinuantemente sexy. Reed incorpora el toque del R&B, blues y soul clásicos en una docena de canciones escritas de su propia pluma y producidas con Mike Elizondo, el bajista convertido en productor entre cuyos créditos le avalan, entre otros, trabajos con Eminem, Pink, Gwen Stefani y Fiona Apple. Sus admiradores han vinculado a Reed con algunos de los grandes como Otis Redding y Wilson Pickett; el periódico Boston Herald le denominó "La respuesta de Boston a Sam Cooke". No obstante, él no trata simplemente de recrear un sonido; Reed canaliza sus influencias e inspiraciones para hacer algo propio.

"Para mí", declara Reed, "se trata de escribir canciones pop. La música soul fue la mejor música pop del siglo XX y su influencia tiene mucho alcance. Cuando cojo una guitarra para escribir una canción, la influencia de la música que más me gusta sale a relucir invariablemente. Personalmente, esa música la he interiorizado completamente. No trato de poner nada; esto es lo que sale, esto es lo que pasa, no puedo cantar ni componer de otra manera".

"Trato de escribir a partir de frases a las que creo que la gente responderá", explica Reed. "Los giros y expresiones son muy importantes para mí", un punto que se ilustra muy bien en su canción "Name Calling" (Poner Motes) (letras: "You went from name calling to calling my name" ). "En ese sentido me inspiró mucho Sam Cooke y aprendí mucho también de la música country. Ser capaz de crear una imagen mental para alguien con solo una línea es muy, muy importante. Sam Cooke habla de escribir a partir de conversaciones, historias personales, pequeños giros idiomáticos y frases para captar tu atención y enganchar y ser pegadizo. Ese es mi modus operandi para escribir canciones".

La mayor parte del material en Come And Get It, comenta el propio Reed, "está escrito en casa, cuando estaba medio jugando con la guitarra acústica". El título de la canción surgió rápidamente cuando el guitarrista de Reed, Ryan Spraker, que co-escribió varios temas, soñó esa pequeña frase, "If You Want The Love of A Man, Come and Get It" (Si quieres el amor de un hombre, ve y cógelo). Pero, explica Reed, "Pero esa precisamente llevó algo de tiempo porque queríamos transmitir el sentimiento correctamente sin sonar cursi". En cuanto a las temáticas, prefiere – descubrir, buscar y mantener el amor – Reed lo admite "Me gusta escribir canciones de amor porque son fáciles para que la gente se identifique y principalmente es lo que tiendo a entender y esos son el tipo de sentimientos que me salen. Algunas de mis canciones vienen de experiencias personales, algunas están cambiadas, son sólo ideas que me surgen, así es como trabaja la mayor parte de compositores".

El tema que abre el disco, "Young Girl", es un homenaje al poco conocido cantante soul de Boston Frank Lynch, que falleció trágicamente justo cuando su carrera empezaba a despegar con la publicación de esta canción. Esa es parte también del modus operandi de Reed: volver a la fuente de su propia inspiración, descubriendo cantantes veteranos sin contrato y trayéndolos con él como podía. Este pasado verano Reed ayudó a organizar el Brooklyn Soul Festival, incluyendo en el cartel a leyendas del soul poco conocidas como Barbara Lynn, Roscoe Robinson y Otis Clay, en el barrio al que ahora llama hogar.

Mientras estaba haciendo Come and Get It, comenta Reed, "Escuchaba mucha música soul de finales de los sesenta y principios de los setenta de Chicago, en particular Mel y Tim y Tyrone Davis. Son todo cosas producidas magnífica y profusamente, muchos vientos, muchas cuerdas, pero es también muy dura, la sección rítmica es siempre muy funky. Yo iba buscando ese tipo de toque y ambiente. Ese era el plan".

Incluso de muy joven, Reed ya demostraba un buen gusto inusualmente sofisticado, explorando la formidable colección de discos de su padres desde el momento en que aprendió a utilizar el tocadiscos. Reed se embebió del primer rock & roll (Chuck Berry, Buddy Holly, The Coasters) antes de pasarse a los éxitos del día de las emisoras de radio Country. (El primer disco que me compré fue un single de Travis Tritt & Marty Stuart, "The Whiskey Ain’t Workin’" – "Todavía sigo opinando que es muy bueno", interpone Reed). Luego se enamoró de Howlin’ Wolf y del blues. No obstante, el momento definitorio en la educación musical juvenil de Reed llegó cuando su padre compró una caja de Atlantic en cassette de Ray Charles: "Aquella fue mi introducción a la música soul, realmente cambió mi vida. Durante unas vacaciones de verano, cuando íbamos en el coche, escuchábamos aquellas tres cintas una y otra vez".

