El soul de Jill Scott enamora Madrid
La cantante estadouninense presentó las canciones de su actual disco "The light of the sun"
3 grammys, 10 nominaciones y 12 años de carrera avalan a Jill Scott, una de las artistas de soul y r&b más respetadas e importantes de los Estados Unidos que anoche se presentó en Madrid en el marco de los Veranos de la Villa ante uno de los públicos más entregados que he visto nunca aunque también de los más escasos del festival con menos de mil espectadores.
Con una permanente sonrisa, una imponente presencia escénica y una voz única, Jill repasó toda su discografía a la vez que presentaba los temas de su último disco The light of the sun, publicado hace un año y con el que fue número 1 directo en la lista Billboard 200 de su país.
La de Filadelfia empezó fuerte con It's Love, uno de sus mayores éxitos, incluido en su aclamado "Who Is Jill Scott?" (2000), un imprescindible del r&b, del que también rescató Gettin In The Way y Long Walk, que fueron algunos de los temas más coreados por el público, algo que ella agradecía enormemente en todo momento. La conexión entre el público y la cantante fue absoluta y Scott aprovechó toda ocasión para contestar a todo tipo de muestras de cariño soltando varias expresiones en español o alterando las letras de sus canciones para incluir palabras en nuestro idioma.
Además del amplio repertorio musical de una hora y media, hubo momentos especiales como la lectura de dos poemas con la ayuda de una traductora, e incluso gags cómicos como la representación de una teletienda para introducir algunas de sus canciones, todas relacionados con el amor y otras tanto con el sexo, que fueron los dos temas principales de la noche.
Entre gags y poemas fueron sucediéndose temas como Hate On Me, Golden o Whatever acompañada de su harén de 9 músicos con los que bromeaba e interactuaba sin parar y que no nos dejaron que nos aburriésemos en ningún momento.
De su más reciente trabajo no faltaron los singles So In Love o Blessed pero la apoteosis llegó con He Loves Me, el último tema, incluido en su primer trabajo, que interpretó casi acapella y mezclando su característico soul con la ópera e incluso el flamenco arrancando gritos y aplausos como nadie y una ovación merecida.
Una vez finalizado el concierto, Jill tuvo la amabilidad de bajar al foso para saludar a cada uno de los fans, firmar autógrafos y dar la mano a servidores como yo, que salieron del recinto con una gran satisfacción y deseando de que regrese a nuestro país próximamente para disfrutar de su voz y talento de nuevo.