Las aceras están llenas de piojos
Pop-Rock - Hard RockFecha de publicación del disco: 24 de abril de 2007
Entre hormigones
Aceitunero
Por cuatro perras
El trapecio
Mierda y cuchara
Mil quilates
Petenera
Nana de quebranto
Me corten la lengua
La hora de las moscas
Los mismos clavos
El 22 de enero de 2007 Marea se mete en los Estudios Sonido R-5 para grabar su quinto disco.
Las aceras están llenas de piojos es un disco de rocandrol de los de siempre, para el que han contado con la colaboración del técnico de sonido, Frankie Ramírez.
Se publica en tres formatos: CD, CD + DVD en digipack y álbum digital.
El DVD de la edición digipack incluirá un DVD de más de dos horas de duración, con el concierto íntegro del Palau Olimpic Vall d'Hebron de Barcelona del 28.000 puñaladas Tour, celebrado en marzo de 2005.
Aceitunero es el primer videoclip.
Hablar de los Marea significa hacerlo del duende e ingenio de Kutxi Romero, la exquisitez del maestro Kolibrí Díaz, el carisma del Piñas, la constancia traducida en buen hacer de César Ramallo y la pegada y seguridad aportada por Alén Ayerdi: de una banda que tras un nuevo periodo de barbecho (cercano esta vez a los dos años) vuelve con los deberes hechos en forma de nuevo disco, el quinto: Las aceras están llenas de piojos. Y es que, musicalmente hablando, los partos no siempre tienen lugar tras los consabidos nueve meses de gestación: más bien tras los que hagan falta, y más hablando de quienes estamos hablando, los Marea, toda vez que, al igual que los del mar, así son sus movimientos: periódicos, regulares. Pleamar y bajamar, aparecer y desaparecer voluntariamente de la escena... y sin fecha de regreso: tomándose su tiempo hasta que creen tener canciones de calidad como para registrar un nuevo trabajo, una cuestión de respeto hacia el rock & roll, sus seguidores y ellos mismos, incluso; pasó con la preparación de Besos de perro (Dro Atlantic, 2002), CD que les aupó a la primera división del rock, con la de 28000 Puñaladas (Dro Atlantic, 2004), Disco de Oro - al igual que el anterior-, de Platino posteriormente y el de su consagración definitiva, ha pasado con éste y a buen seguro, volverá a suceder con los siguientes.
Las aceras están llenas de piojos, quinto CD de Marea, fue grabado y mezclado durante los meses de Enero, Febrero y Marzo de 2007 en los estudios Sonido R-5 de Larragueta (Navarra), asumiendo dichas labores, así como de las de producción, Kolibrí Díaz y Frank Ramírez. Once composiciones integran el disco: Entre hormigones, Aceitunero (con la participación de Paco Ventura, de Medina Azahara, marcándose un punteo), Por cuatro perras, El trapecio, Mierda y cuchara, Mil quilates -en la que aportó su voz el legendario Evaristo, actualmente en Gatillazo-, Petenera (en carne viva), Nana de quebranto (mala sombra) en la que hizo lo propio Brigi Duque, de Koma-, Me corten la lengua, La hora de las moscas -con el Pirata, de Losdelgás, haciendo sonar saxos, trompetas y trombones-, y Los mismos clavos, con Rafael Borja, de Jataja, tocando la guitarra flamenca; siguiendo con las colaboraciones, destacaremos además las de David Tres -vocalista de El Portal de Jade- y Arantza Mendoza, a los coros, y la de Fredi Peláez, que aportó el sonido de su órgano Hammond en distintas canciones. El CD se completa con una pista CD-Rom que incluye el videoclip del primer single elegido, Aceitunero, realizado por producciones Audiovisuales ITP; en su primera edición el álbum verá la luz acompañado de un DVD de más de dos horas de duración, extraído del concierto ofrecido en Barcelona el 12 de Marzo de 2005 dentro de la gira que siguió a 28000 Puñaladas.
Las aceras están llenas de piojos: He aquí un título con mensaje implícito, algo habitual en los trabajos de Marea; con un mensaje que hace referencia a lo importante que es mantener la cabeza limpia, y tanto por fuera como por dentro. He ahí el título de un disco con el que el quinteto radicado en Berriozar vuelve a crecer sin crecerse, con humildad: el de un CD fresco, lleno de luminosidad en su conjunto y que resulta de lo más equilibrado y homogéneo, tanto desde el prisma musical como desde el lírico, ambos de igual peso específico en el hacer de la banda. Un nuevo tratado de poesía rockerizada en el que Kutxi y compañía vuelven a mecernos con su música y a estremecernos con sus letras, un tanto más reflexivas y sombrías -si se quiere-: como la vida misma con el transcurrir de los años. Más profundas e incluso oscuras, premonitorias por momentos. En cualquier caso de calado y espíritu fieramente humano, cosas del paso del tiempo y de los envites de la vida. Y con su característica voz, la misma de entonces, eso sí, dotándolas de alma, fluyendo con la fuerza de un torrente; llenándolo todo con su brío y energía.
Marea, rock y poesía forjada a pie de vida, calidad y musicalidad a flor de piel. Y es que la música de esta banda, más allá de la combinación de los sonidos y el tiempo, vuelve a ser producto una vez más de la combinación de los mismos y los sentimientos. De todo eso que nos pasa, a todos lo mismo, en el fondo. Así las cosas, he aquí nuevamente una colección de canciones de ésas que se sienten con el alma, con importante efecto balsámico para el espíritu, y si a ello añadimos lo que se hacen esperar.... Pero bueno, ya están aquí de nuevo y a fe que durante el período de parón los músicos han aprovechado el tiempo: algo, parar de vez en cuando, realmente importante y necesario para ellos, visto lo visto. Dejar descansar la tierra, la cabeza, en este caso, para que vuelva a rendir con fuerza tras el barbecho. Para mantenerla despejada, limpia, en otro orden de cosas. Por fuera y, principalmente, por dentro.