Además de pasarle el gusanillo por coleccionar discos, su padre también le dio una armónica, el primer instrumento que Reed aprendió a tocar. En el instituto, se juntaba en el salón de actos con estudiantes tan apasionados por la música como él: "La mayoría de ellos eran mejores músicos que yo; por aquella época yo no era muy bueno a la guitarra. También tocaba saxo tenor – aunque tampoco era bueno con ese instrumento". Pero albergaba un don como cantante energético, de gran potencia. En una asamblea con motivo del Día de Martin Luther King, interpretó "A Change Is Gonna Come" (Va a llegar un cambio). Según él mismo recuerda, "Todo el mundo flipó, recibí una gran ovación".

A partir de ahí, su camino hacia una carrera profesional fue construyéndose sobre giros y sorpresas inesperadas dignas de un guión de película. Su amor por la música (y una serie de asombrosas coincidencias) le llevaron a Clarksdale, Mississippi. Tras graduarse en el instituto a los 18 años, Reed frecuentaba garitos y salas de conciertos y tocaba blues cinco noches por semana. Encontró a sus mentores entre los artistas veteranos que tocaban en los sitios, como Terry "Big T" Williams, Sam Carr y Wesley "Junebug" Jefferson, y perfeccionó sus habilidades como artista en ciernes en un entorno fértil pero implacable. Cuando no estaba "afinado" durante un concierto, los colegas músicos y espectadores le decían en términos inequívocos que tendría que dejar el escenario. Pero el chaval con cara de niño de Boston tenía agallas para atreverse: "Fue duro. Nunca había estado alejado de mi casa hasta entonces. Aprendí mucho sobre hacerse mayor y madurar"-

Regresó al norte con nuevas habilidades adquiridas, y con un nuevo apodo – Paperboy (chico de los periódicos): "Solía llevar una gorra, la gorra de mi abuelo, una gorra de chico de los periódicos – ya la he jubilado. Cuando estaba en Clarksdale todos los músicos tenían un apodo. Me pusieron uno y ya se quedó conmigo".

Reed intentó posteriormente estudios superiores, llegando a ser aceptado en la Universidad de Chicago, pero una vez más, le tiraba más la música que los libros, y empezó a dirigir un respetado programa en la radio universitaria de música soul sureña y a explorara el sureste de la ciudad de Chicago en busca de discos y pollo frito. Dada su fascinación por las figuras menos conocidas pero muy influyentes del R&B, acabó dando con una antigua artista del sello Chess Records llamada Mitty Collier ("I Had a Talk With My Man Last Night"), que había dejado de cantar soul para pasarse al sacerdocio. Además de hacerse amiga de Reed, le contrató para tocar teclados y cantar en sus servicios dominicales, pagándole una pequeña remuneración que él invertía en ampliar su colección de discos.

Regresó a Boston tras finalizar el curso escolar, determinado a montar su propia banda. Durante un tiempo trabajó en la floristería de la madre de uno de sus colegas de grupo, además de repartir arreglos florales, utilizaba la furgoneta para transportar el material de la banda. Durante su estancia en Boston, Reed sacó dos álbumes que tuvieron muy buena aceptación. El primero – Sings Walkin' and Talkin' and Other Smash Hits! – se editó de forma independiente y el siguiente – Roll With You – estaba publicado por el sello Q Division Records de Boston. En Estados Unidos la revista Rolling Stone nombró a Reed como "Artista Revelación", alabando sus "ritmos aulladores y sucio R&B de raíces". En el Reino Unido, Reed estuvo nominado en los premios de la revista MOJO 2009 como Artista Revelación del Año. El clamoroso entusiasmo provocado finalmente atrajo la atención hacia él del sello Capitol Records.

"Se dice que cada uno se busca su propia suerte", concluye Reed. "Yo sin duda pongo especial hincapié en buscar a algunos de los artistas que me han inspirado, pero algunas de las cosas que me han sucedido hasta ahora han sido sencillamente asombrosas – y me considero increíblemente afortunado de que hayan ocurrido".

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