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Un viaje en noria

Electrónica

Fecha de publicación del disco: 25 de enero de 2011

1.Pedazo de tierra
2.Jungla
3.Tirundei
4.Octubre
5.Feel The Magic
6.Noria Fobika
7.Paises exóticos
8.Dolços Somnis
9.Mi generación
10.No entiendo el mapa
11.La nada trae la nada
12.Chaleco salvavidas

Con Feel the magic
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Un viaje en noria (U.V.E.N.) es el título del cuarto álbum de estudio de Pastora.

Con Feel the magic (Siente la magia), como primer single. Un tema compuesto por Caim Riba y Dolores Beltrán, con producción de Brian Sperber. Así lo anuncian desde Sony: "Feel the Magic es un tema que apuesta claramente por el baile, que se sumerge en el dance-disco con un beat pensado para la pista y con la elegancia que siempre acompaña a Pastora". Y así habla de la canción Caïm Riba: "Feel the Magic es casi un divertimento, algo divertido, el punto lúdico del álbum". Una letra de Dolo Beltrán, que canta "Cuánto necesitaba un respiro, desabrocharme el vestido, perder el sentido; cuánto necesitaba unas manos que se alzaran al aire. Y es que todo lo que quiero está a puntito de caer y cuando creo que lo tengo no lo puedo retener. Ay que pena, se van los problemas, se van los dilemas, me quedo serena", en una apuesta claramente por el baile.

Con Dolo Beltrán (como The Girl), Caïm Riba (Smart Guy) y Pauet Riba (Bad Boy), el vídeo de Feel the Magic está dirigido por Luis Germanó (Sidonie, Nena Daconte, Supersubmarina, Mikel Erentxun…). "Fue un rodaje divertido", continúa Caïm. "Cuando el director pensó en road movie, en desguazar un coche, adaptamos la idea a la canción. Compramos un BMW de segunda mano, fuimos a un karting, le quitamos el techo… Divertido".

Un disco que, según Caïm, "me gusta que suene amable, que la electrónica quede integrada con otros instrumentos acústicos y eléctricos". Producido por Caïm Riba y Brian Sperber y con canciones como Pedazo tierra, No entiendo el mapa, Chaleco salvavidas, Dolços somnis, La nada trae la nada, Mi generación, Paises exóticos, Noria fóbika, Jungla, Octubre, Fruta madura y Feel the Magic.

"El álbum es un compendio de todo lo que es Pastora, un punto de pausa, una reafirmación del tercer disco con un concepto diferente. Es como un volver a la carga" dice Caïm Riba, que forma Pastora junto a Dolo Beltrán y Pauet Riba. Un volver a la carga que vuelve a marcar diferencias con esa amplitud que marca la música del grupo, aunque según Caïm, "no hago un esfuerzo por ser diferente. En todo caso al revés, aunque a veces me sabe mal hacer cosas siguiendo la tendencia".

El caso es que "Un viaje en noria" se anuncia como un disco variado, que puede introducirse en el dance, en el pop electrónico, en la mezcla electro-acústica, siempre con intensidad, energía y un espíritu propio. "En el disco hay canciones sentimentales, porque aunque intento ser agresivo me gusta que suene amable", continúa Caïm. "Puedo componer a partir de guitarra, piano o sonidos. Luego lo voy amasando con las letras de Dolo, adaptándolo a nuestro estilo y si uso la electrónica quiero que quede integrada".

Feel the Magic es el adelanto de un álbum que camina por diferentes mundos musicales. Por ejemplo, Pedazo tierra ("Se acabó el misterio, ahora empieza el juego y en esta casilla si tú tiras, muevo. Muevo hacia delante y me toca el premio; aquí no gana nadie somos todos buenos, somos todos lentos, con cara de sueño") es pop electrónico anclado a tierra, orgánico, un medio tiempo que transporta y envuelve en ese manto musical que teje Pastora. No entiendo el mapa ("Ya no sé donde voy, pero sí donde estoy. Y aunque quiera llegar, no entiendo el mapa, no encuentro el lugar") comienza con guitarra española y un ritmo seco, duro, para un tema agresivo, eléctrico, siempre sorprendente por sus cambios de ambiente, de paisaje sonoro.

Chaleco salvavidas ("He visto la mano que me acarició y oído el murmullo que siempre me habló; he olido el perfume. He sido heroína sin resacón, me he muerto de risa viendo tu show. Si me sentí sola, me pido perdón") comienza en acústico para edurecerse después sosteniéndose en una muralla de sonido. Cantada en catalán, Dolços somnis es una canción delicada y con balance y La nada trae la nada ("Qué fue lo que cambió y alborotó el desierto, se voló la arena, se quedaba en cueros. No pensé que hubiera oasis tan vivos, no fue de verdad tanta claridad") adopta estructuras pop siempre bajo el tamiz Pastora, meclando intrumentos acústicos, eléctricos y electrónica.

