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Un repaso a la magia del Bilbao BBK Live 2016

Editors, Arcade Fire, Tame Impala, y Ocean Colour Scene, entre nuestros conciertos favoritos

Hugo Fernández
12/07/2016 | 00:00 CET

Entre el 7 y el 9 de julio se celebró en el Monte Cobetas una nueva edición del Bilbao BBK Live, con una asistencia total de 102.865 personas según se informó desde la organización. Distribuidas de la siguiente manera: jueves 7, 34.151; viernes 8, 33.427; sabado 9, 35.287.

3 días intensos de conciertos con gran ambiente en un entorno espectacular, de lo que se hicieron eco muchos de los protagonistas musicales del evento. Con el añadido de shows en varios puntos de la ciudad, como El Arenal o en los Jardines de Albia.

Cuestión de gustos y valores, es complicado ponerse de acuerdo en qué ha sido lo más destacado. Al final lo importante es la música y dejarse llevar por las emociones que transmite. Nos quedamos con la sensación de que Chvrches es un grupo que ha llegado para quedarse muchos años en el primer plano de la escena musical. Su directo estuvo a la altura de sus discos, presentaron en especial el segundo, Every open eye (2015). Con una Lauren Mayberry con mucha clase, el show solo bajo un poquito cuando Martin Doherty cogió el micrófono.

Otra percepción es que M83, el proyecto de Anthony Gonzalez, tiene más poder en el estudio. Con canciones maravillosas para bandas sonoras de películas como Divergente, Insurgente, Bajo la misma estrella, u Oblivion. Su actual álbum, Junk (2016), quizá fue creado para presentarlo en festivales, pero pese a pequeños destellos, no alcanza en ningún momento la brillantez de Midnight city, lo más celebrado.

Estamos en constante evolución, y New Order con el paso del tiempo, se ha dejado por el camino parte de sus cuerdas, para apostar por base rítmica. Y aún sin Peter Hook, sus componentes han creado material interesante, el incluido en Music complete (2015). Lo que no se abandona son los tiempos de Joy Division, con un emocionante cierre con el Love will tear us apart, homenaje incluido a Ian Curtis.

La expectación es máxima siempre alrededor de Arcade fire. Que un grupo sea capaz de crear tantos himnos, es la mejor muestra posible de talento. Una gran banda, con cuerdas extra y vientos en directo. Aunque una carrera en la que también ha habido concesiones... ¡Qué sería del Sprawl II (Mountains beyond mountains) si lo interpretara una gran cantante! y no Régine Chassagne, la mujer del gran líder, Win Butler. Es una lástima. En cualquier caso la magia llegó al escenario principal del Bilbao BBK Live, con el final apoteósico de Wake up.

Chvrches. Foto: Javier Rosa


El viernes, ya asentados en una ciudad como Bilbao que nos enamoró años atrás, que lo tiene todo, y en la que las distancias son relativamente cortas, iniciamos jornada en el escenario principal con un descafeinado José González, con un show quizá demasiado intimista para las circustancias que le rodeaban.

Nada que ver con el espectáculo de Ocean Colour Scene, con una gran exhibición del guitarrista Steve Cradock, y recordando los tiempos del Moseley shoals (1996), disco del que este año se celebra el 20 aniversario. Ya de entrada, tras su versión del Day tripper de los Beatles, enlazaron las dos pistas principales de su gran obra: The riverboat song y The day we caught the train.

Siempre es un aliciente ver a un grupo español en hora punta sobre el Escenario Bilbao. Allí Love of lesbian presentó El poeta Halley, un disco publicado a inicios del pasado mes de marzo, y al que están dando gran protagonismo durante la gira. Hasta el punto que comenzaron con los dos primeros singles, Cuando no me ves y Bajo el volcán, y terminaron con la que es quizá la mejor canción de la obra, la de apertura, Planeador. Con recuerdos a David Bowie, Jim Morrison, y Prince (sonó el Purple rain en el cierre).

Después de disfrutar un poco del pop-rock de Blossoms, y de un show de Grimes que tuvo que ser interrumpido durante unos 20 minutos, llegaba el momento más esperado de la segunda jornada del festival. Pixies cumplió, sin más, en un concierto que se celebraba la misma semana en la que el grupo anunciaba el lanzamiento de un nuevo trabajo, Head carrier, y el alta definitiva de la bajista Paz Lenchantin como miembro de pleno derecho. Lo mejor llegaba durante la parte final del espectáculo, enlazando clásicos como Where is my mind y Here comes your man.

