Overgrown

Retrograde es el primer single del segundo disco de James Blake, Overgrown. Con un videoclip dirigido por el colaborador habitual, Martin de Thurah.

"Combinando de un lado su vertiente de compositor lacerante y de otro un sonido electrónico que se eleva a portentosas dimensiones, 'Retrograde' lleva al oyente sobre una ola sinuosa, es todo un testamento soul-electrónico que le concede a Blake el sello sonoro del digno sucesor al trono vacante tras Massive Attack y Aphex Twin".

Con las colaboraciones de Brian Eno en "Digital Lion", y RZA en "Take a fall for me".


Así lo presentan desde Universal Music
Dos años después de que su álbum de debut llevara a la cultura bass británica por caminos de introspección inimaginables, James Blake regresa con un segundo álbum ‘Overgrown’ donde puede apreciarse la madurez de James como cantante y compositor mientras regresa a la perfección electrónica que derrite el cerebro de sus primeras ediciones con Hemlock y Hessle, aventurándose mucho más allá de los nichos del dubstep para incluir apabullantes reinterpretaciones de hip-hop y house.

"Todo empezó con Joni Mitchell" afirma Blake. Su cantante y compositora preferida fue a verlo al Troubadour de Los Ángeles hace dos años y tras la actuación estuvieron charlando. "Ella es el oráculo" dice James. "Aprendí muchísimo al conocerla".

De lo que más hablaron fue de la idea de la permanencia, de cómo sobrevivir y medrar como artista. En el vuelo de vuelta a Londres compuso Overgrown, la inmensa gentileza hecha canción que da nombre a un segundo álbum digno de mención. Trata sobre las cosas duraderas: "No quiero ser una estrella sino una piedra en una orilla, un marco solitario en una guerra".

"Creo que es lo mejor que he escrito nunca y es el mensaje más fuerte del disco", dice James. "Joni encarna las cosas sobre las que hablo. Fue la chispa que me llevó a la canción".

Musicalmente amplio y emocionalmente profundo, "Overgrown" es una gran evolución respecto al disco de debut de James en 2011, tanto como éste epónimo lo fue en relación al mercúreo dubstep de sus primeros EPs, reflejando cuánto ha cambiado este londinense de 24 años en los últimos dos. Su álbum de debut vendió 400.000 copias (toda una cifra para un disco tan comprometido con la introspección experimental). Fue nominado a un Mercury, un Brit y un Ivor Novello, le llevó alrededor del mundo de gira, le puso en contacto con una miríada de fans y colaboradores entre los que se incluyen no solo a Mitchell sino a Jay-Z, Kanye West, Bon Iver, Björk, Drake, Brian Eno y RZA.

Lo más relevante es que la gira le llevó a conocer a su novia, cuya presencia (y a veces ausencia, puesto que vive en Los Ángeles) confiere a "Overgrown" un considerable peso emocional. "Este pasado año ha sido intenso,” dice James. “En un momento en que de otro modo habría sentido como el suelo iba demasiado rápido bajo mis pies para seguir feliz o normal, ella ha estado ahí". Su relación trasatlántica da forma a las canciones como en el soul extraordinariamente electrónico del single "Retrograde", que evoca intimidad y distancia. "El disco rebosa del sentimiento de amar por primera vez y reflexionar sobre lo que eso implica", dice. "Todas esas cosas forman parte de tu música".

La composición tomó forma al hacer docenas de conciertos con sus amigos de infancia, el guitarrista Rob McAndrews y el percusionista Ben Assister. Se dio cuenta de que algunos de los temas de vanguardia que tenían todo el sentido en su habitación no siempre podían trasladarse a la audiencia. "Comencé a gravitar de forma inmediata hacia querer hacer música que la gente de verdad recuerde y disfrute", dice. "Busco tener un impacto emocional". Su voz, muy tratada en el anterior trabajo, goza del privilegio de la claridad y la inmediatez como nunca antes.



La mayoría de "Overgrown" sigue siendo asunto de James pero su mánager le sugirió que trabajase con otras personas, entre ellas Brian Eno en el mantra soul lleno de percusión que es "Digital Lion". Cuando James y Rob llegaron a casa de Eno, el veterano artista y productor, le puso su tema favorito de góspel, "Peace Be Still" del Reverendo James Cleveland y el Angelic Choir. "Resulta que también es mi canción preferida. Obviamente tenemos algo en común".

James estaba inmerso en el primer disco de Wu-Tang Clan cuando compuso "Take a Fall For Me in New York", así que le pidió a RZA que apareciese en el tema y el legendario MC/productor respondió con un verso anglófilo que hace referencia a "fish and chips with vinegar, with a cold glass of stout".

Del hip hop con jetlag de "Take a Fall For Me" a la vista de la sala de los espejos en "Life Round Here", un R&B jam de finales de los 90, pasando por el vertiginoso hipnotismo house de "Voyeur" hasta la sensual nana del tema que cierra el disco, "Our Love Comes Back", James nunca tiene la misma idea dos veces. "Probablemente no use un sonido si me recuerda a otro tema o a otro tiempo. Eso ha pasado. Ya lo he hecho. Las cosas tienen que progresar".

Esta postura avanzada incansable y se refleja en el amor incondicional de James por la música dance: está a cargo de una noche en el club londinense "Plastic People" llamada 1-800-Dinosaur. "Me siento en casa en los clubs. La música dance muta de forma constante, nunca está quieta, evoluciona siempre".

La confianza renovada de James y su sed de cambio han producido un segundo álbum que lo lleva a un nuevo nivel en cuanto a creación y sentimiento que en su predecesor solo se atisbaba. "Estos dos años me han dado forma" dice James. "Tengo grandes ambiciones".