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Afterallogy

Jazz

Fecha de publicación del disco: 30 de abril de 2021

1.My funny valentine
2.This masquerade
3.Anything goes
4.Oh, lord
5.But beautiful
6.Something's coming
7.Calling home
8.Darn that dream
9.Lush life
10.Eyes of rain
11.Waltz for Neta
12.Every time we say goodbye

Versiones de estándares del jazz
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Afterallogy es un álbum con versiones de estándares del jazz a cargo de Noa. Con My funny valentine como primer single.


Presentación de Afterallogy por Noa
"Durante los últimos 30 años, Gil [Dor] y yo hemos mantenido un diálogo ininterrumpido, y el tema ha sido siempre el mismo "Qué y por qué".

Mientras que la respuesta a "Qué" siempre ha sido relativamente fácil de responder - simplemente hacemos lo que podemos, lo que nos gusta, lo que conocemos o experimentamos, aquello en lo que somos buenos y creemos que podemos contribuir, ya que constantemente estamos aprendiendo cosas nuevas- es el "por qué" lo que nos genera discusión.

Al final ese "Por qué" es el responsable de todo lo que hacemos.

Las respuestas van apareciendo según avanza la conversación. A lo mejor lo que buscamos es la expresión profunda de lo que significa "ser humano" a través de la musicalidad más artesanal. Puede ser un recuerdo de belleza en la infancia lo que nos atrapa. Un recuerdo buscando un nuevo nacimiento, tras habernos reencarnado miles de veces a través del arte de músicos excepcionales a lo largo de la historia. Un legado que atesoramos y respetamos, que nos empuja hacia la excelencia con sus subidas y bajadas, asegurándonos de que no traicionamos la confianza puesta en nuestras manos por las musas, El Dios de la música y la gente que nos ha abierto sus corazones en los los últimos 30 años.

Sea lo que sea, este diálogo es, como dice nuestro mentor y amigo Pat Metheny: "lo nuestro", y somos muy afortunados por tenerlo.

Finalmente le hemos dado nombre: "Afterallogy".

Después de todo lo dicho y hecho tras 30 años, después de una pandemia que ha hecho añicos y ha sacudido al mundo entero, después de miles de kilómetros recorridos y miles y miles de notas cantadas y tocadas. ¿Qué permanece?.

Un profundo respeto y amor por la buena música y por su grandeza, un profundo amor por la humanidad que llega a la vida por y para la música y eleva e ilumina a todo aquel que la experimenta.

Un agradecimiento profundo por el don de la amistad… para cada uno de nosotros… por "alguien con quien huir" como escribió David Grossman. Por el poder que nos ha mantenido juntos todos estos años. La curiosidad y la pasión, por la meticulosa búsqueda por desvelar los misterios más profundos que nos llevan a seguir adelante.

Gil y yo nos conocimos en octubre de 1989, en la Escuela de Jazz y Música Contemporánea Rimon, en Ramat HaSharon (Israel), yo era una estudiante recién salida del ejército, Gil era Cofundador, director y venerado profesor de la escuela. Era considerado uno de los mejores músicos de Israel, capaz de tocar cualquier género, pero su especialización era el Jazz.
Desde el primer día, recién llegada de EE.UU y familiarizada con el Jazz más estándar y el repertorio de Broadway, fui catalogada como "cantante de Jazz", aunque yo nunca me había considerado tal cosa. Siendo una niña yemenita del Bronx, he rechazado las etiquetas desde que soy muy pequeña, y siempre me ha preocupado que a la gente le cueste tanto entender algo que no pueden categorizar. En ese sentido, no he cambiado nada.

Pero haber crecido en NYC, hablando inglés de forma fluida, y estando inmersa en la maravillosa cultura que una gran ciudad ofrece, el libro ‘American Songbook’ de los estándares del Jazz ha sido una raíz musical esencial para mí. Profundizar en ese libro era tan natural para mí como explorar mis raíces hebreas o yemenitas. Mi objetivo era y sigue siendo, hacer lo correcto con esas fantásticas piezas musicales, destacando su grandeza desde la humildad, el respeto y el amor.

El primer concierto que ofrecimos Gil y yo fue el 8 febrero de 1990, en un festival de Jazz de Tel Aviv que tuvo lugar en la recién inaugurada "Cinemateque". El festival se llamaba "Jazz Movies and Videotapes" aludiendo a la entonces famosa película "Sex, lies and videotapes". Ofrecieron un espacio en el festival a la escuela Rimon, pero como acababa de comenzar el año académico, todavía no había ninguna banda preparada para actuar. Le pidieron a Gil que se encargara de organizarlo, y él eligió a la chica yemenita, morena, de ojos grandes con acento americano de la que todo el mundo hablaba en la escuela.

Yo tenía 20 años, y este fue mi primer concierto profesional.

Ensayamos muchísimo para este concierto, lo preparamos de forma muy personal, incluyendo música y letras originales que trenzamos en canciones, además de algunas de mis composiciones personales.

Esa noche el público estaba eufórico, como si hubiera habido una explosión atómica de amor y admiración, asombro y alegría. Estábamos anonadados. Michael Handelzalts, el reconocido crítico teatral del periódico Ha’artez, quien, por casualidad, estuvo en el concierto, escribió una de las críticas más increíbles y positivas (y sin duda inusuales) de su carrera después de aquella brillante noche. Él asegura que se siente muy orgullos de ello a día de hoy.

