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Así fue el Bilbao BBK Live 2015

Una maratón de conciertos con Bleachers, Future islands, Of monster and men, y Muse, entre nuestros favoritos

Hugo Fernández
14/07/2015 | 00:00 CET

Este año se ha alcanzado la décima edición del Bilbao BBK Live, el festivalako, uno de los eventos musicales más relevantes entre los que se celebran cada año en España. Una auténtica maratón de conciertos que tuvieron colofón el pasado fin de semana en un Kobetamendi que se está quedando pequeño. Sold out para las tres jornadas por segundo año consecutivo; 40 mil asistentes por 3 días, más otros 21.000 a los conciertos del ciclo Bereziak y a los directos programados en salas, para un total de 141 mil personas.


Muchas ganas de ver a Future islands, el grupo de Baltimore que ha tenido que esperar a un cuarto álbum, Singles (2014), para abrirse camino. Con un frontman muy diferente a la mayoría, con una voz potente, especial, que empezó a dar mucho que hablar tras interpretar Seasons (Waiting on you) en el Late Show with David Letterman. Es una obra maestra, que en directo nos emociona casi tanto como al propio vocalista, Samuel Herring.

El segundo gran concierto de la primera jornada fue el de Bleachers, un proyecto musical de Jack Antonoff, uno de los componentes también de Fun.. Todo lo que puedes pedir a un show en directo: canciones de calidad, pegadizas, actitud, energía, y talento. En formato de 4 acompañado de batería y 2 multinstrumentistas. Presentado en directo un primer álbum, Strange desire (2014), y haciendo la habitual cover del Go your own way de Fleetwood Mac. Sensacional show.

Bleachers / ®MusicSnapper


Una pequeña decepción el espectáculo ofrecido por Mumford & Sons, el grupo cabeza de cartel del jueves. Muy blandos, con momentos muy largos de música poco rítmica. Buscando quizá más el lucimiento, que la satisfacción del gran público. Recordamos que la banda ha dado un pequeño giro en su carrera con su tercer álbum, Wilder mind, menos folkie de lo esperado. Un aprobado raspado.

A continuación en el escenario Heineken Capital cities, en formato solo de 4, con todas las baterías programadas. Comenzaron versionando el Breathe, original de Pink Floyd, incluido en un álbum histórico como el Dark side of the moon; y durante la fase final también revisaron temas de Prince (Nothing compares 2 u) y Madonna (Holiday). No faltaron Safe and sound y Kangaroo court, los dos temas principales de su álbum debut, In a tidal wave of mystery (2013), que llegaron a sonar hasta en dos ocasiones. Entretenido.

A continuación cerraron el escenario principal Disclosure, que tuvieron un pequeño problema técnico al inicio del show, y que pararon durante unos 10 minutos. No tenemos duda sobre su capacidad para crear buenos temas, pero para un directo quizá necesiten el acompañamiento de un/a cantante principal. Están preparando el lanzamiento de un segundo álbum, titulado Caracal.


La jornada del viernes 10 fue quizá la menos fuerte de esta décima edición del festival. Un riesgo colocar como plato principal a Jesus & Mary Chain, que en nuestra opinión fallaron de forma estrepitosa con un concierto muy soso, sin fuerza, sin pasión. Sorprendió en negativo incluso a los grandes seguidores de ese álbum debut que están recordando en una gira 30 aniversario, Psychocandy (1985).

Por suerte antes pudimos ver a una Azealia Banks decidida a recuperar el terreno perdido durante los últimos años. Una gran voz, con una imponente presencia sobre el escenario. Presentó su álbum debut, Broke with expensive taste (2014). Lástima que solo estuviera acompañada de un DJ, y de 2 bailarines. Demasiada programación.

En el escenario Heineken vimos primero a un talentoso James Bay presentando en directo su ópera prima, Chaos and the calm. A la guitarra, con gran calidad, pero en un show demasiado lento, afinando las guitarras de forma muy repetitiva, quizá ajustando tiempos de concierto. El momento más celebrado fue al final con el Hold back the river.

Tampoco les falta aptitudes a los chicos de Alt-J. Un grupo de vanguardia, quizá menos accesible para los espectadores (una parte abandonó antes de tiempo), pero de un nivel artístico sobresaliente. Buen concierto pese a la falta de ritmo, repasando sus dos álbumes, An awesome wave (2012), y This is all yours (2014).

Ben Harper y su banda fueron los encargados de dar el último concierto del día en el escenario principal. Después de tanta programación, se agradecía música en directo, aunque el gran protagonista estuvo un poquito blando.

Ben Harper / ®RhythmAndPhotos


El momento más esperado del festi llegaría durante la última jornada, la del sábado 11 de julio. Para la única que se habían agotado entradas semanas antes de la celebración de esta gran fiesta de la música. Y es que por fin, la organización había conseguido programar a Muse. El escenario principal fue una gran fiesta durante todo el día, empezando por los Vintage Trouble, con un vocalista de raza negra que hizo las delicias del público.

Buen concierto, aunque esperábamos un poco más de Kodaline, banda de pop irlandesa que está presentando un segundo álbum, Coming up for air. En cualquier caso hubo buenos momentos de pop-rock.

Nos pasamos un ratito por el escenario Heineken para ver a The Ting Tings. Un grupo que ha ido perdiendo fuelle tras un debut muy esperanzador como fuera We started nothing (2008), que sigue siendo lo mejor de su carrera. Interpretaron los principales cortes del disco mencionado, y también presentaron Super critical (2014), su actual colección, con Wrong club como tema principal.

Una lástima los problemas de salud de los componentes de Of Monsters and Men. El bajista titular no pudo formar parte del equipo de partida, lo que obligó a acortar el concierto. En cualquier caso vivimos uno de los momentos más emocionantes de esta edición del Bilbao BBK Live cuando interpretaron Hunger, nuestro tema favorito de su recién publicado segundo álbum, Beneath the skin; y a continuación el single, Crystals. Unas canciones que tienen unos arreglos maravillosos que llevaron al directo, vientos incluidos. En la parte final interpretaron su gran hit, Little talks. Fabulosos.

Empezaba a llover un poquito en la previa de Muse, que ofrecieron un espectáculo enorme de unos 90 minutos de duración. Presentando en directo Drones, un disco publicado el pasado mes de junio. Tocaron los principales singles promocionales del mismo, Psycho para empezar, Dead inside, Defector, y Mercy con confetti incluido. También aparecieron globos gigantes para que los movieran los espectadores. El gran público entregado desde el minuto 0. Un show con guiños a Led Zeppelin y AC/DC (la colección la produce Robert 'Mutt' Lange), y es que suenan a música heavy para pop-rockeros. Es indudable que a Drones le faltan melodías, pero tiene pegada. Para una banda de rock en directo quizá haya un exceso de capas y filtros en su sonido; aprovechan la tecnología al máximo. ¿Qué sería de Muse si tuvieran que tocar con otros instrumentos que no fueran los suyos?.

Nuestro fin de fiesta fue con Delorean, con un show al que han añadido un nuevo single, Crystal, adelanto de un próximo álbum.


Cansados, pero contentos. Con ganas de volver a la que será la undécima edición del Bilbao BBK Live. Eso será en 2016.
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