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No hay quinto malo

Flamenco

Fecha de publicación del disco: 2 de noviembre de 2004

1.Principio - 1:11
2.Espinas - 3:35
3.Imposible - 5:17
4.El Loco Del Barrio - 3:40
5.En Tres Minutos - 4:55
6.Puede Ser - 4:13
7.La Cuna - 3:38
8.Santo Romero - 4:23
9.La Tata - 4:13
10.En Los Rincones De Mi Casa - 3:37
11.Como Me Duele - 3:47
12.Final - 1:48

Más Pastori y menos Niña, con una flamencura diferente
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Aparece el sonido del mar y la voz de Niña Pastori que recita: "Hay quien dice que eres tonto si no bailas a su son, que eres de madera seca, que no tienes corazón". Es PrincipioNo hay quinto malo. Las palabras escritas por Juan Antonio Jiménez "Jeros" (cantante y compositor de Los Chichos, fallecido en 1995) y por Niña Pastori abren el disco.

La percusión introduce Espinas, la segunda canción del disco. Niña Pastori y su marido y productor Julio Jiménez "Chaboli", hijo de Jeros, no han querido instalarse en la comodidad de lo ya hecho y conocido y han apostado por algo nuevo en el quinto álbum de estudio de Niña Pastori. "Le hemos dado la vuelta a todo y va a sorprender mucho", dice Niña Pastori. "Es un disco muy elaborado, más serio, más maduro, hecho con mucho cariño y mucho corazón". Y Chaboli añade: "Hemos puesto muchas horas de trabajo en letras, en arreglos. Todo está muy cuidado, cuenta cosas más serias porque hay muchas cosas que contar. La madurez viene de muchos aspectos".

Niña Pastori ha participado en la composición de todas las canciones de No hay quinto malo. La mayoría en colaboración con Chaboli, pero también con la ayuda de la inspiración de Jeros. "Cada canción es un mundo", dice Chaboli. "Echábamos en falta algo diferente, música de verdad", añade Niña Pastori, que define el álbum como "con mucha fuerza, original y muy bonito".

La primera diferencia que se aprecia en No hay quinto malo es el carácter más personal de las letras. Niña Pastori se ha afirmado como letrista. "Les diste el corazón y lo tiraron al río. Olvídalo que es mejor, ya ves que es tiempo perdío", recita en Principio; "Nunca tuve nada y cuando tuve algo, me miras por encima del hombro como si fuera un extraño", canta en Espinas; "Mira la puesta del sol, sigue el camino sin temor porque somos caminantes", dice en Imposible; "Vengo de sangre caliente, donde nace el sol; aunque parezca mentira tengo duro el corazón", grita en En tres minutos; "Vestía de negro, era rigurosa; el luto de las ancianas, ustedes saben", recuerda en La Tata. Son letras que ofrecen un mundo más íntimo y propio, y más poético.

Las músicas siguen un camino paralelo, buscando la esencia y la sencillez antes que lo complejo y lo sofisticado. "Prefiero la naturalidad a la perfección", dice Chaboli antes de hablar con pasión de los arreglos de cuerda de Joan Albert Amargós para La Tata, del atrevimiento de Espinas (y menciona a Caetano Veloso), de que El loco del barrio evoca a Los Chichos, de algunos ambientes del disco que le recuerdan a los 70, de canciones que se resisten y otras que salen del tirón, como En tres minutos. "Fue la noche antes de nuestra boda. A las cinco de la mañana, no podía dormir y la canción salió en tres minutos. La hemos grabado prácticamente con el mismo arreglo", recuerda Chaboli.

Puede ser es el primer single de No hay quinto malo. "Desde aquí se ve todo tan grande, mi alma tan pequeña y está lleno de estrellas, que prefiero estar en el lugar de siempre y con la misma gente que habla y se equivoca", canta la Pastori. Una canción que sorprende por su sentido rítmico diferente. Arreglos de Nacho Mañó en Cómo me duele. Por bulerías de La cuna, o Santo Romero por tangos.

Al lado de Niña Pastori y Chaboli están las guitarras de José Miguel Carmona y Juan Carmona, de Ketama, de Diego del Morao y de Paquete; el bajo de Carles Benavent, de Víctor Merlo y del Maka; la batería de Tino Di Geraldo y Angie Bao; la percusión de Luis Dulzaides... Calidad y corazón para buscar la sencillez. Para arropar a esa niña que llegó de San Fernando (Cádiz) con apenas 16 años.

De principio a final huele a mar pero suena con una flamencura diferente. Es su disco más personal, más asumido y más arriesgado.

Se publica en dos formatos diferentes:
- Edición limitada en caja de cristal sin libreto, a un precio especial
- Digipack, con un completo libreto que contiene fotos, las letras de las canciones, etc.

La portada de No hay quinto malo llama la atención por su esquemática y oriental sencillez.

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