A la venta lo nuevo de Niños mutantes

El pasado lunes 22 de marzo se ponía a la venta el nuevo álbum de Niños mutantes, titulado Las noches de insomnio, del que ya informamos con anterioridad.

El álbum está compuesto por las siguientes canciones:

1.Quiéreme como soy
2.Las chicas en bikini
3.Días complicados
4.Mi mala memoria
5.Errante (Canción Mutante)
6.Mi niño no quiere dormir
7.Las noches de insomnio
8.Quién es mejor
9.Nada es perfecto
10.La costilla
11.Johhny & Yoli
12.La voz
13.Mar y cielo
14.Los segundos

Varias de ellas las puedes escuchar en su myspace. También puedes acceder a su web oficial.

Nos quedamos en primer lugar con un texto de Héctor Márquez, incluido en la hoja promocional, luego con las fechas de la gira.


Las noches de insomnio de Niños mutantes
por Héctor Márquez director de La Música Contada

Los Niños Mutantes ya no son niños, sino la auténtica y oscura patrulla X. Las Noches de insomnio, el séptimo larga duración de la banda granadina, es un disco no ya de power pop, sino un macizo tratado de canciones, muy preñado de vigorosa melancolía, sobre las pérdidas de la inocencia, sobre lo que significa hacerse adulto con consciencia. Ahora cantan nanas electrificadas a sus hijos/as recién nacidos para recordarles que dolor, amor y muerte andan absolutamente unidas en esto de vivir (Mar y Cielo).

Ahora confrontan sus antiguos viajes reales –lisérgicos o bañados en Pacharán– en Simca o furgoneta que les llevaban a juveniles carreteras perdidas a lo David Lynch como quien lleva pins en su camiseta para que le identifiquen con lo que ama y le quieran un poquito, con viajes de hombres maduros a esas horas donde nadie puede dormir y cuenta las horas que le quedan para ir a trabajar. Sigamos con Lynch: como ir del standard Blue Velvet al sonido interior que el propio David rasguea en Inland Empire. Así, por ejemplo, Segundones o Días complicados, con sus samplers de western incluidos. Decir que este viaje, esta película de carretera, de hombres insomnes que ven que sus días de sol pasaron, lo hacen acompañados con todas las referencias musicales –nunca ocultadas por ellos: qué pocos admiten en este país con tanto desprejuicio de dónde vienen y a quiénes tributan– que han amasado, confrontado y sintetizado desde sus años de pandilla en el instituto, cuando ya se sabían mutantes y eran niños, es caer en evidencia. Pero sí: ahí están los Wilco, Nirvana, Calexico, Brincos, Family, Pixies, Depeche Mode o Morricone. ¿Y qué? Catorce canciones agarradas a Heráclito: recuerda, muchacho, recuerda, hija mía, todo cambia, nada permanece. Catorce canciones donde ya no necesitan de Manuel Alejandro para ponerse épicos y crear himnos pop. Canciones como Las noches de insomnio o Errante, son ejemplos clarísimos de ello.Hay quien desprecia el pop por su intrascendencia o futilidad. No es el caso. Aunque nadie mejor que ellos saben de la voluntad ligera de las canciones, ya no son adolescentes ni jóvenes yendo a reventar el mañana. No: son tipos con heridas que han aprendido el peso de vivir. Pistoleros de madrugada en la acera del Darro, viajeros junto al flexo que añoran un desierto de Arizona que alguna vez soñaron conquistar.

Los Mutantes hacen letras inteligentes, pero no son pretenciosos. Y, sobre todo, tienen la sabiduría en el arte de hacer canciones como películas. Ahora saben que una gran canción pop debe ser como el boxeo de Muhammad Alí: un rotundo y hermoso coloso que baila como una mariposa y pica como una abeja. Para el oyente es un problema si una canción Alí te alcanza porque tendrás un hematoma en tu ánimo durante mucho tiempo.Hay mucho viaje espacial mirando la noche desde la terraza y mucho viejo –y nuevo- cine de madrugada en este disco de mutantes, el primero grabado con su nuevo sello Ernie Discos. Mucho heroísmo crepuscular del que ya sabe que la belleza de las chicas en bikini no sólo puede mirarse restregándote el paquete.

En este disco –vamos a dar algún dato para las fichas técnicas–, grabado por JASS en Producciones Más Peligrosas Todavía, en La Alpujarra granadina mientras las lluvias y las nieves aislaban carreteras el pasado enero, y que fue mezclado por Carlos Díaz de Producciones Peligrosas en Granada y finalmente masterizado por el gran Nathan James en Nueva York (ay, Granada y Nueva York, siempre unidas en la melancolía), en este disco, decía, no hay lugar para las bobadas adolescentes. Juan Alberto escribe y canta mejor que nunca –y mira que es difícil, pero a su timbre arrebatador y vibrante le ha agregado neuronas y cicatrices- y recuerda que se puede ser indie y también entenderse todo lo que cantas. El bajo de Migue Haro y la batería de Nani –que se atreve como letrista en La costilla- son como una locomotora del oeste, sabia poderosa y nocturna. Y Andrés demuestra una vez más que puede tocar de cien maneras la guitarra pero que sólo la toca como él sabe. Hay colaboraciones especiales, claro: el Sant Martin's Pig Choir en Mi Mala Memoria, Raúl Bernal de Jean Paul al piano en Mar y Cielo o las trompetas de Jimmy, de Eskorzo, en Las Chicas en Bikini.

Pero lo que hay sobre todo es un disco espléndido. Maduro, vigoroso, crepuscular, que no esconde flaquezas ni rendiciones de sus autores. Un disco que suena del carajo. Un disco de quienes saben que es tiempo de cuidar a otros más débiles que tú, porque, sin quererlo, de repente, sabes que hacerse hombre es pasar noches en vela, velando la respiración de otro, añorando los viajes de cuando eras joven y mutante. Y sabiendo que no por ello te has rendido. Que no eres más débil por vender el caballo. Que cuando nos toque subirnos al escenario, se van a volver a enterar esos mocosos de quiénes somos los Niños Mutantes. Perdón, la auténtica Patrulla-X.


Fechas presentación (y festivales)

abril
17 - Madrid - Neu Club
23 - Orihuela (Alicante) - Invassion Pop Club
24 - Barcelona - Sidecar

mayo
01 - Granada - El Tren
07 - Antequera (Málaga) - Teatro Municipal Torcal
15 - Sevilla - Malandar
21 - Valencia - El Loco
22 - Murcia - 12ymedio

julio
03 - Benissa (Alicante) - CreamPop
23 - Benidorm (Alicante) - Low Cost