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Tierra, trágalos

Pop-Rock

Fecha de publicación del disco: 5 de abril de 2010

1.Ya estaba así cuando llegué
2.Mamá, no quiero ir al colegio
3.Brilla como una estrella
4.El Rey del Mambo y la Reina de Saba
5.Carne de Bakunin
6.Forma, sentido y realidad
7.Eres un sinvergüenza
8.Deja el odio para después de comer
9.Los niños muertos y la decadencia política
10.Luego vendrán los madremías
11.Sobria y serena
12.Ley y moral
13.El fin del mundo
14.Desidilio

Un pasodoble, un swing, canciones más noise
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Tierra, trágalos es el título del segundo larga duración de Klaus & Kinski (Álex y Marina).

Compuesto por 14 canciones en el CD, 15 en la edición especial en vinilo (doble y de color), incluye las letras en ambos formatos. Con "un pasodoble, un swing, canciones más noise" y un tema discotequero "con el espíritu noventero de la música que sonaba en la sala Archy, un poco como el 'Give it up', pero más sutil y más indie".

"Klaus & Kinski en estado puro, haciendo gala de su incorregible personalidad y del amplio y variado repertorio que les caracteriza: pop, showgazer, bossa, disco-funk, folk, copla, pasodoble, italo-disco, swing, country...".

Producido por Álex Martínez, con Antonio Illán Macanás como ingeniero de sonido, y Arturo Vaquero al cargo de la masterización.


Tracklist LP

CARA A
1.Ya estaba así cuando llegué
2.Eres un sinvergüenza
3.Mamá, no quiero ir al colegio
4.Los niños muertos y la decadencia política

CARA B
1.El Rey del Mambo y la Reina de Saba
2.Ley y moral
3.Forma, sentido y realidad
4.Deja el odio para después de comer

CARA C
1.Carne de Bakunin
2.Brilla como una estrella
3.Sobria y serena
4.Dar cera, pulir cera

CARA D
1.Luego vendrán los madremías
2.El fin del mundo
3.Desidilio


A continuación la nota promocional que presenta Jabalina. Un comentario de Julio Ruiz de Disco Grande (Radio 3).

Lo primero que imaginé al conocer el título del disco... fueron aquellas viñetas de un ejemplar cualquiera de El Capitán Trueno (¿será ésa la fuente de inspiración?), nuestro héroe se veía acosado por los rufianes y blandiendo su espada luchaba en inferioridad y mientras se liberaba de éste o aquel a golpe de mandoble exclamaba con admiraciones "¡¡¡Tierra, trágalos!!!"... (Alex y Marina seguro que son devoradores de comics).

Pues bien, este "Tierra, trágalos", que se pondrá oficialmente a la venta el lunes 5 de abril, lo integran catorce canciones, con una más, "Dar cera, pulir cera", en la edición de vinilo doble y de color que será el fetiche buscado por el coleccionista, grabadas a finales del año pasado en el propio estudio de Alex con el apoyo de Antonio Illán como técnico de sonido. Y junto al dúo dirigente (Marina Gómez Carruthers, voz, y Alejandro Martínez, guitarras), completan la formación Paco Martínez en el bajo y Antonio de Vicente en el teclado y secuenciadores. Ellos son Klaus & Kinski, uno de esos ascensos a primera línea del territorio indie, la excepción de la regla que sacude alborozada el estado de las cosas en ese mundillo tan nuestro. Una historia con final feliz que apenas data de hace dos años, en el transcurso de los cuales fue tal la catarata de elogios (que se hace extensiva a distinciones por parte de la prensa, entusiasmo por parte del público y, claro, buenas ventas) recibida por el álbum "Tu hoguera está ardiendo" (Jabalina 2008), que para calmar las ansías de nuevas canciones publicaron el mini CD "Por qué no me das tu dinero" apenas medio año después (Jabalina 2009) .