Mi generación ("Cual es mi generación, la que vive el compromiso mientras dure la pasión. Y si te andas por las ramas viene otro que es mejor, y si quieres ser canalla tienes más de una ocasión") se mete de lleno en terrenos del power-pop electrónico enriquecido con guitarras, mientras Paisajes exóticos ("Cambiando la postura volvió la travesura, midiendo la estructura no estabas a la altura") es una balada de beat sólido y pesado, mientras Noria fóbika ("No puede ser verdad que haya paranoia en la felicidad, me quedo con lo bueno, me olvido de lo malo buscando salidas, y cuándo, y dónde") es el acercamiento al rock más potente que haya hecho nunca Pastora.

Jungla ("Cuando dejar atrás quiere decir encontrar la manera, sentirse bien sin tener ni idea") es otro ejemplo del giro enérgico que ha tomado Pastora en su nuevo trabajo con una hábil mezcla de sonidos acústicos y electrónicos, y Octubre ("No sabía bien donde estaba, no sabía bien lo que buscaba, no sabía bien que sospechaba y era al cien por cien una cagada") tiene un ambiente más íntimo y se diría inspirada en un peculiar modo de acercarse a la bossa. Al final, Fruta madura ("Ya me ves otra vez deseando que me sobren razones de más, que no vuelva a sentir que el espacio es sinónimo de gobernar") es una muestra de canción pop, intensa, elaborada y diáfana.

Son las canciones de Un viaje en noria, un álbum que refleja la evolución de Pastora desde su disco de debut. "En el primer disco veníamos de escuchar música electrónica y el sonido estaba creado desde casa y basado en la programación", afirma Caïm. "Ahora pienso más en el directo, vamos madurando, incorporando cosas más acústicas… Seguimos utilizando la electrónica como un elemento más, al servicio y como complemento de otros instrumentos". Con Caïm Riba al mando de las músicas, Dolo Beltrán de la letras y de la voz y Pauet Riba envolviéndolo todo en los conciertos con sus mundos audiovisuales.


Un pedazo de tierra: La Chureca
La versión para iTunes del disco incluye como regalo el vídeo y una nueva versión de la canción "Un pedazo de tierra" grabada con jóvenes de La Chureca. En octubre de 2010, Pastora viajó a Nicaragua en asociación con la plataforma Voces y AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). En el barrio de Acahualinca, el grupo impartió diversos talleres musicales a jóvenes (grabación, edición, armonía, canto…) y grabó un vídeo para sensibilizar sobre la problemática del vertedero de La Chureca, luchar contra la marginalización y exclusión que se generan en torno al reciclaje de la basura y apoyar la creación de alternativas para sus habitantes. Con los asistentes de la Chureca a estos talleres, Pastora grabó voces y coros que el grupo ha incorporado a su canción Un pedazo de tierra. La versión de la canción, titulada Un pedazo de tierra: La Chureca. El vídeo es sobrecogedor. En el contexto de cierre del vertedero promovido por la cooperación española, ver y escuchar a los jóvenes, chicos y chicas de La Chureca, cantar "sólo quiero un pedazo de tierra pa mí", verdadero eje de la canción, junto a imágenes del vertedero y escenas urbanas del barrio de Acahualinca...

El vertedero de La Chureca es la zona donde se vierten al aire libre los residuos de todo Managua y donde viven y trabajan un buen número de familias. La presencia de Pastora en el lugar tiene como objetivo apoyar el compromiso por parte de Cooperación Española de conseguir los apoyos y fondos necesarios para el sellado del vertedero y, al mismo tiempo, ayudar a la transformación e integración de las personas que allí viven en una nueva forma de vida más digna, proceso que ya está en marcha. En el barrio de Acahualinca, situado en el vertedero de La Chureca, viven más de 18.000 personas, con un 40% de población infantil y juvenil. A La Chureca llegan cada día 1.300 toneladas de basura, que se reparten en 40 hectáreas en las que se acumulan tres millones de metros cúbicos de desechos procedentes de viviendas, industrias y hospitales. Allí trabajan cada día más de 2.000 personas (la mitad menores de 25 años), más de un millar en condiciones extremas. Tres mil personas tienen su actividad vinculada a la recogida, reciclaje y tratamiento de la basura con unos ingresos inferiores a dos dólares diarios. La formación artística es una apuesta de las organizaciones implicadas en este proyecto para generar capacidades en los y las adolescentes de La Chureca y contribuir a su desarrollo humano y profesional.

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