Love of Lesbian. Foto: Óscar L. Tejeda


Gran programación para el sábado, con doble concierto de León Benavente, grupo al que vimos por la mañana en El Arenal, ya que durante la noche iba a haber mucha competencia. Una de las formaciones nacionales con más trabajo durante este verano boreal, durante el que presenta en directo un segundo álbum titulado 2. Aunque el gran hit sigue siendo Ser Brigada, tema incluido en un primer larga duración de nombre homónimo. Como curiosidad, durante la prueba de sonido, vimos que había montado un pequeño escenario a unos 100 metros; estaba tocando para los más peques y al margen del festival, la Billy Boom Band de uno de los tipos con más talento del pop-rock español, Marcos Cao (La sonrisa de Julia), del que pronto tendremos álbum en solitario.

Estrenamos tarde en el Monte Cobetas con Soleá Morente, quien también había tenido protagonismo horas antes, en Jardines de Albia. Presentando en directo su álbum debut, Tendrá que haber un camino (2015). Su padre, el afamado Enrique Morente, le aconsejó en su momento que estudiara antes de iniciar carrera artística. Licenciada en Filología, ahora canta: "Todavía tengo tiempo / Todavía estoy aquí", en el single Todavía, compuesto por La Bien Querida. Feliz, sonriente y agradecida.

Siempre deseosos de ver caras nuevas, y si son femeninas, en un mundo de la música en el que hay tanto desequilibrio entre sexos, aún mejor. Desde Australia llega Courtney Barnett, una poderosa guitarrista que fue nominada a los Grammy como nuev@ artista, y que está teniendo grandes críticas. Algunas quizá exageradas, pero de lo que nos cabe duda, es que su primer trabajo no está nada mal para empezar. En formato de trío, acompañada de bajista y baterista, lo primero que interpretó fue quizá lo más popero de su repertorio, nuestra canción favorita, Dead fox. Interesante.

Un rollo muy místico el de Father John Misty, que vive con máxima emoción su show. Él es Joshua Tillman, el que fuera batería de Fleet Foxes. En 2015 publicó un segundo álbum, I love you, honeybear, con el que se le han abierto las puertas de los festivales más relevantes del mundo. Mucha interacción con el público, se bajó en repetidas ocasiones del escenario, pegándose un buen tortazo en una de ellas. Buen show.

El espectáculo de Tame Impala es especial, nos envuelve en un mundo maravilloso de psicodelia, que quizá no acaba llegando a todo el público, pero que a nosotros nos entusiasma. Ya fue un álbum tremendo Lonerism (2012), con pistas como Feels like we only go backwards y Apocalypse dreams, que sonaron en la parte final de un show, que cerraron con New person, same old mistakes, el último corte de Currents (2015), versionado por Rihanna para su nuevo disco, Anti (2016). Casi de entrada, el grupo de Kevin Parker ya había interpretado el Let it happen. Un concierto sensacional, y buena muestra del gran estado de forma de los grupos y artistas oceánicos. Lástima que no pudiéramos ver a Jagwar Ma, pero se solapaba con un concierto muy esperado por nosotros.

Llegaba el momento de Editors, banda que hace 3 años presentó en el escenario Bilbao, The weight of your love, y éste en el Heineken, In dream. El segundo de ellos, fue nuestro álbum favorito de 2015, una auténtica obra maestra, de la que colocaron en el mismo orden las pistas de apertura y cierre: abrieron con No harm, y terminaron con una fantástica versión en directo del Marching orders. Justo después del clásico Papillon. Entre lo nuevo, también sonaron All the kings y Ocean of night. Estamos ante uno de los mejores grupos del mundo, tanto en estudio, como en directo, y buena culpa la tiene el líder, Tom Smith, un cantante con un gran juego de voces, compositor, guitarrista (ocasional), pianista, al que ponemos sin sonrojarnos al nivel de Bono, Chris Martin o Brandon Flowers.

Como cabeza de cartel, baño de masas para Foals, en un concierto con un inicio que nos dejó un tanto indiferentes, solo salvado por el My number. No cabe duda que Yannis Philippakis tiene su talento, pero es un tipo muy soso sobre las tablas. La inercia dejaba lo mejor para el final. Los fotógrafos solo podían acceder al foso durante los tres últimos temas, cuando lo habitual son los tres primeros; eso es una buena pista, y es que es durante el fin de fiesta cuando la banda lo da todo. Enlazaron Mountain at my gates (de largo lo mejor del show), Late night, y A knife in the ocean.

Editors. Foto: Liberto Peiro


Se pasa de vicio en el festivalako, un evento que ha ido creciendo durante ya algo más de una década. Siempre está ahí el pequeño problema del acceso, la subida final desde el punto en que nos dejan los autobuses, pero vale la pena para disfrutar de uno de los mayores espectáculos del mundo, música y naturaleza, a 5 ó 6 kilómetros de una ciudad muy especial. ¡Ya con ganas de volver en 2017!. ¡Ojalá!.

Puedes visitar la sección de fotos, con el trabajo de uno de los grandes, Javier Rosa, durante las jornadas del jueves y viernes.
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