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Orígenes

Folk

Fecha de publicación del disco: 28 de agosto de 2015

[CD 1]
1.Una Lágrima
2.Gato
3.Siempre
4.Lo Mato
5.El Gitano Antón
6.Todos Queremos Más
7.Pleitos Tengas
8.Amor a Todo Gas
9.Late Mi Corazón
10.Mía
11.Tracatrá
12.Pensando en Ti
13.El Mig Amic
14.Pensant en Tu
15.Castigadora
16.Andando Voy
17.Es Preferible
18.El Mesón del Gitano
19.Guapa María
20.Que Tormento
21.Borriquito
22.Que Cosas Tiene el Amor
23.Si Fulano...
24.A Mí las Mujeres, Ni Fú, Ni Fa
25.Ave María Lola
26.Por Donde Quiera Que Yo Voy
27.Vieja Guitarra
28.Ya No Te Quiero

[CD 2]
1.100.000 Ladrones
2.Chavi
3.Si Alguna Vez
4.Ponme la Mano, Caridad
5.El Garrotín
6.Una Lágrima
7.Es Preferible
8.El Preso Número Nueve
9.Tracatrá
10.Si Yo Fuera Rico
11.Mi Santa
12.Canto Porque Quiero
13.El Mosquito
14.Tócale las Palmas
15.Dinero
16.Castigador
17.Gallofona
18.Mi Papa
19.Rio Manzanares
20.Un Cigarrillo y un Café
21.Canta y Sé Feliz
22.La Quiero
23.Corazón de Madera
24.Mírame

Los comienzos
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A Peret (Pedro Pubill Calaf), se le conoció siempre como "El rey de la rumba catalana". Bajo el nombre artístico de Peret y sus Gitanos grabaron varias canciones que no hicieron mucho ruido, y con otro sello local grabaron unas cuantas más, que interesaron a un par de compañías que se hicieron con su contrato. Este lanzamiento reúne aquellos Orígenes.


Así lo presentan
Solo un nombre puede explicar cómo a mediados de los sesenta la rumba catalana se hizo un hueco en las pistas de baile españolas, y ese nombre es el de Peret. Repentinamente, entre James Brown y Los Bravos había sitio para un género que, de forma casi clandestina, practicaba la comunidad gitana de Barcelona desde una década antes. Y el culpable fue él, Pedro Pubill Calaf, más conocido como Peret, fallecido en agosto de 2014. Fue uno de los grandes logros, pero no el único, de un icono de la España de aquellos años, protagonista de varias películas de las que no ganaban premios pero llenaban salas, representante de su país en Eurovisión, responsable de algunas de las canciones más firmemente adheridas a la memoria colectiva de la época y líder indiscutible de un género del que se coronó rey.

Las era dorada de Peret, la delimitada entre sus primeros bombazos y los años previos a su retiro como ministro de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, aparece recogida en esta nueva entrega de la serie Orígenes, un doble CD con 52 temas remasterizados que abarcan el período entre 1967 y 1978. En 1967 grabó Una lágrima, versión rumbera de un vals del maestro Genaro Monreal, que tuvo un éxito fulgurante y se convirtió en una de las canciones del siguiente verano. Y en 1978 faltaban apenas tres años para su inesperado silencio, que se prolongaría durante casi una década. Lo mato, Borriquito, El gitano Antón… Todos sus grandes éxitos proceden de esa etapa en la que Peret, tras probar suerte en un par de sellos menores, llega a Vergara, que se uniría a Ariola. Deja de ser Peret y sus Gitanos para lanzarse como Peret, a secas, a la conquista de un terreno que abarcaría hasta las más selectas pistas de baile.

Son las canciones que lo consagraron como rey de la rumba catalana, un terreno que quizás tuvo otros antecedentes y pioneros, pero ningún líder indiscutible como él. Y ello a pesar de unos inicios difíciles, en el seno de una familia gitana de Mataró dedicada al comercio de telas a la que tuvo que acompañar desde muy niño, incluso después de grabar sus primeros discos y comprobar que aquello de la música no le daba para vivir. Pudo creer lo contrario cuando en 1947, con solo 12 años, impresionó a Evita Perón durante su sonada visita a España con el Dúo Montenegro, formado con su prima Pepita Becas. Pero tuvieron que pasar otros 10 años hasta que conoció a Paco Aguilera, un cantante de cierta popularidad en aquellos tiempos que le abriría la puerta artística a Peret y sus Gitanos. Y no sería hasta la llegada a Vergara y Ariola cuando le llegaría el auténtico turno a Peret.

En 1971, el encuentro propiciado por Ariola con el productor –y cantante y compositor– Juan Pardo hizo de Borriquito un gran hit, que sonaba en la radio a todas horas, se bailaba en discotecas, chiringuitos y fiestas populares y consagraba a género y artista. Fue, junto a su aparición en Eurovisión, uno de los grandes momentos de Peret, para entonces ya poseedor de un estilo propio. De los pequeños papeles en el cine pasa a protagonizar El mesón del gitano, ¡Qué cosas tiene el amor!, A mí las mujeres ni fu ni fa y Si fulano fuese mengano. La España de la época adoraba a Peret.

Después llegaría el silencio religioso, al que pondría fin con su aparición en la clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Peret seguiría grabando pero, como explica José Ramón Prado en el libro que acompaña el doble CD, "ninguna música, ningún disco, representa mejor su espíritu innovador, su talento creativo, su alegría de vivir, su contagiosa forma de cantar, que esta colección recogida de forma cronológica como los orígenes de una carrera de éxito". "Son los años que van de su descubrimiento por el gran público a los de exaltación a figura capaz de codearse con cantautores, rockeros, modernos y progres. Lo mejor de cada casa, y entre ellos, destacando, Pedro Pubill Calaf: Peret".

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