Tras aquel concierto, Gil llamó a Pat Metheny a NY. Se conocieron años atrás en Berklee School, cuando Gil era un estudiante y Pat era profesor, con tan solo 19 años. Tiempo después, cuando Pat estaba de gira en Israel, le pidió a Gil que nos presentara para escuchar mis canciones, pero yo tuve que volar a EE.UU a visitar a mis padres.

Pat acabó produciendo un álbum para Gil y para mí que cambió nuestras vidas. No fue el Jazz, no sé realmente lo que fue, todavía sigo sin saberlo, pero algo en las canciones, las melodías, las armonías y los arreglos, encantó e impresionó a uno de los mejores músicos de Jazz que han existido, hasta el punto, una vez más, inesperado, de que accediera a producir un álbum para un dúo de músicos israelíes del que nadie había oído hablar. Cualquiera que sepa algo de la industria musical, sabe que es prácticamente milagroso.

A través de los años, Gil y yo hemos explorado diferentes territorios musicales, hemos escrito e interpretado cientos de canciones, yendo siempre hacia lo profundo, lo interno, mientras que al mismo tiempo miramos hacia el exterior.

Hemos trabajado con todo tipo de bandas, desde tríos acústicos, hasta cuartetos de bajo y batería pasando por orquestas sinfónicas. Hemos explorado y fusionado muchos estilos, sonidos y lenguajes, siempre en busca de lo inexplicable, lo impredecible. Ese momento mágico inesperado, cuando todo cobra sentido y las puertas del cielo se abren. Momentos por los que vive cualquier músico. Para nosotros siempre ha sido imposible etiquetarnos. Insistimos en hacer siempre lo que amamos, trabajando siempre con gente que admiramos y queremos, y sobretodo, saboreando cada momento del viaje. Reconociéndolo como la mejor canción de nuestras vidas.

Entonces llegó 2020 y el COVID-19 nos abofeteó a todos en la cara. Las giras se cancelaron, los teatros y salas de conciertos cerraron sus puertas, los aeropuertos estaban vacíos. El miedo y la incertidumbre se apoderaron de los corazones de millones de personas en todo el mundo. Todos nos fuimos a casa, y nos dijeron que allí nos quedáramos hasta nueva orden.
Así que ¿Qué hacemos ahora? Preguntó el mundo entero.

¿A dónde nos conducirá esto? Nos preguntamos los unos a los otros.

Después de algunas semanas de desconcierto, volvimos a tomar perspectiva y Gil y yo creímos que había llegado el momento de grabar ese álbum de Jazz que siempre habíamos querido, cerrando un círculo desde ese primer concierto, hasta el último cuando todo se paró. (Irónicamente, ese último concierto tuvo lugar en la escuela de música de Berklee, en Boston, donde Gil y Pat se conocieron)."


30 AÑOS
"Tengo suerte de tener un estudio de grabación en el sótano de mi casa, un espacio maravilloso con paredes azules, instrumentos de colores, suelo de madera y luz del sol que entra desde el jardín inglés por los dos ventanales a los lados de la sala de control. También tengo mucha suerte de que Gil, además de tocar, hacer los arreglos y ser siempre brillante, se ha formado de manera autodidacta para trabajar en el estudio como un ingeniero de sonido profesional.

Y entonces, entre confinamiento y confinamiento, despacio y con mucho cariño, entre las sesiones de Zoom de mis hijos, las preocupantes noticias de los medios de comunicación, y curvas de poder y política que nos arrastraban a todos a una situación desconocida… nos pusimos a grabar.

Gil se sentó en la mesa de sonido, comenzó a grabar y empezó a tocar su preciosa Gibson L5. Yo me sentaba en la otra sala, descalza como siempre, en pantalones cortos y camiseta, con mi precioso micrófono viejo Neumann y me entregaba a la música.

Escogimos los temas que más necesitábamos, pero por otro lado, no planeamos casi nada. Tras 30 años, no necesitamos hablar para ponernos de acuerdo. La música simplemente llega, así lo entendemos y así nos entendemos.

Sabemos cuando algo no es suficientemente bueno, sabemos cuando algo es extraordinario. Algunas veces rehacemos la canción 30 veces, otras veces solo necesitamos 3 intentos. Lo que sea necesario para llegar a ese lugar que no puede ser explicado, solo puede ser sentido. Ese momento en el que el cielo se abre y no existe nada más que la música y la luz.

Shai Even y Gai Joffe llegaron más tarde, para ayudarnos a editar y mezclar. Dos ingenieros brillantes y buenos amigos desde hace muchos años. Ronen Akerman, quien hizo la foto de la portada de mi primer álbum cuando yo tenía 21 años, y ha hecho prácticamente las fotos de todos mis discos, hizo unas fotos preciosas. Doron Edut hizo el diseño. Ofer Presenzon lo dirigió todo.

Y "Afterallogy" nació.

Espero que lo disfrutéis.

Ya estamos planeando la siguiente aventura."


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Canciones (letra, audio, vídeo)

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