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Cronolánea

Pop-Rock - Indie

Fecha de publicación del disco: 11 de marzo de 2008

1.Intromisión
2.La búsqueda del rol
3.El secreto mejor guardado
4.Alta fidelidad
5.Saudade
6.Sin compasión
7.Cúmulo de propósitos
8.Luciérnagas y mariposas
9.Funcionará
10.Transiberiano
11.Un mundo por delante
12.Luces de neón
13.Copa para dos

Colaboran Ken Coomer y Charlie Brocco
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Trece temas componen Cronolánea, el tercer álbum de Lori Meyers grabado en Gismo 7 Studios (Motril) durante el mes de octubre de 2007, junto al productor Ken Coomer y el ingeniero de sonido Charlie Brocco.

El álbum ha sido mezclado en Nashville (Tennesse) y masterizado en Nueva York por Greg Calbi. La diseñadora Vanesa Zafra vuelve a firmar el diseño de un álbum que cuenta con diversas novedades y sorpresas.

Se incluyen canciones como Luciérnagas y Mariposas.


"Por qué todo es tan difícil con lo fácil que es"
(Copa para dos)

Así comienza la canción que cierra Cronolánea, el tercer disco de Lori Meyers. Jugando con la frase, da la impresión de que el grupo granadino hace que todo suene fácil, y no lo es tanto. Aún les falta una eternidad para llegar a los 30, pero tienen un aplomo increíble para escribir canciones pop con imperdible. No les estoy llamando punks, me refiero a esa capacidad para componer melodías que no se olvidan fácilmente y cantarlas con armonías inoxidables. Prueba, prueba a escuchar el estribillo de Copa para dos: es difícil deshacerse de él.

Para llegar hasta el disco que han decidido llamar Cronolánea (palabra compuesta de fragmentos de otras dos, adivina cuáles…) han tenido que pasar varias cosas. Sobre todo, han tenido que pasar dos años de recapitulación, de "frutos secos y cervezas para ser feliz", como canta Noni en Cúmulo de propósitos. Esta vuelta a las viejas costumbres era necesaria después de una temporada huracanada marcada por dos sorprendentes elepés (Viaje de estudios, de 2004 y Hostal Pimodán, de 2005), docenas de conciertos y alguna mala experiencia que es mejor no recordar. "Hemos estado dos años descansando, recuperando la vida social, pensando en el futuro y componiendo", cuenta Noni, que se ríe contestando afirmativamente ante la sugerencia de que el sofá y la consola de videojuegos que aparecen en la portada que ha dibujado Vanesa Zafra, han debido de ser dos elementos muy usados en estos dos años.

Cuando se le pregunta a Noni qué han estado escuchando últimamente salen nombres como Frank Sinatra, Los Módulos, Bobby Vee, Beach Boys o Vinícius de Moraes. Curiosa mezcla: PlayStation y música artesanal de una era pretecnológica. Debe de ser por esa ambivalencia entre lo retro y lo moderno que Lori Meyers son capaces de calzar inocentes armonías vocales entre guitarrazos cósmicos en Luces de neón o pervertir con electrónica una balada beatleliana como Transiberiano. Volvemos a lo mismo una vez más: hacer fácil lo difícil. Tampoco ha sido complicado sumar otra voz a la de Noni, pues Alejandro, guitarrista, canta en tres de las canciones, algo asumido con total naturalidad: "Creemos que quien compone el tema tiene un sentimiento especial para cantarlo".

Y llegaron al momento de grabar. Lori Meyers hacen gala de tener las cosas claras. ¿El estudio? "Uno cómodo y cercano" ¿Los hombres tras la mesa de mezclas? "Los que nos pudieran sacar un sonido muy americano". Así llegaron en octubre de 2007 a los estudios Gismo 7, en Motril, localidad costera a 70 kilómetros de Granada, para grabar con el productor Ken Coomer, cuyo pedigrí en el rock norteamericano está bien certificado tras tocar la batería en Uncle Tupelo y Wilco. "Pero no ha sido sólo Ken", aclara rápidamente Noni: "Ha sido también el ingeniero de sonido Charlie Brocco, importantísimo. Les hemos sacado más partido del que creíamos". Fueron 20 intensos días en Motril, por supuesto sin ver la playa… "Como un Gran Hermano, pero trabajando", bromea Noni: "Todo el mundo estaba en el mismo rollo, enfocado al disco, a piñón".

Cronolánea es el resultado de esos dos años y 20 días, un álbum que no supone un giro radical ni nada parecido, sino la cristalización del estilo Lori Meyers, un escalón más en el viaje que empezaron en Loja (Granada), hace ya más años de los que podría delatar su edad, Sergio, Alfredo, Alejandro y Noni. ¿Sus apellidos? No son necesarios: "Preferimos que no se sepa mucho del grupo". Queda claro, ahí están las canciones. Con lo fácil que es.

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