Para quien se quedara sorprendido y enganchado por la intensidad de las guitarras de "Lo que no cura mata", la delicadeza de "En la cama", el rockandroleo de "Rocanrolear"... claro está, el clímax de "Nunca estás a la altura", la distinción de "El Cristo del perdón", el arrebato del bolero "Mengele y el amor" y así sucesivamente (todas ellas incluidas en "Tu hoguera esta ardiendo" -Jabalina 2008-)... este segundo álbum en la carrera de Klaus & Kinski es otro catálogo de cómo tocar todos los palos haciendo gala de un eclecticismo soberbio y descarado y apropiarse del molde.

La nueva entrega de los murcianos (generosa en duración, pues casi todos los temas están en torno a los cuatro minutos y pico) se abre con la contundencia de "Ya estaba así cuando llegué", marcada por esas bases que les caracterizan y de ambientes y contrastes que la emparejan con "Ley y moral", el hit elegido como primer vídeo promocional del disco. Dos "temazos" llenos de sombras alargadas en los que Marina ejerce de vocalista susurrante antes de que entre la tormenta guitarrera.

Acto seguido, podría ser que Devendra Banhart o la Incredible String Band se hubieran escapado para acompañar la proclama-deseo infantil de "Mamá, no quiero ir al colegio" en clave incluso vaquera. De la misma familia, pero en el otro extremo del disco, con oleadas de clima surfero, que transmiten paz y relax, son las noticias que nos trae "El fin del mundo". Pero el volteo al tema country viene de inmediato cuando el espíritu de OMD o A Flock of Seagulls -¡qué resultón ese sinte tan ochentero!- toma posesión en "Brilla como una estrella".

Atención!!! Porque a la altura del corte 4 está el momento insólito –bueno, tratándose de ellos, no, quizás no- con la entrega "real" de esa maravilla titulada "El rey del mambo y la reina de Saba". Ahí queda una copla, con todos los ingredientes y profusión instrumental, para la posteridad –Almodóvar, ¿dónde estás?... que aquí tienes canción de futura banda sonora- con Marina, travestida de Juanita Reina o Lolita Sevilla.

No es el único flash retro. Porque, con un título como el de "Carne de Bakunin" –ojo que Woody Allen también podría pescar aquí...- ¿quién imaginaría se esconde un homenaje al afamado anarquista en clave swing, medio music-hall, medio canción popular de las estepas rusas? Claro que, en el extremo opuesto de la mesa política, hay otro "invitado" (Hitler) que empieza su discurso mientras le secunda un piano que abre paso a la bossa "Deja el odio para después de comer". Profundizando en esta temática social, que hay compromiso y mensaje trascendente se nota en la solemnidad, a golpe de cuerda, que adorna la folky "Los niños muertos y la decadencia política" (otra canción y otro título para enmarcar).

Pero hay más: teclados infecciosos que se empeñan en taladrar el muro de guitarras levantado por Alex en "Eres un sinvergüenza" o que se hacen más ruidosas aún en "Luego vendrán los madremías" recordándonos a aquellos Stereolab del 96, la incitación a la pista de baile –por un momento las luces de neón y las lentejuelas parece que nos deslumbran en una boite de los 70’- con la italo-disco "Forma, sentido y realidad" que unas Baccara hubieran convertido en "number one" en medio mundo y el toque de funky de "Sobria y serena" (¿será posible que se hayan "atrevido" a hacer un disimulado homenaje a Sonia y Selena aquellas que hace años "bailaban toda la noche"?) premeditadamente histriónico en su inicio "made in the Bee Gees" de "Saturday night fever" que por arte de magia ellos transforman en una suerte de Mica vs Jamiroquai.

El último corte y un perfecto cierre del disco lo pone "Desidilio", (toma ya, de nuevo, juego de palabras entre "desidia" e "idilio") que podría ser pariente cercana de "Sintigo o sin ti" (incluida en su disco de debut), que sirve para volver a dejar las cosas en su sitio...

Porque esta vez lo han vuelto a hacer. Se abre el catálogo y hay de todo, de casi todos los estilos. Así de camaleónicos pero con firma personal e intransferible son Klaus & Kinski. La pregunta para el futuro es: ¿qué palo les queda por tocar?

Julio Ruiz
Disco Grande (Radio 3)

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