Las paredes de la Cueva de "El Candela" han sido en los últimos años testigo de los momentos más especiales y mágicos del Flamenco.
Buika canta ahora junto a los recuerdos de las voces del pasado: Camarón, Morente, Sabicas... Buika una vez más, es el ejemplo vivo de que la música es el vínculo de unión entre las razas y culturas. En ella Africa, los gitanos, el jazz, el tango o la copla se dan la mano y , a veces, hasta parecen besarse apasionadamente.
Acompañada por el Maestro Niño Josele, exponente de la guitarra flamenca de su generación, del "dueño" del soniquete Ramón Porrina al cajón y una pincelada del Antonio Serrano en la armónica, esa noche hizo vivir una velada especialmente emocionante a un pequeño grupo de amigos...
Mi niña Lola de Buika se pone a la venta en edición especial el 28 de noviembre.
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